Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
SANTOS DEL 30 DE SEPTIEMBRE AL 6 DE OCTUBRE
Semana XXVI del Tiempo Ordinario
Santoral de la semana
LUNES, 30
San Jerónimo
► Presbítero y doctor de la Iglesia ◄
Nació en Estridón (Dalmacia) hacia el año 347. Estudió en Roma,
cultivando con esmero todos los saberes, y llevó una vida desordenada hasta que
se hizo catecúmeno y fue bautizado por el papa Liberio a los veinte años.
Cautivado por la vida contemplativa, marchó a Oriente, se entregó a la vida
ascética cerca de Antioquía y se ordenó de sacerdote. Estuvo un tiempo en
Constantinopla y luego regresó a Roma, donde fue secretario del papa san
Dámaso, que le encargó la traducción de la Biblia al latín, y dirigió
espiritualmente a unas damas de la nobleza que llevaban vida de piedad en común
en la colina Aventina. A la muerte del Papa marchó de nuevo a Oriente y, tras
visitar monasterios de diversas regiones, se estableció en Belén de Judá. Allí
asumió la dirección espiritual de los monasterios fundados por santa Paula, al
tiempo que completó la versión de la Biblia y escribió muchas obras,
especialmente comentarios a la Sagrada Escritura. Participó de modo admirable
en muchas necesidades de la Iglesia. Murió en Belén el 30 de septiembre del año
420
ORACIÓN
Oh Dios, tú que concediste a san Jerónimo una estima tierna
y viva por la Sagrada Escritura, haz que tu pueblo se alimente de tu palabra
con mayor abundancia y encuentre en ella la fuente de la verdadera vida. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
* * * Empieza el mes de octubre * * *
Santa Teresa del Niño Jesús
► Virgen y doctora de la
Iglesia ◄
Nació en Alençon (Normandía, Francia) el año 1873 en el seno de una
familia muy cristiana; fueron sus padres los beatos Luis Martin y Celia Guérin
(cf. 13 de julio). Siendo aún adolescente entró en las Carmelitas Descalzas de
Lisieux, ejercitándose sobre todo en la humildad, la sencillez evangélica y la
confianza en Dios, virtudes que se esforzó en inculcar, de palabra y con el
ejemplo, sobre todo en las novicias, de las que era maestra. En sus cartas y
sobre todo en su autobiografía, la «Historia de un alma», nos dejó un testimonio
admirable de su vida de fe por el camino de la infancia espiritual, en medio de
grandes pruebas y tribulaciones. Allí escribe: «Mi vocación es el amor... En el
corazón de la Iglesia, que es mi madre, yo seré el amor». Murió el 30 de
septiembre de 1897, ofreciendo su vida por la salvación de las almas y por el
incremento de la Iglesia. Pío XI la proclamó patrona de las misiones, y Juan
Pablo II, doctora de la Iglesia.
ORACIÓN
Oh Dios, que has
preparado tu reino para los humildes y los sencillos, concédenos la gracia de
seguir confiadamente el camino de santa Teresa del Niño Jesús, para que nos sea
revelada, por su intercesión, tu gloria eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Santos
Ángeles Custodios
La tradición bíblica nos presenta a los ángeles como ministros o
funcionarios de Dios, mensajeros de su voluntad y ejecutores de sus órdenes,
que por designio divino son los custodios, guardianes o protectores de los
hombres. San Francisco de Asís, según nos cuenta su biógrafo Tomás de Celano,
«tenía en muchísima veneración y amor a los ángeles, que están con nosotros en
la lucha y van con nosotros entre las sombras de la muerte. Decía que a tales
compañeros había que venerarlos en todo lugar; que había que invocar, cuando
menos, a los que son nuestros custodios. Enseñaba a no ofender la vista de
ellos y a no osar hacer en su presencia lo que no se haría delante de los
hombres. Y porque en el coro o capilla se salmodia en presencia de los ángeles,
quería que todos cuantos hermanos pudieran se reunieran en el coro y
salmodiaran allí con devoción» (2 Cel).
ORACIÓN
Oh Dios, que en tu providencia amorosa te has dignado enviar para nuestra
custodia a tus santos ángeles, concédenos, atento a nuestras súplicas, vernos
siempre defendidos por su protección y gozar eternamente de su compañía. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
San Francisco de Borja
Nació en Gandía,
provincia de Valencia (España), el año 1510. Gran privado del Emperador Carlos
V y caballerizo de la emperatriz Isabel, vivió ejemplarmente en palacio. La
vista del cadáver de la emperatriz le impulsó a despreciar las vanidades de la
corte. Suya es la frase famosa: «No quiero servir a señor que se me pueda
morir». Fue virrey de Cataluña y duque de Gandía. En 1529 contrajo matrimonio
con Leonor de Castro, y tuvieron ocho hijos. Después de la muerte de su esposa,
acaecida en 1546, que acabó de desligarlo del mundo, fue recibido por san
Ignacio en la Compañía de Jesús, de la que llegó a ser superior general,
después de haberse dedicado, ya sacerdote, al apostolado y a los asuntos de la
naciente Compañía. Se distinguió, sobre todo, por su profunda humildad. Dio
gran impulso a las misiones, especialmente de América. Murió en Roma el 30 de
septiembre de 1572.
