SEMANA DEL 3O DE MAYO AL 5 DE JUNIO 2022
SANTOS SEMANA VII DE PASCUA
SANTORAL DE LA SEMANA
Lunes,
30
San Fernando III
«el Santo»
Rey de León y de Castilla, hijo de Alfonso IX de León y de Berenguela de Castilla, nació el año 1198 en el reino leonés, probablemente cerca de Valparaíso (Zamora). Tradicionalmente se afirma que perteneció a la Tercera Orden franciscana. Fue el rey de la reconquista del sur de España. Su visión política de altas miras es reconocida por los historiadores, y las gentes de toda clase y condición bendijeron su reinado sabio, ecuánime, prudente. En los territorios reconquistados por él, nunca hubo vencedores y vencidos. Con razón es proclamado «señor de la convivencia de cristianos, musulmanes y judíos». Contrajo dos matrimonios sucesivos, que fueron felices, y de ambos tuvo en conjunto trece hijos. Fue hombre de óptimos sentimientos y limpias costumbres. Además de administrar con sabiduría sus reinos, promovió las artes y las ciencias, y colaboró en la propagación de la fe. Vivió rodeado del respeto y afecto de unos y otros, y su muerte fue llorada por todos. Murió en Sevilla el 30 de mayo de 1252.
ORACIÓN
Oh Dios, que elegiste al rey san Ferrando como
defensor de tu Iglesia en la tierra, escucha las súplicas de tu pueblo que te
pide tenerlo como protector en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Martes, 31
La Visitación de la Virgen María
Esta
fiesta mariana celebra el episodio narrado por el evangelista san Lucas: Lc 1,39-56. En la Anunciación, el ángel dijo a María que su pariente
Isabel estaba en el sexto mes de embarazo. Días después, María marchó presurosa
de Nazaret a una ciudad de la montaña de Judá, Ain Karem, entró en casa de
Zacarías y saludó a Isabel. Cuando ésta oyó el saludo de María, saltó de gozo
el hijo que llevaba en su seno y, llena de Espíritu Santo, dijo a María:
«Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre.
Dichosa tú que has creído». María le respondió con las palabras que conocemos
como el Magníficat: «Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador...». María permaneció con Isabel unos
tres meses y luego se volvió a Nazaret.
ORACIÓN
Dios todopoderoso, tú que inspiraste a la Virgen María, cuando llevaba en su seno a tu Hijo, el deseo de visitar a su prima Isabel, concédenos, te rogamos, que, dóciles al soplo del Espíritu
* * * Empieza el
mes de junio * * *
Miércoles, 1
San Justino
-
Mártir -
Nació a principios del siglo II en
la actual Naplus (Israel) de padres paganos. Se entregó al estudio de los
filósofos griegos, sobre todo Platón, y luego se centró en los profetas de
Israel, y éste fue el camino que le llevó a la fe cristiana; recibió el
bautismo en Éfeso hacia el año 130. Tras su conversión, encontró en la cruz la
incomparable sabiduría de Cristo, y puso a disposición de sus discípulos su
saber, organizó catecumenados de preparación para el bautismo, así como
encuentros con los no cristianos interesados por el Evangelio. Escribió
diversas obras en defensa del cristianismo, entre ellas el «Diálogo con Trifón»
y dos «Apologías». Fue un evangelizador en los ambientes cultos. Abrió en Roma
una escuela de filosofía en la que sostenía discusiones públicas. Acusado de
ser cristiano, fue decapitado en Roma durante la persecución de Marco Aurelio,
hacia el año 165.
ORACIÓN
Señor, tú que has enseñado a san Justino a encontrar en la locura de la cruz la incomparable sabiduría de Cristo, concédenos, por intercesión de tu mártir, la gracia de alejar los errores que nos cercan y de mantenernos firmes en la fe. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Jueves, 2
Santos Marcelino y Pedro
- Mártires -
Marcelino
era sacerdote y Pedro exorcista, y ambos fueron mártires. El papa san Dámaso es
quien nos ha dejado las noticias de su muerte que oyó de boca del mismo
verdugo. Fueron condenados a muerte en Roma durante la persecución de Diocleciano,
a comienzos del siglo IV, seguramente el año 304. Para su ejecución los
llevaron a un bosque fuera de la ciudad, a fin de que se desconociera el lugar
de su sepultura. Allí los obligaron a cavar con sus manos su propia fosa, en la
que los enteraron después de haberlos decapitado. Pero una piadosa matrona
romana, llamada Lucilia, consiguió localizar los restos de los mártires, los
recogió y los sepultó en el cementerio llamado Ad duas lauros, en
la Vía Labicana de Roma donde, después de la paz de Constantino, su madre,
santa Elena, hizo construir una basílica.
