Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
Autor: SS Francisco | Fuente: Catholic.net
¡Queremos ser hombres y mujeres de paz!
Que el grito de la paz se eleve alto para que llegue al corazón de
todos y todos dejen las armas y se dejen guiar por el anhelo de paz.
¡Queremos ser hombres y mujeres de paz!
Queridos hermanos y hermanas ¡buenos días!
Hoy, queridos hermanos y hermanas, quisiera hacerme intérprete del
grito que sube de todas partes de la tierra, de todo pueblo, del corazón de
cada uno, de la única gran familia que es la humanidad, con angustia creciente:
¡es el grito de la paz! El grito que dice con fuerza: ¡queremos un mundo de
paz, queremos ser hombres y mujeres de paz, queremos que en nuestra sociedad,
destrozada por divisiones y por conflictos, estalle la paz; nunca más la
guerra! ¡Nunca más la guerra!
La paz es un don demasiado precioso, que debe ser promovido y
tutelado. Vivo con particular sufrimiento y preocupación las tantas situaciones
de conflicto que hay en nuestra tierra, pero, en estos días, mi corazón está
profundamente herido por lo que está sucediendo en Siria y angustiado por los
dramáticos desarrollos que se presentan.
Dirijo un fuerte llamamiento por la paz, ¡un llamamiento que nace
de lo íntimo de mí mismo! ¡Cuánto sufrimiento, cuánta devastación, cuánto dolor
ha traído y trae el uso de las armas en aquel martirizado país, especialmente
entre la población civil e inerme!
¡Pensemos en cuantos niños no podrán ver la luz del futuro! Con
particular firmeza condeno el uso de las armas químicas: les digo que tengo aún
fijas en la mente y en el corazón las imágenes terribles de los días pasados!
¡Hay un juicio de Dios y también un juicio de la historia sobre
nuestras acciones al que no se puede escapar! Jamás el uso de la violencia
lleva a la paz. ¡Guerra llama guerra, violencia llama violencia!
Con toda mi fuerza, pido a las partes en conflicto que escuchen la
voz de su propia conciencia, que no se cierren en sus propios intereses, sino
que miren al otro como un hermano y emprendan con coraje y con decisión la vía
del encuentro y de la negociación, superando la ciega contraposición.
Con la misma fuerza exhorto también a la Comunidad Internacional
a hacer todo esfuerzo para promover, sin ulterior demora, iniciativas claras
por la paz en esa nación, basadas en el diálogo y en la negociación, por el
bien de la entera población siria. Que no se ahorre ningún esfuerzo para garantizar
asistencia humanitaria a quien está afectado por este terrible conflicto, en
particular a los evacuados en el país y a los numerosos prófugos en los países
vecinos. Que a los agentes humanitarios, empeñados en aliviar los sufrimientos
de la población, se les asegure la posibilidad de prestar la ayuda necesaria.
¿Qué podemos hacer nosotros por la paz en el mundo? Como decía el
Papa Juan: a todos nos corresponde la tarea de recomponer las relaciones de
convivencia en la justicia y en el amor (Cfr. Carta encíclica, Pacem in terris
[11 abril de 1963]: AAS 55 [1963], 301-302). ¡Que una cadena de empeño por la
paz una a todos los hombres y a las mujeres de buena voluntad!
Es una invitación fuerte y urgente que dirijo a la entera Iglesia
Católica, pero que extiendo a todos los cristianos de las demás Confesiones, a
los hombres y mujeres de toda religión y también a aquellos hermanos y hermanas
que no creen: la paz es un bien que supera toda barrera, porque es un bien de
toda la humanidad.
Repito con voz alta: no es la cultura del enfrentamiento, la
cultura del conflicto la que construye la convivencia en los pueblos y entre
los pueblos, sino la cultura del encuentro, la cultura del diálogo: éste es el
único camino hacia la paz.
Que el grito de la paz se eleve alto para que llegue al corazón de
todos y todos dejen las armas y se dejen guiar por el anhelo de paz.
Por esto, hermanos y hermanas, he decidido convocar para toda la Iglesia el próximo 7 de
septiembre, víspera de la fiesta de la Natividad de María, Reina de la Paz , una jornada de ayuno y de
oración por la paz en Siria, en Oriente Medio, y en el mundo entero, y también
invito a unirse a esta iniciativa, según el modo que considerarán más oportuno,
a los hermanos cristianos no católicos, a los pertenecientes a las demás
religiones y a los hombres de buena voluntad.
El 7 de septiembre, en la
Plaza de San Pedro, aquí, desde las 19:00 y hasta las 24:00,
nos reuniremos en oración y en espíritu de penitencia para invocar de Dios este
gran don para la amada nación siria y para todas las situaciones de conflicto y
de violencia en el mundo.
¡La humanidad tiene necesidad de ver gestos de paz y de escuchar
palabras de esperanza y de paz!
Pido a todas las Iglesias particulares que, además de vivir este
día de ayuno, organicen algún acto litúrgico según esta intención.
A María le pedimos que nos ayude a responder a la violencia, al
conflicto y a la guerra, con la fuerza del diálogo, de la reconciliación y del
amor. Ella es Madre: que Ella nos ayude a encontrar la paz. Todos nosotros
somos sus hijos. Ayúdanos, María, a superar también este momento difícil y a
empeñarnos a construir cada día y en todo ambiente una auténtica cultura del
encuentro y de la paz.
María, Reina de la paz, ¡ruega por nosotros! Todos: María, Reina de
la paz, ¡ruega por nosotros!
De última hora
Quien me lo había enviado
me dice ahora lo sigiente
y lo mismo lo siento yo.
Franja
Mary Cruz, no difundas ese mensaje porque es falso. Si ya lo hiciste di que es falso. Ivan no sólo lo ha desmentido sino que estaba muy muy enojado no sólo porque le han atribuido un mensaje falso sino también porque le hacen decir esas cosas a la Virgen. La Virgen en Medjugorje nunca da mensajes así sensacionalistas ni asusta a los hijos. No es Ella.
Lo que sigue es lo que ha pedido el Papa Francisco:
El Santo Padre Francisco pide oraciones
No echemos en saco roto esta advertencia
y los deseos del Papa Francisco
Todos a pedir por la paz. Franja
A quienes hayan recibido este mensaje elimínenlo pues me ha contestado un sacerdote muy vinculado a Medjugorje
ResponderEliminarY reenvío sus palabras.
¿Qué clase de personas serán quienes se atreven a burlarse de cosas tan serias y haciendo constar que vienen del Cielo?
¡Lo siento de verdad!
Maricruz