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domingo, 29 de marzo de 2015

10 Razones primordiales para volver a ser católico

Blog Católico de Javier Olivares-Baiona


10 Razones primordiales para volver a ser católico

No importa por cuánto tiempo hayas estado alejado de la Iglesia Católica, siempre puedes volver a casa. Puedes comenzar yendo a Misa nuevamente (encuentra una parroquia) y hazte miembro de una comunidad parroquial que está lista a recibirte con los brazos abiertos. Dios te invita a que te decidas a profundizar tu fe como nunca lo habías hecho anteriormente.

Tal vez sientas en tu interior un extraño impulso que te hace reconsiderar a la Iglesia. Esa añoranza spiritual que sientes es Dios que te está llamando. Dios nunca te obliga, solo te invita. El deja la decisión de regresar a la Iglesia Católica en tus manos.

Existen muchas razones para volver a la Iglesia Católica. A pesar de ser Cristo el principal motivo entre otros muchos para volver a la iglesia, la experiencia personal de retorno es única, dependiendo de lo que cada corazón oiga dentro de sí.

He aquí las diez razones (por Lorene Hanley Duqin de Our Sunday Visitor: http://www.osv.com y editado por el equipo de Católicos Regresen) que ha influenciado en la decisión de muchas personas para regresar a la práctica de la religión Católica:


Número 10: 
Porque queremos darle sentido a nuestra vida.

En el barullo de la agitada vida de hoy, de pronto muchos de nosotros nos damos cuenta de que nuestras vidas han perdido el sentido o propósito. Empezamos a preguntarnos, ¿Qué sentido tiene mi vida? ¿Por qué hago lo que hago? Existe una confusión generalizada en nuestra cultura en cuanto a la moral y la verdad. La Iglesia Católica se brinda como un faro de luz que da significado a nuestra existencia y nos dirige hacia la vida eternal si perseveramos en ello.

Número 9: 
Porque los recuerdos de nuestra niñez vuelven a la memoria.

Algunas personas dicen que los recuerdos de la niñez cuando se tenía una relación con Dios vuelven a aparecer más tarde en la vida. Comenzamos a preguntarnos, “¿Es posible volver a capturar la simplicidad de la fe? ¿En verdad puedo creer que Dios está cuidando de mí? La secularización en nuestra sociedad desconecta a las personas de su propia dimensión espiritual. La Iglesia Católica ofrece TANTO experiencias religiosas COMO místicas que alimentan el corazón, la mente, el cuerpo y el alma ASÍ COMO una variedad de activos ministerios laicos que se interconectan y se relacionan con la sociedad actual haciendo de ésta una sociedad más santa en donde vivir.

Número 8:
 Porque todos cometemos errores.

Hay algunos entre nosotros que nos sentimos abrumados por el peso de pecado que se ha venido acumulando en nuestro interior. Queremos deshacernos de la culpabilidad de haber herido a otros. Comenzamos a preguntarnos, ¿Dios me perdonará? ¿Hay alguna manera de que pueda comenzar de nuevo? Le puedes decir a Dios que te arrepientes, pero es a través del sacramento de la reconciliación que tendrás la certeza del perdón de Dios. Además no solamente te reconciliarás con Dios sino también con todos los otros miembros de la Iglesia, el Cuerpo de Cristo (CCC 1440) y se te otorgará la gracia necesaria para emprender un comienzo totalmente nuevo.

Número 7: Porque necesitamos perdonar a los demás.
Algunas veces guardamos rencores y resentimientos hacia personas que nos han herido profundamente. Tal vez fue un miembro de la familia o un amigo. Tal vez fue otra persona (una religiosa o un sacerdote), o tal vez algo ocurrió en la iglesia. ¿Me perdonará Dios alguna vez? Nuestra cultura moderna aprueba y fomenta la ira y la venganza. Pero el odio y la amargura son como cánceres espirituales que devoran nuestro corazón. La Iglesia Católica brinda la oportunidad de buscar la ayuda de Dios para perdonar a otros, aún cuando la otra persona no pida disculpas o no merezca perdón. La habilidad de perdonar es un regalo que ensancha el corazón de una persona para recibir el amor y la paz de Dios.

Número 6: Porque queremos sanación.
Hay algunos entre nosotros cargando profundas heridas espirituales. Sentimos rabia contra Dios cuando luchamos contra las cosas negativas que nos pasan –una enfermedad incurable, una lesión que nos debilita, una relación rota, problemas mentales o emocionales, un acto de violencia contra una persona inocente, un accidente inexplicable, desastres naturales, la muerte de un ser querido o cualquier otra desilusión. La Iglesia Católica no puede cambiar estas situaciones o explicar porque ocurrieron. Pero hay gente en la Iglesia que puede ayudarte en el proceso de sanación espiritual para que sigas adelante con tu vida.

