SANTOS DE LA SEMANA DEL
10 AL 16 DE ENERO 2022
PRIMERA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
SANTORAL DE LA SEMANA
Lunes, 10
San Gregorio de Nisa
Es uno de los Padres
más importantes de la Iglesia de Oriente. Hermano de san Basilio Magno, nació
en Cesarea de Capadocia (hoy Turquía) hacia el año 335. De joven se dedicó al
estudio de la filosofía y la retórica, y luego a su enseñanza. Contrajo
matrimonio, y más tarde abrazó la vida monástica junto a su hermano y a san
Gregorio Nacianceno. Cuando Basilio fue elegido arzobispo de Cesarea, puso a su
hermano Gregorio el año 371 como obispo de Nisa. La oposición y acusaciones de
los arrianos lo tuvieron desterrado dos años. Su elocuencia y sus conocimientos
teológicos le permitieron trabajar en la erradicación de las herejías y en la
pacificación y unidad de la Iglesia, campos en los que prestó una valiosa ayuda
a las autoridades imperiales católicas. Participó de forma muy notable en el
Concilio de Constantinopla de 381. Dejó escritas muchas e importantes obras de
teología y espiritualidad. Murió en Nisa el año 395.
ORACIÓN
Dios nuestro, que has dado a tu Iglesia un modelo de pastor bueno en san Gregorio de Nisa, concédenos, por su intercesión, poder descansar para siempre en las verdes praderas de tu Reino. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Martes.11
San Gonzalo de Amarante,
presbítero
Nació en Tagilde (Portugal). Hijo de una familia noble se hizo sacerdote de la diócesis de Braga pero tras una peregrinación a Tierra Santa ingresó en la Orden de Predicadores y se retiró a Amarante donde llevó una vida de oración, de predicación y milagros, atendiendo las necesidades del pueblo. Murió en Amarante en 1259. Fue beatificado por el Papa Pío IV en el año 1560. Su culto fue concedido a toda la Orden el 10 de julio de 1671.
ORACIÓN
Oh Dios, que de modo admirable
llenaste del amor a tu nombre el alma del beato Gonzalo concédenos, por su
intercesión, que, guiados por su mismo espíritu, pensemos siempre en ti y
realicemos con ardiente empeño lo que te agrada. Por nuestro Señor Jesucristo
nuestro Señor. Amén.
Miércoles, 12
San Bernardo de Corleone
Nació en Corleone (Sicilia, Italia) en 1605. Fue un joven
con buena formación religiosa y moral, pero de carácter irascible. En cierta
ocasión tuvo un enfrentamiento con otro joven y, en un breve duelo, lo dejó
gravemente herido. Invocó el derecho de asilo y se libró de la justicia humana,
pero no de su conciencia. Se arrepintió de su delito y de su vida disipada,
pidió perdón a Dios y a los hombres e hizo áspera penitencia. Tomó el sayal de
los Capuchinos como hermano lego en Caltanissetta (Sicilia). En el convento
ejerció diversas tareas domésticas. Dormía en el suelo pocas horas y
multiplicaba sus ayunos. Aunque inculto, alcanzó las alturas de la
contemplación, curó enfermos, distribuyó consuelos y consejos, intercedió ante
el Señor para alcanzar abundantes gracias para los demás. Su oración asidua, su
caridad ferviente, su filial devoción a la Virgen y a la Eucaristía fueron el
secreto de su santidad. Murió el 12 de
enero de 1667 en Palermo. Juan Pablo II lo canonizó el año
2001.
ORACIÓN
Oh Dios, que nos has dejado un vivo ejemplo de penitencia y de virtudes cristianas en san Bernardo; te pedimos nos concedas, con la fuerza de tu Espíritu, permanecer fieles en la fe y firmes en la confesión de tu nombre. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Jueves, 13
San Hilario
► Obispo y doctor de la Iglesia ◄
Nació en Poitiers (Francia), de una distinguida familia pagana, a principios del siglo IV. Recibió una excelente formación. Estaba casado y tenía una hija, que abrazaron la fe cristiana junto con él. Hacia el año 350 fue elegido obispo de su ciudad natal. Luchó valerosamente contra los arrianos, proclamando con firmeza la divinidad de Jesucristo, y fue desterrado a Oriente por el emperador Constancio. Teólogo, historiógrafo y exégeta bíblico, escribió varias obras admirables por su sabiduría y doctrina, entre ellas el tratado De Trinitate, destinadas a consolidar la fe católica y a interpretar la Sagrada Escritura. Regresó a Poitiers, y allí murió el año 367.
ORACIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, progresar cada día
en el conocimiento de la divinidad de tu Hijo y proclamarla con firmeza, como
lo hizo, con celo infatigable, tu obispo y doctor san Hilario. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
Viernes, 14
San Juan de Ribera
Nació en Sevilla el año 1533 de familia noble. Estudió en
Salamanca y Pío IV, en 1562, lo nombró obispo de Badajoz antes de la edad
canónica de treinta años. Su autoridad entre los obispos se mostró en el sínodo
de Compostela de 1565. En 1568 San Pío V lo honró con el título de Patriarca de
Antioquía y lo nombró arzobispo de Valencia. Sirvió a su grey hasta la muerte
mediante la palabra, los escritos y la administración de los sacramentos. Se
esforzó por la evangelización de los infieles y la moralización de la sociedad.
Destacaron en él las cualidades pastorales, caritativas y sacerdotales en toda
la amplitud de la palabra. Celebró varios sínodos y recorrió varias veces la
diócesis en visita pastoral. Felipe III lo tuvo en Valencia como Virrey.
