jueves, 23 de noviembre de 2017

SANTOS DEL 27 DE NOVIEMBRE AL 3 DE DICIEMBRE 2017

Blog Católico de Javier Olivares-Baiona

SANTOS DEL 27 DE NOVIEMBRE AL 3 DE DICIEMBRE 2017

XXXIV  Semana del Tiempo Ordinario

Santos de la semana

LUNES, 27


Ntra. Señora de la Medalla Milagrosa
El 27 de noviembre de 1830 la Virgen Santísima se apareció a Santa Catalina Labouré, humilde religiosa vicentina, y se le apareció de esta manera: La Virgen venía vestida de blanco. Junto a Ella había un globo luciente sobre el cual estaba la cruz. Nuestra Señora abrió sus manos y de sus dedos fulgentes salieron rayos luminosos que descendieron hacia la tierra. María Santísima dijo entonces a Sor Catalina:

"Este globo que has visto es el mundo entero donde viven mis hijos. Estos rayos luminosos son las gracias y bendiciones que yo expando sobre todos aquellos que me invocan como Madre. Me siento tan contenta al poder ayudar a los hijos que me imploran protección. ¡Pero hay tantos que no me invocan jamás! Y muchos de estos rayos preciosos quedan perdidos, porque pocas veces me rezan".

Entonces alrededor de la cabeza de la Virgen se formó un círculo o una aureola con estas palabras: "Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti". Y una voz dijo a Catalina: "Hay que hacer una medalla semejante a esto que estás viendo. Todas las personas que la lleven, sentirán la protección de la Virgen", y apareció una M, sobre la M una cruz, y debajo los corazones de Jesús y María. Es lo que hoy está en la Medalla Milagrosa.

ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN A LA MILAGROSA
Postrado ante vuestro acatamiento, ¡Oh Virgen de la Medalla Milagrosa!, y después de saludaros en el augusto misterio de vuestra concepción sin mancha, os elijo, desde ahora para siempre, por mi Madre, Abogada, Reina y Señora de todas mis acciones y Protectora ante la majestad de Dios. Yo os prometo, virgen purísima, no olvidaros jamás, ni vuestro culto ni los intereses de vuestra gloria, a la vez que os prometo también promover en los que me rodean vuestro amor. Recibidme, Madre tierna, desde este momento y sed para mí el refugio en esta vida y el sostén a la hora de la muerte. Amén.

MARTES, 28


Santa Catalina Labouré, religiosa
El 28 de noviembre la Iglesia celebra a Santa Catalina Labouré, vidente de la Medalla Milagrosa, a quien la Virgen le dijo: “Dios quiere confiarte una misión; te costará trabajo, pero lo vencerás pensando que lo haces para la gloria de Dios”.
Santa Catalina Labouré nació en Francia en 1806 en una familia campesina. Quedó huérfana de madre a los nueve años y le pidió a la Virgen que fuera su madre. Su hermana fue admitida como monja vicentina y Catalina tuvo que ocuparse de las labores del hogar por lo que no pudo aprender a leer, ni escribir.
Más adelante le pidió a su papá que le permitiera irse de religiosa a un convento, pero él se lo negó. Entonces le pedía al Señor que le concediera este deseo. Tiempo después vio en sueños a un sacerdote anciano que le dijo: “un día me ayudarás a cuidar a los enfermos”.
A los 24 años visitó a su hermana religiosa y en el convento vio la imagen de San Vicente de Paúl y se dio cuenta que él era el sacerdote que vio en sueños. Desde entonces se propuso ser hermana vicentina y no se detuvo hasta ser aceptada en la comunidad.
Fue enviada a París, donde realizó los oficios más humildes y estuvo al cuidado de los ancianos de la enfermería. El 27 de noviembre de 1830 la Virgen María se le aparece en la capilla del convento y le pide que acuñe la Medalla de acuerdo a lo que estaba viendo en la aparición.
Con el tiempo y ante la intercesión del confesor de la Santa, el Arzobispo de París permitió fabricar la medalla y empezaron los milagros, tal como lo había prometido la Virgen.
A la muerte de su confesor, que sabía todo de las apariciones, le sustituye uno que al escuchar los hechos extraordinarios no la comprende. Mientras tanto, Santa Catalina guardaba en secreto su historia con la Virgen hasta que le renovaron el confesor.
La Santa sabe que se acerca el tiempo de partir y, después de pedir consejo a la Virgen, confía su secreto a la superiora, quien consigue que se erija en el altar una estatua que perpetúe el recuerdo de las apariciones.
Partió a la Casa del Padre a los 70 años, un 31 de diciembre de 1876. Cincuenta y seis años después, cuando se abrió su sepultura para el reconocimiento oficial de sus reliquias, se halló su cuerpo incorrupto. Fue beatificada por Pío XI en 1933 y canonizada por Pío XII en 1947.

