sábado, 31 de agosto de 2013

Antonia Cabrera una niña de 15 años que padeció un derrame cerebral

Blog Católico de Javier Olivares-Baiona



Antonia Cabrera una niña de 15 años que padeció un derrame cerebral de tres días y ha conseguido vivir, andar y hablar.
Su testimonio: 



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"Lo mejor que me ha pasado en la vida es mi enfermedad, porque ¡he aprendido tanto! Y eso es un regalo precioso", explica la joven chilena víctima de un derrame cerebral que a los quince años estuvo en coma con una hemorragia que duró tres días. Le pronosticaron que no andaría, que no hablaría... pero ha superado todas las predicciones y transmite un poderoso mensaje de fe y de espíritu de sacrificio y superación. 



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http://videos.religionenlibertad.com/video/kgeZmuZboW/El-poder-de-la-oracion-en-Antonia

Conseguido el video. Gracias


Los milagros existen. 
Franja

Victorias sobre la muerte y el resultado

Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
El resultado de muchas victorias sobre la muerte
 
Alfonso Aguiló
www.interrogantes.net
Libertad y tolerancia en una sociedad plural: el arte de convivir
Alfonso Aguiló
        Hace diez mil años, el planeta solo podía mantener a 4 millones de personas, y su esperanza de vida al nacer era de tan solo 20 años.
        En el siglo XIX, nuestro planeta era capaz de mantener a 1.000 millones de personas, y su esperanza de vida rondaba los 30 años.
        Ahora, viven 6.000 millones de personas en la tierra, y viven más tiempo y con más salud que nunca. La esperanza de vida alcanza casi los 80 años en los países desarrollados, y oscila entre 45 y 60 años en los países más pobres.
        Este avance ha sido posible sobre todo gracias a la reducción de las tasas de mortalidad, que se deben fundamentalmente a las grandes mejoras en la agricultura, la sanidad y la medicina.
        El incremento de la población mundial es el resultado de muchas victorias de la humanidad sobre la muerte.
        Lo normal –afirma Julian L. Simon– sería que todos los filántropos dieran saltos de alegría al presenciar este triunfo de la mente humana y de la organización sobre las fuerzas de la naturaleza causantes de la muerte. En cambio, muchos se quejan de que hay demasiada gente viva para disfrutar de ese don, y se empeñan en implantar duras campañas de control de natalidad.


¿Te das cuenta, visitante del blog, que los intereses económicos y el egoísmo de algunos, que quieren gobernar el mundo, son capaces de mentir, para tratar de convencernos de que los días están ya contados y que es necesario hacer un hueco...porque somos muchos?

viernes, 30 de agosto de 2013

Santa Rosa de Lima.

Blog Católico de Javier Olivares-Baiona

30 de agosto en Perú y otros lugares de América





Santa Rosa de Lima.

Nació en Lima (Perú), en el seno de una familia numerosa de origen español, el año 1586. Viviendo de niña en su casa, se dedicó ya a una vida de piedad y austeridad. Desde jovencita sintió deseos de abrazar la vida claustral en las clarisas, pero su madre se opuso y optó por permanecer virgen en el mundo. Por eso rehusó el matrimonio que sus padres le proponían y en 1606 tomó el hábito de la Orden Tercera de Santo Domingo. Su modelo fue santa Catalina de Siena. Construyó una especie de eremitorio en un rincón del jardín de su casa; se dedicó a la práctica de severas penitencias y gozó de alta contemplación y de experiencias místicas. También acomodó su casa para atender a los niños y a los ancianos abandonados, en especial los de origen indio. Ardió en celo por la salvación de los pecadores y de los indígenas, por los que se sometía a grandes sacrificios. Los últimos años de su vida los pasó con unos cónyuges muy religiosos que la querían de verdad. Murió en Lima el 24 de agosto de 1617.



