Santos del 26 de OCTUBRE AL 1 DE NOVIEMBRE 2020
* * * Semana XXX del Tiempo Ordinario * * *
Santoral de la Semana
LUNES, 26
Santos Luciano y Marciano,
mártires
Según el relato de su martirio, Luciano y Marciano, que habían estudiado la magia negra, se convirtieron al cristianismo al ver que sus supersticiones no tenían poder alguno sobre una doncella cristiana. Iluminados por la luz de la fe, quemaron públicamente sus libros en Nicomedia. Una vez que lavaron sus crímenes con el sacramento del bautismo, distribuyeron sus posesiones entre los pobres, y se retiraron a la soledad para fortalecerse con la oración y la mortificación, en la gracia que acababan de recibir. Más tarde, hicieron varios viajes al extranjero para predicar a Cristo entre los gentiles. Cuando Decio publicó sus edictos persecutorios en Bitinia (mediados del siglo III), Luciano y Marciano fueron arrestados. El procónsul Sabino, ante el cual comparecieron, preguntó a Luciano quién le había autorizado a predicar en el nombre de Jesucristo. El mártir replicó: «Todo ser humano está autorizado a tratar de apartar del error a sus hermanos». También Marciano se glorió en el poder de Jesucristo. Cuando el juez los condenó a la tortura, los mártires le hicieron notar que, en la época en que adoraban a los ídolos y practicaban la magia abiertamente, no habían incurrido en ningún castigo, en cambio ahora que eran buenos ciudadanos se los condenaba a la tortura. Sabino los amenazó entonces con nuevos tormentos. Marciano replicó: «Estamos prontos a sufrirlos, pero de ningún modo abjuraremos del verdadero Dios, pues con ello mereceríamos ser enviados al fuego que no se extingue». Entonces, Sabino los condenó a perecer quemados en vida. Los mártires se dirigieron con gran gozo al sitio de la ejecución, cantando himnos de acción de gracias a Dios.
ORACIÓN
Señor Dios, escucha nuestras súplicas en la celebración del martirio de los Santos Luciano y Marciano, y concédenos imitar con gozo su constancia en la fe. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén.
MARTES 27
Santos Vicente, Sabina y
Cristeta
Ø Son hermanos y mártires ×
Han nacido
y viven en Talavera (Toledo). Los tres disfrutan de su juventud Cristeta, casi niña- y, como en tantos hogares después del
fallecimiento de los padres, hace cabeza Vicente que es el mayor.
Manda
en el Imperio la tetrarquía hecha por Diocleciano con el fin de poner término a
la decadencia que se viene arrastrando a lo largo del siglo III por las
innumerables causas internas y por las rebeliones y amenazas cada vez más
apremiantes en las fronteras. Diocleciano, augusto, reside en Nicomedia y ocupa
la cumbre de la jerarquía; su césar Galerio reside en Sirmio y se ocupa de
Oriente; Maximiano es el otro augusto que se establece en Milán, con su césar
Constancio, en Tréveris, gobiernan Occidente.
El
presidente en España es Daciano hombre cruel, bárbaro y perverso, que odia sin
límites el nombre cristiano y que va dejando un riego de mártires en Barcelona
y en Zaragoza. Llega a Toledo y sus colaboradores
buscan en Talavera
seguidores de Cristo. Allí es conocido como tal Vicente, que se desvive por la
ayuda al prójimo y es ejemplo de alegría, nobleza y rectitud.
Llevado a la presencia del Presidente, se repite el esquema clásico, en parte
verídico y en parte parenético de las actas de los mártires. Halagos por parte
del poderoso juez pagano con promesas fáciles, y, por parte del cristiano,
profesiones de fe en el Dios que es Trinidad, en Jesucristo-Señor y en la vida
eterna prometida. Amenazas de la autoridad que se muestra dispuesta a hacer
cumplir de modo implacable las leyes y exposición tan larga como firme de las
disposiciones a perder todo antes de la renuncia a la fe nutriente de su vida
que hace el cristiano. De ahí se pasa al martirio descrito con tonos en parte
dramáticos y en parte triunfales, con el añadido de algún hecho sobrenatural
con el que se manifiesta la complacencia divina ante la fidelidad libre del
fiel.
