domingo, 29 de marzo de 2015

10 Razones primordiales para volver a ser católico

Blog Católico de Javier Olivares-Baiona


10 Razones primordiales para volver a ser católico

No importa por cuánto tiempo hayas estado alejado de la Iglesia Católica, siempre puedes volver a casa. Puedes comenzar yendo a Misa nuevamente (encuentra una parroquia) y hazte miembro de una comunidad parroquial que está lista a recibirte con los brazos abiertos. Dios te invita a que te decidas a profundizar tu fe como nunca lo habías hecho anteriormente.

Tal vez sientas en tu interior un extraño impulso que te hace reconsiderar a la Iglesia. Esa añoranza spiritual que sientes es Dios que te está llamando. Dios nunca te obliga, solo te invita. El deja la decisión de regresar a la Iglesia Católica en tus manos.

Existen muchas razones para volver a la Iglesia Católica. A pesar de ser Cristo el principal motivo entre otros muchos para volver a la iglesia, la experiencia personal de retorno es única, dependiendo de lo que cada corazón oiga dentro de sí.

He aquí las diez razones (por Lorene Hanley Duqin de Our Sunday Visitor: http://www.osv.com y editado por el equipo de Católicos Regresen) que ha influenciado en la decisión de muchas personas para regresar a la práctica de la religión Católica:


Número 10: 
Porque queremos darle sentido a nuestra vida.

En el barullo de la agitada vida de hoy, de pronto muchos de nosotros nos damos cuenta de que nuestras vidas han perdido el sentido o propósito. Empezamos a preguntarnos, ¿Qué sentido tiene mi vida? ¿Por qué hago lo que hago? Existe una confusión generalizada en nuestra cultura en cuanto a la moral y la verdad. La Iglesia Católica se brinda como un faro de luz que da significado a nuestra existencia y nos dirige hacia la vida eternal si perseveramos en ello.

Número 9: 
Porque los recuerdos de nuestra niñez vuelven a la memoria.

Algunas personas dicen que los recuerdos de la niñez cuando se tenía una relación con Dios vuelven a aparecer más tarde en la vida. Comenzamos a preguntarnos, “¿Es posible volver a capturar la simplicidad de la fe? ¿En verdad puedo creer que Dios está cuidando de mí? La secularización en nuestra sociedad desconecta a las personas de su propia dimensión espiritual. La Iglesia Católica ofrece TANTO experiencias religiosas COMO místicas que alimentan el corazón, la mente, el cuerpo y el alma ASÍ COMO una variedad de activos ministerios laicos que se interconectan y se relacionan con la sociedad actual haciendo de ésta una sociedad más santa en donde vivir.

Número 8:
 Porque todos cometemos errores.

Hay algunos entre nosotros que nos sentimos abrumados por el peso de pecado que se ha venido acumulando en nuestro interior. Queremos deshacernos de la culpabilidad de haber herido a otros. Comenzamos a preguntarnos, ¿Dios me perdonará? ¿Hay alguna manera de que pueda comenzar de nuevo? Le puedes decir a Dios que te arrepientes, pero es a través del sacramento de la reconciliación que tendrás la certeza del perdón de Dios. Además no solamente te reconciliarás con Dios sino también con todos los otros miembros de la Iglesia, el Cuerpo de Cristo (CCC 1440) y se te otorgará la gracia necesaria para emprender un comienzo totalmente nuevo.

Número 7: Porque necesitamos perdonar a los demás.
Algunas veces guardamos rencores y resentimientos hacia personas que nos han herido profundamente. Tal vez fue un miembro de la familia o un amigo. Tal vez fue otra persona (una religiosa o un sacerdote), o tal vez algo ocurrió en la iglesia. ¿Me perdonará Dios alguna vez? Nuestra cultura moderna aprueba y fomenta la ira y la venganza. Pero el odio y la amargura son como cánceres espirituales que devoran nuestro corazón. La Iglesia Católica brinda la oportunidad de buscar la ayuda de Dios para perdonar a otros, aún cuando la otra persona no pida disculpas o no merezca perdón. La habilidad de perdonar es un regalo que ensancha el corazón de una persona para recibir el amor y la paz de Dios.

