Santos de la semana del 31 de octubre
al 6 de noviembre 2022
Semana XXXI del Tiempo Ordinario
SANTORAL DE LA SEMANA
Lunes, 31
San Alonso Rodríguez
Nació en Segovia
(España) el año 1533; su padre se dedicaba al comercio de paños. Empezó
estudios en Alcalá, pero, al fallecer su padre, tuvo que hacerse cargo del
negocio familiar. Contrajo matrimonio en 1557 y tuvo dos hijos. Pronto fue
perdiendo toda la familia a la vez que los negocios le iban mal. Hombre de fe,
se planteó ante el Señor su situación y decidió entrar en la Compañía de Jesús
como hermano coadjutor. Lo rechazó la provincia de Castilla, pero lo admitió la
de Aragón y en 1571 empezó el noviciado. Lo destinaron al colegio de Monte Sión
en Palma de Mallorca, donde pasó el resto de su vida. Trabó una gran amistad
con san Pedro Claver. Su ocupación principal fue la de portero, lo que le dio
ocasión de relacionarse con muchas personas a las que dejaba edificadas.
Trataba a cada uno como si fuera el mismo Jesús en persona. Era hombre de
profunda vida espiritual y los superiores le mandaron escribir sus
experiencias. Murió con fama de santo el 31 de octubre de 1617.
ORACIÓN
Oh
Dios, que concediste a San Alonso Rodríguez el don de imitar con
fidelidad a tu Hijo Jesucristo, siendo un humilde y sencillo portero de
colegio, concédenos también a nosotros, por su intercesión, la gracia que,
viviendo fielmente nuestra vocación, tendamos hacia la perfección que nos
propones en la persona de Nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo,
por los siglos de los siglos. Amén.
* * *
Empieza el mes de noviembre * *
*
- Mes de las ánimas -
Martes, 1
Solemnidad de todos los Santos
Solemnidad de todos los santos, que están con Cristo en la gloria. En el gozo único de esta festividad, la Iglesia Santa, todavía peregrina en la tierra, celebra la memoria de aquellos cuya compañía alegra los cielos, recibiendo así el estímulo de su ejemplo, la dicha de su patrocinio y, un día, la corona del triunfo en la visión eterna de la divina Majestad.
MIÉRCOLES 2
CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS
La Iglesia, después de celebrar ayer la fiesta de todos sus hijos bienaventurados ya en el cielo, se interesa hoy ante el Señor en favor de las almas de todos cuantos nos precedieron en el signo de la fe y duermen en la esperanza de la resurrección, para que, purificados de toda mancha de pecado, puedan gozar de la felicidad eterna. Celebramos, pues, la victoria de Cristo, y de nosotros con Él, sobre la muerte. Y hacemos memoria de cuantos, habiendo compartido ya la muerte de Jesucristo, están llamados a compartir también con Él la gloria de la resurrección. El primer prefacio de difuntos nos enseña que «en Cristo brilla la esperanza de nuestra feliz resurrección; y así, aunque la certeza de morir nos entristece, nos consuela la promesa de la futura inmortalidad; porque la vida de los que creemos en el Señor, no termina, se transforma; y, al deshacerse nuestra morada terrenal, adquirimos una mansión eterna en el cielo». Mientras nosotros pedimos por los difuntos, ellos interceden por nosotros.
ORACIÓN
Oh Dios, gloria de los fieles y vida de los justos,
nosotros los redimidos por la muerte y resurrección de tu Hijo, te pedimos que
acojas con bondad a tus siervos difuntos, y pues creyeron en la resurrección
futura, merezcan alcanzar los gozos de la eterna bienaventuranza. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Jueves, 3
San Martin de Porres
Nació en
Lima (Perú) el año 1579, de un funcionario real español, Juan de Porres, y de
una joven de origen africano, Ana Velázquez, que no se casaron: Martín era
mulato e hijo ilegítimo, lo que le causó muchas dificultades. Fue educado
cristianamente por su madre y aprendió de joven el oficio de barbero-cirujano.
En 1603 fue admitido en la Orden de los dominicos como hermano converso,
después de vivir ocho años en el convento como donado. Desde el principio se le
confió el oficio de enfermero que ejerció, con gran competencia y mayor
caridad, en favor de los frailes y de los numerosos pobres que acudían al
convento; además instituyó varias obras caritativas. Supo conjugar la incesante
actividad asistencial con el recogimiento de un contemplativo. Llevó una vida
de mortificación y de humildad, y tuvo una gran devoción a la Eucaristía. Murió
en Lima el 3 de noviembre de 1639.
