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sábado, 18 de febrero de 2023

Santos del 13 al 19 de febrero 2023

Blog Católico de Javier Olivares-Baiona

III SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Santoral de la semana

Santos del 13 al 19 de febrero 2023

Lunes, 13

Beato Jordán de Sajonia

Nació en Burgherg (Westfalia) en torno al año 1190 hijo de los condes de Ebernstein. Comenzó sus estudios formalmente en la Universidad de Paris, en el año 1210, donde logró obtener el grado de maestro en artes y bachiller en teología.

Fue el primer y más joven sucesor del fundador Santo, Domingo de Guzmán como Maestro General de la Orden de Predicadores. Participo en varios capítulos de la orden antes de llegar a ser maestro, y le fue consejero del papa Gregorio IX. Es autoría de Jordano la primera biografía de Santo Domingo.

Al año siguiente en 1220, tomó los hábitos en el convento de Saint-Jacques de parís, para poder pertenecer a la Orden de los predicadores. A finales de ese mismo año se llevó a cabo el primer capítulo general de la Orden, que tuvo lugar en Babilonia, donde se propusieron a enseñar la Sagrada Escritura a los frailes de París, y Jordano siendo tan solo un novicio logró participar.

Poco tiempo después se llevó a cabo una organización de provincias por la Orden, donde Jordano quedo encargado de la provincia de Lombardía. En el año 1222 murió Santo Domingo de Guzmán, y es entonces cuando Jordano con tan solo 32 años, es elegido como el nuevo Maestro de la Orden de Predicadores y desempeño sus funciones con muchas actividades y eficacia.

En 1237 zarpó en barco de Tierra Santa una provincia dominicana, con el fin de regresar a Nápoles, sin embargo murió frente a las costas de Siria, el 13 de febrero de ese año en un naufragio. El 10 de mayo de 1829, fue confirmado su culto por el papa León XII.

ORACIÓN

Dios nuestro, que llamaste a tu servidor el Beato Jordán de Sajonia para vivir en el seguimiento de Cristo, concédenos, por su intercesión, que apartándonos de todo egoísmo podamos unirnos a ti de todo corazón. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

Martes, 14

San Cirilo, monje y San Metodio, Obispo

> Patronos de Europa <  

Eran hermanos, nacidos en Tesalónica (Grecia), misioneros, oriundos de la Iglesia Bizantina, que, en el siglo IX, en los tiempos difíciles del gran cisma del Oriente cristiano, evangelizaron a los pueblos eslavos de la Europa oriental. Tradujeron las sagradas Escrituras y celebraron la liturgia en lengua eslava, adaptando así el Evangelio a las diversas culturas. El papa Nicolás I confirmó su misión y alentó sus trabajos. Juan Pablo II los proclamó en 1980, junto a san Benito, patronos de Europa. San Cirilo hizo brillantes estudios en Constantinopla. En unión de su hermano Metodio se dirigió a Moravia a predicar la fe. Entre los dos publicaron los textos litúrgicos en lengua eslava, escritos en caracteres «cirílicos», como después se designaron. Llamados a Roma, Cirilo murió allí el 14 de febrero del año San Metodio, consagrado obispo, marchó a Panonia, donde desarrolló una infatigable labor de evangelización. Tuvo que sufrir mucho a causa de los envidiosos, pero contó siempre con el apoyo de los papas. Murió el 6 de abril del año 885 en la ciudad checoslovaca de Vellehrad.

 

Oración

Oh Dios, que iluminaste a los pueblos eslavos mediante los trabajos apostólicos de los santos hermanos Cirilo y Metodio, concédenos la gracia de aceptar tu palabra y de llegar a formar un pueblo unido en la confesión y defensa de la verdadera fe. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