Bueno, pues el caso es que a Vicente lo condenan a muerte por su pertinacia en
perseverar en la fe cristiana. Lo meten en la cárcel y, en espera de que se
cumpla la sentencia, es visitado por sus dos hermanas que, entre llantos y
confirmándole en su decisión de ser fiel a Jesucristo, le sugieren la
posibilidad de una fuga con el fin de que, sin padres que les tutelen, siga él
siendo su apoyo y valedor. La escapada se realiza, pero los soldados romanos
los encuentran en la cercana Ávila donde son los tres martirizados, en el año
304. El amor a Dios no supone una dejación, olvido o deserción de los nobles
compromisos humanos. Vicente, aceptando los planes divinos hasta el martirio,
hizo cuanto legítimamente estuvo de su parte para sacar adelante su compromiso
familiar.
ORACIÓN
Animados por el patrocinio de los santos mártires
Vicente, Sabina y Cristeta, oremos confiadamente al Señor para que los que en
este tiempo celebramos su triunfo glorioso, seamos ayudados por sus preces para
obtener la eternidad. Amén.
MIÉRCOLES, 28
San Simón y San Judas,
apóstoles
Simón,
nacido en Caná y apodado el Cananeo o el Zelotes, figura en la lista de los
doce apóstoles elegidos por Jesús. Poco más se sabe de él. Judas, por
sobrenombre Tadeo, también uno de los elegidos por Jesús, es el apóstol que en
la Última Cena preguntó al Señor por qué se manifestaba sólo a sus discípulos y
no al mundo (Jn 14,22). La tradición le atribuye una carta, recogida en el
canon del Nuevo Testamento, en la que se trata de prevenir a los cristianos contra
los falsos doctores y sus doctrinas sectarias. Según san Fortunato (s. VI),
estos dos apóstoles predicaron en distintas regiones de Oriente Medio y
murieron mártires en Persia.
ORACIÓN
Señor,
Dios nuestro, que nos llevaste al conocimiento de tu nombre por la predicación
de los apóstoles, te rogamos que, por intercesión de san Simón y san Judas, tu
Iglesia siga siempre creciendo con la conversión incesante de los pueblos. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
JUEVES, 29
San Cayetano Errico
Ø Fundador de los Misioneros de los Sagrados Corazones × Nació el año
1791 en Secondigliano (Nápoles). Recibió una buena educación cristiana y en
1808 ingresó en el seminario de Nápoles, donde se ordenó de sacerdote en 1815.
Se le confió la tarea de maestro comunal y se dedicó con amor al servicio
parroquial. Desarrolló su actividad apostólica en cuatro direcciones: anuncio
de la Palabra, ministerio de la reconciliación, asistencia material y
espiritual de los enfermos, servicio de la caridad: cuatro maneras distintas
para decir a los hombres que Dios es Padre y los ama. Para promover los retiros
espirituales y la contemplación de la Eucaristía fundó su Congregación, y sus
religiosos se empeñaron en la actividad misionera, la predicación al pueblo,
los ejercicios espirituales a religiosas, la dirección espiritual y,
especialmente, la administración del sacramento de la reconciliación. Murió en
Secondigliano el 29 de octubre de 1860. Lo canonizó Benedicto XVI el año 2008.
ORACIÓN
Piadosísimo
Salvador mío, porque me viste lleno de pecados y muy sediento de tu gracia, con
amorosa llamada me obligáis a beber de vuestra agua, a mí, necesitado por mi
miseria y mucho más por vuestra misericordia, os suplico, igual que la mujer
samaritana que me deis a beber de esta agua de vuestra gracia a fin de que no
sienta más sed de los placeres envenenados ni vuelva a la vanidad del mundo; y
olvidado de todo esto piense sólo en amar vuestro amabilísimo Corazón. Amen
VIERNES, 30
San Marcelo, centurión mártir
Ø Patrón de León ×
San Marcelo fue centurión de la Legio VII. Nació
en León (España) ciudad de la cual es patrón.
Marcelo
nació y vivió en León durante la segunda mitad del siglo III. Era centurión de
la Legio VII Gemina Pía Félix. Se casó con Santa Nonia con la cual tuvo
doce hijos murió porque mientras se celebraban las fiestas por el nacimiento
del emperador Valerio en el año 298, San Marcelo afirmó en publico que era
cristiano y tirando su espada al suelo y el sarminento de vid (símbolo de su
rango militar) afirmo que solo iba a adorar al Dios del Cielo y de la Tierra.
