Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
Santos Del 12 al 18
de Diciembre de 2016
III
Semana del Tiempo de Adviento
SANTOS DE LA SEMANA
LUNES, 12
NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE
►Patrona de
México, de América y de Filipinas ◄
El
9 de diciembre de 1531, en un lugar denominado Tepeyac, María Santísima se
apareció al indio san Juan Diego (cf. 9 de diciembre). La Virgen le encargó que en su
nombre pidiese al obispo de México, el franciscano Juan de Zumárraga, la
construcción de una iglesia en el lugar de la aparición. El obispo no aceptó la
idea y le pidió pruebas objetivas en confirmación del prodigio. El 12 de
diciembre, la Virgen
se le volvió a presentar y lo invitó a subir hasta la cima de la colina de
Tepeyac para recoger flores y traérselas a ella. No obstante la fría estación
invernal y la aridez del lugar, Juan Diego encontró unas flores muy hermosas.
Una vez recogidas las colocó en su «tilma» y se las llevó a la Virgen , que le mandó
presentarlas al Sr. Obispo como prueba de veracidad. Una vez ante el obispo el
Santo abrió su «tilma» y dejó caer las flores, mientras en el tejido apareció
impresa la imagen de la Virgen
de Guadalupe, que desde aquel momento se convirtió en el corazón espiritual de la Iglesia en México. El
obispo mandó construir la capilla, luego trasformada en grandioso templo. El 23
de enero de 1999 dijo Juan Pablo II en la basílica de Guadalupe: «Tengo la
alegría de anunciar ahora que he declarado que el día 12 de diciembre en toda
América se celebre a la
Virgen María de Guadalupe con el rango litúrgico de fiesta».
ORACIÓN
Señor, Dios nuestro, que has
concedido a tu pueblo la protección maternal de la siempre Virgen María, Madre
de tu Hijo, concédenos, por su intercesión, permanecer siempre firmes en la fe
y servir con sincero amor a nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Santa Lucía
Es una de
las figuras más estimadas por la devoción cristiana y la Iglesia la celebra como
una de las gloriosas vírgenes y mártires del tiempo del Imperio Romano. Murió
en Siracusa (Sicilia) durante la persecución del emperador Diocleciano el 13 de
diciembre del año 304. Su culto se extendió desde la antigüedad por la Iglesia , y su nombre fue
introducido en el Canon Romano de la misa. La leyenda según la cual la Santa se habría arrancado
los ojos por amor de Cristo, tiene su origen seguramente en la etimología
popular del nombre de Lucía (lux-lucis, luz), luminosa, y sugiere la
luminosidad que emana de su propio nombre. La misma fuente dice que, después de
peregrinar a la tumba de Santa Águeda en Catania, decidió consagrarse a Cristo
y vendió su dote, por lo que su prometido, desairado, la denunció como
cristiana y la torturaron sin conseguir doblegar su propósito de virginidad. Es
abogada de la vista y patrona de los ciegos
ORACIÓN
Que la poderosa intercesión de santa Lucía,
virgen y mártir, sea nuestro apoyo, Señor, para que en la tierra celebremos su
triunfo y en el cielo participemos de su gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
SAN JUAN DE LA CRUZ
► Presbítero
y doctor de la Iglesia
◄
Nació
en Fontiveros, provincia de Ávila (España), hacia el año 1542 en el seno de una
familia humilde. En su juventud sirvió a los enfermos en el hospital de Medina
del Campo a la vez que estudiaba en el colegio de los jesuitas. En 1563 ingresó
en la Orden del
Carmen. Completó su formación en la Universidad de Salamanca y, ya sacerdote, se
sintió atraído por los cartujos, pero, tras un encuentro casual con santa
Teresa de Jesús, fue el primero de los frailes carmelitas que a partir de 1568
se declaró a favor de su reforma, por la que soportó innumerables sufrimientos
y trabajos. Fue apóstol, a la vez que contemplativo, en particular de la pasión
de Cristo, y escritor. Sus poesías son una cumbre literaria, y es un clásico de
la mística. Como atestiguan sus escritos, ascendió a través de la noche oscura
del alma al monte Carmelo, monte de Dios, buscando una vida escondida en Cristo
y dejándose quemar por la llama viva del amor de Dios. Murió en Úbeda (Jaén) el
14 de diciembre de 1591.
ORACIÓN
Dios, Padre nuestro, que hiciste a
tu presbítero san Juan de la Cruz
modelo perfecto de negación de sí mismo y de amor a la cruz, ayúdanos a imitar
su vida en la tierra para llegar a gozar de tu gloria en el cielo. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
La fiesta de María Mediadora de todas las Gracias la instituyó el Papa
Benedicto XV en 1921; en ella se nos invita a recurrir siempre con confianza a
esta mediación de la Madre del Redentor
La mediación universal de la Santísima Virgen María es una doctrina que parece
deducirse cada día más claramente de la enseñanza tradicional de la Iglesia.