ORACIÓN
Señor, tú has hecho del glorioso testimonio de tus mártires san Marcelino y san Pedro nuestra protección y defensa; concédenos la gracia de seguir sus ejemplos y de vernos continuamente sostenidos por su intercesión. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Viernes, 3
* * * Primer viernes de mes * * *
San Carlos Luanga y compañeros mártires
Mártires laicos ugandeses. Entre los años 1885 y 1887, apenas iniciada la nueva evangelización de África negra, un centenar de cristianos de Uganda, católicos o anglicanos, fueron condenados a muerte por el rey Mwanga que se propuso acabar con todos los cristianos, entre otras razones porque se oponían a la esclavitud y a la venta de esclavos. Hoy se conmemora en particular al grupo formado por Carlos Lwanga y sus doce compañeros, todos ellos de edades comprendidas entre los catorce y los treinta años, que pertenecían a la corte regia de jóvenes nobles o al cuerpo de guardia del rey Mwanga, y eran neófitos o fervorosos católicos; pues bien, porque, coherentemente con su fe en Cristo, no cedieron a los deseos impuros del monarca, murieron en la colina de Namugongo en Uganda, el 3 de junio de 1886, unos degollados y otros quemados vivos. Estos son sus nombres: Carlos Lwanga, Mbaya Tuzinde, Bruno Seronuma, Santiago Buzabaliao, Kizito, Ambrosio Kibuka, Mgagga, Gyavira, Aquiles Kiwanuka, Adolfo Ludigo Mkasa, Mukasa Kiriwanvu, Anatolio Kiriggwajjo y Lucas Banabakintu.
ORACIÓN
Señor, Dios nuestro, tú haces que la sangre de los mártires se convierta en semilla de nuevos cristianos; concédenos que el campo de tu Iglesia, fecundo por la sangre de san Carlos Luanga y de sus compañeros, produzca continuamente, para gloria tuya, abundante cosecha de cristianos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Sábado, 4
San Felipe Smaldone
- Fundador de las
Religiosas Salesianas de los Sagrados Corazones -
Nació en Nápoles (Italia) el año 1848. Pronto
decidió hacerse sacerdote, y en el seminario empezó ya su atención a los
sordomudos; su escaso rendimiento académico le impedía llegar al sacerdocio,
pero, por su bondad, lo alcanzó en 1871. A partir de entonces se consagró a la
catequesis y a los enfermos, si bien su pastoral preponderante era la de los
sordomudos, en la que contó con la ayuda de sacerdotes y laicos. En 1885 abrió
en Lecce un Instituto para sordomudos. Y allí, con algunas hermanas religiosas
que había formado, echó las bases de su Congregación que, sostenida por la
autoridad eclesiástica, tuvo una expansión rápida y sólida. Ante las
necesidades apremiantes, empezó a hospedar también a niñas ciegas, huérfanas y
abandonadas. Fue asiduo confesor y director espiritual de sacerdotes y
comunidades religiosas. Murió en Lecce el 4 de junio de 1923. Benedicto XVI lo
canonizó en el 2006.
ORACIÓN
Dios y Padre nuestro, que elegiste
en tu Iglesia a san San Felipe Smaldone para mostrar a los fieles el camino
de la salvación, concédenos que, a ejemplo suyo, de tal manera sigamos a
Cristo, nuestro maestro, que podamos llegar a ti junto con nuestros hermanos.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
DOMINGO
Solemnidad de
Pentecostés
En el cristianismo, Pentecostés es el fruto de la obra realizada por Cristo, el resultado de sus merecimientos.
En el Nuevo Testamento se dice a veces que fue el mismo Cristo simplemente quien envió
al Paráclito, también traducido como Consolador, en
referencia al Espíritu Santo. Otras veces que fue el Padre pero, bien a ruegos
de Cristo, o bien en nombre de Cristo. En una ocasión se afirma que lo envió Cristo de parte del Padre. Según Cabodevilla, todas estas
expresiones denotan lo mismo: la emisión del Espíritu por parte del Padre y del Hijo. El Apocalipsis lo puso de manifiesto en la siguiente frase: Un río de agua
viva, resplandeciente como el cristal, saliendo del trono de Dios y del Cordero.
Según los escritos neotestamentarios, el Espíritu Santo es el «Espíritu de Cristo». Otras veces
se lo llama el «Espíritu de Jesús» o «Espíritu de Jesucristo». También se lo llama «Espíritu del Señor», o «Espíritu de su Hijo».
Fue Simón Pedro el primero en explicitar el significado del acontecimiento de
Pentecostés en su discurso pronunciado ese mismo día. Era el
comienzo de la efusión del Espíritu Santo que Dios había prometido para la «plenitud de los tiempos».
Esos últimos tiempos, de los que se hablaba en el Libro de Joel, en el Libro de Ezequiel, y, por último, en los Hechos de los Apóstoles, empezaron con la muerte y resurrección de Jesucristo, cuya señal fue la
de hacer hablar a los apóstoles como verdaderos profetas mediante la efusión
del Espíritu Santo.
ORACIÓN
Oh
Dios, que por el misterio de esta fiesta santificas a toda tu Iglesia extendida
por todos los pueblos y naciones; derrama los dones de tu Espíritu sobre todos
los confines de la tierra y realiza ahora también, en el corazón de tus fieles,
aquellas maravillas que te dignaste hacer en los comienzos de la predicación
evangélica. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén
Confeccionado por Franja y Állen-Perkins
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