SANTOS DEL 18 AL 24 DE MARZO, DE LA
V Semana del Tiempo de Cuaresma, 2024
Lunes,
18
San Cirilo de Jerusalén
- Obispo y Doctor de la Iglesia -
Nació en Jerusalén de padres cristianos el año 315. Recibió
una buena formación clásica y teológica, y fue un gran conocedor de la S.
Escritura. Sucedió al obispo Máximo en la sede de Jerusalén el año 348. Llevó
una vida muy ajetreada, y por tres veces al menos tuvo que dejar su sede y
marchar a otras tierras. Participó en el Concilio Ecuménico de Constantinopla e
intervino en la controversia arriana. De sus obras escritas que nos quedan, la
principal son las Catequesis, tanto las prebautismales como las
llamadas «mistagógicas». En ellas se dirige a los que se preparaban durante la
cuaresma para recibir el bautismo la noche de Pascua, y a los recién
bautizados. La recta doctrina, las Escrituras, los misterios sagrados, las
tradiciones de la Iglesia, la historia de la salvación y los sacramentos de la
iniciación cristiana son el contenido de las catequesis, que pronunciaba en la
basílica del Santo Sepulcro. Murió el año 386.
ORACIÓN
Señor, Dios nuestro, que has permitido a tu Iglesia penetrar con mayor profundidad en los sacramentos de la salvación, por la predicación de san Cirilo, obispo de Jerusalén, concédenos, por su intercesión, llegar a conocer de tal modo a tu Hijo que podamos participar con mayor abundancia de su vida divina. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Martes, 19
San José,
esposo de la Virgen María
Solemnidad
de San José, esposo de la Bienaventurada Virgen María, varón justo, nacido de
la estirpe de David, que hizo lsd veces de padre para con el hijo de Dios,
Cristo Jesús, el cual quiso ser llamado el hijo de José, y estuvo sujeto como
un hijo a su padre. La Iglesia lo venera con especial honor como patrón, a
quien el Señor constituyó sobre su familia
La fiesta del Padre nutricio de Jesús se extendió en la
Iglesia a partir del siglo XV, cuando fue propagada por san Bernardino de Siena
y Juan Gerson. Los evangelios nos lo inscriben enmarcado en la historia de la
salvación. José, de oficio carpintero en el pueblecito de Nazaret, se sintió
turbado cuando comprobó que María, su esposa, con la que no había cohabitado,
estaba encinta. Pero el Señor le hizo comprender que el estado de su mujer era
obra del Espíritu, y él la acogió, secundando los planes de Dios. Con María
marchó a Belén, donde nació Jesús, y en todo momento José se cuidó del sustento
y protección de la Madre y del Hijo. Con ellos estuvo en la adoración de los
pastores y de los reyes, en la circuncisión del Niño y en su presentación en el
Templo, en la huida a Egipto, estancia allí y regreso a Nazaret, donde Jesús
fue creciendo al amparo de sus padres. Por último vivió con María el dolor y el
gozo de hallar a Jesús cuando creían haberlo perdido en Jerusalén. Dios confió
a José la custodia discreta pero eficaz de María y de Jesús, y, con razón, Pío
IX lo declaró en 1870 Patrono de la Iglesia universal.