Número 6: Porque queremos sanación.
Hay algunos entre nosotros cargando profundas heridas espirituales. Sentimos rabia contra Dios cuando luchamos contra las cosas negativas que nos pasan –una enfermedad incurable, una lesión que nos debilita, una relación rota, problemas mentales o emocionales, un acto de violencia contra una persona inocente, un accidente inexplicable, desastres naturales, la muerte de un ser querido o cualquier otra desilusión. La Iglesia Católica no puede cambiar estas situaciones o explicar porque ocurrieron. Pero hay gente en la Iglesia que puede ayudarte en el proceso de sanación espiritual para que sigas adelante con tu vida.

Número 5: Porque la Iglesia Católica posee la totalidad de la verdad y la gracia.
Muchos de nosotros que nos alejamos de la Iglesia Católica participamos por un tiempo en las bendiciones del culto de diferentes denominaciones cristianas. Pero algunos regresan cuando se dan cuenta que el Catolicismo posee la totalidad de la verdad y la gracia. La Iglesia Católica no fue fundada por una sola persona que buscaba una reforma o por movimiento histórico aislado. No está fragmentada por interpretaciones individuales de las Escrituras. Existen miles de denominaciones cristianas, pero solo una Iglesia Católica. Esta Iglesia ha venido siendo guiada por el Espíritu Santo y protegida de error en cuestiones de fe y moral de generación en generación por aproximadamente dos mil años, tal como lo prometió nuestro Señor Jesucristo: (profetizado en Isaías 22:15-25) Mateo 16:13-20; Mateo 18:15-18 (en este verso la palabra es iglesia, no comunidad); 1 Tim 3:15.

Número 4: Porque queremos que nuestra niñez tenga los fundamentos de la fe.
Algunos de nosotros regresamos a la Iglesia Católica porque reconocemos que el criar niños en una cultura que promueve “el hacer lo que quieras” daría resultados desastrosos. Los niños necesitan experimentar la dimensión espiritual en sus vidas. Necesitan de un sistema estructurado de creencias y una firme formación moral que vaya más allá de la lógica humana y el razonamiento. Regresamos porque queremos que nuestros niños puedan construir sus vidas sobre una base sólida.

Número 3: Porque queremos formar parte de nuestra comunidad de la fe.
Muchos de nosotros buscamos sentir que pertenecemos. Sin embargo, nuestra comunidad es más que solo gente amistosa, sermones inspirados y actividades interesantes. Una comunidad cristiana católica es un grupo de personas que se reúnen alrededor de la persona de Jesucristo para adorar a Dios y vivir bajo la luz del Espíritu Santo. Los católicos se reúnen en la Misa, los sacramentos y las actividades de la parroquia para rezar, celebrar los gozos, lamentar las pérdidas, servir a los demás, dar apoyo y recibir fortaleza para el diario vivir. Una parroquia católica ofrece esto –y mucho más- a personas que reconocen la importancia de caminar con otros hacia la unión con Dios.

Número 2: Porque queremos ayudar otras personas.
Hay muchísimas oportunidades en el mundo secular de ser voluntario. Lo que falta es la dimensión espiritual que brinda este tipo de servicio dentro de la Iglesia Católica. Es más que una actividad para “sentirse bien”. Es parte del “gran mandamiento” (Marcos 12:28) de amar a Dios y al prójimo como uno mismo. Al tender la mano a los demás, los voluntarios Católicos se hacen instrumentos del amor de Dios. La Iglesia Católica brinda oportunidades de impactar la vida de las personas aquí y en el resto del mundo.

Número 1: Porque tenemos hambre de la Eucaristía.
[La Eucaristía es la razón más importante por la que las personas regresan a la Iglesia]
Mucha gente regresa a la Iglesia Católica porque sienten gran añoranza por la Eucaristía. Algunas veces ocurre durante una boda, un funeral, un bautizo, una Primera Comunión o una Confirmación. A veces ocurre cuando las personas se encuentran solas o enfrentando dificultades en su vida. Las personas lo describen como un profundo deseo de aplacar el hambre por el alimento espiritual que es el recibir el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Jesucristo. El hambre por la Eucaristía origina el reconocimiento de la presencia de Cristo en los otros sacramentos, lo cual hace que se acerquen aún más a la práctica de su fe. Es, sin lugar a dudas, la razón primordial por la que las personas regresan a la Iglesia Católica.

