Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
Santos Del
31 de Octubre al 2 de Noviembre 2016
XXI Semana del Tiempo Ordinario
SANTOS DE LA
SEMANA
LUNES, 31
San Alonso Rodríguez
Nació
en Segovia (España) el año 1533; su padre se dedicaba al comercio de paños.
Empezó estudios en Alcalá, pero, al fallecer su padre, tuvo que hacerse cargo
del negocio familiar. Contrajo matrimonio en 1557 y tuvo dos hijos. Pronto fue
perdiendo toda la familia a la vez que los negocios le iban mal. Hombre de fe,
se planteó ante el Señor su situación y decidió entrar en la Compañía de Jesús
como hermano coadjutor. Lo rechazó la provincia de Castilla, pero lo admitió la
de Aragón y en 1571 empezó el noviciado. Lo destinaron al colegio de Monte Sión
en Palma de Mallorca, donde pasó el resto de su vida. Trabó una gran amistad
con san Pedro Claver. Su ocupación principal fue la de portero, lo que le dio
ocasión de relacionarse con muchas personas a las que dejaba edificadas.
Trataba a cada uno como si fuera el mismo Jesús en persona. Era hombre de
profunda vida espiritual y los superiores le mandaron escribir sus
experiencias. Murió con fama de santo el 31 de octubre de 1617.
ORACIÓN
Dios nuestro, que otorgaste a san Alonso Rodríguez la gracia de imitar a
Cristo pobre y humilde, concédenos por sus ruegos que viviendo con fidelidad
nuestra vocación, podamos alcanzar aquella perfección que tu Hijo nos propuso
con su ejemplo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
* * * Mes de Noviembre * * *
► Mes de los fieles difuntos
Mes de las Almas del Purgatorio◄
La
santa Madre Iglesia, después de su solicitud para celebrar con las debidas
alabanzas la dicha de todos sus hijos bienaventurados en el cielo, se interesa
ante el Señor a favor de las almas de cuantos nos precedieron con el signo de
la fe y duermen en la esperanza de la resurrección, y por todos los fieles
difuntos desde el principio del mundo, cuya fe solo Dios conoce, para que,
purificados de toda mancha de pecado y asociados a los ciudadanos celestes,
puedan gozar de la visión de la felicidad eterna.
MARTES, 1
Todos los Santos
La Iglesia
celebra esta solemnidad en honor de todos los santos, o sea, de todos los
fieles que murieron en Cristo y con Él han sido ya glorificados en el cielo.
Esta fiesta nos recuerda, pues, los méritos de todos los cristianos, de
cualquier lengua, raza, condición y nación, que están ya en la casa del Padre,
aunque no hayan sido canonizados ni beatificados; nos invita a pedirles su
ayuda e intercesión ante el Señor; y nos estimula a seguir su ejemplo, múltiple
y variado, en nuestra vida cristiana.
ORACIÓN
Dios
todopoderoso y eterno, que nos has otorgado celebrar en una misma fiesta los
méritos de todos los santos, concédenos, por esta multitud de intercesores, la
deseada abundancia de tu misericordia y tu perdón. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
MIÉRCOLES, 2
Conmemoración de todos los fieles difuntos
La
Iglesia, después de celebrar ayer la fiesta de todos sus hijos bienaventurados
ya en el cielo, se interesa hoy ante el Señor en favor de las almas de todos
cuantos nos precedieron en el signo de la fe y duermen en la esperanza de la
resurrección, para que, purificados de toda mancha de pecado, puedan gozar de la
felicidad eterna. Celebramos, pues, la victoria de Cristo, y de nosotros con
Él, sobre la muerte. Y hacemos memoria de cuantos, habiendo compartido ya la
muerte de Jesucristo, están llamados a compartir también con Él la gloria de la
resurrección. El primer prefacio de difuntos nos enseña que «en Cristo brilla
la esperanza de nuestra feliz resurrección; y así, aunque la certeza de morir
nos entristece, nos consuela la promesa de la futura inmortalidad; porque la
vida de los que creemos en el Señor, no termina, se transforma; y, al
deshacerse nuestra morada terrenal, adquirimos una mansión eterna en el cielo».
Mientras nosotros pedimos por los difuntos, ellos interceden por nosotros.