ORACIÓN
Dios todopoderoso, que confiaste los primeros
misterios de la salvación de los hombres a la fiel custodia de san José, haz
que, por su intercesión, la Iglesia los conserve fielmente y los lleve a
plenitud en su misión salvadora. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Miércoles, 20
Santa María Josefa del Corazón de Jesús
Sancho de
Guerra
- Fundadora
de las Hermanas Siervas de Jesús -
Nació en Vitoria (España) en 1842. En 1860 estuvo a
punto de entrar en las Concepcionistas de Aranjuez; una enfermedad se lo
impidió. A los 22 años ingresó en las Siervas de María, donde fue recibida por
santa Soledad Torres. El Señor quiso llevarla por otros caminos, y, tras
consultar a santa Soledad y a san Antonio María Claret, dejó su congregación
para fundar otra, parecida pero distinta, la de las Siervas de Jesús, dedicada
a atender a los enfermos y a los pobres en sus domicilios. Murió en Bilbao el
20 de marzo de 1912. De ella dijo Juan Pablo II cuando la canonizó (1-X-2000):
«Su estilo asistencial buscaba conjugar la atención material con la espiritual,
procurando por todos los medios la salvación de las almas... Se entregó sin
límites al servicio caritativo del enfermo en un clima de espíritu
contemplativo, recordando que la asistencia no consiste sólo en dar medicinas y
alimentos al enfermo; hay otra clase de asistencia y es la del corazón,
procurando acomodarse a la persona que sufre».
ORACIÓN
Dios nuestro, que llamaste a tu servidora Santa María Josefa del Corazón de Jesús Sancho de Guerra para que te buscara sólo a ti, por su ejemplo e intercesión, concédenos que, sirviéndote con un corazón puro y humilde, lleguemos a tu eterna gloria. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Jueves, 21
San Nicolás
de Flue
- Patrón de Suiza –
Nació en Sachseln (Suiza) el año 1417. Contrajo
matrimonio y tuvo diez hijos. Gobernó su ciudad, ejerció cargos civiles
cantonales y militares. Llevaba vida de piedad y penitencia y cumplía sus
deberes con espíritu cristiano. En 1467, a los 50 años y con permiso de su
esposa e hijos, buscando la soledad y la mayor unión posible con Dios, se
retiró a llevar vida eremítica en el desfiladero de Ranft, cercano a su pueblo.
Le construyeron una ermita y, junto a ella, una celdita. A partir de entonces
se le llamó «Hermano Klaus». Allí pasó el resto de sus años, entregado a la
vida contemplativa, experimentando dones místicos extraordinarios, sujeto a rigurosa
penitencia, sufriendo y venciendo tentaciones, dando consuelo y sabios consejos
a los muchos que le visitaban. Sólo en una ocasión salió de su retiro, ante el
peligro de una guerra civil y para reconciliar a los Representados de los
Cantones enfrentados. Murió el 21 de marzo de 1487, a los 70 años. Pío XII lo
proclamó patrono de Suiza y decía de él: «Encarna, con una plenitud admirable,
la unión de la libertad terrestre y la libertad celeste». 15 de
mayo de 1947 por el Papa Pío XII.
ORACIÓN
Oh Señor; Tú que moviste a San Nicolás Flue, a dejar las vanidades del mundo e irse a la soledad, a orar y meditar, concédenos también a nosotros, dedicar muchas horas en nuestra vida, apartados del bullicio mundanal, a orar, meditar y hacer penitencia por nuestra salvación y por la conversión del mundo, te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Viernes, 22
Día de
abstinencia
Santa
Catalina de Suecia
Catalina Ulfsdotter, más conocida con el nombre de Catalina de Suecia, era la segunda de los ocho hijos de Santa Brígida, la gran mística sueca que influyó tanto en la historia, en la vida y en la literatura de su país, mucho más que la real compatriota Cristina que llenó con sus rarezas las crónicas mundanas de la Roma del Renacimiento. Brígida y su hija Catalina unieron también sus nombres a la ciudad de Roma, pero con otros méritos. Catalina nació en 1331, y muy jovencita se casó con Edgar von Kyren, de noble familia y sobre todo de nobles sentimientos, pues consintió al deseo de la joven y graciosa esposa de observar el voto de continencia e, inclusive, con emulación conmovedora en la práctica de la virtud cristiana de la castidad, también él hizo este voto. Catalina, claro que no para hacer más fácil el cumplimiento del voto, a los 19 años se reunió con su madre en Roma, con ocasión de la celebración del