La mayoría de gente descubre que regresar a la Iglesia no constituye un acontecimiento aislado sino que se trata de un proceso que entraña un poquito de dolor y risa, algo de reflexión, oración, discernimiento y muchísimo abandono. “Mi verdadero retorno a la participación total en la parroquia tuvo lugar hace tres años, después de sentir añoranza por primera vez,” una persona admitió.

Y, ¿qué recibimos a cambio? La Iglesia Católica nos ofrece unión con Jesucristo:

sábado, 28 de marzo de 2015

Semana Santa Triduo Sacro

Blog Católico de Javier Olivares-Baiona


La Semana Santa
Es la semana más intensa del Año Litúrgico, en la cual se reza y reflexiona sobre la Pasión y Muerte de Cristo

Explicación de la celebración
La Semana Santa es el momento litúrgico más intenso de todo el año. Sin embargo, para muchos católicos se ha convertido sólo en una ocasión de descanso y diversión. Se olvidan de lo esencial: esta semana la debemos dedicar a la oración y la reflexión en los misterios de la Pasión y Muerte de Jesús para aprovechar todas las gracias que esto nos trae.
Para vivir la Semana Santa, debemos darle a Dios el primer lugar y participar en toda la riqueza de las celebraciones propias de este tiempo litúrgico.

A la Semana Santa se le llamaba en un principio “La Gran Semana”. Ahora se le llama Semana Santa o Semana Mayor y a sus días se les dice días santos. Esta semana comienza con el Domingo de Ramos y termina con el Domingo de Pascua.

Vivir la Semana Santa es acompañar a Jesús con nuestra oración, sacrificios y el arrepentimiento de nuestros pecados. Asistir al Sacramento de la Penitencia en estos días para morir al pecado y resucitar con Cristo el día de Pascua.

Lo importante de este tiempo no es el recordar con tristeza lo que Cristo padeció, sino entender por qué murió y resucitó. Es celebrar y revivir su entrega a la muerte por amor a nosotros y el poder de su Resurrección, que es primicia de la nuestra.

La Semana Santa fue la última semana de Cristo en la tierra. Su Resurrección nos recuerda que los hombres fuimos creados para vivir eternamente junto a Dios.


Domingo de Ramos:

Celebramos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén en la que todo el pueblo lo alaba como rey con cantos y palmas. Por esto, nosotros llevamos nuestras palmas a la Iglesia para que las bendigan ese día y participamos en la misa.

TRIDUO SACRO


Jueves Santo:
Este día recordamos la Última Cena de Jesús con sus apóstoles en la que les lavó los pies dándonos un ejemplo de servicio.

 En la Última Cena, Jesús se quedó con nosotros en el pan y en el vino, nos dejó su cuerpo y su sangre. 

Es el jueves santo cuando instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio,  y nos dio el mandamiento del amaos los unos a los otros como Yo os he amado,  

Al terminar la última cena, Jesús se fue a orar, al Huerto de los Olivos. Ahí pasó varias horas de la noche, invitando a los discípulos a orar y estar vigilantes. Su oración al Padre fue tan intensa ante lo que se le venía encima que llegó a sudar como gotas de sangre, diciéndole al Padre: 

Padre, si es posible pase de mi este cáliz, pero no se haga mi voluntad sino la tuya. Después de horas de oración encontró dormidos a sus discípulos predilectos, Pedro, Santiago y Juan. Luego llegó Judas el traidor con los soldados, que le prendieron, cuando Judas lo señaló con la señal del beso traidor, que así lo delataba, señalándolo como su Maestro. 


Viernes Santo:

Ese día recordamos la Pasión de Nuestro Señor: Su prisión, los interrogatorios de Herodes y Pilato; la flagelación, la coronación de espinas y la crucifixión. Lo conmemoramos con un Via Crucis solemne y con la ceremonia de la Adoración de la Cruz.

Sábado Santo o Sábado de Gloria:


Sábado Santo o Sábado de Gloria:
Se recuerda el tiempo que pasó entre la muerte y la Resurrección de Jesús.
Así se cumplió la profecía de "al tercer día resucitó de entre los muertos". Es un día de luto y tristeza pues no tenemos a Jesús entre nosotros. Las imágenes se cubren y los sagrarios están abiertos. Por la noche se lleva a cabo una vigilia pascual para celebrar la Resurrección de Jesús. Vigilia quiere decir “ la tarde y noche anteriores a una fiesta.”. En esta celebración se enciende el cirio pascual y se canta el antiguo "pregón pascual", se  bendice el agua para el bautismo y para bendecir a los fieles,  se canta el Alleluya en señal de la alegría por la Resurrección de Cristo, la gran fiesta de los cristianos.


