Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
Ángel Guerra Sierra
Profesor de Investigación del CSIC
Instituto de Investigaciones Marinas, Vigo
Primera encíclica ambientalista
El Papa Francisco ha publicado
una nueva encíclica, la primera sobre el medio ambiente en la historia de la
Iglesia. Su título es “Alabado sea” (Laudato si' en italiano). El título está
tomado del Cántico a las criaturas de san Francisco de Asís, patrono de los
ecologistas.
El documento es “ecológico” y me
interesa como profesional y ciudadano. Es un texto sólido dirigido a toda la
humanidad. Había generado una gran expectación internacional, que no ha
defraudado. Bueno quizá sí a los principales causantes del deterioro
medioambiental, que pueden llegar incluso a negar el derecho al Papa para
hablar del gran daño a “la casa común”. Tampoco creo que estén muy contentos
los ecologistas radicales. Francisco recuerda las enseñanzas del Génesis sobre
la Tierra, las plantas y los animales: ‹‹Dios vio que todo lo creado era
bueno››, y dio al hombre la Tierra, que es un ambiente ‹‹que debía custodiar y
un jardín que debía cultivar››.
Con esta encíclica, la Iglesia
católica se alinea con la ciencia, representada por el Panel Internacional
sobre el Cambio Climático (IPCC), que considera que el calentamiento global
existe, que se ha acelerado enormemente en los últimos años, que se debe en
buena parte al uso de combustibles fósiles como el carbón y el petróleo, y que
sus efectos negativos asociados son evidentes y preocupantes. Pese a las
repetidas advertencias de los científicos, la mayoría de las Cumbres
internacionales para fijar nuevas reducciones de las emisiones de gases que
provocan el “efecto invernadero”, la respuesta ha sido muy tibia. El Papa
espera que de aquí en adelante sea más decidida.
Esta encíclica no debe verse solo
como un documento científico, ni de políticas energéticas ni medioambietales,
sino que su enfoque es moral. ‹‹La Tierra, nuestra casa, parece transformada en
un inmenso depósito de inmundicias, y eso va en contra del bien común››.
Citando al Patriarca de Constantinopla Bartolomé I, Francisco califica de
pecados contra Dios y un crimen contra nosotros mismos el mal uso de los bienes
de la naturaleza.
Este documento versa sobre la
necesidad de conseguir una explotación sustentable de los recursos naturales,
pero, además, sobre otros aspectos de la compleja crisis socio-ambiental, como
el uso y distribución de la riqueza, el destino universal de los bienes, el
crecimiento económico, el empleo del agua, la austeridad personal y colectiva,
la corrupción y la contaminación mental a través de mal uso de las redes
sociales.
Francisco denuncia con valentía
la explotación económica por modelos erróneos económicos y consumistas y
estructuras de poder codiciosas, pero muestra también la necesidad de
considerar una plena realización (material y espiritual) de lo humano dentro de
un marco de respeto y cuidado por el mundo natural. El Papa aboga por una auténtica
conversión ecológica: “piensa globalmente, actúa localmente”.
Ángel Guerra Sierra
Profesor de Investigación del
CSIC
Instituto de Investigaciones
Marinas, Vigo
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