Oración
Oh Dios, gloria de los fieles y vida de los justos, nosotros los redimidos
por la muerte y resurrección de tu Hijo, te pedimos que acojas con bondad a tus
siervos difuntos, y pues creyeron en la resurrección futura, merezcan alcanzar
los gozos de la eterna bienaventuranza. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
JUEVES, 3
San Martín de Porres
Nació
en Lima (Perú) el año 1579, de un funcionario real español, Juan de Porres, y
de una joven de origen africano, Ana Velázquez, que no se casaron: Martín era
mulato e hijo ilegítimo, lo que le causó muchas dificultades. Fue educado cristianamente
por su madre y aprendió de joven el oficio de barbero-cirujano. En 1603 fue
admitido en la Orden de los dominicos como hermano converso, después de vivir
ocho años en el convento como donado. Desde el principio se le confió el oficio
de enfermero que ejerció, con gran competencia y mayor caridad, en favor de los
frailes y de los numerosos pobres que acudían al convento; además instituyó
varias obras caritativas. Supo conjugar la incesante actividad asistencial con
el recogimiento de un contemplativo. Llevó una vida de mortificación y de
humildad, y tuvo una gran devoción a la Eucaristía. Murió en Lima el 3 de
noviembre de 1639.
ORACIÓN
Señor, Dios nuestro, que has querido conducir a san Martín de Porres por
el camino de la humildad a la gloria del cielo, concédenos la gracia de seguir
sus ejemplos, para que merezcamos ser coronados con él en la gloria. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
VIERNES, 4
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SAN CARLOS
BORROMEO
Nació en
Arona (Lombardía, Italia) el año 1538, en el seno de una familia noble y
piadosa. Abrazó la vida eclesiástica de jovencito y, terminados los estudios en
Pavía, su tío materno, el papa Pío IV, lo llamó a Roma y lo creó cardenal,
haciéndolo Secretario de Estado. En la medida que le fue posible impulsó la
culminación del Concilio de Trento y la puesta en práctica de sus decretos.
Elegido arzobispo de Milán en 1565, fue un verdadero pastor de almas. Realizó
una gran obra legislativa, organizativa, pastoral, litúrgica y devocional.
Recorrió muchas veces la diócesis entera, convocó sínodos, decretó muchas
disposiciones orientadas a la formación del clero y a la reforma de costumbres,
para actuar así las ordenaciones pastorales del Concilio de Trento. Fundó
seminarios y edificó hospitales y hospicios. Utilizó las riquezas de su familia
en favor de los pobres. Murió en Milán el 3 de noviembre de 1584.
ORACIÓN
Conserva,
Señor, en tu pueblo el espíritu que infundiste en san Carlos Borromeo, para que
tu Iglesia se renueve sin cesar y, transformada en imagen de Cristo, pueda
presentar ante el mundo el verdadero rostro de tu Hijo. Él, que vive y reina
por los siglos de los siglos. Amén
SABADO, 5
Santa Ángela
de la Cruz
Nació en
Sevilla el año 1846, en el seno de una familia numerosa y pobre, trabajadora y
piadosa. Desde muy joven trabajó en un taller de zapatería, a la vez que se
entregaba al servicio de los más pobres y marginados. Bajo la guía de un
experto confesor, el P. Torres, intentó hacerse religiosa, hasta que comprendió
que el Señor la llamaba a fundar una congregación, la Compañía de las Hermanas
de la Cruz que, viviendo en gran austeridad, atendían a enfermos y
menesterosos. Mujer de vida contemplativa y de una gran actividad, gozó de
carismas extraordinarios. A pesar de no tener estudios, dejó escritos de gran
profundidad. Fue terciaria franciscana y su vida y espiritualidad tienen rasgos
franciscanos muy marcados. Juan Pablo II la canonizó el año 2003.
ORACIÓN
Oh
Dios, que iluminaste a Santa Angela virgen con la sabiduría de la cruz, para
que reconociese a Cristo, tu Hijo, en los pobres y en los enfermos, y los
sirviese como humilde esclava, concédenos que, imitando el ejemplo de su
caridad, podamos llegar a ti, junto con nuestros hermanos. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
DOMINGO,
6
XXXII del Tiempo Ordinario
San Severo – obispo y mártir
De San
Severo, obispo de Barcelona conforme a la tradición, y mártir durante la
persecución de Diocleciano, apenas existe ninguna noticia segura.
Indicaremos, pues, brevemente lo que nos
transmite la tradición como más verosímil, a lo que añadiremos los hechos
fundamentales que contienen estas actas posteriores.
Según se
refiere, Severo nació en Barcelona de familia distinguida y recibió una esmerada
educación, como a su rango correspondía. En el himno de su oficio se expresa
claramente su condición de ciudadano de Barcelona. La tradición no nos comunica
datos especiales sobre su vida anterior a su episcopado; pero da por supuesto
que recibió una educación cristiana y que se dedicó al estado eclesiástico. En
cambio, claramente consigna la noticia de que fue elevado al obispado de
Barcelona, donde se distinguió por su celo por las almas, que Dios le había
confiado.
ORACIÓN
Dios
nuestro, que para embellecer a tu Iglesia
otorgaste la gloria del martirio a san Severo; concédenos, en tu bondad,
que así como él imitó la pasión del Señor,también nosotros, siguiendo sus
pasos, podamos alcanzar la felicidad eterna.
Confeccionado por Franja y Állen-Perkins