Rosa de Lima, Santa
La primera mujer declarada santa de todo el continente americano, 30 de agosto
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant | Fuente: http://www.caminando-con-jesus.org/
Patrona de Perú, América y las Filipinas
Agosto 30
Etimológicamente significa" rosa, jardín florido". Viene de la lengua latina.
La primera mujer declarada santa de todo el continente americano
El Papa Inocencio IX dijo de esta santa un elogio admirable: "Probablemente no ha habido en América un misionero que con sus predicaciones haya logrado más conversiones que las que Rosa de Lima obtuvo con su oración y sus mortificaciones". Lo cual es mucho decir.
Isabel Flores de Oliva, hija de Gaspar de Flores y María de Oliva, que por su belleza recibió popularmente el nombre de "Rosa" al que ella añadió "de Santa María" En el bautizo le pusieron el nombre de Isabel, pero luego la mamá al ver que al paso de los años su rostro se volvía sonrosado y hermoso como una rosa, empezó a llamarla con el nombre de Rosa. Y el Sr. Arzobispo al darle la confirmación le puso definitivamente ese nombre, con el cual es conocida ahora en todo el mundo.
En los años en que nació Santa Rosa de Lima, la sociedad de su época, propia de un periodo colonial, esta orientada en varios aspectos por el ideal de tener más. Hay allí familias pudientes, otras de pequeños propietarios y la gran mayoría de campesinos, negros y mulatos, que son tratados como esclavos. La familia de Rosa es de pequeños propietarios. Los padres de Rosa se esfuerzan en darle una seria educación humana además de proporcionarle una sólida formación en la fe.
Lima tiene una comunidad pionera en la evangelización: el convento de Santo Domingo. Allí los seglares pueden participar en la liturgia, reunirse a meditar la Palabra de Dios y colaborar temporalmente en los puestos misionales o "doctrinas".
Desde pequeñita Rosa tuvo una gran inclinación a la oración y a la meditación. Un día rezando ante una imagen de la Virgen María le pareció que el niño Jesús le decía: "Rosa conságrame a mí todo tu amor". Y en adelante se propuso no vivir sino para amar a Jesucristo. Y al ir a su hermano decir que si muchos hombres se enamoraban perdidamente era por la atracción de una larga cabellera ó de una piel muy hermosa, se cortó el cabello y se propuso llevar el rostro cubierto con un velo, para no ser motivo de tentaciones para nadie. Quería dedicarse únicamente a amar a Jesucristo.
Rosa en su interior vive un dilema: por un lado siente vocación de religiosa contemplativa y, por otros, percibe la imperiosa llamada a realizar esta vocación en el interior de su familia, trabajando por el Reino de Dios desde fuera del convento, esto sucedió así:
Se había propuesto irse de monja agustina. Pero el día en que fue a arrodillarse ante la imagen de la Virgen Santísima para pedirle que le iluminara si debía irse de monja ó no, sintió que no podía levantarse del suelo donde estaba arrodillada. Llamó a su hermano a que le ayudara a levantarse pero él tampoco fue capaz de moverla de allí. Entonces se dio cuenta de que la voluntad de Dios era otra y le dijo a Nuestra Señora: "Oh Madre Celestial, si Dios no quiere que yo me vaya a un convento, desisto desde ahora de su idea". Tan pronto pronunció estas palabras quedó totalmente sin parálisis y se pudo levantar del suelo fácilmente.
A sus 20 años encuentra el camino: ser pobre por la fraternidad universal ingresando en la Orden de Predicadores, en su movimiento seglar, había sucedido que ella vino a saber que la más famosa terciaria dominica es Santa Catalina de Siena (29 de abril) y se propuso estudiar su vida e imitarla en todo. Y lo logró de manera admirable. Se fabricó una túnica blanca y el manto negro y el velo también negro para la cabeza, y así empezó a asistir a las reuniones religiosas del templo.
Su padre fracasó en el negocio de una mina y la familia quedó en gran pobreza. Entonces Rosa se dedicó durante varias horas de cada día a cultivar un huerto en el solar de la casa y durante varias horas de la noche a hacer costuras, para ayudar a los gastos del hogar. Como dominica seglar da clases a los niños, incluyendo aprendizaje de instrumentos musicales (guitarra, arpa, cítara). En aquel hogar la vida es sencilla, pero lo necesario nunca falta.
Participa en la Eucaristía en el Convento de Santo Domingo. Al fondo de su casa, en la huerta de sus padres, construye una cabaña, una ermita, con el fin de asimilar más el Evangelio en la oración; allí entra en comunión con Dios, con los hombres y con la naturaleza. Sólo Dios la va retribuyendo y ella se va forjando como mujer de "contemplación en lo secreto". A esto une una serie de mortificaciones. Explica en sus escritos que la mortificación es necesaria para ser saciados por el Espíritu de Dios, para vivir orientados por el Espíritu Santo, para renovar la faz de la tierra a partir de uno mismo. Frente a sus prójimos es una mujer comprensiva: disculpa los errores de los demás, persona las injurias, se empeña en hacer retornar al buen camino a los pecadores, socorre a los enfermos. Se esfuerza en la misericordia y la compasión.
Es difícil encontrar en América otro caso de mujer que haya hecho mayores penitencias, lo primero que se propuso mortificar fue su orgullo, su amor propio, su deseo de aparecer y de ser admirada y conocida. Y en ella, como en todas las cenicientas del mundo se ha cumplido lo que dijo Jesús: "quien se humilla será enaltecido".-
Una segunda penitencia de Rosa de lima fue la de los alimentos. Su ayuno era casi continuo. Y su abstinencia de carnes era perpetua. Comía lo mínimo necesario para no desfallecer de debilidad. Aún los días de mayores calores, no tomaba bebidas refrescantes de ninguna clase, y aunque a veces la sed la atormentaba, le bastaba mirar el crucifijo y recordar la sed de Jesús en la cruz, para tener valor y seguir aguantando su sed, por amor a Dios.