Domingo de Resurrección o Domingo de Pascua:

Es el día más importante y más alegre para todos nosotros, los católicos, ya que Jesús venció a la muerte y nos dio la vida. Esto quiere decir que Cristo nos da la oportunidad de salvarnos, de entrar al Cielo y vivir siempre felices en compañía de Dios. Pascua es el paso de la muerte a la vida.
¿Por qué la Semana Santa cambia de fecha cada año?
El pueblo judío celebraba la fiesta de pascua en recuerdo de la liberación de la esclavitud de Egipto, el día de la primera luna llena de primavera. Esta fecha la fijaban en base al año lunar y no al año solar de nuestro calendario moderno. Es por esta razón que cada año la Semana Santa cambia de día, pues se le hace coincidir con la luna llena.

En la fiesta de la Pascua, los judíos se reunían para comer el cordero pascual asado y con ensalada de hierbas amargas, recitar bendiciones y cantar salmos. Brindaban por la liberación de la esclavitud o salida de Egipto.

Jesús es el nuevo cordero pascual que nos trae la nueva liberación, del pecado y de la muerte. 



Sugerencias para vivir la Semana Santa


  • Asistir en familia o a los oficios y ceremonias propios de la Semana Santa porque la vivencia cristiana de estos misterios debe ser comunitaria.
  • Se puede organizar una pequeña representación acerca de la Semana Santa.
  • Poner algún propósito concreto a seguir para cada uno de los días de la Semana Santa.
  • Elaborar unos cartelones en los que se escriba acerca de los días de la Semana Santa y algunas ideas importantes acerca de cada uno de los días.

Puedes veruna pequeña explicación en ese vídeo:
Enlace:






viernes, 27 de marzo de 2015

SANTOS DEL 29 DE MARZO AL 5 DE ABRIL 2015

Blog Católico de Javier Olivares-Baiona


SANTOS DEL 29 DE MARZO AL 5 DE ABRIL  2015


La Semana Santa
Es la semana más intensa del Año Litúrgico, en la cual se reza y reflexiona sobre la Pasión y Muerte de Cristo

Explicación de la celebración
La Semana Santa es el momento litúrgico más intenso de todo el año. Sin embargo, para muchos católicos se ha convertido sólo en una ocasión de descanso y diversión. Se olvidan de lo esencial: esta semana la debemos dedicar a la oración y la reflexión en los misterios de la Pasión y Muerte de Jesús para aprovechar todas las gracias que esto nos trae.

Para vivir la Semana Santa, debemos darle a Dios el primer lugar y participar en toda la riqueza de las celebraciones propias de este tiempo litúrgico.

A la Semana Santa se le llamaba en un principio “La Gran Semana”. Ahora se le llama Semana Santa o Semana Mayor y a sus días se les dice días santos. Esta semana comienza con el Domingo de Ramos y termina con el Domingo de Pascua.

Vivir la Semana Santa es acompañar a Jesús con nuestra oración, sacrificios y el arrepentimiento de nuestros pecados. Asistir al Sacramento de la Penitencia en estos días para morir al pecado y resucitar con Cristo el día de Pascua.

Lo importante de este tiempo no es el recordar con tristeza lo que Cristo padeció, sino entender por qué murió y resucitó. Es celebrar y revivir su entrega a la muerte por amor a nosotros y el poder de su Resurrección, que es primicia de la nuestra.

La Semana Santa fue la última semana de Cristo en la tierra. Su Resurrección nos recuerda que los hombres fuimos creados para vivir eternamente junto a Dios.

Día 29 de marzo
Domingo de Ramos:


Domingo de Ramos:

Celebramos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén en la que todo el pueblo lo alaba como rey con cantos y palmas. Por esto, nosotros llevamos nuestras palmas a la Iglesia para que las bendigan ese día y participamos en la misa.

