Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
Contemplar el Evangelio de hoy
Evangelio de hoy
Master·evangeli.net
Día litúrgico: Viernes XXIX del tiempo
ordinario
Texto del Evangelio (Lc 12,54-59): En
aquel tiempo, Jesús decía a la gente: «Cuando veis una nube que se levanta en
el occidente, al momento decís: ‘Va a llover’, y así sucede. Y cuando sopla el
sur, decís: ‘Viene bochorno’, y así sucede. ¡Hipócritas! Sabéis explorar el
aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no exploráis, pues, este tiempo? ¿Por
qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo? Cuando vayas con tu
adversario al magistrado, procura en el camino arreglarte con él, no sea que te
arrastre ante el juez, y el juez te entregue al alguacil y el alguacil te meta
en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el
último céntimo».
Rev. D. Frederic RÀFOLS i Vidal
(Barcelona, España)
«¿Cómo no exploráis (...) este tiempo? ¿Por qué no juzgáis por
vosotros mismos lo que es justo?»
Hoy, Jesús quiere que levantemos
nuestra mirada hacia el cielo. Esta mañana, después de tres días de lluvia
persistente, el cielo ha aparecido luminoso y claro en uno de los días más
espléndidos de este otoño. Vamos entendiendo en el tema de cambios de tiempo,
ya que ahora los meteorólogos son casi como de la familia. En cambio, nos
cuesta más entender en qué tiempo estamos o vivimos: «Sabéis explorar el
aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no exploráis, pues, este tiempo?» (Lc
12,56). Muchos de los que escuchaban a Jesús dejaron perder una ocasión única
en la historia de toda la Humanidad. No vieron en Jesús al Hijo de Dios. No
captaron el tiempo, la hora de la salvación.
El Concilio Vaticano II, en la
Constitución Gaudium et Spes (n. 4), actualiza el Evangelio de hoy: «Pesa sobre
la Iglesia el deber permanente de escrutar a fondo los signos de los tiempos e
interpretarlos a la luz del Evangelio (…). Es necesario, por tanto, conocer y
comprender el mundo en que vivimos y sus esperanzas, sus aspiraciones, su modo
de ser, frecuentemente dramático».
Cuando observamos la historia, no nos
cuesta mucho señalar las ocasiones perdidas por la Iglesia por no haber
descubierto el momento entonces vivido. Pero, Señor: ¿cuántas ocasiones no
habremos perdido ahora por no descubrir los signos de los tiempos o, lo que es
lo mismo, por no vivir e iluminar la problemática actual con la luz del
Evangelio? «¿Por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo?» (Lc
12,57), nos vuelve a recordar hoy Jesús.
No vivimos en un mundo de maldad,
aunque también haya bastante. Dios no ha abandonado su mundo. Como recordaba
san Juan de la Cruz, habitamos en una tierra en la que anduvo el mismo Dios y
que Él llenó de hermosura. La beata Teresa de Calcuta captó los signos de los
tiempos, y el tiempo, nuestro tiempo, ha entendido a la beata Teresa de
Calcuta. Que ella nos estimule. No dejemos de mirar hacia lo alto sin perder de
vista la tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si quieres comentar, no tengas inconveniente. Solo te ruego que seas educado y no uses nunca palabras soeces ni injuriosas. En caso contrarío tendría que anularlo a continuación. Haz siempre crítica constructiva. Gracias.