Santos Del 21 al 27 de
Abril 2025
Octava de Pascua 2025
Después de
la Resurrección, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús
les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron.
Acercándose a ellos, Jesús les dijo: «Se me ha dado todo poder en el cielo y en
la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en
el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar
todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días,
hasta el final de los tiempos» (Mt 28,16,20).
Lunes, 21
San Anselmo
de Canterbury (o de Acosta)
> Obispo y doctor de la Iglesia <
Nació el año 1033 en Aosta (Piamonte, Italia) de
familia noble y rica. En su juventud quiso abrazar la vida monástica, pero no
se lo permitió su padre. Estuvo viajando por varios países, hasta que llegó al
monasterio benedictino de Bec, en Normandía (Francia), donde le cautivó la
figura de Lanfranco de Pavía y en el que ingresó. Estudió, se ordenó de
sacerdote y enseñó teología. En 1078 fue elegido abad y se consagró a la
formación de los monjes en el camino de la Regla y en el servicio de Dios.
Visitó Canterbury (Inglaterra), donde estaba de arzobispo Lanfranco de Pavía, y
fue tal la impresión que dejó, que lo eligieron para sucederle en 1093. Al
frente de su diócesis tuvo que padecer mucho por defender la libertad de la
Iglesia en sus tirantes relaciones con los monarcas ingleses, sufriendo dos
veces el destierro. Fue un teólogo eminente y su amplia producción literaria es
importante para el desarrollo del pensamiento cristiano en siglos posteriores.
Es el prototipo del creyente que busca entender su fe para dar razón de ella.
Murió en su sede episcopal el 21 de abril de 1109.
ORACIÓN
Señor Dios, que has concedido a tu obispo san
Anselmo el don de investigar y enseñar las profundidades de tu sabiduría, haz
que nuestra fe ayude de tal modo a nuestro entendimiento, que lleguen a ser
dulces a nuestro corazón las cosas que nos mandas creer. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
Martes, 22
San Agapito
I
> Papa<
Su fecha de nacimiento
es incierta, pero parece que era ya muy anciano cuando subió al trono de Pedro,
que ocupó menos de un año, en el 535-36. Era hijo de Gordiano, un sacerdote
romano muerto en los disturbios de época del papa san Símaco. Unos pocos años antes, el papa Bonifacio II (uno
de los pocos no canonizados en esos primeros siglos), había sido elegido en un
confuso episodio, en el que rivalizó con el Alejandrino Dióscuro. Su
contrincante murió al poco tiempo, por lo que el cisma no llegó a mayores, pero
Bonifacio no se contentó con haber quedado como el legítimo, sino que lanzó un
anatema contra Dióscuro a título póstumo, que hizo firmar a sus partidarios y
archivar en los anales de Roma. Semejante ensañamiento era inapropiado e
indigno, y el primer acto de Agapito al llegar a la sede de Pedro fue
desarchivar el anatema y quemarlo públicamente, una manera de limpiar la
honorabilidad del trono petrino. Confirmó los decretos del concilio de Cartago,
según el cual los convertidos del arrianismo fueron declarados inelegibles a
las sagradas órdenes, así como otros actos de un gobierno de la Iglesia que ya
tiene verdaderamente características universales, al menos en relación a
Occidente.
Pero sin embargo la
actuación principal de este papa no fue en Roma sino en Oriente, en
Constantinopla, donde al poco tiempo de elegido, murió: el rey godo Teodato
pidió al papa que realizara ante Justiniano una gestión diplomática de la mayor
importancia; el Emperador había mandado una expedición punitiva a Italia a
cargo del General Belisario, para vengar la muerte de la regente de Ravena a
manos del propio Teodato. El prestigio de Agapito debía ser suficiente para
aplacar al Emperador, por lo que Agapito dejó la Urbe con una embajada de cinco
obispos y un considerable séquito; tuvo que empeñar algunos vasos sagrados para
pagar su viaje. En Constantinopla fue acogido como lo que verdaderamente era,
la cabeza de la Iglesia Católica, pero Justiniano no se doblegó y la misión
política fracasó.