ORACIÓN
Señor y Dios
nuestro, que nos mandas valorar los bienes de este mundo según el criterio de
tu ley, al celebrar la fiesta de san Francisco de Borja, tu siervo fiel y
cumplidor, enséñanos a comprender que nada hay en el mundo comparable a la
alegría de gastar la vida en tu servicio. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
VIERNES, 4
* * * Primer viernes de
mes * * *
Nació en
Asís (Italia) hacia 1182, hijo de un rico mercader de telas. De joven ayudó a
su padre en el comercio y fue el rey de la juventud. Participó en la guerra de
su ciudad contra Perusa; la cárcel que sufrió y la enfermedad que contrajo le
iniciaron en un nuevo camino, por el que Dios lo fue conduciendo hasta su plena
conversión. Renunció a su herencia, abrazó la vida evangélica, se desposó con
Dama Pobreza, atendió a pobres y a leprosos. Se le unieron compañeros con los
que se presentó al Papa: Inocencio III aprobó su forma de vida, que consistía
en seguir las huellas de Cristo que adora al Padre, ama todo y a todos, predica
incansablemente la penitencia y conversión. Junto con santa Clara fundó la
Segunda Orden, la de las Clarisas, y a los seglares les dio directrices para
vivir el Evangelio en su estado y condición, la Tercera Orden. En 1223, Honorio
III aprobó su Regla definitiva. En septiembre de 1224, sobre el monte Alverna,
las Llagas de Cristo quedaron impresas en el cuerpo de Francisco, quien murió
en la Porciúncula al atardecer del 3 de octubre de 1226. Gregorio IX lo
canonizó en Asís el 16 de julio de 1228.
ORACIÓN
Dios
todopoderoso, que otorgaste a nuestro Padre san Francisco la gracia de
asemejarse a Cristo por la humildad y la pobreza, concédenos caminar tras sus
huellas, para que podamos seguir a tu Hijo y entregarnos a ti con amor
jubiloso. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Témporas de Acción de Gracias y de Petición
Desde
antiguo, y hasta la última reforma litúrgica, la Iglesia celebraba las «Cuatro
Témporas», correspondientes a las cuatro estaciones del año, en tres días
sucesivos. En la actualidad, las Témporas se celebran al menos el día 5 de
octubre, y es aconsejable celebrarlas también en otros dos días de la misma
semana. Son días de acción de gracias y de petición que la comunidad cristiana
ofrece a Dios, de quien procede todo bien, terminadas las vacaciones y la
recolección de las cosechas, al reemprender la actividad habitual. Son una
ocasión que presenta la Iglesia para rogar a Dios por las necesidades de los
hombres, principalmente por los frutos de la tierra y por el trabajo humano,
dando gracias a Dios públicamente. Cuando las Témporas se celebras en tres días,
el primero se centra en la acción de gracias, el segundo es un día penitencial,
y el tercero se consagra a la petición por la actividad humana.
ORACIÓN
Señor Dios,
Padre lleno de amor, que diste a nuestros padres de Israel una tierra buena y
fértil, para que en ella encontraran descanso y bienestar, y, con el mismo
amor, nos das a nosotros fuerza para dominar la creación y sacar de ella
nuestro progreso y nuestro sustento, al darte gracias por todas tus maravillas,
te pedimos que tu luz nos haga descubrir siempre que has sido tú, y no nuestro
poder, quien nos ha dado fuerza para crear las riquezas de la tierra. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
San Bruno
► Fundador de los Cartujos ◄
Nació en
Colonia (Alemania) hacia el año 1035. Formado y ordenado de sacerdote en Reims
(Francia), el arzobispo le encargó la dirección de los estudios y escuelas de
su diócesis. Fue maestro de Teología y sus comentarios de la Escritura fueron
bien acogidos. Pero Bruno buscaba otra cosa y se fue a Molesme, donde estaba
naciendo la reforma Cisterciense. Deseoso de mayor silencio y soledad, en 1084
fundó un pequeño eremitorio en el lugar salvaje y casi inaccesible del desierto
de la Cartuja, cerca de Grenoble, que iba a servir de modelo para las Cartujas
de todo el mundo. El año 1090 Urbano II le ordenó ir a Roma para el servicio de
la Sede Apostólica. La vocación del Santo era otra. El Papa lo comprendió y le
permitió retirarse al desierto, sin salir de Italia. Aquel mismo año marchó
Bruno a la soledad de Squillace (Calabria), y allí se durmió en la paz del
Señor, en el monasterio de La Torre, el 6 de octubre de 1101.
ORACIÓN
Señor, Dios
nuestro, tú que llamaste a san Bruno para que te sirviera en la soledad,
concédenos, por su intercesión, que, en medio de las vicisitudes de este mundo,
vivamos entregados siempre a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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