Santos de la Semana del 12 al 18 de septiembre
XXIV del Tiempo Ordinario
Santoral de la
semana
Lunes, 12
Santísimo nombre de María
El
evangelista san Lucas, en la escena de la Anunciación, escribe: «Y el nombre de
la Virgen era María». Benedicto XVI decía el 12 de septiembre de 2006: «Celebramos
hoy la fiesta del "Nombre de María". A quienes llevan este nombre -mi
madre y mi hermana lo llevaban- quisiera expresarles mi más cordial
felicitación por su onomástico. María, la Madre del Señor, recibió del pueblo
fiel el título de "Abogada", pues es nuestra abogada ante Dios. Desde
las bodas de Caná la conocemos como la mujer benigna, llena de solicitud
materna y de amor, la mujer que percibe las necesidades ajenas y, para ayudar,
las lleva ante el Señor. Hoy hemos escuchado en el evangelio cómo el Señor la
entrega como Madre al discípulo predilecto y, en él, a todos nosotros. En todas
las épocas los cristianos han acogido con gratitud este testamento de Jesús, y
junto a la Madre han encontrado siempre la seguridad y la confiada esperanza que
nos llenan de gozo en Dios y en nuestra fe en él. Acojamos también nosotros a
María como la estrella de nuestra vida, que nos introduce en la gran familia de
Dios. Sí, el que cree nunca está solo».
ORACIÓN
Te pedimos, Dios Todopoderoso, que a cuantos celebramos
el nombre glorioso de santa María Virgen, ella nos consiga los beneficios de tu
misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Martes, 13
San Juan Crisóstomo
- Obispo y doctor de la Iglesia -
Nació en Antioquía hacia el año 349, hijo de
un funcionario imperial. Después de recibir una excelente formación clásica, se
dedicó a la vida ascética y monástica. Más tarde, en el 386, fue ordenado de
sacerdote y ejerció, con gran provecho, el ministerio de la predicación. El año
397 fue elegido obispo de Constantinopla, cargo en el que se comportó como un
pastor ejemplar, esforzándose por llevar a cabo una profunda reforma de las
costumbres del clero y de los fieles. La oposición de la corte imperial, cuyos
excesos denunciaba, y de los envidiosos lo llevó por dos veces al destierro.
Agotado por tantas penalidades, murió deportado en Comana del Ponto (Turquía),
el 14 de septiembre del año 407. Contribuyó en gran manera, por su palabra y
sus escritos, al enriquecimiento y explicación de la doctrina católica, hasta
el punto de merecer el sobrenombre de Crisóstomo, es decir, «Boca de oro».
ORACIÓN
Oh Dios, fortaleza de los que esperan en ti, que
has hecho brillar en la Iglesia a san Juan Crisóstomo por su admirable
elocuencia y su capacidad de sacrificio, te pedimos que, instruidos por sus
enseñanzas, nos llene de fuerza el ejemplo de su valerosa paciencia. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Miércoles, 14
La Exaltacion de la Santa Cruz
Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, que al día siguiente de la dedicación de la basílica de la Resurrección, erigida sobre el sepulcro de Cristo, es ensalzada y venerada como trofeo pascual de su victoria y signo que aparecerá en el cielo, anunciado a todos la segunda venida. Para la Iglesia es una fiesta del Señor, en la que celebramos el misterio de la cruz, la obra realizada por Cristo en ella. La imagen predominante es la de Jesús elevado en la cruz, que marca profundamente la vida y espiritualidad de los cristianos. Según la tradición, hoy es el aniversario del hallazgo de la santa Cruz (14 de septiembre del 320, por Santa Elena, madre del emperador Constantino) y de la dedicación de la basílica constantiniana levantada en el mismo lugar de la crucifixión del Señor. Cada año se celebraban en Jerusalén solemnes ceremonias que culminaban con la elevación del sagrado leño para que lo contemplase y adorase la multitud de fieles que se congregaba. En mayo del 614, Cosroas, rey de los persas, saqueó Jerusalén y se llevó la cruz a su país. Pero el emperador Heraclio derrotó a los persas, recuperó la cruz y la entregó solemnemente al patriarca de Jerusalén el 3 de mayo del 630. Esta recuperación llenó de entusiasmo a la Iglesia y particularmente a los latinos, que no tardaron en celebrar la fiesta de la santa Cruz en esta última fecha.
ORACIÓN
Señor, Dios nuestro, que has querido realizar la
salvación de todos los hombres por medio de tu Hijo, muerto en la cruz,
concédenos, te rogamos, a quienes hemos conocido en la tierra este misterio,
alcanzar en el cielo los premios de la redención. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
Jueves, 15
Nuestra Señora, la Virgen de los Dolores
Después de la fiesta de la Exaltación de la
Cruz, la Iglesia ha venido celebrando la participación de María en la pasión de
su Hijo. En la actualidad, lo que celebramos es sobre todo el dolor de María en
sentido global al compartir tan de cerca la suerte de Cristo. Tiempo hubo en
que la mirada se centraba principalmente en la compasión de María al pie de la
cruz, la Dolorosa, la Piedad. Esta visión se fue ampliando hasta abarcar los
siete dolores de la Virgen o las siete espadas clavadas en su corazón: la espada
de dolor anunciada por el anciano Simeón, la huida a Egipto, la pérdida y
hallazgo del niño Jesús en el templo, el camino del calvario, la crucifixión,
el descendimiento de la cruz y la sepultura de Cristo y soledad de su Madre.