Pero Agapito aprovechó
su viaje para realizar gestiones eclesiales de importancia: instar al
cumplimiento del Concilio de Calcedonia y deponer personalmente al patriarca
Antimo I, de tendencias monofisitas pero que contaba con el favor del propio
Emperador. Su destitución fue una verdadera prueba de fuerza de la libertad de
la Iglesia frente al Imperio. En su lugar consagró él mismo a san Menas. Poco tiempo después, y aun en Constantinopla,
murió, dejando sin embargo la convicción de su santidad no sólo en la Occidente
sino en la Iglesia de Oriente. San Gregorio I lo califica de «trompeta del
Evangelio y heraldo de la justicia».
ORACIÓN
Señor Dios, Pastor Eterno, que llamaste al papa Agapito I para guiar a tu rebaño; seguir sus enseñanzas y fortalecer siempre nuestra fe en tiempos de prueba. Por Jesucristo Nuestro Señor, Amén.
Miércoles,
23
San Adalberto
> Obispo y mártir <
Nació alrededor del año 956 en Libice (Bohemia). Estudió en Magdeburgo, y muy joven lo nombraron obispo de Praga. Su ministerio pastoral no resultó fácil, pues mucha gente seguía teniendo mentalidad y costumbres paganas. Pronto tuvo que abandonar la ciudad, y marchó a Roma, donde se hizo monje benedictino. Tras varias idas y venidas entre Praga y Roma, el Papa aceptó su renuncia a la diócesis de Praga y lo envió como misionero para anunciar a Cristo a pueblos que todavía no lo conocían en Polonia, Baviera, Hungría, Eslovaquia... Quiso predicar también en la Prusia aún pagana. Atravesó en barca la laguna del Vístula, pero fue mal recibido y falleció traspasado por una lanza el día 23 de abril del año 997 en la aldea de Tenkitten, junto al golfo de Gdansk, cerca de la costa báltica.
ORACIÓN
Oh Dios, que concediste la corona del martirio a san Adalberto, obispo, encendido en el celo por la salvación de las almas, concédenos, por su intercesión, que nunca falte a los pastores la obediencia de su grey ni ésta carezca de la asistencia de los pastores. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Jueves, 24
San Benito Menni
De la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y fundador de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús. Nació en Milán el año 1841. A los 19 años ingresó en la Orden Hospitalaria. Ordenado sacerdote, fue enviado a España para restaurar la Orden. Pronto comenzó a abrir hospitales y a recibir numerosos seguidores. En Granada entró en contacto con dos muchachas que fueron la semilla de la nueva congregación, cuya finalidad específica es la asistencia sanitaria psiquiátrica, y su lema «rogar, trabajar, padecer, sufrir, amar a Dios y callar». La fundación tuvo lugar en Ciempozuelos, Madrid, en 1881. El papa san Pío X lo nombró en 1909 visitador apostólico de su Orden y, dos años después, prior general de la misma, cargo al que tuvo que renunciar al año siguiente por motivos de salud. Murió en Dinan, Francia, el 24 de abril de 1914. Fue canonizado por Juan Pablo II en 1999.
ORACIÓN
Oh Dios, consuelo y protector de los humildes, que has anunciado tu Evangelio de misericordia mediante las palabras y las obras de san Benito Menni, presbítero, concédenos, por su intercesión, que, siguiendo su ejemplo, te amemos sobre todas las cosas y te sirvamos siempre en nuestros hermanos necesitados y enfermos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Viernes, 25
San Marcos
> Evangelista <
Junto con su primo Bernabé, fue compañero de san
Pablo en la comunidad de Antioquía y en los comienzos de su predicación
apostólica en Chipre. Más tarde fue compañero y colaborador de san Pedro
durante su permanencia en Roma hasta su muerte; el Apóstol, en su carta
primera, lo llama «hijo mío». La tradición considera que Marcos recogió en su
Evangelio las catequesis de Pedro a los romanos, y que fue «discípulo e
intérprete de Pedro, aunque no hubiera escuchado ni seguido al Señor». Cuando
san Pablo estaba prisionero en Roma, le pidió a Timoteo, que se encontraba en
Éfeso, que le llevara a Marcos «porque le era muy útil para el ministerio».
