Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
SANTORAL
DEL 8 AL 14
DE SEPTIEMBRE 2014
SEMANA XXIII DEL TIEMPO
ORDINARIO
Natividad de la
Virgen María , descendiente de Abrahán, nacida de la tribu de
Judá y de la progenie del rey David, de la cual nació el Hijo de Dios, hecho
hombre por obra del Espíritu Santo, para liberar a la humanidad de la antigua
servidumbre del pecado. La celebración del cumpleaños de la Virgen , en que los fieles
le ofrecen su homenaje e imploran su protección, está ligada a la basílica de
Santa Ana, construida en el siglo V en el ámbito de la piscina Probática (Jn
5,1-9), junto al templo de Jerusalén. La tradición localizaba allí la casa de
Joaquín y de Ana, padres de la
Virgen. El protoevangelio apócrifo de Santiago fija el lugar
del nacimiento de María en las cercanías del Templo, y ya en el siglo V los
peregrinos visitaban junto a la piscina Probática «la iglesia de Santa María,
en la que ella nació». La basílica actual fue edificada por los cruzados; en la
cripta se venera la casa de Joaquín y de Ana, y el lugar del nacimiento de su
hija María. La liturgia une el aniversario del nacimiento de la Virgen con la perspectiva
del comienzo de los misterios de la salvación. La celebración mariana es la
primicia de los bienes que su Hijo nos traerá. En esta misma fecha, o en los
días inmediatos, se celebra también a la Virgen bajo múltiples nombres y advocaciones.
ORACIÓN
Concede, Señor, a tus hijos el don de tu gracia, para que,
cuantos hemos recibido las primicias de la salvación por la maternidad de la Virgen María ,
consigamos aumento de paz en la fiesta de su Nacimiento. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén
San Pedro Claver, presbitero
Nació
en Verdú, provincia de Lérida en España, el año 1580. A los 22 años, cuando
estudiaba filosofía en la
Universidad de Barcelona, ingresó en la Compañía de Jesús. Hechos
los votos, lo enviaron al colegio de Mallorca, donde sintió la vocación
misional por obra, en particular, de san Alonso Rodríguez, portero del colegio.
Partió de Sevilla hacia Colombia en 1610. Ordenado sacerdote en 1616 en
Cartagena de Colombia, ejercitó allí mismo hasta su muerte el apostolado entre
los esclavos negros, llevados desde África para ser vendidos. En 1622 hizo el
voto de ser esclavo de los «etíopes», o sea, los negros. Llevó una vida heroica
en el servicio a los esclavos, a quienes atendía fueron católicos o no. Bautizó
a muchísimos. Sembró paz y caridad, y el Señor lo acreditó con el don de
milagros. Tras una larga enfermedad, murió en la misma Cartagena el 8 de
septiembre de 1654. León XIII lo declaró patrono especial de las misiones entre
los pueblos negros.
ORACIÓN
Oh
Dios, que fortaleciste a san Pedro Claver con admirable caridad y paciencia
para ser esclavo de los esclavos; concédenos por su intercesión buscar lo que
es de Jesucristo amando a nuestros hermanos con obras y de verdad. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
San Nicolás de Tolentino
Nació en Sant'Angelo in Pontano (Marcas, Italia) el año 1245. A los 14 años entró
en los Ermitaños de San Agustín como oblato, más tarde profesó como religioso y
en 1269 se ordenó de sacerdote. Tuvo varios destinos y desde 1275 estuvo
destinado en Tolentino. Dedicaba una buena parte de su jornada a la oración y a
la penitencia. Severo consigo mismo, era comprensivo con los demás, y se
imponía a sí mismo las penitencias de los otros. Era un asceta que difundía
sonrisas, un penitente que trasmitía alegría. Después de horas de oración y
ayuno a pan y agua, se entregaba al apostolado predicando por los pueblos de
las Marcas y atendiendo el confesonario. Muchos fieles se convertían a Dios al
escucharle, y acudían, incluso desde lejos, a confesarse con él quedando llenos
de su confianza gozosa. Visitaba a los enfermos en sus casas y los socorría.
Dios le concedió experiencias místicas y tuvo fama de milagros. Murió el 10 de
septiembre de 1305 en Tolentino.
ORACIÓN
Dios nuestro, que llamaste a tu servidor san Nicolás para vivir
en el seguimiento de Cristo, concédenos, por su intercesión, que apartándonos
de todo egoísmo podamos unirnos a ti de todo corazón. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
Santos Proto y Jacinto, Mártires
Los dos hermanos Proto y Jacinto, esclavos de Santa Eugenia, y
bautizados con ella por el obispo Hilario, se dedicaron al estudio de las
Sagradas Escrituras. Después de haber permanecido algún tiempo en un monasterio
de Egipto, edificando allí a todos por su humildad y santidad, siguieron a
Santa Eugenia hasta Roma. Llegados a esta ciudad bajo el reinado de Valeriano,
fueron detenidos, cruelmente flagelados y finalmente decapitados.
El papa Dámaso en uno de sus epitafios a tumbas de mártires,
escritos que fueron publicados bajo el título Damasi Epigrammata hablaba de los
dos jóvenes Proto y Jacinto que fueron martirizados en Roma y enterrados en un
cementerio de la Via
Pinciana :
Germani fratres, animis ingentibus ambo,
Hic victor meruit palmam, prior ille coronam.
La tradición recuerda que Proto y Jacinto eran criados de una
noble romana llamada Eugenia y que viajaron con el séquito del padre de ésta,
senador romano, a Alejandría, donde tuvieron noticia de la religión cristiana y
se convirtieron junto con Eugenia. Proto y Jacinto ingresaron en el monasterio
del Obispo Heleno, de donde salieron para regresar a Roma y dedicarse a la
predicación y al cuidado de otros hermanos de religión. La persecución
generalizada de Valeriano contra la
nueva religión, les dio la oportunidad de morir por su fe. Enterrados en la
misma cripta, sus restos fueron descubiertos y trasladados a la iglesia de San
Salvador en el Palatino -al igual que muchas otras reliquias- en tiempo del
papa León IV.
