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sábado, 18 de octubre de 2014

HAY QUE SEGUIR CANTANDO, bis

Blog Católico de Javier Olivares-Baiona

Hace mucho tiempo que tengo en mis notas esta maravilla. No la puse antes porque tenía muchas cosas y fui dejándolo. 
Ya no espero más y lo dedico a las mamás y a los niños pequeños que esperan un hermanito. Ya veis cómo pueden reaccionar mejor que las personas mayores en caso de necesidad. Ellos ayudan con lo que tienen, que es poquito, pero que en este caso fue la salvación de su hermanita.
Franja.
 HAY QUE SEGUIR CANTANDO
Como cualquier buena mamá, cuando Karen supo que estaba esperando un bebé, hizo lo que pudo para ayudar a su hijo Michael de tres años a prepararse para una nueva etapa en su vida.


Supieron que el nuevo bebe iba a ser una niña, y día y noche, Michael le cantaba a su hermanita en el vientre de su madre.  El estaba encariñándose con su hermanita aun antes de conocerla.
El embarazo de Karen progresó normalmente.  A tiempo empezó su labor de parto, pronto los dolores eran cada cinco, cada tres y finalmente cada minuto.  Pero una complicación se presentó de repente y Karen tuvo horas de labor de parto.
Finalmente, después de muchas horas de lucha, la hermanita de Michael nació, pero en muy malas condiciones.  La llevaron inmediatamente en una ambulancia a la Unidad de Cuidados Intensivos, sección neonatal del Hospital St. Mary en Knoxville, Tennessee. 


Los días pasaron y la niña empeoraba.  Los pediatras tuvieron que decirle finalmente a los padres las terribles palabras:  "Hay muy pocas esperanzas, prepárense para lo peor".  Karen y su esposo contactaron al cementerio local para apartar un lugar para su hijita.  Ellos habían creado un cuarto nuevo para su hija y ahora se encontraban haciendo arreglos para un funeral.
Sin embargo, Michael, les rogaba a sus padres que le dejaran ver a su hermanita.  "Quiero cantarle", decía una y otra vez.
Estuvieron dos semanas en Terapia Intensiva y parecía que el funeral vendría antes de que acabara la semana.  Michael siguió insistiendo que quería cantarle a su hermanita, pero le explicaban que no se permitía la entrada de niños a Terapia Intensiva.


De pronto Karen se decidió.  Llevaría a Michael a ver a su hermanita, ¡la dejaran o no!  Si no veía a su hermanita en ese momento, tal vez no la vería viva nunca. 
overol (un mono)

Ella le puso un overol inmenso y lo llevo a Terapia Intensiva, Michael parecía una enorme canasta de ropa sucia.  Pero la jefa de enfermeras se dio cuenta de que era un niño y se enfureció. 



 "¡Saquen a ese niño de aquí ahora mismo!  No se admiten niños aquí"  El carácter de Karen afloró y, olvidándose de sus lindos modales de dama, que siempre la habían caracterizado, miró con ojos de acero a la enfermera, sus labios eran una sola línea y con firmeza dijo:  Él no se va hasta que le cante a su hermanita" y levantó a Michael y lo llevó a la cama de su hermanita.
El miró a la pequeñita, perdiendo la batalla por conservar la vida.
Después de un momento empezó a cantar con la voz que le salía del corazón de un niño de tres años.  Michael le cantó: 
 "Eres mi luz del sol, mi única luz, tú me haces feliz cuando el cielo es gris...." (conocida canción en inglés "You´re my sunshine").
enlace de la canción original:
Instantáneamente, la bebé pareció responder al estímulo de la voz de Michael, su pulso se empezó a volver normal."Sigue cantando, Michael" le pedía desesperadamente su mamá con 
lágrimas en los ojos.  Y el niño seguía:  "Tú no sabrás nunca, querida, cuanto te amo, por favor no te lleves mi luz del sol...  "Al tiempo que Michael cantaba a su hermana, la bebé se movía y su respiración se volvía tan suave como la de un gatito cuando lo acarician.  "Sigue cantando, cariño" le decía su mamá y él continuaba haciéndolo como cuando todavía su hermanita estaba 
en el vientre de su madre.  "La otra noche, querida, cuando dormía, soñé que te abrazaba en mis brazos..." seguía cantando el niño; la hermanita de Michael empezó a relajarse y a dormir con un sueño reparador que parecía que la mejoraba por segundos.  



"Sigue cantando Michael"... ahora era la voz de la enfermera que, con lágrimas en los ojos, no dejaba de pedirle al niño
que continuara.
 
"Tú eres mi luz del sol, mi única luz del sol, por favor no te lleves mi sol..."
Al día siguiente... el mismísimo día siguiente... la niña estaba en
perfectas condiciones para irse a casa.



La revista "Woman"s Day" lo llamó "El Milagro de la canción del
Hermano".
Los doctores le llamaron simplemente "un milagro".  Karen le llamó "El Milagro del amor de Dios".
"Nunca te rindas por la gente que Amas.... 
El Amor es increíblemente poderoso."
La vida es demasiado buena como para desperdiciarla... Confía en que Dios sabe que estas exactamente donde debes estar. Nunca olvides las infinitas posibilidades que nacen de la FÉ
http://www.corazones.org/articulos/anecdotas/seguir_cantando.htm
Un amigo me acaba de decir en un correo:
  Javier; es de lo más hermoso que me has enviado. Te lo agradezco y esto me hace pensar que en cuanto Dios está de por medio, ya puedes tener Fe aún cuando sea través de un niño. La madre es merecedora de todo lo ocurrido al imponerse a la "mandona" de la enfermera. Su hijo ya quería a se hermanita a través de su madre. Sus cantos cuando esataba en el seno materno, fue el despertar de su cariño aun sin verla. Gracias y ya la envié a personas que, como yo, sienten estas cosas en lo más hondo de su corazón. Un abrazo.
***
Muy agradecido
Franja

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