LUNES, 30



San Juan Clímaco, abad
Su biógrafo, el monje Daniel, nos cuenta que Juan nació en Palestina y a la edad de dieciséis años abandonó el pueblo natal para retirarse a un monasterio del Sinaí. Allí recibió la tonsura monacal a los cuatro años de su ingreso y vivió 19 años en comunidad bajo la guía de un santo anciano, llamado Martirio.
Cuando murió el Abad, Juan se retiró a una celda solitaria sobre el monte Sinaí, a poca distancia del monasterio, a donde bajaba los sábados y los domingos para participar en las ceremonias litúrgicas con los demás hermanos. En la celda no había sino una gran cruz de madera, una mesa y un banco que servía de silla y de cama. Su única compañía eran los libros de la Sagrada Escritura y las obras de los Padres de la Iglesia.
Más adelante, fue sacado de su amada soledad para ponerlo al frente del monasterio del Monte Sinaí. Y fue en ese período cuando compuso su “La Escalera del Paraíso”, que la pensó como una síntesis de la toda la doctrina espiritual.
Se señala como fecha aproximativa de su muerte el año 649.
ORACIÓN
Dios nuestro, tú nos diste en san Juan Clímaco, abad, un claro testimonio de perfección evangélica; concédenos, por su intercesión, que en medio de la inestabilidad de este mundo tengamos el corazón siempre puesto en las cosas celestiales.

MARTES, 31

San Benjamín – diácono y mártir
El rey Yezdigerd, hijo de Sapor II puso fin a la cruel persecución de los cristianos que había sido llevada a cabo en Persia durante el reinado de su padre.
Sin embargo, el obispo Abdas con un celo mal entendido incendió el Pireo o templo del fuego, principal objeto del culto de los persas. El rey amenazó con destruir todas las iglesias de los cristianos, a menos que el obispo reconstruyera el templo, pero éste se rehusó a hacerlo; el rey lo mandó a matar e inició una persecución general que duró 40 años.
Uno de los primeros mártires fue Benjamín, diácono. Después de que fuera golpeado, estuvo encarcelado durante un año, pero obtuvo su libertad gracias al embajador de Constantinopla y prometiendo bajo su responsabilidad que el santo se abstendría de hablar acerca de su religión. Sin embargo, Benjamín declaró que él no podía cumplir tal condición y, no perdió la oportunidad de predicar el Evangelio. Fue de nuevo aprehendido y llevado ante el rey, quien lo sometió a crueles torturas, siendo luego decapitado.
Murió alrededor del año 420.
ORACIÓN
Dios nuestro, que para embellecer a tu Iglesia  otorgaste la gloria del martirio a san Benjamín; concédenos, en tu bondad, que así como él imitó la pasión del Señor, también nosotros, siguiendo sus pasos, podamos alcanzar la felicidad eterna.

* * *   MES  DE  ABRIL   * * *

MIÉRCOLES, 1



San Hugo de Grenoble

Nació de familia noble el año 1053 en el Delfinado (Francia). Recibió una excelente formación cultural y cristiana, y pronto el obispo de Grenoble lo promovió en la vida eclesiástica. A los 28 años fue consagrado obispo de Grenoble, y gobernó su diócesis unos 50 años. Emprendió la renovación de la vida del clero y de los fieles en la línea de la reforma gregoriana, combatiendo la simonía, el concubinato de los clérigos, el desorden en la economía diocesana, etc. No conseguía del todo sus objetivos y por eso, desanimado, se retiró al monasterio de Mont Dieu con ánimo de hacerse monje, pero Gregorio VII lo obligó a volver a su diócesis. Acogió a san Bruno y a sus compañeros y les dio las tierras montañosas de Chartreuse, donde comenzó la Orden de los Cartujos. Con ellos pasaba largas temporadas, y a los sucesivos papas les manifestó su deseo de retirarse a la contemplación, deseo que no fue atendido. Participó en el Concilio de Vienne de 1112, y se puso en contra de Anacleto II y en defensa de Inocencio II. Murió el 1 de abril de 1132.
ORACIÓN
Dios nuestro, que esclareciste a san Hugo  por su caridad ardiente y por la fe que vence al mundo, asociándolo admirablemente al número de tus pastores; concédenos, por su intercesión, que también nosotros perseveremos en la fe y en la caridad, y así podamos compartir su gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén


Jueves día 2 de abril
Jueves Santo:


Jueves Santo:

Este día recordamos la Última Cena de Jesús con sus apóstoles en la que les lavó los pies dándonos un ejemplo de servicio. 
En la Última Cena, Jesús se quedó con nosotros en el pan y en el vino, nos dejó su cuerpo y su sangre. 
Es el jueves santo cuando instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio,  y nos dio el mandamiento del amaos los unos a los otros como Yo os he amado.
Al terminar la última cena, Jesús se fue a orar, al Huerto de los Olivos. Ahí pasó varias horas de la noche, invitando a los discípulos a orar y estar vigilantes. 
Su oración al Padre fue tan intensa ante lo que se le venía encima que llegó a sudar como gotas de sangre, diciéndole al Padre: Padre, si es posible pase de mi este cáliz, pero no se haga mi voluntad sino la tuya. 

Después de horas de oración encontró dormidos a sus discípulos predilectos, Pedro, Santiago y Juan. Luego llegó Judas el traidor con los soldados, que le prendieron, cuando Judas lo señaló con la señal del beso traidor, que así lo delataba, señalándolo como su Maestro. 


Día 3 de abril
VIERNES SANTO

Viernes Santo:

Ese día recordamos la Pasión de Nuestro Señor: Su prisión, los interrogatorios de Herodes y Pilato; la flagelación, la coronación de espinas y la crucifixión. Lo conmemoramos con un Via Crucis solemne y con la ceremonia de la Adoración de la Cruz.


Día 4 de abril

SÁBADO SANTO



Sábado Santo o Sábado de Gloria:
Se recuerda el tiempo que pasó entre la muerte y la Resurrección de Jesús.
Así se cumplió la profecía de "al tercer día resucitó de entre los muertos". Es un día de luto y tristeza pues no tenemos a Jesús entre nosotros. Las imágenes se cubren y los sagrarios están abiertos. Por la noche se lleva a cabo una vigilia pascual para celebrar la Resurrección de Jesús. Vigilia quiere decir “ la tarde y noche anteriores a una fiesta.”. En esta celebración se enciende el cirio pascual y se canta el antiguo "pregón pascual", se  bendice el agua para el bautismo y para bendecir a los fieles,  se canta el Aleluya en señal de la alegría por la Resurrección de Cristo, la gran fiesta de los cristianos.

Día 5 de abril
Domingo de Resurrección o Domingo de Pascua:


Domingo de pascua de la Resurrección del Señor

El Domingo de Resurrección es el día en que los cristianos celebran la resurrección de Jesucristo tras haber sido crucificado. En esa jornada, se abre un nuevo periodo litúrgico: la Pascua de Resurrección.
El Domingo de Resurrección o de Pascua es la fiesta más importante para todos los cristianos, que conmemoran la resurrección de Jesús, el hecho que da sentido a toda su religión.
Cristo triunfó sobre la muerte y con esto abrió las puertas del cielo a los creyentes. En la misa dominical se recuerda de una manera especial. Se enciende el cirio pascual que representa la luz de Cristo resucitado y que permanecerá prendido hasta el día de la ascensión, cuando se conmemora la subida de Jesús al cielo.


Es el día más importante y más alegre para todos nosotros, los católicos, ya que Jesús venció a la muerte y nos dio la vida. Esto quiere decir que Cristo nos da la oportunidad de salvarnos, de entrar al Cielo y vivir siempre felices en compañía de Dios. Pascua es el paso de la muerte a la vida.

ORACIÓN
( Colecta de la misa del día )
Señor Dios, que en este día nos has abierto las puertas de la vida por medio de tu Hijo, vencedor de la muerte, concede a los que celebramos la solemnidad de la resurrección de Jesucristo, ser renovados por tu espíritu, para resucitar en el reino de la luz y de la vida. Por Jesucristo nuestro Señor.



