Santos del 31 de Julio al 6 de Agosto 2023
XVII Semana del Tiempo Ordinario
Santoral de la semana
San Ignacio
de Loyola
- Fundador de la Compañía de Jesús (Jesuitas) -
Nació en Loyola (Guipúzcoa, España) el año 1491. De
joven permaneció en la corte y se dedicó a la vida militar. Herido en la
defensa de Pamplona, tuvo que guardar reposo, y las lecturas piadosas
favorecieron su conversión a Dios. Se retiró a Montserrat y Manresa, dando
inicio a los Ejercicios espirituales. Viajó a Tierra Santa y luego
estudió en Alcalá, Salamanca y finalmente en París, donde reunió a los primeros
compañeros, con los que fundó en Roma la Compañía de Jesús. Antes, en Venecia,
se ordenó de sacerdote el año 1537. Escribió las constituciones de la Compañía,
a la que dio como lema «A mayor gloria de Dios». Fructífero fue su apostolado,
por las obras que escribió y por los discípulos que formó, que contribuyeron
poderosamente a la verdadera reforma de la Iglesia. Envió a san Francisco
Javier a Oriente como misionero. Para que Roma fuera un centro de ciencia
eclesiástica, con un plantel de doctores de los que pudiera disponer el Papa,
fundó el Colegio Romano, después llamado Universidad Gregoriana. Murió en Roma
el 31 de julio de 1556.
ORACIÓN
Señor, Dios nuestro, que has suscitado en tu Iglesia
a san Ignacio de Loyola para extender la gloria de tu nombre, concédenos que
después de combatir en la tierra, bajo su protección y siguiendo su ejemplo,
merezcamos compartir con él la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
* * * Empieza el mes de Agosto * * *
Martes, 1
San Alfonso María
de Ligorio
- Obispo y doctor de la Iglesia -
Nació en Marianella junto a Nápoles el año 1696.
Después de obtener el grado de doctor en ambos derechos y de ejercer la
abogacía con gran delicadeza de conciencia, cursó la carrera eclesiástica, se
ordenó sacerdote en 1726 y se dedicó a las misiones populares y al
confesonario. Entre grandes dificultades fundó en 1732 la Congregación del
Santísimo Redentor (Redentoristas), con el fin de dar nuevo aliento a la vida
cristiana de los campesinos e iletrados. Además escribió libros de
espiritualidad y de teología moral, materia en la que es considerado un
verdadero maestro. Entre sus obras hay que destacar la Teología Moral y Las
Glorias de María que tanto ha influido en la devoción a la Virgen. En
torno al año 1760 fue consagrado obispo de Sant'Agata dei Goti, donde se
prodigó a lo largo de trece años en un apostolado fecundo. Después renunció a
su obispado y se fue con sus religiosos. Murió en Pagani, cerca de Nápoles, el
1 de agosto de 1787.
ORACIÓN
Oh Dios, que suscitas continuamente en tu Iglesia nuevos ejemplos de santidad, concédenos la gracia de imitar en el celo apostólico a tu obispo san Alfonso María de Ligorio, para que podamos compartir en el cielo su misma recompensa. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Miércoles, 2
San Eusebio de Vercelli
Nació en Cerdeña (Italia) a principios del siglo IV. Abrazó el estado clerical en Roma y el año 345 fue elegido primer obispo de Vercelli (Piamonte). Con su predicación sobre todo en el medio rural contribuyó a incrementar la religión cristiana y a mantener la fe ortodoxa. Introdujo en su diócesis la vida en común del clero diocesano, iniciativa que luego se extendió por todas partes. Fue perseguido por los arrianos por su defensa y esclarecimiento de la divinidad de Jesucristo. El emperador Constancio lo desterró a Escitópolis a causa de la fe, y allí padeció amenazas, malos tratos, cárcel, hambre y toda clase de vejámenes. El año 361 lo enviaron a Capadocia y luego a la Tebaida. Al regresar a su patria, siguió trabajando denodadamente contra la herejía de Arrio y en la restauración de la fe. Murió en Vercelli el 1 de agosto del año 371.
Oración
Concédenos, Señor, Dios nuestro, imitar la fortaleza de tu obispo san Eusebio de Vercelli al proclamar su fe en la divinidad de tu Hijo, y haz que, perseverando en esa misma fe de la que fue maestro, merezcamos un día participar de la vida divina de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
* * * El mismo día * * *
San Pedro Julián Eymard.
Nació en La Mure (Francia) el año 1811.
Ordenado de sacerdote en 1834 y después de ejercer el ministerio pastoral
algunos años en la diócesis de Grenoble, ingresó en la Sociedad de María
(Maristas). Pronto se convirtió en el principal colaborador del fundador, el P.
Colin. Estando en el santuario mariano de Fourvièr en Lyon, tuvo una profunda
experiencia espiritual que lo hizo sentirse llamado a fundar una congregación
religiosa destinada a fomentar y propagar el culto al Santísimo Sacramento, del
que era muy devoto. Dejó su Congregación y fundó otras dos, la de los
Presbíteros del Santísimo Sacramento y la de las Siervas del Santísimo
Sacramento. Sus sacerdotes se dedicaban a la adoración y apostolado del
Santísimo y también a la atención de los pobres de los barrios periféricos de
París, así como al cuidado de los sacerdotes que se encontraban en
dificultades. Murió el 1 de agosto de 1868 en La Mure.
