Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
SANTOS DEL 27 DE AGOSTO AL 2
DE SEPTIEMBRE 2018
DE SEPTIEMBRE 2018
XXI SEMANA
DEL TIEMPO ORDINARIO
Santoral de la semana
Santa Mónica
Nació en
Tagaste, provincia romana al norte de África, el año 331, de familia cristiana.
Educada con esmero, muy joven fue dada en matrimonio a un hombre llamado
Patricio, pagano, que se convirtió y bautizó antes de morir; hombre bueno pero
de carácter irascible, a quien supo amar, servir y soportar, y del que tuvo
tres hijos, entre ellos san Agustín, por cuya conversión derramó muchas
lágrimas y oró insistentemente a Dios. Fue un modelo de madre y de esposa;
alimentó su fe con la oración y la enriqueció con sus virtudes. Educó a sus
hijos en la fe, y según la costumbre de entonces los inscribió en el
catecumenado pero no los bautizó. Agustín en su juventud se desvió religiosa y
moralmente, lo que provocó las lágrimas y oración de la madre. Ésta lo siguió a
Roma y después a Milán, donde Agustín se convirtió y recibió el bautismo de
manos de san Ambrosio. Cuando volvían a África, Mónica murió en Ostia (Roma) el
año 387, contenta y satisfecha de ver a su hijo convertido en siervo de Dios.
ORACIÓN
Oh Dios, consuelo de los que lloran, que
acogiste piadosamente las lágrimas de santa Mónica impetrando la conversión de
su hijo Agustín, concédenos, por intercesión de madre e hijo, la gracia de
llorar nuestros pecados y alcanzar tu misericordia y tu perdón. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
San Agustín
► Obispo y
doctor de la Iglesia ◄
Nació en
Tagaste (en la actual Argelia) el año 354. Tuvo una juventud inquieta y
desviada en cuanto a doctrina y costumbres. Estudió en Cartago y cayó en el
maniqueísmo. Su madre, santa Mónica, no cesaba de llorar y orar por él. Marchó
a Roma y de allí a Milán como profesor de retórica. Los sermones de san
Ambrosio y las cartas de san Pablo lo llevaron a la fe cristiana; lo bautizó el
año 387 el mismo san Ambrosio. Vuelto a su patria, llevó vida ascética con
algunos amigos, consagrada a Dios y al estudio de las Escrituras. Elegido
obispo de Hipona (en la actual Argelia), durante 34 años fue un modelo para su
grey, a la que dio una sólida formación por medio de sus sermones y de sus
numerosos escritos, que abarcan todos los ámbitos del saber de entonces, con
los que ha contribuido en gran manera a una mayor profundización de la fe
cristiana; al mismo tiempo luchó con profundidad y sabiduría contra dos grandes
herejías, el donatismo y el pelagianismo. Fomentó la vida monástica. Murió el
28 de agosto del año 430.
ORACIÓN
Renueva, Señor, en tu Iglesia el espíritu que
infundiste en tu obispo san Agustín, para que, penetrados de ese mismo
espíritu, tengamos sed de ti, fuente de la sabiduría, y te busquemos como el
único amor verdadero. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
El martirio
de San Juan Bautista
Celebramos hoy el martirio, por
degollación, de san Juan, el precursor del Señor, que le preparó el camino, lo
anunció y señaló, lo bautizó, y luego fue mártir de la verdad y la justicia.
Los evangelios nos dicen que Herodes Antipas encarceló a Juan en la fortaleza
de Maqueronte porque lo acusaba de vivir con Herodías, mujer de su hermano
Felipe. En la fiesta de su cumpleaños, le gustó tanto a Herodes el baile de Salomé,
hija de Herodías, que prometió darle lo que le pidiera. La joven, instigada por
su madre, pidió la cabeza del Bautista, y Herodes, aunque a disgusto, mandó que
lo decapitaran en la cárcel y le entregaran la cabeza en una bandeja a la
joven, la cual se la llevó a su madre. Sus discípulos recogieron el cadáver, lo
enterraron y fueron a contárselo a Jesús. De esta suerte, el Precursor del
Señor, como lámpara encendida y resplandeciente, tanto en la muerte como en la
vida dio testimonio de la verdad.
