Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
El joven brasileño Felipe Passos relata su testimonio sobrecogedor .
Conmovió a los 3 millones de asistentes en esa jornada en Copacabana, Rio-Brasil.
Temas del momento: Jornada Mundial de la Juventud JMJ Río 2013, Papa Francisco, Brasil, jóvenes
La historia del
joven en silla de ruedas que sobrecogió a 3 millones en Copacabana
Felipe Passos
RÍO DE JANEIRO, 27 Jul.
13 / 07:37 pm (ACI/EWTN Noticias).- El joven brasileño
Felipe Passos conmovió a los cerca de tres millones de participantes de la
Jornada Mundial de la Juventud, incluyendo al mismo Papa Francisco, cuando
relató durante la Vigilia en la playa de Copacabana, la historia que lo llevó a
una silla de ruedas y a descubrir el valor de la Cruz en
la vida del
cristiano.
Felipe, de 23 años, explicó que su historia comenzó al final de la pasada Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, donde se había comprometido espiritualmente a guardar la castidad hasta el matrimonio y a trabajar intensamente para que su grupo de oración de su natal ciudad de Ponta Grossa, en el estado de Paraná, pudiera participar en la Jornada Mundial de la Juventud, que el Papa Benedicto anunció para Rio de Janeiro.
De modestos recursos, Felipe y sus amigos comenzaron a juntar fondos mediante múltiples y sacrificados trabajos, al tiempo que se preparaban espiritualmente, orando, participando en adoraciones eucarísticas, ayunando y realizando obras de solidaridad.
“Pero el mes de enero de este año, dos días antes de cumplir los 23 años, dos jóvenes entraron en mi casa, armados, con la intención de robar el dinero que habíamos juntado con tanto sacrificio”.
“Pensé en los meses de esfuerzo, de sacrificio de mi familia, de mis amigos y compañeros… en lo que nos sería arrebatado y decidí que no lo daría”.
Felipe salvó los ahorros del grupo, pero recibió un disparo que casi termina con su vida. “Estuve clínicamente muerto, tuve varios paros cardiacos, y el médico dijo a mis padres en el hospital ‘este joven no tiene esperanzas’… pero aquí estoy, y mi comunidad está aquí por la misericordia de Dios".
El joven paranaense, ante la multitud enmudecida y un Papa Francisco que lo miraba atentamente, relató cómo estuvo en coma, respirando por un tubo, mientras su comunidad ofrecía oraciones y sacrificios por su recuperación.
Finalmente, cuando recuperó la conciencia, lo primero que hizo fue pedir la Eucaristía; y tras recibirla, su recuperación se aceleró.
Sin embargo, Felipe quedó confinado a una silla de ruedas: “esta es mi cruz, la cruz que me envió el Señor para acercarme más a Él, para vivir más abierto a su gracia y su amor”, explicó.
Cuando la multitud irrumpió en un aplauso, Felipe interrumpió: “¡Silencio! ¡Escuchemos al Espíritu Santo!”.
El joven de 23 años pidió luego a cada uno de los presentes tomar en sus manos y dirigir la mirada a la cruz del peregrino que cada uno llevaba en su pecho, y los invitó a meditar en silencio sobre “cuál es la cruz que el Señor me ha dado, cuál es la cruz que él quiere que lleve por su amor”.
El momento de oración y meditación ante la cruz fue seguido por todos los presentes, incluyendo los obispos y cardenales, que contemplaron su propia cruz pectoral, y creó un raro momento de profundo silencio a todo lo largo de la playa de Copacabana.
Felipe concluyó su testimonio pidiendo oraciones y la bendición del Papa Francisco.
Felipe, de 23 años, explicó que su historia comenzó al final de la pasada Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, donde se había comprometido espiritualmente a guardar la castidad hasta el matrimonio y a trabajar intensamente para que su grupo de oración de su natal ciudad de Ponta Grossa, en el estado de Paraná, pudiera participar en la Jornada Mundial de la Juventud, que el Papa Benedicto anunció para Rio de Janeiro.
De modestos recursos, Felipe y sus amigos comenzaron a juntar fondos mediante múltiples y sacrificados trabajos, al tiempo que se preparaban espiritualmente, orando, participando en adoraciones eucarísticas, ayunando y realizando obras de solidaridad.
“Pero el mes de enero de este año, dos días antes de cumplir los 23 años, dos jóvenes entraron en mi casa, armados, con la intención de robar el dinero que habíamos juntado con tanto sacrificio”.
“Pensé en los meses de esfuerzo, de sacrificio de mi familia, de mis amigos y compañeros… en lo que nos sería arrebatado y decidí que no lo daría”.