ORACIÓN
Santa Catalina Labouré, que fuiste elegida como confidente de la Virgen María. Ella te reveló su deseo de que sus hijos lleváramos la Medalla Milagrosa como señal de su amor por ella y en honor de su Inmaculada Concepción. Intercede por nosotros, para que podamos cumplir los deseos de nuestra madre celestial. Pide que podamos recibir las gracias especiales que se derivan de las manos maternales como rayos de luz. Amén

MIÉRCOLES, 29


Beato Bernardo Francisco de Hoyos
Nació en Torrelobatón (Valladolid, España) el año 1711. Fue admitido en el noviciado de los jesuitas en 1726; después de la profesión emprendió los estudios de filosofía y teología. Cuando tenía 21 años, en medio de experiencias místicas, conoció la devoción al Corazón de Jesús, comenzada en Francia por santa Margarita María de Alacoque, y a partir de entonces se convirtió en el gran apóstol de la misma en España. «He andado absorto y anegado en este Divino Corazón; al comer, al dormir, al hablar, al estudiar y en todas partes no parece palpa mi alma otra cosa que el Corazón de su amado». Y ese entusiasmo lo contagió a todos cuantos pudo por todos los medios a su alcance. Recibió la ordenación sacerdotal el 2 de enero de 1735, y murió en Valladolid, a los 24 años de edad, el 29 de noviembre de aquel mismo año. Beatificado en 2010.

ORACIÓN
Dios nuestro, que otorgaste al beato Bernardo Francisco de Hoyos, la gracia de imitar a Cristo pobre y humilde, concédenos por sus ruegos que viviendo con fidelidad nuestra vocación, podamos alcanzar aquella perfección que tu Hijo nos propuso con su ejemplo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

JUEVES, 30


San Andrés, Apóstol.
Nació en Betsaida, junto al lago de Tiberíades, y fue primero discípulo de Juan Bautista. Encontrándose éste en compañía de dos de sus discípulos, Andrés y Juan Evangelista, pasó Jesús, de quien dijo el Bautista: «He aquí el Cordero de Dios». Los dos discípulos le oyeron y siguieron a Jesús; éste, volviéndose, les preguntó: «¿Qué buscáis?». Ellos le respondieron: «¿Dónde vives?», y Jesús les contestó: «Venid y lo veréis». Ellos fueron y se quedaron con Él aquel día. Andrés se encontró después con su hermano Simón Pedro, y le dijo: «Hemos encontrado al Mesías», y lo llevó donde Jesús. Más tarde, caminando Jesús por la ribera del mar de Galilea, vio a los hermanos Simón Pedro y Andrés echando las redes, y les dijo: «Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres». Ellos al instante, dejando las redes, le siguieron. Según la tradición, después de Pentecostés, Andrés predicó el Evangelio en Asia Menor y en Grecia, y sufrió el martirio en Patrás de Acaya, crucificado en una cruz en forma de aspa.