Dormía sobre duras tablas, con un palo por almohada. Alguna vez que le empezaron a llegar deseos de cambiar sus tablas por un colchón y una almohada, miró al crucifijo y le pareció que Jesús le decía: "Mi cruz, era mucho más cruel que todo esto". Y desde ese día nunca más volvió a pensar en buscar un lecho más cómodo.
Los últimos años vivía continuamente en un ambiente de oración mística, con la mente casi ya más en el cielo que en la tierra. Su oración y sus sacrificios y penitencias conseguían numerosas conversiones de pecadores, y aumento de fervor en muchos religiosos y sacerdotes. En la ciudad de Lima había ya una convicción general de que esta muchacha era una verdadera santa.-
Rosa de Lima, pasó los tres últimos años de su vida en la casa de Don Gonzalo de Massa, desde 1614 a 1617. Don Gonzalo era un empleado rico del gobierno y su esposa, María de Uzategui, tenía un gran aprecio por Rosa. Durante la penosa y larga enfermedad que precedió a su muerte, la oración de la joven era: "Señor, auméntame los sufrimientos, pero auméntame en la misma medida tu amor".
Desde 1614 ya cada año al llegar la fiesta de San Bartolomé, el 24 de agosto, demuestra su gran alegría. Y explica el porqué de este comportamiento: "Es que en una fiesta de San Bartolomé iré para siempre a estar cerca de mi redentor Jesucristo". Y así sucedió. El 24 de agosto del año 1617, después de terrible y dolorosa agonía, expiró con la alegría de irse a estar para siempre junto al amadísimo Salvador a los 31 años.
Y a esta muchacha de condición económica pobre y sin muchos estudios, le hicieron un funeral poco común en la ciudad de Lima. La primera cuadra llevaron su ataúd los monseñores de la catedral, como lo hacían cuando moría un arzobispo. La segunda cuadra lo llevaron los senadores (u oidores), como lo hacían cuando moría un virrey. Y la tercera cuadra lo llevaron los religiosos de las Comunidades, para demostrarle su gran veneración. El entierro hubo que postponerlo porque inmensas multitudes querían visitar su cadáver, y filas interminables de fieles pasaban con devota veneración frente a él. Después la sepultaron en una de las paredes del templo

