Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
SANTOS DEL
27 DE Junio al 3 de Julio 1016
XIII Semana
del Tiempo Ordinario
SANTOS DE LA
SEMANA
LUNES, 27
San Cirilo de Alejandría
► Obispo y Doctor de la Iglesia ◄
Nació el año 370 en Alejandría de Egipto de familia distinguida.
Era sobrino del patriarca Teófilo de Alejandría. Abrazó primero la vida
monástica, pero, ordenado de sacerdote, acompañó a su tío obispo en sus viajes,
y el año 412 le sucedió en el patriarcado, en una de las épocas más difíciles
de la Iglesia de Oriente. Era una persona de carácter entero, emprendedor e
imperativo, firme en sus convicciones. Combatió con energía las herejías de su
tiempo y en especial la de Nestorio, que enseñaba la existencia de dos personas
en Cristo, separando en Él la naturaleza divina de la humana, y negando la
divina maternidad de María, que sería madre únicamente del hombre Jesús. Cirilo
fue figura principal en el Concilio de Éfeso del año 431, en el que se definió
que Jesús, Dios y hombre, es uno y el mismo, una sola persona, la divina, y que
María es la madre de Dios. Escribió importantes tratados teológicos y numerosas
homilías. Murió el año 444.
ORACIÓN
Señor, tú que hiciste de tu obispo san Cirilo de Alejandría un defensor
invicto de la maternidad divina de la Virgen María, concédenos a cuantos la
proclamamos verdadera Madre de Dios llegar, por la encarnación de tu Hijo, a la
salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
MARTES, 28
San Ireneo de Lyon
Nació
hacia el año 130 y se educó en Esmirna (Turquía), donde fue discípulo de San
Policarpo, obispo de aquella ciudad y que había sido discípulo del apóstol san
Juan, por lo que enlazó con los tiempos apostólicos. Pero emigró, y el año 177
era presbítero en Lyon (Francia); poco después fue nombrado obispo de dicha
ciudad. Se encontró con una Iglesia diezmada por las persecuciones. Aprendió
las lenguas de los nativos para poder evangelizarlos. Gran apologista y buen
pastor, escribió varias e importantes obras en las que combate las herejías de
aquel tiempo y expone la recta doctrina: valoración del Antiguo Testamento a la
luz del Nuevo; Cristo, nuevo Adán; la Eucaristía, símbolo y prenda de la
resurrección. Fue hombre pacífico y conciliador, que medió eficazmente en el
enfrentamiento entre el Papa y las iglesias de Asia Menor por la cuestión de la
pascua, evitando un posible cisma. Recibió la palma del martirio, según refiere
la tradición, alrededor del año 200.
ORACIÓN
Señor, Dios nuestro, que otorgaste a tu obispo san Ireneo
la gracia de mantener incólume la doctrina y la paz de la Iglesia, concédenos,
por su intercesión, renovarnos en fe y en caridad y trabajar sin descanso por
la concordia y la unidad entre los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
MIÉRCOLES, 29
Solemnidad San Pedro y San Pablo - apóstoles
► San Pedro, Príncipe de los Apóstoles ◄
Es
Simón, a quien Jesús cambió el nombre por el de «Cefas» o Pedro. Era de
Betsaida, aldea marinera situada a la ribera del mar de Galilea, donde ejercía
el oficio de pescador junto con su padre y su hermano Andrés, también apóstol.
Fue éste quien lo llevó a Jesús, el cual les dijo: «Venid conmigo, y os haré
pescadores de hombres». Estaba casado y tenía un carácter noble, franco y
vehemente, como puso de manifiesto en repetidas ocasiones. Estando por Cesarea
de Filipo, a preguntas de Jesús, Pedro le respondió: «Tú eres el Cristo, el
Hijo de Dios vivo», y el Maestro le prometió entonces el Primado: «Sobre esta
piedra edificaré mi Iglesia». Pedro, en la noche más negra de la historia, negó
por tres veces a Jesús; pero enseguida lloró su pecado, volvió al grupo y
corrió la mañana de la Resurrección al sepulcro de Cristo, quien, cuando se les
apareció más tarde en Galilea, le otorgó el Primado: «Apacienta mis ovejas».
Después de Pentecostés, ejerció su apostolado en Jerusalén, Antioquía de Siria
y luego en Roma como primer obispo de la misma. Allí fue crucificado, cabeza
abajo como los esclavos, durante la persecución de Nerón, el año 64.
ORACIÓN
Señor, Dios nuestro, tú que entregaste a la Iglesia las primicias de tu
obra de salvación, mediante el ministerio apostólico de san Pedro y san Pablo,
concédenos, por su intercesión y sus méritos, los auxilios necesarios para
nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
San Pablo
► Apóstol de los gentiles ◄
Nació
en Tarso (Turquía) y estudió en la escuela de Gamaliel en Jerusalén. Ferviente
fariseo, presenció y aprobó el martirio de san Esteban y, llevado de su celo
por la ley mosaica, persiguió a los cristianos. Convertido a Cristo en el
camino de Damasco, hecho que celebramos el 25 de enero, se retiró al desierto y
más tarde visitó a los Apóstoles y se incorporó a la comunidad cristiana. Con algunos
compañeros recorrió, en tres largos viajes, amplias regiones de Asia Menor y
Europa Oriental fundando numerosas comunidades cristianas. Su acción fue
esencial para la extensión de la Iglesia a todas las gentes, más allá del
pueblo judío. Sus cartas a las iglesias locales son alimento sustancial del que
se nutre la Iglesia en todos los tiempos. Acusado de traicionar la Tradición de
sus mayores, los judíos lo entregaron a la autoridad romana para acabar con él,
pero Pablo, ciudadano romano, apeló al César, y fue trasladado a Roma. Allí
permaneció dos años evangelizando con libertad, hasta que el año 67, durante la
persecución de Nerón, fue decapitado en la Vía Ostiense.
ORACIÓN
Señor, tú que nos llenas de santa alegría en la celebración
de la fiesta de san Pedro y san Pablo, haz que tu Iglesia se mantenga siempre
fiel a las enseñanzas de aquellos que fueron fundamento de nuestra fe
cristiana. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
JUEVES, 30
Santos Protomártires de la Iglesia Romana
«En el circo
de Nerón, el año 64 después de Cristo, un número indeterminado de cristianos,
pertenecientes a la población residente en Roma, acusados del incendio de la
ciudad, fueron quemados vivos, o echados como pasto a las fieras, a causa de su
fe. No conocemos sus nombres, pero su memoria permaneció viva en la comunidad
creyente de Roma con este único título: “Los primeros mártires: protomártires”.
Celebramos su fiesta el 30 de junio, al día siguiente de la memoria de los
Santos Pedro y Pablo, porque ellos perecieron en la misma persecución, como
primer fruto de la predicación de los Apóstoles y del Obispo de Roma, Pedro»
(Juan Pablo II, 21-IV-85).
ORACIÓN
Señor, Dios
nuestro, que santificaste los comienzos de la Iglesia romana con la sangre
abundante de los mártires, concédenos que su valentía en el combate nos infunda
el espíritu de fortaleza y la santa alegría de la victoria. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
* * * MES DE JULIO * * *
VIERNES, 1
► Primer Viernes de mes ◄
Santos Justino Orona Madrigal y Atilano Cruz
Alvarado
Eran
el párroco y el coadjutor de Cuquío (Jalisco, México) y fueron martirizados en
el Rancho de las Cruces (Guadalajara) el 1 de julio de 1928.
Justino REONA nació
en Atoyac el año 1877. Estudió en el seminario de Guadalajara y se ordenó de
sacerdote en 1904. Trabajó en diversas parroquias y en 1916 lo nombraron
párroco de Cuquío. Fueron años de apostolado fecundo en los que también
colaboró con el seminario y contribuyó a la fundación de las Clarisas del
Sagrado Corazón dedicadas a recoger niñas huérfanas y pobres.
