SANTOS DEL 4 AL 10 DE DICIEMBRE
Lunes, 4
San Juan Damasceno
Doctor de la Iglesia
Nació en Damasco (Siria) hacia el año 650, en el seno de una familia árabe
cristiana. Sucedió a su padre en sus servicios al califa, y llegó a ser
ministro de las finanzas de su corte. Al perder el favor del califa, se
trasladó a Jerusalén e ingresó en la cercana «laura» o monasterio de San Sabas,
donde fue ordenado de sacerdote. Escribió numerosos himnos sagrados y obras
teológicas, en las que se recoge lo más valioso de los escritos patrísticos de
la Iglesia oriental. Fue un gran defensor, de palabra y por escrito, del culto
de las imágenes sagradas -que consideraba palabra de Dios que nos entra por los
ojos- contra los iconoclastas capitaneados por el emperador León Isáurico, que
pretendían su supresión. Murió en su monasterio a mediados del siglo VIII.
ORACIÓN
Te rogamos, Señor, que nos ayude en todo momento la intercesión de san Juan Damasceno, para que la fe verdadera que tan admirablemente enseñó sea siempre nuestra luz y nuestra fuerza. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Martes, 5
San Sabas
Nació el año 439 en Mutalasca, cerca de Cesarea de Capadocia (Turquía).
Muy joven ingresó en el cercano monasterio de Flaviana, y a los 18 años marchó
a Tierra Santa. Pasó por varias comunidades monásticas de tipo diverso, de vida
en común o anacoretas, en sus grutas o eremitorios. El año 478 se estableció en
el valle del Cedrón, cerca de Jerusalén. Pronto se le unieron discípulos que
comenzaron a poblar las grutas cercanas, y así empezó lo que sería la Gran
Laura, con celdas para los que se incorporaban a ella. El año 491 recibió la
ordenación sacerdotal. La gran afluencia de vocaciones lo obligó a fundar
nuevas lauras, y el patriarca Elías de Jerusalén lo nombró archimandrita,
superior de todos los ermitaños de Palestina. Al mismo tiempo, defendió con
entereza la fe católica proclamada en el Concilio de Calcedonia el año 451
sobre la doble naturaleza de Cristo. Murió en su Gran Laura, cerca de
Jerusalén, el 5 de diciembre del año 532.
ORACIÓN
Señor, te suplicamos que la intercesión del santo abad Sabas nos haga agradables ante tu Majestad, y que obtengamos por sus ruegos lo que no podemos esperar de nuestros méritos; que tú Santa Gracia nos conceda también el don de la oración, para que como San Sabas nuestra vida sea dirigida por ti. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Miércoles,
6
San Nicolas de Bari
- Obispo –
Es un santo que goza de una extensa e intensa
devoción popular. Nació en Petara, Asia Menor, a finales del siglo III. Después
de repartir sus bienes a los pobres, ingresó en la vida monástica y llegó a
regir un monasterio. Al regreso de un viaje a Tierra Santa, fue elegido obispo
de Mira, en Licia (hoy Turquía). El año 325 suscribió en el Concilio de Nicea
la fe en la divinidad de Cristo. En la persecución de Galerio fue encarcelado y
torturado por su fidelidad a la fe católica. Murió en Mira a la edad de 65 años
entre el 345 y el 350. Las leyendas del siglo VI lo presentan como gran
taumaturgo. En el mundo anglosajón, su fiesta, en la que se obsequia
especialmente a los niños, se celebra con el nombre de «Santa Claus». El año
1087 su cuerpo fue trasladado a la ciudad italiana de Bari.
ORACIÓN
Imploramos, Señor, tu misericordia y te suplicamos que, por la intercesión de tu obispo san Nicolás, nos protejas en todos los peligros, para que podamos caminar seguros por la senda de la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Jueves, 7
San Ambrosio
Obispo y Doctor de la
Iglesia.
Nació en Tréveris (Alemania) hacia el año 340 de
familia romana cristiana. Estudió en Roma derecho y retórica, y comenzó una
brillante carrera en la administración civil del Imperio. El año 374, siendo
Prefecto de Milán, intervino para impedir tumultos con motivo de la elección
del nuevo obispo para la ciudad, y, cuando todavía era catecúmeno y se
preparaba para el bautismo, fue elegido él por aclamación para ocupar aquella
sede; rápidamente fue bautizado, instruido, y por último ordenado de obispo el
7 de diciembre. Por sus dotes personales y por la formación que adquirió, fue
consejero de emperadores, apóstol de la caridad, reformador litúrgico, formador
de almas (convirtió y bautizó a san Agustín), animador de la vida de
consagración a Dios, comentarista de la Escritura y autor de numerosas obras de
teología y espiritualidad, defensor de la doctrina católica frente al
arrianismo y de la libertad de la Iglesia. Murió el 4 de abril del año 397 y su
memoria se celebra el 7 de diciembre, aniversario de su consagración episcopal.
