Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA
FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA
DOMINGO DENTRO DE LA OCTAVA DE LA NAVIDAD
Llevaron
a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor
Hoy,
celebramos la fiesta de la Sagrada Familia. Nuestra mirada se desplaza del
centro del belén —Jesús— para contemplar cerca de Él a María y José. El Hijo
eterno del Padre pasa de la familia eterna, que es la Santísima Trinidad, a la
familia terrenal formada por María y José. ¡Qué importante ha de ser la familia
a los ojos de Dios cuando lo primero que procura para su Hijo es una familia!
Juan
Pablo II, en su Carta apostólica El Rosario de la Virgen María, ha vuelto a
destacar la importancia capital que tiene la familia como fundamento de la
Iglesia y de la sociedad humana, y nos ha pedido que recemos por la familia y
que recemos en familia con el Santo Rosario para revitalizar esta institución.
Si la familia va bien, la sociedad y la Iglesia irán bien.
El
Evangelio nos dice que el Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría.
Jesús encontró el calor de una familia que se iba construyendo a través de sus
recíprocas relaciones de amor. ¡Qué bonito y provechoso sería si nos
esforzáramos más y más en construir nuestra familia!: con espíritu de servicio
y de oración, con amor mutuo, con una gran capacidad de comprender y de
perdonar. ¡Gustaríamos —como en el hogar de Nazaret— el cielo y la tierra!
Construir la familia es hoy una de las tareas más urgentes. Los padres, como
recordaba el Concilio Vaticano II, juegan ahí un papel insustituible: «Es
deber de los padres crear un ambiente de familia animado por el amor, por la
piedad hacia Dios y hacia los hombres, y que favorezca la educación íntegra
personal y social de los hijos». En la familia se aprende lo más importante: a
ser personas.
Finalmente,
hablar de familia para los cristianos es hablar de la Iglesia. El evangelista
san Lucas nos dice que los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para
presentarlo al Señor. Aquella ofrenda era figura de la ofrenda sacrificial de
Jesús al Padre, fruto de la cual hemos nacido los cristianos. Considerar esta
gozosa realidad nos abrirá a una mayor fraternidad y nos llevará a amar más a
la Iglesia.
Comentario:
Rev. D. Joan Ant. MATEO i García
(La Fuliola, Lleida, España)
Espero que te haya gustado el comentario.
Sirve para la homilía de la Santa Misa.
Franja
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