Refiriéndose a esta celebración, escribía Pablo VI que es «ocasión propicia
para revivir un momento decisivo de la historia de la salvación y para venerar
junto con el Hijo exaltado en la Cruz a la Madre que comparte su dolor».
ORACIÓN
Señor,
tú has querido que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la
cruz; haz que la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo, merezca
participar de su resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Viernes, 16
Santos
Cornelio y Cipriano
- Papa y obispo
-
Cornelio fue elegido papa, por su humildad y su bondad, en marzo del año 251, al cesar la persecución del emperador Decio y después de un largo periodo de sede vacante. Adoptó una actitud indulgente en la praxis penitencial para acoger a los que habían apostatado en la persecución, y así, con gran espíritu de caridad, recuperó a la plena comunión con la Iglesia a muchos cristianos caídos en la apostasía. Se opuso al rigorista Novaciano quien provocó un cisma, pero con la ayuda sobre todo de Cipriano pudo imponer su autoridad. Fue desterrado por el emperador Galo, y murió en Civitavecchia, puerto de Roma, en septiembre del año 253. Su cuerpo, trasladado a Roma, fue sepultado en el cementerio de Calixto. Cipriano nació en Cartago hacia el año 210, de familia pagana. Convertido a la fe y ordenado de sacerdote, fue elegido obispo de su ciudad el año 249. En tiempos muy difíciles gobernó sabiamente su Iglesia con sus obras y sus escritos. En la persecución de Valeriano, primero sufrió el destierro y después, tras su vuelta a Cartago, fue decapitado el 14 de septiembre del año 258. Fue importante por sus escritos, pero sobre todo como pastor, cuya influencia se dejó sentir no sólo en el norte de África sino también en las Iglesias de España.
ORACIÓN
Oh Dios, que has puesto al frente de tu pueblo como abnegados pastores y mártires intrépidos a los santos Cipriano y Cornelio, concédenos, por su intercesión, fortaleza de ánimo y de fe para trabajar con empeño por la unidad de tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Sábado, 17
San Roberto Belarmino
- Obispo y Doctor de la Iglesia -
Nació el año 1542 en Montepulciano (Toscana, Italia), de familia noble. Ingresó en la Compañía de Jesús en 1560, estudió en el Colegio Romano y luego en Padua y Lovaina, donde también fue profesor. Recibió la ordenación sacerdotal en Gante el año 1570. Vuelto al Colegio Romano, enseñó teología, mantuvo brillantes disputas en defensa de la fe católica y publicó obras importantes. Fue provincial de los jesuitas, teólogo del Papa y colaborador de varias Congregaciones romanas. Estuvo relacionado con los grandes personajes y santos de su tiempo, y entre sus amigos y dirigidos espirituales están Luis Gonzaga y Juan Berchmans. Elegido cardenal y nombrado obispo de Capua, permaneció tres años en su diócesis como solícito pastor, hasta que regresó a sus tareas en Roma, donde murió el 17 de septiembre de 1621, día de las llagas de San Francisco, cuya memoria había conseguido que se celebrara en toda la Iglesia.
ORACIÓN
Señor, tú que dotaste a san Roberto Belarmino
de santidad y sabiduría admirable para defender la fe de tu Iglesia, concede a
tu pueblo, por su intercesión, la gracia de vivir con la alegría de profesar
plenamente la fe verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Domingo, 18
XXV del Tiempo Ordinario
San José de
Copertino
Nació el año 1603 en Copertino,
pueblo del sur de Italia, de familia pobre y honrada. Desde joven mostró tener
muy escasas las dotes intelectuales y las habilidades manuales. Superando
muchas dificultades ingresó en la Orden de los franciscanos conventuales y sólo
gracias a la fuerte ayuda de Dios llegó al presbiterado. Tras su ordenación
sacerdotal se entregó de lleno al sagrado ministerio, inflamado en celo de las
almas. Adornado de carismas singulares, éxtasis y levitaciones, por lo que es
conocido como el «Santo de los vuelos», los superiores tuvieron que cambiarlo
con frecuencia de un convento a otro, huyendo del fanatismo popular. Descolló
por su obediencia, humildad, paciencia y caridad para con los necesitados de
Dios. Manifestó ardiente devoción a los misterios de la vida de Cristo, en
especial la Eucaristía, y a la Madre de Dios. Sus biógrafos dicen que lograba
transmitir su santa y franciscana alegría mediante el modo de orar, enriquecido
por atractivas composiciones musicales y versos populares que entusiasmaban a
sus oyentes, reavivando su devoción. Murió en Osino (Marcas) en 1663.
ORACIÓN
Dios de misericordia, que con admirable sabiduría has querido que tu Hijo,
al ser levantado de la tierra, atrajera todas las cosas hacia él, concédenos,
por intercesión de san José de Copertino, tender a la perfección que nos has
propuesto en la persona de tu Hijo, y vernos libres de la malicia de este
mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Confeccionado por Franja y
Állen-Perkins,el amigo fiel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario