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sábado, 12 de julio de 2014

SANTOS DE LA SEMANA Del 14 al 20 de Julio 2014

Blog Católico de Javier Olivares-Baiona

SANTOS DE LA SEMANA 
Del  14 al  20  de  Julio  2014
XV Semana  Tiempo  Ordinario

 LUNES, 14
    

San Camilo de Lelis
Nació en Bucchianico, cerca de Chieti (Italia), el año 1550. Al principio, siguiendo la profesión de su padre, abrazó la carrera militar, y llevó una vida desordenada; pero después se convirtió a raíz de una conversación con un capuchino y por dos veces comenzó su noviciado del que tuvo que salir por una llaga en un pie. Tras la experiencia vivida en el Hospital de Santiago de Roma y viendo el trato negligente que se prestaba a los enfermos, se consagró él mismo a su cuidado y fundó la Congregación de los Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos (Camilos), elevada a la categoría de Orden religiosa por Gregorio XIV, dedicada a levantar hospitales y atender de manera competente y amorosa a los enfermos. Para mejor logar sus objetivos, realizó los estudios pertinentes y recibió la ordenación sacerdotal en 1584. Presidió la Orden con gran espíritu y entereza y logró una pronta difusión de la misma, para lo que viajó incansablemente. Murió en Roma el 14 de julio de 1614. Es patrono de los enfermos, hospitales y personal sanitario, junto con san Juan de Dios.
ORACIÓN
Oh Dios, que has enaltecido a san Camilo de Lelis con el carisma singular del amor a los enfermos, infunde en nosotros, por su intercesión, el espíritu de tu caridad, para que, sirviéndote en nuestros hermanos, podamos llegar seguros a ti en la hora de la muerte. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

MARTES, 15



San Buenaventura
Obispo y doctor de la Iglesia

Obispo y doctor de la Iglesia. Nació hacia el año 1218 en Bagnoregio, junto a Viterbo (Italia). Se dice que de niño había sido curado de una grave enfermedad por intercesión de san Francisco. De joven ingresó en la Orden franciscana. Estudió filosofía y teología en París y, obtenido el doctorado, las enseñó en la misma Universidad. Junto con santo Tomás reivindicó el derecho de los mendicantes a la docencia y al apostolado. Elegido general de su Orden en 1257, la gobernó con prudencia y sabiduría, convirtiéndose en una especie de segundo fundador. Nombrado obispo y cardenal de la diócesis de Albano, trabajó con gran empeño en la unión de las Iglesias de Oriente y de Occidente en el Concilio II de Lyón, ciudad en la que murió el 15 de julio de 1274. Nos legó numerosas obras teológicas y filosóficas, espirituales y místicas, luminosas y llenas de unción, que le merecieron el título de Doctor Seráfico. En la historia franciscana ha sido de particular importancia su «Leyenda mayor», biografía oficial de san Francisco, en la que se inspiró Giotto.
ORACIÓN
Dios todopoderoso, concede a cuantos hoy celebramos la fiesta de tu obispo san Buenaventura la gracia de aprovechar su admirable doctrina e imitar los ejemplos de su ardiente caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
MIERCOLES, 16



Nuestra Señora del Carmen
Es la advocación de la Virgen como Patrona de la familia carmelitana. La Sagrada Escritura celebra la belleza del monte Carmelo, donde el profeta Elías, en el siglo IX antes de Cristo, defendió la pureza de la fe de Israel en el Dios vivo, en contra del culto a Baal. En el siglo XII, algunos eremitas se retiraron a aquel monte, constituyendo más tarde una Orden dedicada a la vida contemplativa, bajo el patrocinio de la Virgen María. Según la tradición, en este día la Virgen entregó el popular escapulario del Carmen a San Simón Stock. Además, bajo este título celebramos a la Virgen como guía de los navegantes, consuelo de los afligidos, fortaleza de los moribundos en su agonía, intercesora nuestra en el trásito de la muerte, auxilio de las almas del purgatorio.
ORACIÓN
Te suplicamos, Señor, que la poderosa intercesión de la Virgen María, en su advocación del monte Carmelo, nos ayude y nos haga llegar hasta Cristo, monte de salvación. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
JUEVES, 17



