Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
LA MAESTRA RIVEROS y el alumno Facundo
Una historia muy interesante, para manifestar que en la clase, el profesor tienen que ser además,...educador de la persona.
Su
nombre era Sra.
Riveros mientras estuvo al frente de
su clase de 5º grado, el primer día de clase lo iniciaba diciendo a los niños
una mentira.
Como
la mayor parte de los profesores, ella miraba a sus alumnos les decía que a
todos los quería por igual. Pero eso no era posible, porque ahí en la primera
fila, desparramado sobre su asiento, estaba un niño llamado: Facundo Moreno.
La Sra. Riveros había observado a Facundo desde el
año anterior y había notado que él no jugaba muy bien con otros niños, su ropa
estaba muy descuidada y constantemente necesitaba darse un buen baño.
Facundo comenzaba a ser un tanto desagradable. Llegó
el momento en que la Sra. Riveros disfrutaba al marcar los trabajos de Facundo
con una fibra roja haciendo una gran X y colocando un cero muy llamativo en la
parte superior de sus tareas.
En la escuela donde la Sra. Riveros enseñaba, le era
requerido revisar el historial de cada niño, ella dejó el expediente de Facundo
para el final.
Cuando ella revisó su expediente, se llevó una gran
sorpresa. La Maestra de primer grado escribió: “Facundo es un niño muy
brillante con una sonrisa sin igual. Hace su trabajo de una manera limpia y
tiene muy buenos modales... es un placer tenerlo cerca".
Su
maestra de segundo grado escribió:
“Facundo es un excelente estudiante, se lleva muy bien con sus compañeros, pero
se nota preocupado porque su madre tiene una enfermedad incurable y el ambiente
en su casa debe ser muy difícil".
La
maestra de tercer grado escribió: "Su madre ha muerto, ha sido muy duro
para él. El trata de hacer su mejor esfuerzo, pero su padre no muestra mucho
interés y el ambiente en su casa le afectará pronto si no se toman ciertas
medidas".
Su maestra de cuarto grado escribió:
“Facundo se
encuentra atrasado con respecto a sus compañeros y no muestra mucho interés en
la escuela. No tiene muchos amigos y en ocasiones duerme en
clase".
Ahora la Sra. Riveros se había dado cuenta del
problema y estaba apenada con ella misma. Ella comenzó a sentirse peor cuando
sus alumnos les llevaron sus regalos del día del maestro, envueltos con
preciosos moños y papel brillante, excepto Facundo. Su regalo estaba mal
envuelto con un papel amarillento que él había tomado de una bolsa de papel.
A la Sra. Riveros le dio pánico abrir ese regalo en
medio de los otros presentes. Algunos niños comenzaron a reír cuando ella
encontró un viejo brazalete y un frasco de perfume con solo un cuarto de su
contenido.
Ella detuvo las burlas de los niños al exclamar lo
precioso que era el brazalete mientras se lo probaba y se colocaba un poco del
perfume en su muñeca.
Facundo Moreno se quedó ese día al final de la clase
el tiempo suficiente para decir:
“Sra.
Riveros, el día de hoy usted huele como solía oler mi mamá".
Después
de que el niño se fue ella lloró por lo menos una hora..
Desde
ese día, ella dejó de enseñarles a los niños aritmética, a leer y a escribir.
En
lugar de eso, comenzó a educar a los niños. La Sra. Riveros puso atención
especial en Facundo.
Conforme comenzó a trabajar con él, su cerebro
comenzó a revivir. Mientras más lo apoyaba, él respondía más rápido.
Para el final del ciclo escolar, Facundo se había
convertido en uno de los niños más aplicados de la clase y a pesar de su
mentira de que quería a todos sus alumnos por igual, Facundo se convirtió en
uno de los consentidos de la maestra.
Dos años después, ella encontró una nota debajo de
su puerta, era de Facundo, diciéndole que ella había sido la mejor maestra que
había tenido en toda su vida.
Cinco años después por las mismas fechas, recibió
otra nota de Facundo, ahora escribía diciéndole que había terminado el
secundario siendo el tercero de su clase
y ella seguía siendo la mejor maestra que había tenido en toda su vida.
Cinco
años después, recibió otra carta que decía que a pesar de que en ocasiones las
cosas fueron muy duras, se mantuvo en la escuela y pronto se graduaría con los
más altos honores.
Él le reiteró a la Sra. Riveros que seguía
siendo la mejor maestra que había tenido en toda su vida y su favorita.
Cuatro
años después recibió otra carta. En esta ocasión le explicaba que después de
que concluyó su carrera, decidió viajar un poco.
La carta le explicaba que ella
seguía siendo la mejor maestra que había tenido y su favorita, pero ahora su
nombre se había alargado un poco, la carta estaba firmada por Dr. Facundo
Moreno
La
historia no termina aquí, existe una carta más que leer, Facundo ahora decía
que había conocido a una chica con la cual iba a casarse.
Explicaba
que su padre había muerto hacía un par de años y le preguntaba a la Sra.
Riveros si le gustaría ocupar en su boda el lugar que usualmente es reservado
para la madre del novio, por supuesto la vieja maestra aceptó y adivinen...
Ella
llega usando el viejo brazalete y se aseguró de usar el perfume que Facundo
recordaba que usó su madre la última Navidad que pasaron juntos.
Se dieron un gran abrazo y el Dr. Moreno le
susurró al oído, "Gracias Sra. Maestra por creer en mí. Muchas gracias por
hacerme sentir importante y mostrarme que yo puedo hacer la diferencia".
La
Sra. Riveros con lágrimas en los ojos, tomó aire y dijo, “Facundo, te equivocas, tú fuiste el que me
enseñó a mí”
"No sabía cómo
educar hasta que te conocí".
Alegra el
corazón de alguien hoy... comparte este mensaje. Recuerda que a donde quiera
que vayas y hagas lo que hagas, tendrás la oportunidad de tocar y/o cambiar los
sentimientos de alguien, trata de hacerlo de una forma positiva.
"Los
amigos son Ángeles que nos levantan sobre nuestros pies cuando nuestras alas
tienen problemas para recordar como volar".
Siempre encuentras a gente buena y que desprende
ResponderEliminarsolo humildad y generosidad.Eso es tener un corazón lleno de amor y espíritu de lucha hacia los demás desfavorecidos.Aunque el niño era bastante listo en cuanto a los estudios,y sus alas lo hicieron volar como águilas que a veces nos faltan a los adultos.Bonito mensaje de un niño que quizás para muchos de los que estudiaban con el,no era de los mejores y sin embargo supo sacar su carrera adelante.Que bonito es sentirnos queridos por personas como
esa bendita profesora y saber comprender los sentimientos de un niño que la quería con locura
que bonita son las oportunidades que se nos presentan en la vida,y sabemos aprovecharlas para hacer feliz a quien fue todo un crío lleno de humanidad,y sabía muy bien lo que quería.
Dr. Facundo sea de donde sea le felicito por su
ganas y capacidad de luchar por lo que se quiere.¡A veces vale más una mentira piadosa que
una verdad dolorosa!. ¡Preciosa historia!.