Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
SANTOS DEL 12 AL 18 DE AGOSTO 2016
XXIV
Semana del Tiempo Ordinario
SANTOS DE LA SEMANA
LUNES, 12
Santísimo Nombre de María
El evangelista san Lucas, en la escena de la Anunciación,
escribe: «Y el nombre de la Virgen era María». Benedicto XVI decía el 12 de
septiembre de 2006: «Celebramos hoy la fiesta del "Nombre de María".
A quienes llevan este nombre -mi madre y mi hermana lo llevaban- quisiera
expresarles mi más cordial felicitación por su onomástico. María, la Madre del
Señor, recibió del pueblo fiel el título de "Abogada", pues es
nuestra abogada ante Dios. Desde las bodas de Caná la conocemos como la mujer
benigna, llena de solicitud materna y de amor, la mujer que percibe las
necesidades ajenas y, para ayudar, las lleva ante el Señor. Hoy hemos escuchado
en el evangelio cómo el Señor la entrega como Madre al discípulo predilecto y,
en él, a todos nosotros. En todas las épocas los cristianos han acogido con
gratitud este testamento de Jesús, y junto a la Madre han encontrado siempre la
seguridad y la confiada esperanza que nos llenan de gozo en Dios y en nuestra
fe en él. Acojamos también nosotros a María como la estrella de nuestra vida,
que nos introduce en la gran familia de Dios. Sí, el que cree nunca está solo».
ORACIÓN
Te pedimos, Dios Todopoderoso, que a
cuantos celebramos el nombre glorioso de santa María Virgen, ella nos consiga
los beneficios de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
San
Juan Crisóstomo
► Obispo y doctor de la Iglesia ◄
Nació en Antioquía hacia el año 349, hijo de un funcionario
imperial. Después de recibir una excelente formación clásica, se dedicó a la
vida ascética y monástica. Más tarde, en el 386, fue ordenado de sacerdote y
ejerció, con gran provecho, el ministerio de la predicación. El año 397 fue
elegido obispo de Constantinopla, cargo en el que se comportó como un pastor
ejemplar, esforzándose por llevar a cabo una profunda reforma de las costumbres
del clero y de los fieles. La oposición de la corte imperial, cuyos excesos
denunciaba, y de los envidiosos lo llevó por dos veces al destierro. Agotado
por tantas penalidades, murió deportado en Comana del Ponto (Turquía), el 14 de
septiembre del año 407. Contribuyó en gran manera, por su palabra y sus
escritos, al enriquecimiento y explicación de la doctrina católica, hasta el
punto de merecer el sobrenombre de Crisóstomo, es decir, «Boca de oro».
ORACIÓN
Oh Dios, fortaleza de los que esperan en ti, que
has hecho brillar en la Iglesia a san Juan Crisóstomo por su admirable
elocuencia y su capacidad de sacrificio, te pedimos que, instruidos por sus
enseñanzas, nos llene de fuerza el ejemplo de su valerosa paciencia. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Fiesta de la Exaltación de la Santa
Cruz
Para la Iglesia es una fiesta
del Señor, en la que celebramos el misterio de la cruz, la obra realizada por
Cristo en ella. La imagen predominante es la de Jesús elevado en la cruz, que
marca profundamente la vida y espiritualidad de los cristianos. Según la
tradición, hoy es el aniversario del hallazgo de la santa Cruz (14 de
septiembre del 320, por Santa Elena, madre del emperador Constantino) y de la
dedicación de la basílica constantiniana levantada en el mismo lugar de la
crucifixión del Señor. Cada año se celebraban en Jerusalén solemnes ceremonias
que culminaban con la elevación del sagrado leño para que lo contemplase y
adorase la multitud de fieles que se congregaba. En mayo del 614, Cosroas, rey
de los persas, saqueó Jerusalén y se llevó la cruz a su país. Pero el emperador
Heraclio derrotó a los persas, recuperó la cruz y la entregó solemnemente al
patriarca de Jerusalén el 3 de mayo del 630. Esta recuperación llenó de
entusiasmo a la Iglesia y particularmente a los latinos, que no tardaron en celebrar
la fiesta de la santa Cruz en esta última fecha.
ORACIÓN
Señor, Dios nuestro,
que has querido realizar la salvación de todos los hombres por medio de tu
Hijo, muerto en la cruz, concédenos, te rogamos, a quienes hemos conocido en la
tierra este misterio, alcanzar en el cielo los premios de la redención. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Nuestra Señora, la Virgen de los Dolores
Después
de la fiesta de la Exaltación de la Cruz, la Iglesia ha venido celebrando la
participación de María en la pasión de su Hijo. En la actualidad, lo que
celebramos es sobre todo el dolor de María en sentido global al compartir tan
de cerca la suerte de Cristo. Tiempo hubo en que la mirada se centraba
principalmente en la compasión de María al pie de la cruz, la Dolorosa, la
Piedad. Esta visión se fue ampliando hasta abarcar los siete dolores de la
Virgen o las siete espadas clavadas en su corazón: la espada de dolor anunciada
por el anciano Simeón, la huida a Egipto, la pérdida y hallazgo del niño Jesús
en el templo, el camino del calvario, la crucifixión, el descendimiento de la
cruz y la sepultura de Cristo y soledad de su Madre. Refiriéndose a esta
celebración, escribía Pablo VI que es «ocasión propicia para revivir un momento
decisivo de la historia de la salvación y para venerar junto con el Hijo
exaltado en la Cruz a la Madre que comparte su dolor».