Su cuerpo se venera en la Basílica dominicana de Santo Domingo en Lima. Fue canonizada por Clemente X el 12 de abril de 1671. Desde ese año Toda América Meridional y Filipinas la veneran como patrona.
Así es, como es celebrada como la primera flor de santidad de América, insigne por la fragancia de su penitencia y oración. Dotada de brillantes cualidades y dotes de ingenio que tuvo ya desde niña se consagra al Señor con voto de virginidad. Sintió profunda veneración por Santa Catalina de Siena , con quien se advierte una sorprendente afinidad, así fue como por ello decidió en 1606, inscribirse en la Orden Seglar Dominicana para darse más plenamente a la perfección evangélica.
Esta amante de la soledad dedicó gran parte del tiempo a la contemplación deseando también introducir a otros en los arcanos de la "oración secreta", divulgando para ello libros espirituales. Anima a los sacerdotes para que atraigan a todos al amor a la oración.
Recluida frecuentemente en la pequeña ermita que se hizo en el huerto de sus padres, abrirá su alma a la obra misionera de la Iglesia con celo ardiente por la salvación de los pecadores y de los "indios". Por ellos desea dar su vida y se entrega a duras penitencias, para ganarlos a Cristo. Durante quince años soportará gran aridez espiritual como crisol purificador. También destaca por sus obras de misericordia con los necesitados y oprimidos.
Rosa arde en amor a Jesús en la Eucaristía y en honda piedad para con su Madre, cuyo rosario propaga con infatigable celo, estimando que todo cristiano "debe predicarlo con la palabra y tenerlo grabado en el corazón".
Los milagros empezaron a sucederse en favor de los que invocaban la intercesión de Rosa, y el sumo pontífice la declaró santa y la proclamó Patrona de América Latina, Rosa de Lima, es la más bella rosa que ha producido nuestro continente.

Santa Rosa de Lima
Himno
Cuando, Señor, en quieta lontananza
Se encienden los fulgores de este día,
No dejes avivar nuestra esperanza,
Atiende al corazón que en ti confía.

Van a pasar por manos laboriosas
Los granos de un rosario de ilusiones,
Acógelas, Señor, que son hermosas,
Amor y don de nuestros corazones.

Mujer llena de Dios, oh Santa Rosa,
Vivir para el Señor, para el Amado,
Fue el ansia de tu amor, gracia divina,
Llevada de su fuerza y de su mano.

No olvides los que vamos de camino
Siguiendo en el desierto tus pisadas,
Aboga ante el Señor favor divino,
Seguir como seguiste sus llamadas.

Proclamen nuestros labios la grandeza
Del Padre que en el Hijo nos dio gozo,
Y, siendo nuestra herencia la pobreza,
Nos colma de su amor el Fuego Santo. Amén


ORACIÓN A SANTA ROSA DE LIMA
Santa Rosa, "Rosa y Reina del Perú", encendida en el amor a Dios y a la fe, te apartaste del mundo y te entregaste a Cristo en medio de admirables penitencias.
Quisiste ser apóstol y llevar a todos los hombres hacia Jesús. Para ello renunciaste a tu hermosura y a tus atractivos humanos, mortificando tu cuerpo... Alcánzanos el camino de la verdadera vida para que lleguemos a gozar un día de los bienes eternos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
ORACIÓN
Oh esclarecida Virgen, Rosa celestial, que con el buen olor de vuestras virtudes habéis llenado de fragancia a toda la Iglesia de Dios y merecido en la gloria una corona inmarcesible; a vuestra protección acudimos para que nos alcances de vuestro celestial Esposo un corazón desprendido de las vanidades del mundo y lleno de amor divino.
¡Oh flor la más hermosa y delicada que ha producido la tierra americana!, portento de la gracia y modelo de las almas que desean seguir de cerca las huellas del Divino Maestro, obtened para nosotros las bendiciones del Señor. Proteged a la Iglesia, sostened a las almas buenas y apartad del pueblo cristiano las tinieblas de los errores para que brille siempre majestuosa la luz de la Fe y para que Jesús, vida nuestra, reine en las inteligencias de todos los hombres y nos admita algún día en su eterna y dichosa mansión. Amén.

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jueves, 29 de agosto de 2013

LECTURA ESPIRITUAL.