ORACIÓN
Oh Dios, que concediste a san Pedro Julián un amor admirable hacia el sagrado misterio del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, concédenos benigno que merezcamos participar de este divino convite, comprendiendo, como él, su riqueza. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Jueves, 3
Santa Lidia
Lo que la llevó a la gloria de su triunfo fue el encuentro con el apóstol San Pablo y el evangelista San Lucas. Era natural de Tiatira (Asia), pero vivía en Filipos (Macedonia). Su familia fue la primera en Europa en convertirse al cristianismo y ser bautizada. Lidia era una comerciante de púrpuras. Eso podría no significar mucho para nosotros hoy en día, pero en el siglo primero eso significaba que era una mujer muy rica. Dado que el tinte de la púrpura se extraía con muchas dificultades de cierto molusco, sólo una elite podía permitirse tener telas teñidas de ese color. Un mercader que vendiera ese tinte tan extremadamente costoso era rica, se mirase como se mirase. No hay indicaciones de que Lidia abandonara su negocio tras convertirse al cristianismo. Pero hay muchas pruebas de que utilizó su fortuna sabiamente compartiéndolas con los necesitados y con quienes trabajaban con ella. Entendió que el valor real de la riqueza reside en el modo en que la usas, no en cuánto tienes. Se sabe que llegó en un barco de los de entonces de la Grecia de Asia y se instaló en Filipos. La razón no fue otra que ser un buen puerto en el mar Egeo, ya que era muy conocido en aquellos años por su magnífico comercio en tejidos y en púrpura. Pero no fue la abundancia de piezas, ni la facilidad de transporte lo que a Lydia le engrandeció y le devolvió aún más la alegría que llevaba en su corazón de joven guapa. Lo que verdaderamente le llevó a la gloria de su triunfo personal fue el encuentro con el apóstol San Pablo y el evangelista San Lucas, y por la predicación de ellos se convirtió esta mujer. Tanta fue la amistad que les unió que ella misma los invitó a que vivieran en su casa mientras que duró su predicación en aquella ciudad.
ORACIÓN
Señor Dios, que cada año nos alegras con la fiesta de santa Lidia concede a los que celebramos su memoria, imitar también los ejemplos de su vida santa. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Viernes, 4
* * * Primer viernes de mes * * *
San Juan María Vianney
- Patrón de los Párrocos
-
Nació en Dardilly (Lyon, Francia) el año 1786. Eran los agitados tiempos de la Revolución Francesa. Tuvo que superar grandes dificultades en los estudios para llegar a ordenarse de sacerdote en 1815. Fue despedido del seminario de Lyon por insuficiencia, pero con la ayuda del abate de Balley pudo completar los estudios. Después de la ordenación comenzó su ministerio, pero sin licencias aún para oír confesiones. Completada su formación, se le confió la parroquia de la pequeña aldea de Ars, que gobernó y promocionó maravillosamente con su constante predicación, mortificación, oración y caridad. Difundió el mensaje evangélico con la catequesis que a diario impartía a niños y adultos, con la reconciliación que administraba a los penitentes, con sus obras de ardiente caridad alimentada en la Eucaristía. Estaba dotado de unas cualidades extraordinarias como confesor, lo cual hacía que acudieran a él fieles de todas partes. Murió el 4 de agosto de 1859. Pío XI lo nombró patrono de los párrocos.
ORACIÓN
Dios de poder y misericordia, que hiciste admirable a san Juan María Vianney por su celo pastoral, concédenos, por su intercesión y su ejemplo, ganar para Cristo a nuestros hermanos y alcanzar, juntamente con ellos, los premios de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Sábado 5,
Dedicación de la Basílica de Santa María
la Mayor
Celebramos hoy a la Virgen María, proclamada Madre de Dios en el Concilio de Efeso el año 431, en cuyo honor se edificó en Roma una basílica. Contra la herejía de Nestorio, la Iglesia, impulsada por san Cirilo de Alejandría, definió en el Concilio de Efeso la maternidad divina de María. Todo el orbe católico celebró el acontecimiento, y el papa Sixto III dedicó en Roma, sobre el monte Esquilino, una basílica a la Santa Madre de Dios: Santa María la Mayor, considerada como el santuario mariano más antiguo de Occidente. Una tradición dice que la Virgen manifestó en sueños a unos esposos su deseo de que le levantaran un templo en el lugar que se cubriría de nieve la noche del 5 al 6 de agosto; de ahí que también se llame Santa María de las Nieves.
Oración
Perdona, Señor, los pecados de tus hijos, y ya que nuestras obras no pueden complacerte, concédenos la salvación por medio de la Madre de tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Domingo, 5
La Transfiguración del Señor
Esta fiesta celebra el misterio de la vida de Cristo en el que su gloria y divinidad se asoman al tiempo y al mundo, permitiéndonos adivinar su identidad: Dios a la vez que hombre. El hecho nos lo refieren los evangelios. Camino de Jerusalén para sufrir la pasión, Jesús se retiró a un monte alto, el Tabor, con sus discípulos predilectos, Pedro, Santiago y Juan, para orar. Allí se transfiguró, y aparecieron Moisés y Elías, personificación de la Ley y los Profetas del Antiguo Testamento, que hablaban con Jesús de su muerte. Los apóstoles quedaron atónitos. Y oyeron una voz que salía de la nube que los envolvía: «Éste es mi Hijo, el amado, el predilecto, en quien me complazco. Escuchadle». La gloria de la divinidad resplandece en el rostro de Cristo, mientras el Padre lo acredita ante los apóstoles para que lo escuchen.
ORACIÓN
Oh Dios, que en la gloriosa transfiguración de tu Unigénito confirmaste los misterios de la fe con el testimonio de los profetas, y prefiguraste maravillosamente nuestra perfecta adopción como hijos tuyos, concédenos, te rogamos, que, escuchando siempre la palabra de tu Hijo, el predilecto, seamos un día coherederos de su gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén
Confeccionado por Franja y Állen-Perkins,
el amigo fiel
Iglesia ex-colegiata de Baiona
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