Año Santo. Aquí le llegó a la joven la noticia de la muerte del esposo. Desde este momento la vida de las dos extraordinarias santas transcurre por el mismo binario: la hija participa con total dedición en la intensa actividad religiosa de Santa Brígida, quien había fundado en Suecia una comunidad de tipo cenobítico, en el pueblito de Vadstena, para acoger en conventos separados de clausura hombres y mujeres bajo una regla de vida religiosa inspirada en el modelo del místico Bernardo de Claraval. Durante el período romano que se prolongó hasta la muerte de Santa Brígida, el 23 de julio de 1373, Catalina estuvo continuamente junto a la madre, en las largas peregrinaciones que emprendió, frecuentemente entre graves peligros, de los que las dos santas salieron ilesas por intervención sobrenatural. A Santa Catalina se la representa frecuentemente junto a un ciervo, que, según la leyenda, apareció varias veces misteriosamente para ponerla a salvo. Después de llevar el cadáver de la madre a la patria, en 1375 Catalina entró al monasterio de Vadstena, del que fue elegida abadesa en 1380. Acababa de regresar de Roma, en donde había estado nuevamente cinco años para seguir de cerca el proceso de beatificación de la madre, que terminó positivamente en 1391. El Papa Inocencio VIII permitió el solemne traslado de las reliquias: pero será la unánime y universal devoción popular la que le decreta el título de santa y le celebra la fiesta el día aniversario de la muerte, el 24 de marzo de 1381.
ORACIÓN
Santa Catalina, Dios te dio la
gracia de poder predecir sobrenaturalmente muchas cosas. Tu alma inmaculada
estuvo siempre dispuesta en el ejercicio de la confesión diaria y permitiste
gracias a tus obras, la confesión de aquellos que arrepentidos en la hora de su
muerte recurrieron a ti, para que los ayudaras a conseguir la confesión.
Intercede por nosotros ante el Señor para que nuestras almas recurran al
sacramento de la confesión con más frecuencia y seamos dignos hijos de Dios que
llevan la buena noticia del Evangelio a todos aquellos que nos rodean. Queremos
ser fieles a Cristo, ayúdanos, te lo pedimos, ora por nosotros, que podamos
vivir fielmente nuestra vocación y tendamos siempre a la perfección de nuestro
Señor Jesucristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Sábado, 23
Santo Toribio
de Mogrovejo
- Obispo -
Nació en Mayorga, en las montañas de León (España), hacia
1538, de familia hidalga. Estudió derecho en Salamanca y, durante seis años
estuvo trabajando como inquisidor en Granada con gran sentido de la moderación
y la justicia. Fue nombrado obispo de Lima el año 1578, cuando aún no tenía
órdenes sagradas. Recibida la consagración episcopal en Sevilla, marchó a
América. Su diócesis era muy extensa, pues llegaba más allá de la frontera de
Perú. Puso gran empeño en aplicar el Concilio de Trento en todos los terrenos
de la pastoral e impulsó la evangelización de los indios. Lleno de celo
apostólico, reunió numerosos sínodos y concilios que dictaron normas sabias y
promovieron la formación del clero y la elevación moral del pueblo. Fue un
infatigable misionero en tierras de los Incas y ardiente defensor de sus
derechos. Defendió también con valentía los derechos de la Iglesia. Murió en
Seña, durante una visita pastoral, el 23 de marzo de 1606, y su cuerpo fue
trasladado a Lima.
ORACIÓN
Señor, tú que has querido acrecentar la Iglesia
mediante los trabajos apostólicos y el celo por la verdad de tu obispo santo
Toribio, concede al pueblo a ti consagrado crecer constantemente en fe y en
santidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
* * * Empieza la Semana Santa * * *
Jesús decide
como quiere entrar en Jerusalén, como un Mesías humilde y pacífico, defensor de
los pobres y desvalidos, de aquellos que no tienen “rey” que les defienda. Tal
como había profetizado Zacarías. Y en las horas de la pasión se muestra como el
siervo de Dios entregado y sufriente de Isaías. Y en la cruz se expresa como el
siervo sufriente del salmo que clama con una infinita confianza a Dios Padre
que guarda silencio, a su Abba de Getsemaní. Acompañando a Jesús en su pasión,
comprendemos que Dios está presente en medio de los sufrimientos cuando
entrevemos la esperanza de entrar con él en la Jerusalén del cielo.