SANTA EDUVIGIS
Reina y Patrona de Polonia y de Lituania ◄

Nació en Buda el año 1374, hija del rey de Hungría. Contrajo matrimonio con el rey Ladislao Jaguellón, de Lituania. Estos esposos tuvieron una gran influencia en la evangelización de Lituania y en el progreso de la fe en el reino polaco-lituano. Eduvigis puso su posición social, sus talentos y su vida al servicio de Cristo y, cuando le correspondió gobernar, dedicó su vida también al servicio del pueblo que se le había confiado. Fundó hospitales y trató de aliviar las necesidades de los más pobres. Al mismo tiempo, se preocupó de la formación intelectual de su pueblo, y fundó la Universidad Jaguellónica de Cracovia, en la que la Santa, con su perseverancia, consiguió que el papa Bonifacio IX erigiera en 1397 la facultad de teología. Falleció el 17 de julio de 1399, y su tumba está en Wawel. Fue canonizada por Juan Pablo II en 1997.

ORACIÓN
Señor Dios, que cada año nos alegras en la fiesta de santa Euduvigis, concede a los que celebramos su memoria imitar también los ejemplos de su vida admirable. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
VIERNES, 18



San  Federico
Federico se educó en la piedad y las ciencias sagradas con los clérigos de la ciudad de Utrecht. Una vez ordenado sacerdote, recibió del obispo Ricfrido la misión de instruir a los convertidos. Hacia el año 825 fue a su vez, elegido obispo de Utrecht. Inmediatamente empezó a establecer la disciplina, envió a san Odulfo y otros celosos misioneros al norte del país a disipar las tinieblas del paganismo.
Según la tradición, el santo se vio envuelto en las luchas que enfrentaron a los hijos del emperador contra su padre, Luis el Piadoso. Los príncipes acusaban a su madrastra, la emperatriz Judit, de graves inmoralidades. Cualquiera que haya sido la veracidad de tales acusaciones, el hecho es que san Federico amonestó a la emperatriz con gran caridad, lo cual no obstó para atraerle la cólera y el resentimiento de Judit. tnibién se creó enemigos en otros terrenos. Los habitantes de Walcheren, que eran bárbaros, se habían mostrado muy hostiles al cristianismo. Por ello, san Federico se reservó para evangelizar él mismo el territorio más peligroso y difícil de su diócesis, y envió a los misioneros a las regiones del norte. Entre las inmoralidades que era necesario combatir y que requirieron los mayores esfuerzos por parte del obispo, figuraban los matrimonios ilícitos entre parientes próximos y la frecuente separación de los cónyuges (se llegó a afirmar incluso que la unión de Luis el Piadoso con Judit era incestuosa, pero seguramente que sólo se trata de una sospecha de los hagiógrafos, dadas las costumbres de aquellos tiempos).
El 18 de julio de 838, según cuenta la tradición, san Federico fue apuñalado por dos asesinos cuando daba gracias al pie del altar, por haber celebrado la misa. Expiró pocos minutos más tarde, recitando el salmo 114: «Alabaré al Señor en la tierra de los vivos». El autor de la biografía de San Federico, en el siglo XI, afirma que la emperatriz Judit pagó a los asesinos, incitada por su esposo, ya que ninguno de los dos había perdonado al santo obispo la libertad con que reprendió a la soberana. Guillermo de Malmesbury y otros cronistas repiten la acusación, pero los autores posteriores, como Baronio y Mabillon, se inclinan a pensar que los asesinos fueron enviados por los habitantes de Walcheren. Tal opinión es más verosímil, ya que ninguno de los contemporáneos acusó del crimen a la emperatriz y, por otra parte, el hecho cuadra mal con la actitud cristiana de Luis el Piadoso y con el respeto que profesaba a la autoridad episcopal.

San Federico compuso una oración a la Santísima Trinidad, que se rezó durante mucho tiempo en los Países Bajos. Una prueba de la fama de santidad de que gozaba, es el poema que su contemporáneo, Rabano Mauro, consagró a sus virtudes.
ORACIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que elegiste al obispo san Federico como pastor de tu Iglesia, concédenos que arraigue en nuestros corazones lo que él nos enseñó inspirado por ti, y que interceda ante tu misericordia  aquel que nos diste como protector en la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