ORACIÓN
Protégenos, Señor, con la constante intercesión del apóstol san Andrés, a quien escogiste para ser predicador y pastor de tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

* * *   EMPIEZA EL MES DE DICIEMBRE   * * *

VIERNES, 1


Beata María Clara del Niño Jesús
Fundadora, con el P. Raimundo dos Anjos
de las Franciscanas Hospitalarias de la Inmaculada Concepción, cuya labor se centra en la hospitalidad, acogida y hospedaje de los más pobres y necesitados. Nació en Lisboa el año 1843. Vivió sus primeros años rodeada de afecto en un hogar feliz y noble; pronto quedó huérfana y fue acogida en el «Asilo de la Ayuda», regentado por las Hijas de la Caridad. Cuando en 1862 estas hermanas francesas fueron expulsadas de Portugal, fue acogida por los marqueses de Valada. No era de su agrado el fausto de la vida mundana y, en 1867, entró en el pensionado de San Patricio (Lisboa), de las Capuchinas de Ntra. Sra. de la Concepción. Como las leyes portuguesas impedían el ingreso en la vida religiosa, marchó a Calais, Francia, a la casa de las Franciscanas Hospitalarias y Maestras, donde hizo el noviciado y profesó en 1871. De regreso en Lisboa, comenzó la reforma espiritual de las Capuchinas, y así nació, tras dolorosas vicisitudes, la nueva congregación. Falleció en Lisboa el 1-XII-1899. Beatificada en 2011.

ORACIÓN
Señor, Dios nuestro, que escogiste a la Bienaventurada María Clara del Niño Jesús para ser apóstol de tu misericordia y caridad, concédenos que, por su intercesión, sepamos ser luz que ilumina y calienta, y aceite que acaricia y suaviza. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

SÁBADO, 2


Beata María Ángela Astorch
Nació en Barcelona el año 1592 en el seno de una familia acomodada. Muy pronto quedó huérfana de padre y madre, y fue su nodriza quien le dio una buena educación. En 1603, muy joven, ingresó en el monasterio de las clarisas capuchinas de su ciudad, en el que emitió su profesión en 1609. Cuando tenía 21 años de edad, la mandaron a Zaragoza como maestra de novicias. Luego gobernó aquel monasterio como abadesa, y en 1645 fundó el de Murcia, en el que fue abadesa y maestra de novicias. Tuvo en alto grado el don de la contemplación, alimentada particularmente en la meditación asidua de la Liturgia de las Horas. Ha sido calificada como «La mística del Breviario». Educó a sus religiosas en las virtudes humanas y cristianas, y tuvo para con ellas una caridad solícita y entrañable. Escribió importantes relatos autobiográficos. Murió en Murcia el 2 de diciembre de 1665, y fue beatificada por Juan Pablo II en 1982.

ORACIÓN
Oh Dios, rico para todos los que te invocan, que adornaste a la beata María Ángela, virgen, con el don de penetrar de modo inefable en el tesoro de tus riquezas mediante la diaria liturgia de alabanza: concédenos, por su intercesión, dirigir a ti de tal manera nuestras acciones, que seamos alabanza de tu gloria en Jesucristo, tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

* * *   COMIENZA EL TIEMPO DE ADVIENTO   * * 


DOMINGO 3
I del Tiempo de Adviento


San Francisco Javier
Patrono de los misioneros
Nació de familia noble en el Castillo de Javier (Navarra, España) el año 1506. En 1525 marchó a París a estudiar, y allí se encontró con el beato Pedro Fabro y san Ignacio, que le contagiaron su ideal religioso. Se unió al grupo iniciado por san Ignacio y fue uno de los miembros fundacionales de la Compañía de Jesús. El año 1537 recibió la ordenación sacerdotal en Venecia, donde se dedicó a obras de caridad. Tras breves estancias en Bolonia y Roma, el año 1541, respondiendo a la petición del rey de Portugal de misioneros para sus posesiones en Asia, marchó al Oriente, donde se convirtió en uno de los más destacados misioneros de la historia de la Iglesia. Evangelizó incansablemente la India, las islas Molucas y el Japón durante diez años, convirtió a muchos a la fe y estableció comunidades cristianas. Murió el 3 de diciembre de 1552 en la isla de Sanchón o Sancián, a las puertas de China. Pío XI lo declaró en 1927 patrono de las misiones, junto con santa Teresa del Niño Jesús.

ORACIÓN
Señor y Dios nuestro, tú has querido que numerosas naciones llegaran al conocimiento de tu nombre por la predicación de san Francisco Javier; infúndenos su celo generoso por la propagación de la fe, y haz que tu Iglesia encuentre su gozo en evangelizar a todos los pueblos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Confeccionado por Franja y Állen-Perkins



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