ORACIÓN
Señor, tú
has querido que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la cruz;
haz que la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo, merezca
participar de su resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Santos
Cornelio y Cipriano
► Papa y Obispo ◄
Cornelio fue elegido papa, por su humildad y su bondad, en marzo
del año 251, al cesar la persecución del emperador Decio y después de un largo
periodo de sede vacante. Adoptó una actitud indulgente en la praxis penitencial
para acoger a los que habían apostatado en la persecución, y así, con gran
espíritu de caridad, recuperó a la plena comunión con la Iglesia a muchos
cristianos caídos en la apostasía. Se opuso al rigorista Novaciano quien
provocó un cisma, pero con la ayuda sobre todo de Cipriano pudo imponer su
autoridad. Fue desterrado por el emperador Galo, y murió en Civitavecchia,
puerto de Roma, en septiembre del año 253. Su cuerpo, trasladado a Roma, fue
sepultado en el cementerio de Calixto. Cipriano nació en Cartago hacia el año
210, de familia pagana. Convertido a la fe y ordenado de sacerdote, fue elegido
obispo de su ciudad el año 249. En tiempos muy difíciles gobernó sabiamente su
Iglesia con sus obras y sus escritos. En la persecución de Valeriano, primero
sufrió el destierro y después, tras su vuelta a Cartago, fue decapitado el 14
de septiembre del año 258. Fue importante por sus escritos, pero sobre todo
como pastor, cuya influencia se dejó sentir no sólo en el norte de África sino
también en las Iglesias de España.
ORACIÓN
Oh Dios, que has puesto al frente de tu pueblo como
abnegados pastores y mártires intrépidos a los santos Cipriano y Cornelio,
concédenos, por su intercesión, fortaleza de ánimo y de fe para trabajar con
empeño por la unidad de tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
San
Roberto Belarmino,
► Obispo y doctor de la Iglesia ◄
Nació el año 1542 en Montepulciano (Toscana, Italia), de familia
noble. Ingresó en la Compañía de Jesús en 1560, estudió en el Colegio Romano y
luego en Padua y Lovaina, donde también fue profesor. Recibió la ordenación
sacerdotal en Gante el año 1570. Vuelto al Colegio Romano, enseñó teología,
mantuvo brillantes disputas en defensa de la fe católica y publicó obras
importantes. Fue provincial de los jesuitas, teólogo del Papa y colaborador de
varias Congregaciones romanas. Estuvo relacionado con los grandes personajes y
santos de su tiempo, y entre sus amigos y dirigidos espirituales están Luis
Gonzaga y Juan Berchmans. Elegido cardenal y nombrado obispo de Capua,
permaneció tres años en su diócesis como solícito pastor, hasta que regresó a
sus tareas en Roma, donde murió el 17 de septiembre de 1621, día de las llagas
de San Francisco, cuya memoria había conseguido que se celebrara en toda la
Iglesia.
ORACIÓN
Señor, tú que dotaste a san Roberto Belarmino de santidad y
sabiduría admirable para defender la fe de tu Iglesia, concede a tu pueblo, por
su intercesión, la gracia de vivir con la alegría de profesar plenamente la fe
verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
DOMINGO 18
San José
de Copertino
Nació el año 1603 en Copertino, pueblo del sur de Italia, de
familia pobre y honrada. Desde joven mostró tener muy escasas las dotes
intelectuales y las habilidades manuales. Superando muchas dificultades ingresó
en la Orden de los franciscanos conventuales y sólo gracias a la fuerte ayuda
de Dios llegó al presbiterado. Tras su ordenación sacerdotal se entregó de
lleno al sagrado ministerio, inflamado en celo de las almas. Adornado de
carismas singulares, éxtasis y levitaciones, por lo que es conocido como el
«Santo de los vuelos», los superiores tuvieron que cambiarlo con frecuencia de
un convento a otro, huyendo del fanatismo popular. Descolló por su obediencia,
humildad, paciencia y caridad para con los necesitados de Dios. Manifestó
ardiente devoción a los misterios de la vida de Cristo, en especial la
Eucaristía, y a la Madre de Dios. Sus biógrafos dicen que lograba transmitir su
santa y franciscana alegría mediante el modo de orar, enriquecido por
atractivas composiciones musicales y versos populares que entusiasmaban a sus
oyentes, reavivando su devoción. Murió en Ósimo (Marcas) en 1663.
ORACIÓN
Dios de misericordia, que con admirable sabiduría has
querido que tu Hijo, al ser levantado de la tierra, atrajera todas las cosas
hacia él, concédenos, por intercesión de san José de Copertino, tender a la
perfección que nos has propuesto en la persona de tu Hijo, y vernos libres de
la malicia de este mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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