24 - DOMINGO DE RAMOS
en la Pasión
del Señor
El Domingo de Ramos es el último domingo antes del Triduo Pascual. Al que también llamamos Domingo de Pasión. Esta es una fiesta cristiana de paz. Los ramos, con su antiguo simbolismo, nos hacen recordar ahora, la alianza entre Dios y su pueblo. Confirmada y establecida en Cristo, porque Él es nuestra paz.
En la liturgia de nuestra Santa Iglesia Católica, leemos en el día de hoy estas palabras de profunda alegría: los hijos de los hebreos, llevando ramos de olivo salieron al encuentro del Señor, clamando y diciendo: Gloria en las alturas. Mientras Jesús pasaba, cuenta San Lucas, las gentes tendían sus vestidos por el camino. Y estando ya cercano a la bajada del monte de los Olivos, los discípulos en gran número, transportados de gozo, comenzaron a alabar a Dios en alta voz por todos los prodigios que habían visto: Bendito sea el Rey que viene en nombre del Señor, paz en el cielo y gloria en las alturas.
"Con obras de servicio, podemos preparar al Señor un triunfo mayor que el de su entrada en Jerusalén" San Josemaría Escrivá. En este día, los cristianos conmemoramos la entrada de Cristo en Jerusalén para consumar su Misterio Pascual. Por eso se leen desde muy hace mucho tiempo dos evangelios en la Santa Misa de este día. Como lo explica el Papa Francisco, “esta celebración tiene como un doble sabor, dulce y amargo, es alegre y dolorosa, porque en ella celebramos la entrada del Señor en Jerusalén, aclamado por sus discípulos como rey, al mismo tiempo que se proclama solemnemente el relato del evangelio sobre su pasión. Por eso nuestro corazón siente ese doloroso contraste y experimenta en cierta medida lo que Jesús sintió en su corazón en ese día, el día en que se regocijó con sus amigos y lloró sobre Jerusalén” Es en el Domingo de Ramos, cuando Nuestro Señor comienza la semana decisiva para nuestra salvación, San Josemaría nos recomienda que “dejémonos de consideraciones superficiales, vayamos a lo central, a lo que verdaderamente es importante. Mirad: lo que hemos de pretender es ir al cielo. Si no, nada vale la pena. Para ir al cielo, es indispensable la fidelidad a la doctrina de Cristo. Para ser fiel, es indispensable porfiar con constancia en nuestra contienda contra los obstáculos que se oponen a nuestra eterna felicidad... "Las hojas de palma, escribe San Agustín, son símbolo de homenaje, porque significan victoria. El Señor estaba a punto de vencer, muriendo en la Cruz. Iba a triunfar, en el signo de la Cruz, sobre el Diablo, príncipe de la muerte. Él viene a salvarnos; y nosotros estamos llamados a elegir su camino: el camino del servicio, de la donación, del olvido de uno mismo. Podemos encaminarnos por este camino deteniéndonos durante estos días a mirar el Crucifijo, es la “cátedra de Dios”
Papa Francisco
ORACIÓN
Dios todopoderoso y eterno, tú quisiste que nuestro salvador se hiciese hombre y muriese en la cruz, para mostrar al género humano el ejemplo de una vida sumisa a tu voluntad; concédenos que las enseñanzas de su pasión nos sirvan de testimonio, en la Pasión del Señor y que un día participemos en su gloriosa resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén
Confeccionado
por Franja y
Állen-Perkins, el amigo fiel
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