ORACION
Señor, que la preciosa confesión de
vuestros bienaventurados mártires Proto y Jacinto reanime nuestro celo, y que
su piadosa intercesión nos proteja constantemente. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
Santísimo Nombre de María
El evangelista san Lucas, en la escena de la Anunciación , escribe:
«Y el nombre de la Virgen
era María». María, la Madre
del Señor, recibió del pueblo fiel el título de "Abogada", pues es
nuestra abogada ante Dios. Desde las bodas de Caná la conocemos como la mujer
benigna, llena de solicitud materna y de amor, la mujer que percibe las
necesidades ajenas y, para ayudar, las lleva ante el Señor. Hoy hemos escuchado
en el evangelio cómo el Señor la entrega como Madre al discípulo predilecto y,
en él, a todos nosotros. En todas las épocas los cristianos han acogido con
gratitud este testamento de Jesús, y junto a la Madre han encontrado siempre
la seguridad y la confiada esperanza que nos llenan de gozo en Dios y en
nuestra fe en él. Acojamos también nosotros a María como la estrella de nuestra
vida, que nos introduce en la gran familia de Dios. Sí, el que cree nunca está
solo».
ORACIÓN
Te pedimos, Dios Todopoderoso, que a cuantos celebramos el
nombre glorioso de santa María Virgen, ella nos consiga los beneficios de tu
misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Desde Torreciudad a los pies de la Santísima Virgen Reina de los Ángeles, os envío este recuerdo.
Para aquellas amigas que llevan el nombre de María y tienen WhatsApp. Y las que no lo tienen, y tengo su e-mail se lo envío también. Por eso puede llegaros por dos caminos o por tres...culpa de la técnica mal aplicada. Felicidades, María. Un abrazo. Javier
El hecho de que la Santísima Virgen lleve el nombre de María es el motivo de esta festividad, instituida con el objeto de que los fieles encomienden a Dios, a través de la intercesión de la Santa Madre, las necesidades de la iglesia, le den gracias por su omnipotente protección y sus innumerables beneficios, en especial los que reciben por las gracias y la mediación de la Virgen María. Por primera vez, se autorizó la celebración de esta fiesta en 1513, en la ciudad española de Cuenca; desde ahí se extendió por toda España y en 1683, el Papa Inocencio XI la admitió en la iglesia de occidente como una acción de gracias por el levantamiento del sitio a Viena y la derrota de los turcos por las fuerzas de Juan Sobieski, rey de Polonia.
Felicidades, María, y que la Virgen te proteja siempre, Franja
San Juan Crisóstomo
► Obispo y doctor de la Iglesia ◄
Nació en Antioquía hacia el año 349, hijo de un
funcionario imperial. Después de recibir una excelente formación clásica, se
dedicó a la vida ascética y monástica. Más tarde, en el 386, fue ordenado de
sacerdote y ejerció, con gran provecho, el ministerio de la predicación. El año
397 fue elegido obispo de Constantinopla, cargo en el que se comportó como un
pastor ejemplar, esforzándose por llevar a cabo una profunda reforma de las
costumbres del clero y de los fieles. La oposición de la corte imperial, cuyos
excesos denunciaba, y de los envidiosos lo llevó por dos veces al destierro.
Agotado por tantas penalidades, murió deportado en Comana del Ponto (Turquía),
el 14 de septiembre del año 407. Contribuyó en gran manera, por su palabra y
sus escritos, al enriquecimiento y explicación de la doctrina católica, hasta
el punto de merecer el sobrenombre de Crisóstomo, es decir, «Boca de oro».
ORACIÓN
Oh Dios, fortaleza de los que esperan en ti, que
has hecho brillar en la
Iglesia a san Juan Crisóstomo por su admirable elocuencia y
su capacidad de sacrificio, te pedimos que, instruidos por sus enseñanzas, nos
llene de fuerza el ejemplo de su valerosa paciencia. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
DOMINGO, 14
Para la Iglesia es una fiesta del
Señor, en la que celebramos el misterio de la cruz, la obra realizada por
Cristo en ella. La imagen predominante es la de Jesús elevado en la cruz, que
marca profundamente la vida y espiritualidad de los cristianos. Según la
tradición, hoy es el aniversario del hallazgo de la santa Cruz (14 de
septiembre del 320, por Santa Elena, madre del emperador Constantino) y de la
dedicación de la basílica constantiniana levantada en el mismo lugar de la
crucifixión del Señor. Cada año se celebraban en Jerusalén solemnes ceremonias
que culminaban con la elevación del sagrado leño para que lo contemplase y
adorase la multitud de fieles que se congregaba. En mayo del 614, Cosroas, rey
de los persas, saqueó Jerusalén y se llevó la cruz a su país. Pero el emperador
Heraclio derrotó a los persas, recuperó la cruz y la entregó solemnemente al patriarca
de Jerusalén el 3 de mayo del 630. Esta recuperación llenó de entusiasmo a la Iglesia y particularmente
a los latinos, que no tardaron en celebrar la fiesta de la santa Cruz en esta
última fecha.
ORACIÓN
Señor, Dios nuestro, que has
querido realizar la salvación de todos los hombres por medio de tu Hijo, muerto
en la cruz, concédenos, te rogamos, a quienes hemos conocido en la tierra este
misterio, alcanzar en el cielo los premios de la redención. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
Confeccionado por Franja y Allen-Perkins
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