Hasta tal punto está ligada la solicitud maternal de María por todo el
género humano a la misión redentora de su Hijo, que forma un todo con ella, y
se extiende a todas las gracias que nos ha adquirido Cristo.
La fiesta de María Mediadora de Todas las Gracias la instituyó el papa
Benedicto XV en 1921.
Y en ella se nos invita a recurrir siempre con confianza a esta mediación
incesante de la Madre
del Salvador. El Concilio Vaticano II ha escrito sobre esta condición de
mediadora de la
Santísima Virgen :
«María, asunta a los cielos, no ha dejado su misión salvadora, sino que con
su múltiple intercesión continúa obteniéndonos los dones de la salvación
eterna.
Con su amor materno cuida de los hermanos de su Hijo, que todavía
peregrinan y se hallan en peligros y ansiedad hasta que sean conducidos a la
patria bienaventurada.
Por este motivo, la
Santísima Virgen es invocada en la Iglesia con los títulos de
Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora. «Lo cual, sin embargo, ha de
entenderse de tal manera que no reste ni añada nada a la dignidad y eficacia de
Cristo, único Mediador» (LG 62).
Cristo es el único mediador entre Dios y los hombres. Pero Él, no por
necesidad sino por benevolencia, ha querido asociarse otros mediadores. Entre
ellos, María.
Nuestra Señora Mediadora de todas las gracias
Después de su Asunción a los cielos las gracias se conceden a los hombres por
medio de su intercesión. Desde el cielo participa en la difusión de las gracias
con su intercesión maternal. Esta intercesión es inferior a la de Cristo, pero
superior a la de todos los otros santos. los últimos Papas han enseñado la
doctrina ya antigua de que todas las gracias se conceden por medio de la Santísima Virgen.
Por este motivo, la
Santísima Virgen es invocada en la Iglesia con los títulos de
Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora. (LG, 62)
ORACION
Recurramos confiadamente
a María, Madre del Redentor y Mediadora de todas las Gracias en todos los momentos de nuestra vida. Ella
es nuestra Madre, conoce nuestras necesidades mejor que nosotros, y es tan
poderosa con su Hijo Jesús que tiene su Omnipotencia en sus manos. Roguémosle,
por lo tanto, que hable a Jesús en favor nuestro, con la Oración de la Santa Misa de la
festividad de María Mediadora: "Acuérdate, Virgen Madre de Dios, cuando
estés delante del Señor, de decirle cosas buenas de mí."
Santa Adelaida, emperatriz.
Nació
el año 931 en el castillo de Orb, hija de Rodolfo II, rey de Borgoña. Contrajo
matrimonio el 947 con Lotario, rey de Italia, del que quedó viuda tres años
después. Más tarde contrajo nuevo matrimonio con Otón I, y fueron coronados por
el papa Juan XII el año 962. Tuvo tres hijos, entre ellos Otón II. Cuando murió
éste, tuvo que convertirse en la regente del imperio en nombre de su nieto Otón
III. Prestó particular atención a los últimos y a los indigentes, estuvo en estrecha
relación con el movimiento de reforma de Cluny, construyó iglesias y
monasterios. El año 995 pudo retirarse de los asuntos públicos y pasó los
últimos años de su vida en el monasterio benedictino de Selz, cerca de
Estrasburgo (en la actual Francia), que ella había edificado, y allí murió el
16 de noviembre del año 999. En el conjunto de su vida se distinguió por sus
virtudes, su serenidad de ánimo y su profunda vida interior, y también por
mostrar una sobria alegría hacia los familiares, una infatigable piedad hacia
los pobres y una abundante largueza en honrar las iglesias.
ORACIÓN
Dios
nuestro, que enseñaste a tu Iglesia a cumplir todos los mandamientos con el
amor a ti y al prójimo, concédenos que, practicando las obras de misericordia
como lo hizo santa Adelaida, merezcamos ser admitidos entre tus
bienaventurados. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
SABADO, 17
Hoy empiezan las Antífonas de la ¡OH!
Las antífonas de la Oh son siete, y la Iglesia las canta con el Magnificat del Oficio de Vísperas desde el día 17 hasta el día 23 de diciembre.
Son un llamamiento al Mesías recordando las ansias con que era esperado por todos los pueblos antes de su venida, y, también son, una manifestación del sentimiento con que todos los años, de nuevo, le espera la Iglesia en los días que preceden a la gran solemnidad del Nacimiento del Salvador. Se llaman así porque todas empiezan en latín con la exclamación «O», en castellano «Oh». Son breves oraciones dirigidas a Cristo Jesús, que condensan el espíritu del Adviento y la Navidad. La admiración de la Iglesia ante el misterio de un Dios hecho hombre: «Oh». La comprensión cada vez más profunda de su misterio. Y la súplica urgente: «ven»
¡ Oh, Sabiduría ¡
O Sapientia[editar]
sapientia.
