viernes, 14 de septiembre de 2018

SANTOS DEL 17 AL 23 DE SEPTIEMBRE 2018

Blog Católico de Javier Olivares-Baiona

DEL 17 AL 23 DE SEPTIEMBRE 2018
XXIV SEMANA  DEL  TIEMPO ORDINARIO

Santoral de la semana
DIA, 17 – LUNES

San Roberto Belarmino
 Obispo y doctor de la Iglesia 
Nació el año 1542 en Montepulciano (Toscana, Italia), de familia noble. Ingresó en la Compañía de Jesús en 1560, estudió en el Colegio Romano y luego en Padua y Lovaina, donde también fue profesor. Recibió la ordenación sacerdotal en Gante el año 1570. Vuelto al Colegio Romano, enseñó teología, mantuvo brillantes disputas en defensa de la fe católica y publicó obras importantes. Fue provincial de los jesuitas, teólogo del Papa y colaborador de varias Congregaciones romanas. Estuvo relacionado con los grandes personajes y santos de su tiempo, y entre sus amigos y dirigidos espirituales están Luis Gonzaga y Juan Berchmans. Elegido cardenal y nombrado obispo de Capua, permaneció tres años en su diócesis como solícito pastor, hasta que regresó a sus tareas en Roma, donde murió el 17 de septiembre de 1621, día de las llagas de San Francisco, cuya memoria había conseguido que se celebrara en toda la Iglesia.

ORACIÓN
Señor, tú que dotaste a san Roberto Belarmino de santidad y sabiduría admirable para defender la fe de tu Iglesia, concede a tu pueblo, por su intercesión, la gracia de vivir con la alegría de profesar plenamente la fe verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

DIA, 18 – MARTES


San José de Copertino
Nació el año 1603 en Copertino, pueblo del sur de Italia, de familia pobre y honrada. Desde joven mostró tener muy escasas las dotes intelectuales y las habilidades manuales. Superando muchas dificultades ingresó en la Orden de los franciscanos conventuales y sólo gracias a la fuerte ayuda de Dios llegó al presbiterado. Tras su ordenación sacerdotal se entregó de lleno al sagrado ministerio, inflamado en celo de las almas. Adornado de carismas singulares, éxtasis y levitaciones, por lo que es conocido como el «Santo de los vuelos», los superiores tuvieron que cambiarlo con frecuencia de un convento a otro, huyendo del fanatismo popular. Descolló por su obediencia, humildad, paciencia y caridad para con los necesitados de Dios. Manifestó ardiente devoción a los misterios de la vida de Cristo, en especial la Eucaristía, y a la Madre de Dios. Sus biógrafos dicen que lograba transmitir su santa y franciscana alegría mediante el modo de orar, enriquecido por atractivas composiciones musicales y versos populares que entusiasmaban a sus oyentes, reavivando su devoción. Murió en Ósimo (Marcas) en 1663.

ORACIÓN
Dios de misericordia, que con admirable sabiduría has querido que tu Hijo, al ser levantado de la tierra, atrajera todas las cosas hacia él, concédenos, por intercesión de san José de Copertino, tender a la perfección que nos has propuesto en la persona de tu Hijo, y vernos libres de la malicia de este mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

DIA, 19 MIÉRCOLES


San Jenaro
 Obispo y mártir 
Fue obispo de Benevento (Campania, Italia). A principios del siglo IV, hacia el año 305, durante la persecución de Diocleciano, sufrió el martirio juntamente con otros seis cristianos en Pozzuoli, cerca de Nápoles, donde se le tiene una especial devoción. Tenemos pocos datos históricos de su vida. Según la tradición, después de que sufriera en vano otros tormentos, fue decapitado en el estadio de Pozzuoli, y su sangre, recogida en dos ampollas, fue trasladada a Nápoles junto con el cuerpo del santo. El culto a san Jenaro se ha acentuado por el fenómeno, atestiguado desde finales del siglo XIV, de esa sangre que se licua normalmente cuatro veces al año en diversas fechas.

ORACIÓN
Tú que nos concedes, Señor, venerar la memoria de tu mártir san Jenaro, otórganos también la gracia de gozar de su compañía en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

DÍA, 20 JUEVES


San Andrés Kim Taegon, San Pablo Chong Hasang
 y compañeros mártires 
Este día la Iglesia venera en una misma celebración a los 103 Mártires de Corea que canonizó Juan Pablo II el 6 de mayo de 1984 en Seúl. Ellos testificaron valerosamente la fe cristiana en aquel país y consagraron con su sangre preciosa las primicias de aquella Iglesia, en distintos lugares y en diferentes fechas de 1839 a 1867. A principios del siglo XVII, desde China, penetró en Corea la fe cristiana, introducida primero por algunos laicos y después alimentada y reafirmada por la predicación y celebración de los sacramentos por medio de los misioneros. En el siglo XIX se sucedieron las persecuciones contra los cristianos y fueron miles los que perdieron la vida por su fe. Entre los canonizados figuran 3 obispos, 8 sacerdotes y 92 laicos; había hombres y mujeres, casados o no, pobres y ricos, ancianos, jóvenes y niños de diversas clases sociales; 10 eran franceses (sacerdotes de las Misiones Extranjeras de París) y 93 coreanos. San Andrés Kim Taegon, hijo de padre mártir, fue el primer sacerdote coreano, y murió decapitado el 16 de septiembre de 1846 en Seúl. San Pablo Chong Hasang, seglar de noble familia, abrazó la fe antes de la llegada de los misioneros, por obra de un grupo laical. Su padre y su hermano mayor dieron la vida por la fe. Asumió con entusiasmo la tarea de catequista e insistió ante la Santa Sede para que enviara misioneros. Fue martirizado el 22 de septiembre de 1839.