Admirable fue su devoción hacia el Santísimo Sacramento, y ante él pasaba todos
los días varias horas en oración; fundó la iglesia y colegio de Corpus Christi.
Murió en Valencia el 6 de enero de 1611. En Valencia y otros lugares,
su memoria se celebra el 14 de enero
ORACIÓN:
Oh Dios, que hiciste admirable al obispo Juan de Ribera en el celo pastoral y en el amor al divino sacramento del cuerpo y sangre de tu Hijo; te suplicamos que, por su intercesión, nos hagas perennemente participantes del fruto de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Sábado, 15
San Arnoldo Janssen
Fundador de los Misioneros del Verbo Divino
y de las Siervas del Espíritu Santo
Nació
el 5 de noviembre de 1837 en Goch, una pequeña ciudad de la Baja Renania
(Alemania). Segundo entre diez hermanos, aprendió de sus padres la dedicación
al trabajo y una profunda religiosidad. El 15 de agosto de 1861 fue ordenado
sacerdote para la diócesis de Münster y fue asignado a enseñar ciencias
naturales y matemáticas en la escuela secundaria de Bocholt, donde adquirió
fama de maestro estricto pero justo. Por su profunda devoción al Sagrado
Corazón de Jesús fue nombrado director diocesano del Apostolado de la Oración.
Desde este apostolado, Arnoldo buscó abrirse también a cristianos de otras
denominaciones.
Poco a poco creció su conciencia de las necesidades espirituales de la gente aún más allá de los límites de su propia diócesis, hasta convertirse en preocupación por la misión universal de la Iglesia. Decidió dedicar su vida a despertar en la iglesia alemana la conciencia de su responsabilidad misionera. Con este objetivo en mente, en 1873 renunció a su cargo docente y fundó «El pequeño mensajero del Corazón de Jesús». En esta revista mensual ofrecía noticias misionales y animaba a los católicos de lengua alemana a hacer más por las misiones. Eran tiempos difíciles para la iglesia en Alemania. Bismark había desatado el «Kulturkampf» («batalla por la cultura»), que implicaba una serie de leyes anti-católicas, la expulsión de sacerdotes y religiosos y aún el encarcelamiento de varios obispos. En esa situación caótica, Arnoldo Janssen sugirió que tal vez algunos de los sacerdotes expulsados podrían ser enviados a las misiones o ayudar en la preparación de misioneros. Poco a poco, y animado por el vicario apostólico de Hong Kong, Arnoldo fue descubriendo que era a él a quien Dios llamaba para esta difícil tarea. Muchos opinaban que no era el hombre indicado, o que los tiempos no estaban maduros. «El Señor desafía nuestra fe a realizar algo nuevo, precisamente cuando tantas cosas se están derrumbado en la Iglesia», fue la respuesta de Arnoldo.
Con el apoyo de varios obispos, Arnoldo inauguró la casa misional en Steyl (Holanda) y dio comienzo a la Congregación de los Misioneros del Verbo Divino. Ya el dos de marzo de 1879 partieron los dos primeros misioneros hacia China. Uno de ellos era José Freinademetz. Los voluntarios que ayudaron en la casa misional no sólo fueron hombres. Prácticamente desde el comienzo, un grupo de mujeres se puso al servicio de la comunidad. Su deseo era servir a la misión como religiosas. Este deseo, los años de fiel servicio, y la conciencia de la importancia de las mujeres en las misiones, llevaron a Arnoldo a fundar la congregación de las «Siervas del Espíritu Santo» el 8 de diciembre de 1889.
Oración
Señor, que amas a todos y enviaste a Jesús, el Verbo Divino, para congregar en la unidad a tus hijos dispersos por el mundo. Te damos gracias porque, por medio de S. Arnoldo Jasen promoviste una acción misionera, impulsado por “el vayan y enseñen a todos”, y que hoy abraza a los cinco continentes. Renueva en nosotros la gracia de la santidad, de manera que podamos vivir plenamente el Evangelio y así mostraremos tu Iglesia al mundo, como sacramento universal de salvación. Amén.
Domingo, 16
II del Tiempo Ordinario
* * Jornada y Colecta de la Infancia Misionera * *
San Fulgencio
Hijo de Severiano y Túrtura. Su padre fue un noble visigodo, San Fulgencio fue el segundo de los cinco hermanos, cuatro de los cuales fueron considerados santos por la Iglesia Católica Romana y la Iglesia Católica Ortodoxa. Sus otros hermanos canonizados son San Isidoro, San Leandro y Santa Florentina. Todos ellos son conocidos como los Cuatro hermanos Santos.
San Fulgencio nació en Cartagena en torno al año 540 y pronto su familia se traslada a Sevilla. En dicha ciudad serían arzobispos sus hermanos San Leandro y San Isidoro. San Fulgencio fue Obispo, ocupando la sede de Écija y, en dos ocasiones, la de Cartagena. Hombre elocuente y un gran orador, Recaredo le encomendó diversas misiones para su reino. Fue considerado un hombre sabio, siendo elevado al rango de Doctor de la Iglesia en 1880 por Pío IX.
San Fulgencio es Patrón de las Diócesis de Plasencia y Cartagena y desde el siglo XVI da nombre al seminario diocesano. También es el patrón de la ciudad de Plasencia.
ORACIÓN
Señor mío, tú que has querido
contar en el número de tus santos pastores a tu siervo san Fulgencio, y lo has
hecho brillar por el fuego de la caridad y el poder de una fe que vence al
mundo, haz que, por su intercesión, perseveremos nosotros en la fe, arraiguemos
hondamente en el amor, y merezcamos así participar de la gloria con que lo
coronaste. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Confeccionado por Franja y Állen-Perkins
No hay comentarios:
Publicar un comentario