Dios todopoderoso y eterno, tú mostraste a los hombres el ejemplo de humildad de nuestro Salvador, que se encarnó y murió en la cruz; concédenos recibir las enseñanzas de su Pasión, para poder participar un día de su gloriosa resurrección. Él que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos

¿Por qué la Semana Santa cambia de fecha cada año?
El pueblo judío celebraba la fiesta de pascua en recuerdo de la liberación de la esclavitud de Egipto, el día de la primera luna llena de primavera. Esta fecha la fijaban en base al año lunar y no al año solar de nuestro calendario moderno. Es por esta razón que cada año la Semana Santa cambia de día, pues se le hace coincidir con la luna llena.
En la fiesta de la Pascua, los judíos se reunían para comer el cordero pascual asado y con ensalada de hierbas amargas, recitar bendiciones y cantar salmos. Brindaban por la liberación de la esclavitud o salida de Egipto.
Jesús es el nuevo cordero pascual que nos trae la nueva liberación, del pecado y de la muerte.


Sugerencias para vivir la Semana Santa


  • Asistir en familia o a los oficios y ceremonias propios de la Semana Santa porque la vivencia cristiana de estos misterios debe ser comunitaria.
  • Se puede organizar una pequeña representación acerca de la Semana Santa.
  • Poner algún propósito concreto a seguir para cada uno de los días de la Semana Santa.
  • Elaborar unos cartelones en los que se escriba acerca de los días de la Semana Santa y algunas ideas importantes acerca de cada uno de los días.

Puedes ver una pequeña explicación en ese vídeo:
Enlace:



Confeccionado por Franja y Állem-Perkins

Los Cinco pasos, para una buena confesión.

Blog Católico de Javier Olivares-Baiona


Estamos en un tiempo privilegiado para acercarnos a recibir los Sacramentos de la Confesión y de la Eucaristía. 
A veces no encontramos una pequeña guía que nos oriente un poco, para hacer una buena confesión lo mejor posible y recibir con más provecho personal la Sagrada Eucaristía. Aquí tienes esta entrada del blog que te puede ayudar. Franja.

Cinco pasos para una buena confesión.

1. Exámen de conciencia
2. Arrepentimiento
3. Propósito de no volver a pecar (enmienda)
4. Confesar los pecados a un sacerdote
5. Despues de la confesión, cumplir la penitencia

Resultado de imagen de Cinco pasos para una buena confesión 1. Exámen de conciencia

Procedimiento en el confesionario

Usted dice: “Bendígame padre porque he pecado”, ó bien, Ave Maria Purísima, sin pecado concebida”. Hace tantas semanas, meses, años, que me confesé. Prosiga a decir los pecados mortales, cuantas veces le cometió. Si no tiene pecados mortales, entonces confiese los veniales que ha cometido desde su última confesión. Cuando termine su confesión diga: “por estos y por todos mis pecados de mi pasado estoy verdaderamente arrepentido”. El sacerdote le dirigirá unas palabras y le dará la penitencia y le pedirá que haga el Acto de Contrición. Espere y escuche cuando le dé la absolución. Después diga: “Gracias Padre”, salga del confesionario y haga la penitencia asignada.

Hay dos tipos de pecados

Mortal: es una horrible ofensa en contra de Dios que destruye la vida de gracia en el alma. Tres simultaneas condiciones deben estar presentes para que un pecado sea mortal: (1) Que el pecado sea grave, muy serio. (2) Que el pecador sepa que eso que va a hacer ¨es pecado¨. (3) Que a pesar de saber que eso es pecado, decida hacerlo.


Venial: Es hacer un pecado pequeño, una falta leve contra la ley de Dios.
Faltar a la Santa Misa del domingo deliberadamente es un pecado mortal.

Examen de conciencia

Pedimos al Espíritu Santo que nos ilumine y nos recuerde cuáles son los pecados. Repasar los 10 Mandamientos.

1. Amarás a Dios sobre todas las cosas ¿Me acuesto o me levanto sin rezar? ¿Me avergüenzo de aparecer creyente ante los demás? ¿He creído en supersticiones, por ejemplo; amuletos, sales, brujas, lectura de naipes o de humo de cigarrillo, o espiritistas?

2. No jurarás el nombre de Dios en vano ¿He dicho el Nombre de Dios sin respeto y por cualquier tontería?

3. Santificarás las fiestas ¿He faltado a misa los domingos? ¿Cuántas veces? ¿Cuántos domingos voy a misa cada mes?

4. Honrarás a tu padre y a tu madre ¿He desobedecido a mis padres? ¿No les he querido ayudar? ¿Los he tratado mal? ¿He perdido el tiempo en vez de estudiar o trabajar?