Latín:
O Sapientia, quae ex ore Altissimi prodiisti,
attingens a fine usque ad finem,
fortiter suaviterque disponens omnia:
veni ad docendum nos viam prudentiae.
Castellano:
Oh, Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísimo,
abarcando del uno al otro confín,
y ordenándolo todo con firmeza y suavidad:
ven y muéstranos el camino de la salvación.
Isaías había profetizado:
«Reposará sobre él el espíritu de Yahveh: espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y temor de Yahveh. Y le inspirará en el temor de Yahveh.» Isaías, 11:2-3
«[...] trazar un plan maravilloso, llevar a un gran acierto.» Isaías, 28:29
Compárese también con Eclesiástico 24:3 y Sabiduría 8:1.
Esta profecía también es relevante por el hecho de que describe cómo el Mesías «[...] [brotó] de los labios del Altísimo», lo que resulta muy significativo a la luz de la doctrina cristiana, enraizada en el primer capítulo del Evangelio según San Juan, según el cual Jesucristo, el Mesías, es el verbo encarnado de Dios Padre.
* * * El Santo del día * * *
San José Manyanet i Vives
Nació el año 1833 en Tremp (Lleida, España), de familia numerosa y cristiana. Tuvo que trabajar para costearse los estudios, hasta que recibió la ordenación sacerdotal en Urgel el año 1859. Tras doce años de intenso trabajo en la diócesis, se sintió llamado a la vida religiosa y a fundar dos congregaciones: los Hijos de la Sagrada Familia y las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret, con la misión de contemplar, imitar, honrar y propagar el culto a la Sagrada Familia, y procurar la formación cristiana de las familias, principalmente por medio de la educación católica de la niñez y juventud y el ministerio sacerdotal. Desde la misma espiritualidad promovió la erección en Barcelona del templo expiatorio de la Sagrada Familia, obra de Gaudí. Fue un gran apóstol, de palabra y por escrito, de la devoción a la Sagrada Familia. Murió en Barcelona el 17 de diciembre de 1901. Lo canonizó Juan Pablo II el año 2004.
ORACIÓN
Dios nuestro, que llamaste a san N. para que buscara tu Reino en este mundo por la práctica de la caridad perfecta, concédenos que, fortalecidos por su intercesión, avancemos por el camino del amor con espíritu gozoso. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
DOMINGO, 18
¡ OH, Adonai ¡
O Adonai[editar]
El profeta Isaías.
Latín:
O Adonai, et Dux domus Israel,
qui Moysi in igne flammae rubi apparuisti,
et ei in Sina legem dedisti:
veni ad redimendum nos in brachio extento.
Castellano:
Oh Adonai, Pastor de la casa de Israel,
que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente
y en el Sinaí le diste tu ley:
ven a librarnos con el poder de tu brazo.
Isaías había profetizado:
«Juzgará con justicia a los débiles, y sentenciará con rectitud a los pobres de la tierra. Herirá al hombre cruel con la vara de su boca, con el soplo de sus labios matará al malvado. Justicia será el ceñidor de su cintura, verdad el cinturón de sus flancos.» Isaías, 11:4-5
«Porque Yahveh es nuestro juez, Yahveh nuestro legislador, Yahveh nuestro rey: él nos salvará. Isaías, 33:22
Nuestra Señora de la Esperanza
La Expectación del Parto de la Virgen, Santa María de la «O», son títulos de una fiesta de la Virgen María que no figura en el calendario litúrgico de la Iglesia, pero que tiene larga tradición en España, pues viene del Concilio X de Toledo, celebrado el año 656, que quiso dar mayor relieve a la fiesta de la Anunciación y Encarnación, sacándola del tiempo cuaresmal o pascual, y acercándola, en plena celebración del Adviento, al momento decisivo del parto de la Virgen Madre, acontecimiento esperado por la humanidad y muy especialmente por María. Esperanza, pues presenta a María en estado avanzado del embarazo obrado por el Espíritu Santo. Expectación, por el ansia e intensidad con que ella esperaba tener pronto en sus brazos al que llevaba en su seno. El título de María de la «O» hace referencia a las solemnes antífonas del Cántico de la Virgen, el Magníficat, que en las Vísperas de los siete días anteriores a Navidad empiezan por esa letra. En relación con estas advocaciones de la Virgen, el arte suele representar a María en avanzado estado de gestación, con su vientre abultado y la mano sobre el mismo, apuntando que allí está el Hijo de Dios, que pronto nacerá.
ORACIÓN
Dios y Señor nuestro, que en el parto de la Virgen María has querido revelar al mundo entero el esplendor de tu gloria, asístenos con tu gracia, para que proclamemos con fe íntegra y celebremos con piedad sincera el misterio admirable de la encarnación de tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Confeccionado por Franja y Állen-Perkins
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