Marcelo
fue centurión romano, pero dejó sus galones para servir a Dios. En una fiesta
en celebración del emperador, arrojó sus insignias militares y se confesó
católico y servidor de Cristo. Fue condenado a morir decapitado
Pero a san
Marcelo no se le recuerda por ser un solícito padre de familia sino por su
lealtad a Cristo. Cuando todos los demás se habían entregado a los sacrificios
a los dioses y estaban de celebración, Marcelo decidió despojarse de su
condición de militar para servir al único Señor verdadero.
La
historia de Marcelo se sitúa el 28 de julio del año 298, fiesta de cumpleaños
del emperador. Los soldados se divierten. Se suceden los sacrificios en honor
del señor emperador y Marcelo, «centurión ordinario, como si se hubiese vuelto
loco, se quitó espontáneamente el cinto militar y arrojó la espada y el bastón
de centurión delante de las tropas de nuestros señores», asegura el gobernador
Fortunato.
Marcelo ya
no podía seguir sirviendo a ningún gobernador, ni a ningún césar. Marcelo,
arrojando la espada, daba así testimonio de su fe asegurando que a partir de
ahora solo serviría a Dios como cristiano.
El
gobernador sintió el desplante como una afrenta y le comunicó el desquite al
viceprefecto Agricolano. Fue él quien juzgó al centurión y le condenó a morir
decapitado por su traición. San Marcelo murió mártir, olvidado por sus
compañeros pero ganado para la gloria de los altares.
ORACIÓN
Te suplicamos San Marcelo, que intercedas por nosotros ante Dios omnipotente, que todo lo puede, para que nuestra fe sea cada vez más grande y fuerte en cada una de las pruebas de nuestra vida y podamos dar testimonio de ella con rectitud y verdad, como tú lo hiciste. Que Dios nos de la gracia de permanecer siempre fieles, aún si tenemos que llegar a dar la vida por nuestro Señor Jesucristo.
SÁBADO, 31
San Alonso Rodríguez
Nació en Segovia (España) el año 1533; su padre se dedicaba al comercio de paños. Empezó estudios en Alcalá, pero, al fallecer su padre, tuvo que hacerse cargo del negocio familiar. Contrajo matrimonio en 1557 y tuvo dos hijos. Pronto fue perdiendo toda la familia a la vez que los negocios le iban mal. Hombre de fe, se planteó ante el Señor su situación y decidió entrar en la Compañía de Jesús como hermano coadjutor. Lo rechazó la provincia de Castilla, pero lo admitió la de Aragón y en 1571 empezó el noviciado. Lo destinaron al colegio de Monte Sión en Palma de Mallorca, donde pasó el resto de su vida. Trabó una gran amistad con san Pedro Claver. Su ocupación principal fue la de portero, lo que le dio ocasión de relacionarse con muchas personas a las que dejaba edificadas. Trataba a cada uno como si fuera el mismo Jesús en persona. Era hombre de profunda vida espiritual y los superiores le mandaron escribir sus experiencias. Murió con fama de santo el 31 de octubre de 1617.
ORACIÓN
Oh Dios, que concediste a San Alonso Rodríguez el don de imitar con fidelidad a tu Hijo Jesucristo, siendo un humilde y sencillo portero de colegio, concédenos también a nosotros, por su intercesión, la gracia que, viviendo fielmente nuestra vocación, tendamos hacia la perfección que nos propones en la persona de Nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo, por los siglos de los siglos. Amén.
*
* * Empieza el mes de Noviembre * * *
El mes de las
ánimas
DOMINGO, 1
Domingo de todos los Santos
La Iglesia celebra esta solemnidad en honor de
todos los santos, o sea, de todos los fieles que murieron en Cristo y con Él
han sido ya glorificados en el cielo. Esta fiesta nos recuerda, pues, los
méritos de todos los cristianos, de cualquier lengua, raza, condición y nación,
que están ya en la casa del Padre, aunque no hayan sido canonizados ni
beatificados; nos invita a pedirles su ayuda e intercesión ante el Señor; y nos
estimula a seguir su ejemplo, múltiple y variado, en nuestra vida cristiana.
ORACIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que nos has otorgado celebrar en una misma fiesta los méritos de todos los santos, concédenos, por esta multitud de intercesores, la deseada abundancia de tu misericordia y tu perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Confeccionado por Franja y Allen-Perkins
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