Miércoles, 15

San Claudio de la Colombière

- Jesuita -

 Nació en 1641 en St-Symphorien d'Ozon (Francia). Ingresó en la Compañía de Jesús y pronto, en París, lo eligieron preceptor de los hijos de Colbert, ministro de Finanzas de Luis XIV. Ordenado de sacerdote, regresó a Lyon, donde se dedicó a la predicación y dirección de la Congregación Mariana. En 1675, fue nombrado rector del colegio de Paray-le-Monial; allí, en el monasterio de la Visitación, Margarita María de Alacoque vivía momentos difíciles en su misión de difundir la devoción al Corazón de Jesús. El P. La Colombière supo discernir los planes de Dios, y la apoyó y guió con acierto. Poco después, marchó a Londres como predicador de María Beatriz, esposa del duque de York, futuro rey, que era una católica en un entorno protestante. El encargo era delicadísimo, pero Claudio cumplió su cometido e instruyó en la fe a no pocas personas que habían abandonado la Iglesia romana. En 1678 fue acusado de conspiración papista, encarcelado y expulsado de Inglaterra. Enviado nuevamente a Paray, falleció el 15 de febrero de 1682.

 

ORACIÓN

Señor y Padre nuestro, tú que hablaste al corazón de tu fiel servidor, San Claudio de la Colombiére, para que fuese testigo de la abundancia de tu amor; haz que los dones de tu gracia iluminen y consuelen a tu Iglesia. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

Jueves, 16

Beato José Allamano

- Misionero de la Consolata -

Nació en Castelnuovo d'Asti (Piamonte, Italia) el año 1851, de familia campesina. Era sobrino de san José Cafasso y tuvo a san Juan Bosco de confesor y guía espiritual en Turín, donde ingresó en el seminario y, en 1873, recibió la ordenación sacerdotal. Era frágil de salud, pero inteligente y tenaz. Su primer destino fue el seminario diocesano. En 1880 fue nombrado rector de la Consolata, el santuario más querido de los turineses. Allí promovió el culto mariano, reabrió el convictorio sacerdotal anejo al santuario para fomentar la formación y santidad de los sacerdotes. Desde joven había sentido la vocación misionera y consideraba imprescindible avivar en la Iglesia el amor a las misiones. Con paciencia y tenacidad fue desarrollando su proyecto que desembocaría en una doble congregación: en 1901 nació el Instituto de la Consolata para las Misiones Extrajeras, y años más tarde, en 1910, comenzó el nuevo instituto de hermanas misioneras. Murió en Turín el año 1926, y lo beatificó Juan Pablo II en 1990.

 

ORACIÓN

Dios nuestro, que otorgaste al beato José Álamo, la gracia de imitar a Cristo pobre y humilde, concédenos por sus ruegos que viviendo con fidelidad nuestra vocación, podamos alcanzar aquella perfección que tu Hijo nos propuso con su ejemplo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén


 

 

Viernes, 17

Los siete Santos Fundadores

de la Orden de los Siervos de la Virgen María 

Que son Bonfilio, Bartolomé, Juan, Benito, Gerardino, Ricóvero y Alejo Falconieri; éste murió, último de todos ellos, el 17 de febrero de 1310, y en ese día los celebramos a todos. Hacia el año 1233, cuando Florencia vivía agitada por las luchas fratricidas, siete ciudadanos nobles, comerciantes, miembros de una asociación seglar de devotos de la Virgen, unidos por el ideal evangélico de la comunión fraterna y del servicio a los pobres, decidieron abandonar sus negocios y retirarse a llevar vida eremítica en el monte Senario, cerca de Florencia, con particular dedicación al culto de la Virgen. Más tarde se dedicaron a predicar por toda la Toscana. Muchas personas acudían a ellos en busca de consuelo o de consejo, y no pocos deseaban compartir su forma de vida. Por eso decidieron fundar la Orden de los Siervos de la Virgen María, los «Servitas», que adoptó la Regla de San Agustín y fue reconocida definitivamente por la Santa Sede el año 1304. 