ORACIÓN
Señor, Dios nuestro, que has querido conducir a san
Martín de Porres por el camino de la humildad a la gloria del cielo, concédenos
la gracia de seguir sus ejemplos, para que merezcamos ser coronados con él en
la gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Viernes, 4
* * * Primer viernes de mes * * *
San Carlos Borromeo
Nació en Arona (Lombardía, Italia) el año 1538, en
el seno de una familia noble y piadosa. Abrazó la vida eclesiástica de
jovencito y, terminados los estudios en Pavía, su tío materno, el papa Pío IV,
lo llamó a Roma y lo creó cardenal, haciéndolo Secretario de Estado. En la
medida que le fue posible impulsó la culminación del Concilio de Trento y la
puesta en práctica de sus decretos. Elegido arzobispo de Milán en 1565, fue un
verdadero pastor de almas. Realizó una gran obra legislativa, organizativa,
pastoral, litúrgica y devocional. Recorrió muchas veces la diócesis entera,
convocó sínodos, decretó muchas disposiciones orientadas a la formación del
clero y a la reforma de costumbres, para actuar así las ordenaciones pastorales
del Concilio de Trento. Fundó seminarios y edificó hospitales y hospicios.
Utilizó las riquezas de su familia en favor de los pobres. Murió en Milán el 3
de noviembre de 1584.
Oración
Conserva, Señor, en tu pueblo el espíritu que
infundiste en san Carlos Borromeo, para que tu Iglesia se renueve sin cesar y,
transformada en imagen de Cristo, pueda presentar ante el mundo el verdadero
rostro de tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Sábado, 5
Santa Ángela de la Cruz
Nació en Sevilla el año 1846, en el seno de una
familia numerosa y pobre, trabajadora y piadosa. Desde muy joven trabajó en un
taller de zapatería, a la vez que se entregaba al servicio de los más pobres y
marginados. Bajo la guía de un experto confesor, el P. Torres, intentó hacerse
religiosa, hasta que comprendió que el Señor la llamaba a fundar una
congregación, la Compañía de las Hermanas de la Cruz que, viviendo en gran
austeridad, atendían a enfermos y menesterosos. Mujer de vida contemplativa y
de una gran actividad, gozó de carismas extraordinarios. A pesar de no tener
estudios, dejó escritos de gran profundidad. Fue terciaria franciscana y su
vida y espiritualidad tienen rasgos franciscanos muy marcados. Juan Pablo II la
canonizó el año 2003.
ORACION
Oh Dios, que iluminaste a Santa Angela virgen con
la sabiduría de la cruz, para que reconociese a Cristo, tu Hijo, en los pobres
y en los enfermos, y los sirviese como humilde esclava, concédenos que,
imitando el ejemplo de su caridad, podamos llegar a ti, junto con nuestros
hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Domingo, 6
XXXI del Tiempo Ordinario
Beato Manuel de la Sagrada Familia Sanz
Nació en Sotodosos (Guadalajara, España) en 1887.
Fue primero ferroviario y, a partir de 1918, empleado de banca. Dirigido por el
jesuita san José M. Rubio, destacó en Madrid como apóstol seglar. Conoció a las
monjas jerónimas y comenzó a centrarse en la restauración de la Orden de San
Jerónimo. Con la aprobación de la Santa Sede, su proyecto se hizo realidad el
año 1925 en el monasterio de El Parral de Segovia, con un pequeño grupo de
jóvenes. Hizo la profesión simple en 1927 y fue ordenado sacerdote al año
siguiente. En 1930 enfermó del estómago y tuvo que dejar por un tiempo la vida
monacal. En Madrid encontró atención médica y acogida en el ámbito familiar.
Cuando se disponía a regresar a su monasterio, estalló la guerra civil. Lo
detuvieron los milicianos el 5 de octubre de 1936 y estuvo preso en la Cárcel
Modelo de Madrid, de donde lo sacaron entre los días 6 y 8 de noviembre de 1936
para fusilarlo en Paracuellos de Jarama (Madrid). Beatificado el 13-X-2013.
ORACIÓN
Dios
nuestro, que llamaste a tu servidor el Beato Manuel de la
Sagrada Familia Sanz para vivir en el seguimiento de
Cristo, concédenos, por su intercesión, que apartándonos de todo egoísmo
podamos unirnos a ti de todo corazón. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén
Confeccionado por Franja y Allen-Perkins
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