ORACIÓN
Señor y Dios nuestro, tú que hiciste al obispo san
Ambrosio doctor esclarecido de la fe católica y ejemplo admirable de fortaleza
apostólica, suscita en medio de tu pueblo hombres que, viviendo según tu
voluntad, gobiernen a tu Iglesia con sabiduría y fortaleza. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
Viernes, 8
La
Inmaculada Copcepción de la
Bienaventurada
Virgen María
El 8 de diciembre de 1854, Pío IX definió este dogma con las siguientes palabras: «Para honor de la santa e indivisa Trinidad..., declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles». Antes, la Orden Franciscana, en su Capítulo celebrado en Toledo el año 1645, «escogió a la bienaventurada Virgen María, Madre de Dios, en cuanto la confesamos y celebramos inmune de la culpa original en su misma Concepción, como Patrona singular de toda la Orden de los Frailes Menores». Y aquello no fue una novedad rara en la historia de la familia franciscana, que desde sus primeros tiempos se distinguió como defensora acérrima de este privilegio sin par de María. El beato Juan Duns Escoto fue su adalid, y la campaña por él iniciada la prosiguió la Orden, sin desmayos, a lo largo de los siglos.
ORACIÓN
Oh Dios, que por la concepción inmaculada de la Virgen María preparaste a tu Hijo una digna morada, y en previsión de la muerte de tu Hijo la preservaste de todo pecado, concédenos, por su intercesión, llegar a ti limpios de todas nuestras culpas. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén
Sábado, 9
San Juan Diego
Cuauhtlatoatzin
Nació cerca de la Ciudad de México en 1474, de familia distinguida y
acomodada en la sociedad azteca. En 1524, ya adulto y padre de familia, se
convirtió por la predicación de los franciscanos y recibió el bautismo junto
con su esposa María Lucía, con la que vivió castamente hasta la muerte de ella
en 1529. Hombre de fe, fue coherente con sus obligaciones bautismales,
nutriendo regularmente su unión con Dios mediante la eucaristía y el estudio
del catecismo. El 9 de diciembre de 1531, en un lugar denominado Tepeyac, tuvo
una aparición de María Santísima, que le encargó que pidiese al obispo
franciscano Juan de Zumárraga la construcción de una iglesia en el lugar de la
aparición. Hasta conseguirlo, la Virgen se le apareció de nuevo y obró
milagros. Después, Juan Diego vivió santamente en la colina del Tepeyac, en la
casita que el obispo le había hecho construir junto a la capilla levantada en
honor de la Virgen de Guadalupe. Y allí murió en 1548. Juan Pablo II lo
canonizó el año 2002.
ORACIÓN
Oh Dios, que manifestaste a tu pueblo el amor de la santísima Virgen María por medio del bienaventurado Juan Diego: concédenos por su intercesión que, obedeciendo los consejos de nuestra Madre de Guadalupe, podamos cumplir siempre tu voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Domingo, 10
-Segundo Domingo de Adviento-
Santa Eulalia
de Mérida
Nació en Mérida (Badajoz, España) a finales del siglo III de familia
noble. Cuando arreció en España la persecución del emperador Diocleciano por
obra del gobernador Daciano, los padres de Eulalia la llevaron al campo para
protegerla, pero una noche ella se escapó de su escondite, volvió a Mérida y se
presentó ante el prefecto de la ciudad declarándose cristiana, abominando de
los dioses paganos y echando en cara a las autoridades la crueldad con que
injustamente trataban a los cristianos. Intentaron hacerla callar y, con
halagos, que apostatara de su fe, pero ella la reafirmó y acrecentó los
reproches. Fue condenada y torturada bárbaramente hasta quemarla viva, cuando
sólo tenía 12 años de edad, el 10 de diciembre del año 304. El poeta cristiano
Prudencio hace una primorosa descripción de su martirio.
ORACIÓN
Oh Dios, fuente de todos los bienes, que para
llevarnos a la confesión de tu nombre te has servido incluso del martirio de
los niños, haz que tu Iglesia, alentada por el ejemplo de santa Eulalia de
Mérida, virgen y mártir, no tema sufrir por ti y desee ardientemente la gloria
del premio eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Confeccionado
por Franja y Állen-Perkins el amigo fiel
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