ORACIÓN

Señor, infunde en nosotros el espíritu de amor que llevó a estos santos hermanos a venerar con la mayor devoción a la Madre de Dios, y les impulsó a conducir a tu pueblo al conocimiento y al amor de tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


Sábado, 18

San Eladio

- Obispo de Toledo

Arzobispo importante por su cometido entre los visigodos toledanos de su tiempo. Tuvo el buen gusto de admitir al diaconado a san Ildefonso que le sucedería también en la sede arzobispal de Toledo. Pasó dieciocho años al servicio de los cristianos como sucesor de los Apóstoles, desde que murió Aurasio, su antecesor en el mismo ministerio, y construyó también el templo de santa Leocadia.
Su padre llevó antes que él su nombre y ocupaba un cargo importante en la Corte. En familia de buenos cristianos nació Eladio, en Toledo, pasando la segunda mitad del siglo VI. Llega a sobresalir tanto en el cuidado de los negocios y tan merecedor es de confianza que el rey lo nombra administrador de sus finanzas y un antecedente de los Administradores. No se le sube a la cabeza de mala manera el honor, ni las riquezas, ni el poder que su cargo conlleva. No, no se dejó deslumbrar por la grandeza. Desde siempre era conocida su devoción y la fidelidad a las prácticas de vida cristiana. San Ildefonso dice de él que «aunque vestía secular, vivía como un monje».  Y  no  le faltaba  razón,  porque frecuentaba el  retiro  monacal  del  monasterio Entre los afanes de las cuentas, recaudaciones, ajustes y distribución de dineros le llega la hora de la vocación a cosas más altas. Hay un cambio de negocio y quien lo propone es el Señor. Con voluntad desprendida deja bienes, afanes terrenos, comodidades, familia y mucho honor. Tomado hábito, a la muerte del abad, los monjes le eligen para esa su misión. Después viene otra muerte, porque así vamos pasando los hombres. Se resiste Eladio a aceptar la distinción de arzobispo, pero la silla toledana necesita un sucesor después de la muerte de Aurasio. Los años no son obstáculo para reformar el estamento eclesiástico, mejorar el estado secular y cuidar el culto divino. Como obispo no puede olvidar a los más necesitados en lo material porque sin caridad no hay cristianismo creíble; y es en este punto donde su discípulo y sucesor Ildefonso escribe: «Las limosnas y misericordias que hacía Eladio eran tan copiosas que era como si entendiese que de su estómago estaban asidos como miembros los necesitados, y de él se sustentaban sus entrañas»; este era un motivo más para cuidar la austeridad de su mesa arzobispal, debía ser frugal en la comida para no defraudar a los pobres.


Aún tuvo más entresijos su vida; negoció delicadamente con Sisebuto la ardua cuestión que planteaba la convivencia diaria entre las comunidades de judíos y cristianos que era fuente permanente de conflictos religiosos y de desorden social. Murió el 18 de febrero del año 632.  


ORACIÓN

Dios nuestro, que llamaste a tu servidor para vivir en el seguimiento de Cristo, concédenos, por su intercesión de San Eladio, Arzobispo de Toledo, que apartándonos de todo egoísmo podamos unirnos a ti de todo corazón. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


Domingo, 19

VII del Tiempo Ordinario

San Conrado Confalonieri de Piacenza

Nació en Piacenza (Italia) hacia el año 1290, de familia noble. Fue amante de la vida mundana y de la caza. En una cacería ordenó a sus criados que prendieran fuego al matorral donde se habían escondido unas piezas. El fuego se extendió y arrasó campos y casas. Conrado volvió a la ciudad sin que nadie lo viera. Acusado del incendio un hombre pobre, fue condenado a muerte. Esto hizo reflexionar a Conrado, que se declaró culpable y tuvo que satisfacer con sus bienes los daños causados. Él y su mujer quedaron en la miseria, pero vieron en ello la mano de Dios y decidieron consagrarse al Señor. Ella entró en las clarisas y él optó por la vida de ermitaño. Vistió el hábito de la Tercera Orden de San Francisco. Peregrinó por Roma y Malta, llegó a Sicilia y se estableció en Noto. Atendió a los enfermos del Hospital hasta que, para huir de sus devotos, se retiró en un eremitorio cercano. Allí murió el 19 de febrero de 1351.-

 

ORACIÓN

Oh Señor, justo y bueno, que llamaste a la vida de retiro y penitencia a san Conrado, movido por el sentido de la justicia, te pedimos, por su intercesión, valorar en su justa medida las cosas de este mundo, y anhelar las del cielo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


Confeccionado por Franja y Allen-Perkins, el amigo fiel

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