Blog Católico de Javier Olivares-Baiona

LECTURA ESPIRITUAL.
De la lectura espiritual

¡Cuántos santos han abandonado el mundo
 y se han dado a Dios por la lectura de un libro espiritual! 
Autor: San Alfonso María de Ligorio | Fuente: Catholic.net


Tan necesaria, quizás, como la oración es la lectura de los libros santos para la vida espiritual. Escribe San Bernardo: «La lectura espiritual nos prepara para la oración y para la práctica de las virtudes» y luego añade, a modo de conclusión «la lectura y la oración son las armas con que se vence al demonio y se conquista el cielo».
No siempre se puede tener a mano al padre espiritual que nos aconseje en nuestras obras, y sobre todo en nuestras dudas; pues la lectura puede suplirlos, suministrándonos luces, enseñándonos el camino para huir de los engaños del demonio y de nuestro amor propio, y para aceptar conocer la voluntad de Dios. Por eso asegura San Atanasio que «no es posible encontrar quien, dedicándose al servicio del Señor, no sea gran amante de la lectura espiritual».


Se comprende, pues, que todos los santos fundadores hayan recomendados tanto este piadoso ejercicio a sus religiosos. San Benito prescribió que todos hicieran lectura cada día, y que dos monjes se encargara de recorrer ese tiempo las celdas, para ver si era observado este punto; caso de encontrar algún negligente en su cumplimiento, quería que se le impusiera una penitencia. Y antes que todos los fundadores, lo había prescrito San Pablo a Timoteo: «Aplícate a la lectura»: Nótese la palabra que emplea: attende; es decir, que por muchos que fueran los cuidados que le exigieran sus ovejas -Timoteo era obispo-, quería San Pablo que se dedicara a la lectura de libros santos, no como de pasada y por breve tiempo, sino aplicándose expresamente a ella con detención.

¿¿¿¿¿¿¿! ! ! ! ! ! ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ???????

El daño que causan los libros malos
Tan grande es el provecho que causan los libros buenos, cuanto es grande el daño que causan los libros malos; así como aquellos han sido con frecuencia causa de conversión de muchos pecadores, así estos (los libros malos, revistas de cotilleos, y cualquier otros que no inviten al camino de la virtud) causan la ruina de muchos jóvenes. El autor de los libros buenos es el Espíritu de Dios, así como de los libros malos son del espíritu del demonio, que a muchos logra engañar frecuentemente, disimulando el veneno que tales libros encierran.
«Los malos libros, junto con los malos programas de televisión, son el peor veneno que el demonio se vale en nuestros tiempos para arrastrar las almas al infierno. Si San Ligorio hubiera vivido en nuestros días, no sé lo que hubiera dicho contra las revistas pornográficas y las inmoralidades de televisión. Claro está que es un pecado gravísimo recrearse en estas cosas; pero el cristiano que ama a Dios y al prójimo por Dios, no le basta salvar su alma huyendo de contemplar esas inmoralidades, sino que ha de hacer cuánto este de su parte para conseguir que esas cosas desaparezcan del país. ¡Que Dios nos ayude a conseguirlo!» (El editor).
Pero sigamos oyendo al santo sobre la eficacia de los buenos libros que edifica nuestro espíritu y nos anima por tener una conciencia sin mancha de pecado por la gracia y el amor que solo Dios nos puede dar. ¡Qué grande son los bienes que produce la lectura de los libros santos!


Por qué leer libros santos?
En primer lugar, así como la lectura de los malos libros, según queda escrito, llena el alma de sentimientos mundanos y perniciosos, la lectura de los buenos libros llena el espíritu de pensamientos y deseos santos. ¿Qué pensamientos santos puede cultivar un alma ocupada, en lecturas de libros curiosos y profanos, que hace germinar en su cabeza ideas mundanas y en el corazón una legión de afectos terrenos? ¿Cómo se va a mantener en la presencia de Dios y como va a hacer actos y afectos piadosos? El molino muele el grano que se le hecha; si se le hecha mal grano, ¿cómo queremos que de harina buena? Irá a la oración y a la comunión, y en vez de estar pensando en Dios y haciendo actos de amor y de confianza, estará profundamente distraída, porque le vendrá en tropel a la memoria todas las vanas ideas de sus lecturas. En cambio, quien tiene la mente bien nutrida de especies devotas, como máximas espirituales, ejemplos de virtud de los santos, se verá acompañada de tales pensamientos, no solo durante la oración, sino también fuera de ella; por lo cual podrá ser casi continuo su recogimiento en Dios.