ORACIÓN
Oh Dios, creador y salvador de todos los hombres, que en Corea, de modo admirable, llamaste a la fe católica a un pueblo de adopción y lo acrecentaste por la gloriosa profesión de fe de los santos mártires Andrés, Pablo y sus compañeros, concédenos, por su ejemplo e intercesión, perseverar también nosotros hasta la muerte en el cumplimiento de tus mandatos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

DIA, 21 – VIERNES


San Mateo
 Apóstol y Evangelista 
Nacido en Cafarnaún, era de profesión publicano o recaudador de impuestos cuando Jesús lo llamó. Escribió en arameo el primero de los evangelios, que relata así su vocación. Vio Jesús a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme». Él se levantó y le siguió. Y estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: «¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?». Jesús lo oyó y dijo: «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores». Y a partir de entonces el nombre de Mateo figura entre los Doce elegidos por el Señor. En su evangelio proclama principalmente que Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán, llevó a plenitud el Antiguo Testamento. Por lo demás, poco sabemos de su actividad apostólica y de las circunstancias de su martirio. Se dice que predicó en el Oriente.

 ORACIÓN
Oh Dios, que en tu infinita misericordia te dignaste elegir a san Mateo para convertirlo de publicano en apóstol, concédenos que, fortalecidos con su ejemplo y su intercesión, podamos seguirte siempre y permanecer unidos a ti con fidelidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

DIA, 22 - SÁBADO

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San Mauricio y compañeros mártires
Según la tradición, San Mauricio era un oficial romano, comandante de la Legión 22, llamada también “Legión Tebana”.
Este grupo militar se llamaba así porque todos sus integrantes habían sido reclutados en la egipcia Tebas, y tenía la característica de que todos ellos eran cristianos.
Las maniobras castrenses del Imperio habían acantonado a la Legión Tebana en Agaunum, la actual St-Maurice, en Valais, Suiza.
San Mauricio recibió eventualmente la orden que provenía directamente de Maximiano, el emperador corregente, de perseguir y matar cristianos.
Hablando a nombre de todos sus soldados, San Mauricio se negó terminantemente a asesinar a sus hermanos en la fe; de igual modo, ninguno de los integrantes de la Legión Tebana aceptó venerar a los dioses de los romanos.
El desacato provocó la ira de Maximiano, quien ordenó, como escarmiento y para atemorizar a los soldados, que la legión fuera diezmada, lo que significa que a uno de cada diez lo pasaban por las armas.
La táctica no tuvo éxito, pues ningún tebano obedeció. Los romanos repitieron la operación tantas veces, que al final no les quedó ningún cristiano para seguir martirizando.
San Mauricio, junto con los otros jefes de la Legión Tebana, San Cándido, San Inocencio, San Exuperio, San Vital, San Urso y San Víctor fueron sacrificados asimismo, sin importar su elevado rango militar romano.
El culto de San Mauricio proliferó en toda la Europa de la Edad Media, y por largos siglos S. Mauricio atrajo peregrinos a muchos países. San Mauricio fue canonizado en 926 por el papa Juan XII.
San Mauricio nos enseña la importancia de tener claridad en la preferencia de nuestros valores.

 ORACIÓN
Dios todopoderoso, que diste a los santos Maurico y compañeros mártires la gracia de entregar su vida por amor a tu Palabra y por el testimonio de Jesús; te pedimos que, por la fuerza del Espíritu Santo, nos enseñes a permanecer fieles en la fe y fuertes en la confesión de tu nombre. Por Jesucristo nuestro Señor. Amen

DÍA, 23 – DOMINGO

XXV  del  Tiempo  Ordinario
Santos Zacarías e Isabel


 Padres de san Juan Bautista 
La Iglesia conmemora hoy a estos venerables santos, los padres de san Juan Bautista, el Precursor del Señor. Toda la información que tenemos sobre ellos nos la proporciona el Evangelio según san Lucas en su relato de la infancia de Jesús (Lc 1). En la Anunciación, el ángel Gabriel dijo a María que su pariente Isabel, a quien llamaban estéril, estaba en el sexto mes de su embarazo. La Virgen fue con prontitud a visitarla y, cuando entró en su casa, Isabel sintió que el hijo saltaba de gozo en su seno, y llena del Espíritu Santo exclamó: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre». Como respuesta a tal saludo, María entonó el Magníficat. Zacarías era sacerdote y cuando oficiaba en el Templo de Jerusalén, el ángel le anunció que su mujer le daría un hijo. Él titubeó, y quedó mudo. Cuando Isabel dio a luz y fueron a circuncidar al niño, Zacarías dijo por escrito que se había de llamar Juan. Entonces se le soltó la lengua al padre y llenó de Espíritu Santo profetizó diciendo: «Bendito sea el Señor, Dios de Israel...», el Benedictus, alabando a Dios redentor y anunciando la próxima aparición de Cristo.

ORACIÓN
Dios nuestro, sólo tú eres santo y nadie puede ser bueno fuera de ti, por la intercesión de los santos Zacarías e Isabel, danos la gracia de vivir de tal manera que nunca nos veamos privados de tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
   
Confeccionado por Franja y Allen-Perkins



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