ORACIÓN
Señor, Dios nuestro, tú has querido que san Juan
Bautista fuese el precursor del nacimiento y de la muerte de tu Hijo;
concédenos, por su intercesión, que, así como él murió mártir de la verdad y la
justicia, luchemos nosotros valerosamente por la confesión de nuestra fe. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Beato
Alfredo Ildefonso Schuster
Nació en
Roma el año 1880. En 1898 inició el noviciado en el monasterio benedictino de
San Pablo Extramuros de Roma. Estudió en el Colegio de San Anselmo y se ordenó
de sacerdote en 1904. Cultivó de modo especial el estudio de la liturgia, el
arte sagrado, la arqueología y la historia cristianas y la tradición monástica
benedictina. Ocupó cargos importantes de su Orden y de la Iglesia, y en 1918 fue
elegido abad de su monasterio. Pío XI lo nombró arzobispo de Milán en 1929, y
lo creó cardenal. Cumplió la parte de la Iglesia en asuntos de carácter
religioso y civil, pero pidió también que los estados renunciasen a sus
pretensiones totalitarias sobre la juventud y la enseñanza; denunció
abiertamente las persecuciones religiosas y las legislaciones racistas de su
tiempo. En la II Guerra Mundial ayudó a las víctimas y, después, trabajó en la
recuperación moral y material del pueblo. Llevaba vida de austeridad y
penitencia, oraba mucho y servía a todos. Fue un excelente pastor. Murió en el
seminario de Venegono el 30 de agosto de 1954.
ORACIÓN
Oh Dios omnipotente, que has concedido al beato
Alfredo Ildefonso iluminar a la Iglesia con la fe y la santidad de las obras y
edificar, como buen pastor, a la grey a él confiada con sus virtudes
ejemplares, concédenos seguir sus enseñanzas y caminar con seguridad bajo la
guía del Evangelio hasta contemplarte a ti en tu Reino eterno. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
DIA, 31 – VIERNES
San Ramón
Nonato
Nació en
Portell, provincia de Lérida en España, el año 1200. Se le llama «Nonato»
porque lo extrajeron del seno de su madre que acababa de morir. En 1224 ingresó
en la Orden de la Merced (Mercedarios), siendo uno de los primeros compañeros
de san Pedro Nolasco que la había fundado para la redención de cautivos y la
formación religiosa y moral de los esclavos de los territorios ocupados por los
árabes. Después de trabajar un tiempo en España, marchó a Argelia, donde se
quedó como rehén y padeció mucho, a la vez que confortaba a sus compañeros de
prisión. Vuelto a Cataluña y ya famoso, el papa Gregorio IX, en 1239, lo creó
cardenal y lo llamó a Roma como consejero suyo. Emprendió el viaje, pero pronto
lo asaltaron unas fiebres violentas que le causaron la muerte el 31 de agosto
de 1240 en Cardona (Barcelona).
ORACIÓN
¡Oh! Glorioso San Ramón, a cuyo poder sometió
Dios la tierra y los elementos, la salud y la enfermedad, la vida y la muerte,
hallando en vuestra poderosa intercesión, abogado las doncellas, sucesión las
casadas, defensa los que se ven calumniados, cosecha los labradores, puerto los
náufragos, redención los cautivos, vista los ciegos y fin todos los males; por
aquel vuestro ardiente deseo de recibir el Santísimo Sacramento, que obligó a
Jesucristo a daros de sus benditas manos la sagrada Comunión, os suplico
intercedáis por mí para que merezca frecuentar este celestial convite, y
recibirle por Viático al fin de mi vida, y sobre todo que pueda obtener la
gracia especial que os pido y la eterna felicidad de la gloria. Amén.
* * *
EMPIEZA EL MES DE SEPTIEMBRE * *
*
DIA, 1 – SÁBADO
San Gil
Gil fue un monje medieval, formado en Carracedo
-tal vez a la sombra de San Florencio a mediados del siglo XII- enviado más
tarde a San Martín de Castañeda seguramente para reformar la vida monástica en
aquel monasterio. Allí permaneció algunos años, hasta que lo destinaron a un
priorato propio del monasterio, llamado Santa Cruz de Casayo, sito en plena
montaña entre Galicia y León. Allí permaneció varios años, atendiendo a los
fieles que vivían en aquellos contornos, pero sintiendo fuerte el carisma de la
vida eremítica, con permiso de sus superiores, se retiró a la aspereza de las
montañas contiguas, en compañía de otro monje, donde vivieron de ermitaños,
cada cual en su propia ermita, a escasa distancia uno de otro.