Según la tradición, Marcos evangelizó en Alejandría de Egipto, fundó aquella
Iglesia y sufrió el martirio en tiempo del emperador Trajano.
ORACIÓN
Señor, Dios nuestro, que enalteciste a tu
evangelista san Marcos con el ministerio de la predicación evangélica,
concédenos aprovechar de tal modo sus enseñanzas que sigamos siempre fielmente
las huellas de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Sábado, 26
San Isidoro
de Sevilla
> Obispo
y doctor <
El último de los Santos Padres latinos de la Iglesia. Nació hacia el año 560, y era oriundo, como sus santos hermanos Leandro, Fulgencio y Florentina, de Cartagena (España). Educado por su hermano san Leandro, arzobispo hispalense, le sucedió en la sede sevillana, donde desarrolló su extraordinaria labor pastoral y literaria, procurando la maduración cultural y moral del clero, fundando un colegio, prototipo de los futuros seminarios. Su sabiduría iba unida a una gran humildad y caridad. Compuso libros llenos de erudición, entre los que hay que destacar el de las Etimologías, organizó bibliotecas, convocó y presidió varios concilios, entre ellos el IV de Toledo del 633, ordenó la liturgia hispano-visigoda, dio cánones sabios para renovar la vida de los religiosos y de los fieles. Después de 40 años de episcopado, murió el 4 de abril del 636. El año 1063 fue trasladado su cuerpo a León, donde hoy recibe culto en la iglesia de su nombre.
ORACIÓN
Señor, Dios todopoderoso, tú elegiste a san Isidoro, obispo y doctor de la Iglesia, para que fuese testimonio y fuente del humano saber; concédenos, por su intercesión, una búsqueda atenta y una aceptación generosa de tu eterna verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Domingo, 27
II de Pascua
o de la Divina Misericordia
Beata María Antonia Bandrés y Elósegui.
Nació en Tolosa (Guipúzcoa, España) el año 1898,
siendo la segunda de los quince hijos que tuvieron el abogado Raimundo Bandrés
y Teresa Elósogui. Estudió en el colegio de las Hijas de Jesús. Desde joven fue
piadosa y caritativa. Unos ejercicios espirituales en Loyola la decidieron a
consagrarse a Dios en la vida religiosa. El 8 de diciembre de 1915 ingresó en
el noviciado de las Hijas de Jesús en Salamanca, donde se había educado desde
niña. Cumplido el tiempo de prueba, hizo la profesión el 31 de mayo de 1918, y
muy poco después se le declaró una grave enfermedad. Ofreció a Dios su vida por
la conversión de un familiar suyo, que volvió al buen camino. El médico que la
atendía, Dr. Villalobos, salía edificado cada vez que la visitaba, lo que
comentaban con su amigo don Miguel de Unamuno. Ambos admiraban la serenidad de
la enferma y la trasparencia de su fe en la inmortalidad y la vida eterna.
Murió en Salamanca el 27 de abril de 1919. La beatificó Juan Pablo II en 1996.
ORACION
Concédenos, Señor, un conocimiento profundo y un amor
intenso a tu santo nombre, semejantes a los que diste a la Beata
María Antonia Bandrés y Elósegui para que así, sirviéndote con sinceridad
y lealtad, a ejemplo suyo te agrademos con nuestra fe y con nuestras
obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén.
* *
* Termina la octava de Pascua * * *
Confeccionado por Franja
y Állen-Perkins, el amigo fiel