SABADO, 19



Santas  Justa  y  Rufina
Las Santas Justa y Rufina eran hermanas, procedentes de una modesta familia de fuertes convicciones cristinas en la época de la dominación romana en España. Según cuenta la leyenda, durante los festejos callejeros en honor a Venus, donde se recogían donativos para las fiestas y se obligaba a su adoración. Las hermanas se negaron a aportarlos y a adorarlo, llegando a enfrentarse con sus portadoras, llegando el mismo a romperse.
Diogeniano, prefecto de Sevilla, las encarceló, induciéndoles a abandonar la fe cristiana, so pena de crueles martirios. Las santas se opusieron con gran valor a las inicuas propuestas del Prefecto, afirmando que ellas sólo adoraban a Jesucristo.
El Prefecto mandó que las torturasen con garfios de hierro y en el potro, creyendo que cederían ante los tormentos, pero ellas soportaban todo. Mandó entonces a encerrarlas en una lóbrega cárcel, que se cree fue en los terrenos del actual Santuario de María Auxiliadora, que allí las atormentasen lentamente con hambre y con sed.
Al ver que no cedían, obligó a las santas a ir andando descalzas hasta Sierra Morena, pero tampoco las doblegó. Tras ello las mandó encarcelas hasta su muerte, siendo Santa Justa la primera en morir, siendo su cuerpo tirado en un pozo, siendo rescatado el mismo por el obispo Sabino. El Prefecto creyó que, estando sola, seria más fácil doblegar a Rufina. Pero al no conseguir nada, mandó llevarla al anfiteatro y echarle un león furioso para que la despedazase. El león se acercó a Rufina y se contentó con blandir la cola y lamerle los vestidos como un corderillo. Enfurecido el Prefecto, mandó degollarla y quemar su cuerpo, pero de nuevo el obispo Sabino recogió las cenizas y las enterró junto a su hermana en el año 287.
Desde entonces su Fe alcanzó fama mundial, siendo nombradas Patronas de Sevilla, además de los gremios de alfareros y cacharreros y siendo su onomástica el 19 de julio, aunque en otras provincias se celebra el 19 del mismo mes.
ORACIÓN
Dios nuestro, que nos alegras cada año en la conmemoración de las santas Justa y Rufina, te pedimos humildemente que nos ayuden los méritos de quien nos alienta con el ejemplo de su castidad y fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

DOMINGO, 20
XVI DEL TIEMPO ORDINARIO


San Elías, profeta

La memoria de Elías se guardó siempre viva de modo particular en el Monte Carmelo, donde se eligió seguir al Dios de Israel. Según el relato, Primer libro de los Reyes, capítulo 18, el sacrificio de Elías, consumado por el fuego que descendió del cielo, mostró al pueblo que Yahweh era el verdadero Dios.
Elías estuvo disponible para la obra de Dios y enviado a proclamar su palabra. Emprendió un largo viaje por el desierto, un viaje que lo dejó exánime. Se cobijó bajo un árbol y pidió la muerte. Pero Dios no permitió su muerte, sino que lo impulsó a continuar su viaje hasta el monte Horeb. Cuando llegó, Dios se mostró a Elías, no en los consabidos signos del antiguo testamento: fuego, terremoto o del fuerte viento, sino en una ligera brisa. Elías fue enviado nuevamente a su pueblo para continuar cumpliendo la voluntad de Dios.
El día 20 de julio se reúne en el Monte Carmelo una gran multitud de devotos de Elías: cristianos de distintos ritos, judíos, musulmanes. Todos suben allí con los más variados medios de locomoción o a pie, para cumplir sus votos, para presentar a sus niños al bautismo y sobre todo para cantar y danzar en honor del profeta. Desde el interior del monasterio se escucha el rumor de una gran feria: aquella abigarrada multitud se reúne allí cada año en nombre de Elías, el cual continúa ejerciendo su fascinación y su notable influencia eo la vida y en las creencias de aquellos pueblos.
De Elías, los Carmelitas aprenden a oir la voz de Dios en el silencio y en lo imprevisible. Intentan estar siempre disponibles a la Palabra de Dios para conformar la mente y el corazón de manera que el modo de vivir y trabajar sea profético y fiel a la memoria de nuestro Padre Elías.
ORACIÓN

Tú has dado Señor al Santo profeta Elías la gracia de vivir en tu presencia y tu lo has colmado el celo de tu gloria, concédenos por su intersección que contemplando tu rostro lleguemos a ser testigos de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Confeccionado por Franja y Állen-Perkins

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