5. No matarás ¿He deseado que a otros les vaya mal? ¿He peleado? ¿He dicho groserías? ¿Tengo resentimientos contra alguna persona y no le quiero perdonar? ¿No rezo por los que me han tratado mal? ¿Me he burlado de alguien? ¿He puesto sobrenombres? ¿He tratado con dureza? ¿He dicho palabras ofensivas? ¿He hablado mal de otras personas? ¿He contado lo malo que han hecho o lo que dicen de ellos? ¿He escandalizado? (o sea, ¿he enseñado lo malo a los que no lo saben?) ¿Cuántas veces? ¿Me he aprovechado de los más débiles para golpearlos o humillarlos?

6. No cometerás actos impuros ¿He detenido en mi cerebro por varios minutos pensamientos o deseos impuros? ¿He mirado películas impuras, o revistas pornográficas o escenas impuras por televisión? ¿He dicho o celebrado chistes malos? ¿He hecho acciones impuras conmigo mismo o con algunas personas? ¿Tengo alguna amistad que me hace pecar?

7. No robarás ¿He robado? ¿Cuánto vale lo que he robado? ¿Pienso devolverlo o dar eso a los pobres? ¿He devuelto lo prestado? ¿He tenido pereza en cumplir los deberes?

8. No dirás falso testimonio ni mentirás ¿He dicho mentiras? ¿He inventado de otros lo que no han hecho o dicho? ¿He hecho trampas en negocios o estudios? ¿He creído que Dios no me va a ayudar?

9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros ¿He codiciado la mujer o el esposo de mi prójimo? ¿He mirado a un hombre a una mujer de manera impura?

10. No desearás los bienes ajenos ¿He deseado los bienes ajenos? ¿He sido evidioso? ¿He sido avaro? ¿He camido más de lo que necesito? ¿He sido orgulloso?

Pecados Capitales


1. Soberbia u Orgullo Consiste en una estima de sí mismo, o amor propio indebido, que busca la atención y el honor y se pone uno en antagonismo con Dios (Catecismo Iglesia Católica 1866)

2. La Avaricia Inclinación o deseo desordenado de placeres o de posesiones. Es uno de los pecados capitales, está prohibido por el noveno y décimo mandamiento. (CIC 2514, 2534)

3. La Lujuria El deseo desordenado por el placer sexual. Los deseos y actos son desordenados cuando no se conforman al propósito divino, el cual es propiciar el amor mutuo de entre los esposos y favorecer la procreación. Es un pecado contra el Sexto Mandamiento y es una ofensa contra la virtud de la castidad.

4. La Ira El sentido emocional de desagrado y, generalmente, antagonismo, suscitado por un daño real o aparente. La ira puede llegar a ser pasional cuando las emociones se excitan fuertemente.

5. La Gula Es el deseo desordenado por el placer conectado con la comida o la bebida. Este deseo puede ser pecaminoso de varias formas: 1- Comer o beber muy en exceso de lo que el cuerpo necesita. 2- Cortejar el gusto por cierta clase de comida a sabiendas que va en detrimento de la salud. 3- Consentir el apetito por comidas o bebidas costosas, especialmente cuando una dieta lujosa está fuera del alcance económico 4- Comer o beber vorazmente dándole mas atención a la comida que a los que nos acompañan. 5- Consumir bebidas alcohólicas hasta el punto de perder control total de la razón. La intoxicación injustificada que termina en una completa pérdida de la razón es un pecado mortal.

6. La Envidia, Rencor o tristeza por la buena fortuna de alguien, junto con el deseo desordenado de poseerla. Es uno de los siete pecados capitales. Se opone al décimo mandamiento. (CIC 2539)

7. La Pereza Falta culpable de esfuerzo físico o espiritual; acedia, ociosidad. Es uno de los pecados capitales. (CIC 1866, 2094, 2733)


Acto de contrición

Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí; pero mucho más me pesa porque pecando ofendí un Dios tan bueno y tan grande como vos; antes querría haber muerto que haberle ofendido, y propongo firmemente ayudado por tu divina gracia, no pecar más y evitar las ocasiones próximas de pecado. Amén



El Papa también se confiesa, porque es pecador.

Todos somos pecadores. 

Todos necesitamos del Sacramento 
de la Penitencia o Confesión

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