Número 5: Porque la Iglesia Católica posee la totalidad de la verdad y la gracia.
Muchos de nosotros que nos alejamos de la Iglesia Católica participamos por un tiempo en las bendiciones del culto de diferentes denominaciones cristianas. Pero algunos regresan cuando se dan cuenta que el Catolicismo posee la totalidad de la verdad y la gracia. La Iglesia Católica no fue fundada por una sola persona que buscaba una reforma o por movimiento histórico aislado. No está fragmentada por interpretaciones individuales de las Escrituras. Existen miles de denominaciones cristianas, pero solo una Iglesia Católica. Esta Iglesia ha venido siendo guiada por el Espíritu Santo y protegida de error en cuestiones de fe y moral de generación en generación por aproximadamente dos mil años, tal como lo prometió nuestro Señor Jesucristo: (profetizado en Isaías 22:15-25) Mateo 16:13-20; Mateo 18:15-18 (en este verso la palabra es iglesia, no comunidad); 1 Tim 3:15.

Número 4: Porque queremos que nuestra niñez tenga los fundamentos de la fe.
Algunos de nosotros regresamos a la Iglesia Católica porque reconocemos que el criar niños en una cultura que promueve “el hacer lo que quieras” daría resultados desastrosos. Los niños necesitan experimentar la dimensión espiritual en sus vidas. Necesitan de un sistema estructurado de creencias y una firme formación moral que vaya más allá de la lógica humana y el razonamiento. Regresamos porque queremos que nuestros niños puedan construir sus vidas sobre una base sólida.

Número 3: Porque queremos formar parte de nuestra comunidad de la fe.
Muchos de nosotros buscamos sentir que pertenecemos. Sin embargo, nuestra comunidad es más que solo gente amistosa, sermones inspirados y actividades interesantes. Una comunidad cristiana católica es un grupo de personas que se reúnen alrededor de la persona de Jesucristo para adorar a Dios y vivir bajo la luz del Espíritu Santo. Los católicos se reúnen en la Misa, los sacramentos y las actividades de la parroquia para rezar, celebrar los gozos, lamentar las pérdidas, servir a los demás, dar apoyo y recibir fortaleza para el diario vivir. Una parroquia católica ofrece esto –y mucho más- a personas que reconocen la importancia de caminar con otros hacia la unión con Dios.

Número 2: Porque queremos ayudar otras personas.
Hay muchísimas oportunidades en el mundo secular de ser voluntario. Lo que falta es la dimensión espiritual que brinda este tipo de servicio dentro de la Iglesia Católica. Es más que una actividad para “sentirse bien”. Es parte del “gran mandamiento” (Marcos 12:28) de amar a Dios y al prójimo como uno mismo. Al tender la mano a los demás, los voluntarios Católicos se hacen instrumentos del amor de Dios. La Iglesia Católica brinda oportunidades de impactar la vida de las personas aquí y en el resto del mundo.

Número 1: Porque tenemos hambre de la Eucaristía.
[La Eucaristía es la razón más importante por la que las personas regresan a la Iglesia]
Mucha gente regresa a la Iglesia Católica porque sienten gran añoranza por la Eucaristía. Algunas veces ocurre durante una boda, un funeral, un bautizo, una Primera Comunión o una Confirmación. A veces ocurre cuando las personas se encuentran solas o enfrentando dificultades en su vida. Las personas lo describen como un profundo deseo de aplacar el hambre por el alimento espiritual que es el recibir el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Jesucristo. El hambre por la Eucaristía origina el reconocimiento de la presencia de Cristo en los otros sacramentos, lo cual hace que se acerquen aún más a la práctica de su fe. Es, sin lugar a dudas, la razón primordial por la que las personas regresan a la Iglesia Católica.

La mayoría de gente descubre que regresar a la Iglesia no constituye un acontecimiento aislado sino que se trata de un proceso que entraña un poquito de dolor y risa, algo de reflexión, oración, discernimiento y muchísimo abandono. “Mi verdadero retorno a la participación total en la parroquia tuvo lugar hace tres años, después de sentir añoranza por primera vez,” una persona admitió.

Y, ¿qué recibimos a cambio? La Iglesia Católica nos ofrece unión con Jesucristo:

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