Felipe salvó los ahorros del grupo, pero recibió un disparo que casi termina con su vida. “Estuve clínicamente muerto, tuve varios paros cardiacos, y el médico dijo a mis padres en el hospital ‘este joven no tiene esperanzas’… pero aquí estoy, y mi comunidad está aquí por la misericordia de Dios".
El joven paranaense, ante la multitud enmudecida y un Papa Francisco que lo miraba atentamente, relató cómo estuvo en coma, respirando por un tubo, mientras su comunidad ofrecía oraciones y sacrificios por su recuperación.
Finalmente, cuando recuperó la conciencia, lo primero que hizo fue pedir la Eucaristía; y tras recibirla, su recuperación se aceleró.
Sin embargo, Felipe quedó confinado a una silla de ruedas: “esta es mi cruz, la cruz que me envió el Señor para acercarme más a Él, para vivir más abierto a su gracia y su amor”, explicó.
Cuando la multitud irrumpió en un aplauso, Felipe interrumpió: “¡Silencio! ¡Escuchemos al Espíritu Santo!”.
El joven de 23 años pidió luego a cada uno de los presentes tomar en sus manos y dirigir la mirada a la cruz del peregrino que cada uno llevaba en su pecho, y los invitó a meditar en silencio sobre “cuál es la cruz que el Señor me ha dado, cuál es la cruz que él quiere que lleve por su amor”.
El momento de oración y meditación ante la cruz fue seguido por todos los presentes, incluyendo los obispos y cardenales, que contemplaron su propia cruz pectoral, y creó un raro momento de profundo silencio a todo lo largo de la playa de Copacabana.
Felipe concluyó su testimonio pidiendo oraciones y la bendición del Papa Francisco.
Etiquetas: Jornada Mundial de la Juventud JMJ Río 2013, jóvenes
Maravillosa vista de Rio -Brasil, escenario de la última JMJ.
La próxima JMJ será en Cracovia, la patria del Beato Juan Pblo II,
quien pronto será canonizado y será llamado: San Juan Pablo II
Me he gozado todo con alegría y amor.Y si que me ha conmovido la hermosa historia del testimonio del joven en la silla de ruedas,cuando oyes algo tan fuerte y emotivo como lo que le pasó a este chico sé nos encoge el corazón,pero también sientes en el fondo que el Poder de Dios es tan grande y que la fe que sientes hacia Jesús nos da siempre un rayo de luz y esperanza,y
ResponderEliminarnos hace no desfallecer,la Cruz de Cristo nos hace ver con ojos de amor y de fe, lo que sufrió por nosotros,y a pesar del dolor que tuvo que pasar nos sigue amando con amor incondicional,yo creo que el testimonio de Felipe iluminó nuestra mente de alegría espiritual."Al conocer lo que Dios nos ha dado, encontraremos muchísimas cosas por las que dar gracias continuamente".
(San Bernardo).Todos llevamos una Cruz y tenemos que aceptarla,Jesús
cargó con la suya y no nos preguntó
sólo nos ha dado amor.Y el relato de Felipe le ha hecho llevar la Presencia de Dios viva en su corazón.¡¡Todo lo que somos sé lo debemos al Señor!!. Te felicito Felipe y que el amor de Jesús reine siempre en tú corazón.Dios te bendiga y que tú bello testimonio sea el principio de un futuro feliz.
Una vez más podemos descubrir cómo se manifiesta la presencia del Señor a través de personas como Felipe. Conmovedor testimonio cargado de reflexión para cada uno de nosotros. Enhorabuena por este blog que nos invita a VIVIR con quien nos da la verdadera VIDA: Jesús. Con ÉL no existen adversidades, con Él todo es Amor incluso en circunstancias impensables. Él lo es todo.
ResponderEliminarCuando empece a escuchar con tanta atención el testimonio de Felipe me
ResponderEliminariba impresionando su forma de relatar todo el contenido de su historia y entre más contaba más me seguía agradando.Él Señor le dio fuerzas y fue luchando para conseguir lo que más deseaba,nos ha dado un hermoso mensaje de fe,amor, y esperanza,hacernos ver y sentir que Dios no nos deja solos,Él Señor sé nos presenta de mil maneras a todo quien le busca y sé acerca a Él. Cuando descubrimos lo que Dios nos ama hace maravillas,dediquemos un tiempo a Dios a leer su Evangelio donde único podemos encontrar palabras de vida eterna. Para Dios siempre hay tiempo,no pueden haber excusas.Su Eucaristía es esencial para nuestra vida espiritual y personal,sin ella nos sentimos vacíos.La fe es la belleza de nuestro diario caminar la cual podemos transmitir a los que están
sedientos del Señor.ORACIONES POR SU SANTIDAD.
Me han agradado mucho los comentarios al testimonio que he puesto en nuestro blog. También a mi me ha impactado y por eso lo he puesto.Puede servir de ejemplo. Gracias, por vuestro interés. Franja.
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