Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
«VÍA
CRUCIS»
con
las Estaciones comentadas e ilustradas
El Vía Crucis es una devoción centrada en los Misterios dolorosos de Cristo, que se
meditan y contemplan caminando y deteniéndose en las estaciones que, del
Pretorio al Calvario, representan los episodios más notables de la Pasión.
La
difusión del ejercicio del Vía crucis ha estado muy vinculada a la Orden
franciscana. Pero no fue San Francisco quien lo instituyó tal como lo
conocemos, si bien el Pobrecillo de Asís acentuó y desarrolló grandemente la
devoción a la humanidad de Cristo y en particular a los misterios de Belén y
del Calvario, que culminaron en su experiencia mística en la estigmatización
del Alverna; más aún, San Francisco compuso un Oficio de la Pasión de marcado
carácter bíblico, que es como un «vía crucis franciscano», y que rezaba a diario,
enmarcando cada hora en una antífona dedicada a la Virgen. En todo caso, fue la
Orden francisana la que, fiel al espíritu de su fundador, propagó esta
devoción, tarea en la que destacó especialmente San Leonardo de Porto Maurizio.
El Vía
crucis consta de 14 estaciones, cada una de las cuales se fija en un paso o
episodio de la Pasión del Señor. A veces se añade una decimaquinta, dedicada a
la resurrección de Cristo. En la práctica de este ejercicio piadoso, las
estaciones tienen un núcleo central, expresado en un pasaje del Evangelio o
tomado de la devota tradición cristiana, que propone a la meditación y
contemplación uno de los momentos importantes de la Pasión de Jesús. Puede
seguirle la exposición del acontecimiento propuesto o la predicación sobre el
mismo, así como la meditación silenciosa. Ese núcleo central suele ir precedido
y seguido de diversas preces y oraciones, según las costumbres y tradiciones de
las diferentes regiones o comunidades eclesiales. En la práctica comunitaria
del Vía crucis, al principio y al final, y mientas se va de una estación a
otra, suelen introducirse cantos adecuados.
Aquí
ofrecemos el Vía crucis con textos e imágenes que ayuden a meditar y contemplar
«los excesos del amor de Cristo». Los fieles y las comunidades sabrán escoger
lo que les sea más útil en sus circunstancias y lo que mejor les ayude a seguir
a Cristo, acompañando a María y acompañados de ella.
Introducción.-
Para una información más amplia y profunda sobre la historia y naturaleza del
Vía crucis, véase el artículo de Antonio Izquierdo, L.C.: Vía crucis de Cristo
y del cristiano
EJERCICIO
DEL VÍA CRUCIS
Por
la señal de la Santa Cruz... Señor mío Jesucristo...
O
en su lugar:
En
el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Conviene
rezar por las intenciones del Santo Padre para ganar las Indulgencias y al
final rezar a la Virgen de los Dolores la Salve.
Confeccionado por Franja
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