Hay algunos autores que admiten, en los últimos
años de su vida, la intervención de una cierva, compañera inseparable del
santo, que sin duda le proporcionaba alimento como su leche, como sucedió al
santo del mismo nombre. Así lo afirma el principal biógrafo del santo, fray
Ambrosio Alonso, monje orensano, abad de distintos monasterios y por fin
general reformador de la orden, quien afirma: “Hallándose varios casos
paralelos recibidos sin contradicción en las Actas de diferentes santos, y no
hallándose particular dificultad en que Dios honrase a nuestro santo con la
repetición de este suceso, en donde tanto abundaba y aún abunda la especia de
estos brutos; bien podemos dejarle poseer de buena fe su cierva”.
Ambos solitarios perseveraron en el nuevo estado de
vida, hasta que Dios llamó para sí a San Gil, y su compañero dejó constancia de
su vida en una inscripción que durante siglos se conservó en la ermita. No es
posible concretar fechas sobre la existencia y desarrollo de la vida del santo.
Podemos situar su existencia en la segunda mitad del siglo XII y la primera del
XIII. Quien más ha profundizado en su vida fue el citado monje de Carracedo,
fray Ambrosio Alonso, aunque tiene grandes lagunas. También en el pueblo de Galende, en las
inmediaciones del lago de Sanabria, recibe fervoroso culto, en una ermita que
le está dedicada.
Fue erigida en agradecimiento por un gran favor
otorgado a un vecino del pueblo, quien, hallándose completamente ciego, recobró
la vista, luego de encomendarse al santo. De aquí proviene que se le invoque de
manera especial en esta enfermedad.
ORACIÓN
Oh Padre Eterno, que quisiste manifestar tu
omnipotencia en los Santos, por medio de San Gil, por sus prodigios y virtudes
y por su fortaleza en el empleo de su vida en tu servicio: haz que nosotros
sepamos vencer con constancia las tentaciones y que jamás, durante nuestra
vida, nos aleje de ti el pecado. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
DÍA, 2 – DOMINGO
XXII del
Tiempo Ordinario
San Antolín
Fue un joven que anduvo entre dos frentes: el de la
lucha y la soledad.
Había nacido de estirpe real en la Galia Narbonense
en la parte sur de Francia, cuando mediaba el siglo III de nuestra era.
Como era un espíritu aventurero, se marchó pronto a
Italia. En la ciudad de Palermo lo ordenaron de sacerdote, debido a su
predicación y a sus dotes, entre las cuales se destacaba la santidad de vida
personal y su irradiación a los demás.
Los cristianos cultos y también los sencillos
supieron recoger los datos fundamentales de la vida de estos santos mártires.
Gracias a ellos hoy podemos mencionarlos y tributarles nuestra devoción más
sentida.
En Palermo estuvo nada menos que 18 años trabajando
por el reino de Dios mediante el anuncio del Evangelio.
Por razones personales volvió a Francia. Y en ese
tiempo reinaba en esta región, perteneciente a Toulouse, su tío Teodorico.
Una vez que se enteró de que su sobrino era
cristiano, lo mandó prender y durante siete días no le dio alimento ni nada.
Sin embargo, un amigo suyo –para algo sirven los auténticos amigos-, le ayudó a
escondidas. Así pudo soportar el hambre a la que le sometió el pagano
gobernante.
Le sobrevino la muerte a su tío. Entonces quedó
libre. Antolín se retira a la soledad de un bosque, en compañía de dos
cristianos más. Un día, son descubiertos por los ojeadores de Galacio, sucesor
de Teodorico, que estaba de caza. Galacio, nombre del que sucedió a su tío en
el reino, era también de armas tomar. Un día, son descubiertos por los
ojeadores de Galacio, sucesor de Teodorico, que estaba de caza.
Siguiendo la conducta de su antecesor, lo metió de
nuevo en la cárcel. Esta vez no estaba ya solo. Un buen grupo de amigos,
convertidos al cristianismo, lo acompañaron para sufrir el martirio por la fe
en el Señor. Fueron apresados y decapitados allí mismo. Sus cuerpos se
arrojaron al río Aregia.
Muchos años después, Sancho el fuerte, rey de
Navarra, en una cacería de ciervos, descubrió la cueva donde se creía que
estaba enterrado el cuerpo de este santo. Vio un animal e intentó matarlo, pero
su mano quedó paralizada. Sobre ella se elevó una iglesia que hoy es la
catedral de Palencia (España). Es el patrono de los cazadores.
ORACIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que diste a san Antolín
la gracia de luchar hasta la muerte por practicar la justicia; concédenos, en
virtud de sus ruegos, soportar por tu amor todas las adversidades y caminar con
valentía hacia ti, que eres lavida verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén
Confeccionado por Franja y Allen-Perkins
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