Atilano nació el
año 1901 en Ahuetiche de Abajo. Estudió en los seminarios de Totaliche y
Guadalajara, y en casas particulares tras el cierre de los seminarios. Recibió
la ordenación sacerdotal en la clandestinidad en 1927, y enseguida lo
destinaron a Cuquío. Era humilde y celoso.- Encontrándose el párroco en el
Rancho, mandó llamar al coadjutor.
Estuvieron hablando largamente de la
pastoral parroquial y rezaron juntos.
A las dos de la madrugada llegaron los
soldados y golpearon la puerta. Les abrió el párroco, y lo acribillaron a
balazos mientas gritaba: ¡Viva Cristo Rey! Luego balearon al coadjutor en su
habitación, mientras rezaba con el crucifijo y el rosario en sus manos.
ORACIÓN
Dios todopoderoso y eterno que otorgaste a los santos
Justino Orona y Atilano Cruz la gracia de dar la vida por amor a Cristo; ven en
ayuda de nuestra debilidad con tu poder divino para que, así como ellos no
vacilaron en morir por ti, nosotros podamos confesarte valientemente con el testimonio
de nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
SABADO, 2
San Bernardino Realino
Nació en Carpi, provincia de Módena (Italia), el año 1630, en el
seno de una familia acomodada.
Estudió primero en su casa, y luego en Módena y
Bolonia, donde sacó el doctorado en ambos derechos. Ejerció diversos cargos en
la administración civil.
El fallecimiento de su prometida le provocó una crisis
sobre su vocación. Se trasladó a Nápoles, como lugarteniente del virrey, y allí
conoció a los jesuitas.
Ingresó en la Compañía de Jesús en 1564 y en 1567
recibió la ordenación sacerdotal.
Estuvo trabajando en un colegio de Nápoles
hasta que en 1574 lo destinaron a Lecce, donde pasó el resto de su vida.
Realizó una muy grande labor apostólica en la ciudad como predicador, confesor
y director de las congregaciones marianas, y atrajo a multitud de personas a la
vida cristiana. Fue ilustre por su caridad y su benignidad; había despreciado
los honores del mundo y se entregó al cuidado pastoral de los presos y de los
enfermos, y al ministerio de la palabra y del sacramento de la penitencia.
Murió el 2 de julio de 1616.
ORACIÓN
Dios nuestro, que otorgaste a san Bernardino Realino la gracia de imitar a
Cristo pobre y humilde, concédenos por sus ruegos que viviendo con fidelidad
nuestra vocación, podamos alcanzar aquella perfección que tu Hijo nos propuso
con su ejemplo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
DOMINGO, 3
XIV del Tiempo Ordinario
► Jornada de Responsabilidad del Tráfico ◄
SANTO TOMÁS, apóstol.
En los Evangelios recibe el sobrenombre de
Dídimo o Mellizo. Se hizo famoso en las apariciones de Jesús resucitado a los
Apóstoles. Su incredulidad cuando le hablaron de la primera aparición, que tuvo
lugar estando él ausente, desapareció a la vista de Cristo en la segunda,
cuando Jesús le mostró su costado traspasado por la lanza y sus manos llagadas
por los clavos. Entonces acabó proclamando: «¡Señor mío y Dios mío!». San Juan
nos refiere otras actuaciones de Tomás: cuando los otros temían acompañar a Cristo,
él dijo resuelto: «Vayamos también nosotros y muramos con él». Y en la Última
Cena, cuando Jesús les anuncia su partida, Tomás le pregunta: «No sabemos a
donde vas, ¿cómo podemos saber el camino?», a lo que Jesús responde: «Yo soy el
camino, la verdad y la vida». Tomás es símbolo del hombre en su lento pero
decidido caminar hacia la fe. Según la tradición, evangelizó los pueblos de
Persia y de la India, donde murió mártir.
ORACIÓN
Dios todopoderoso, concédenos celebrar con alegría
la fiesta de tu apóstol santo Tomás; que él nos ayude con su protección, para
que tengamos en nosotros vida abundante por la fe en Jesucristo, tu Hijo, a
quien tu apóstol reconoció como su Señor y su Dios. Él, que vive y reina por
los siglos de los siglos. Amén.
Confeccionado por Franja y Álen-Perkins
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