libros interesantes ya experimentados por centenares

San Bernardo lo explica todo esto con una bella comparación sobre aquel pasaje de San Mateo: Buscad y hallareis. "Buscad leyendo -explica el santo- y encontrareis meditando; la lectura pone el alimento en la boca para masticarlo por la meditación".
En segundo lugar, el alma embebecida en santos pensamientos por medio de la lectura, estará mejor dispuesta para rechazar las tentaciones interna.
Con este fin, San Jerónimo se la aconsejaba a su discípula Salvina: «No dejes de las manos los libros divinos, que serán un escudo donde reboten las flechas de los malos pensamientos.
En tercer lugar, la lectura nos sirve para ver las manchas del alma, y viéndolas, más fácilmente las podremos quitar. El mismo San Jerónimo escribió a Demetriades «que se sirviera de la lectura como de un espejo»; con lo cual quería significar que, así como el espejo nos descubre las manchas del rostro, la lectura de los libros santos descubre las manchas de la conciencia. «En ella -nota San Gregorio hablando de la lectura- vemos que tenemos de hermoso y lo que tenemos de deforme, por ella apreciamos nuestros progresos»; vemos si hemos adelantado o hemos retrocedidos en las vías de Dios.
En cuarto lugar, por la lectura de los libros santos recibimos muchas luces, y sentimos las llamadas divinas. Advierte San Jerónimo que «Cuando oramos, le hablamos (a Dios) cuando leemos, le oímos».
No siempre, como decía antes, podremos tener junto a vosotras (almas que buscan la santidad) al padre espiritual, ni siempre podremos oír la palabra de santos predicadores, que nos den luces y nos dirijan acertadamente por los caminos de Dios, pero tenemos quien lo sustituye en los buenos libros.
¡Cuántos santos han abandonado el mundo y se han dado a Dios por la lectura de un libro espiritual!


Bien es conocido el ejemplo de San Agustín, que, estando miserablemente aherrojado por sus pasiones y sus vicios, fue iluminado por luz celestial que le vino por la lectura de una Epístola de San Pablo, salió de las tinieblas y comenzó a caminar hacia la santidad. Lo mismo le aconteció a San Ignacio de Loyola; siendo todavía soldado, para vencer el aburrimiento de las horas que tenía que estar en el lecho, a causa de las heridas comenzó a leer un libro de Vida de santo, que por la providencia divina le vino a las manos; eso le bastó para comenzar a ser santo, convertido en padre (en la vida espiritual) y fundador de esa religión de la Compañía de Jesús, que tantos días de gloria ha dado a la Iglesia.
San Juan Colombini leyó también por casualidad, y casi contra su voluntad, un libro devoto, y eso bastó para hacerle dejar el mundo y hacerle fundador de una orden religiosa. De dos cortesanos del emperador Teodosio. Cuenta San Agustín que entraron un día en un monasterio: dos de ellos se puso a curiosear una Vida de San Antonio que encontró en una celda; pero de tal modo le fueron dominando los santos pensamientos que leía, que allí mismo tomó la resolución de dejar el mundo, y luego habló a su compañero con tal fervor, que los dos decidieron dedicarse en aquel monasterio, al servicio de Dios.
Edith Stein, la gran profesora filósofa se convirtió leyendo una noche a Santa Teresa.
Ahora es la mártir carmelita, Santa Teresa Benedicta de la Cruz

En las crónicas de los carmelitas descalzos se lee que una señora de Viena se había arreglado una tarde para asistir a un sarao; pero cuando hubo llegado al salón y viendo que la fiesta se había suspendido, se llenó de rabia y para distraer el mal humor tomó un libro espiritual que por la providencia de Dios le vino a sus mano; el libro trataba del desprecio del mundo, y tanto la convenció, que dio un adiós al mundo y se hizo carmelita.
Pero no se crea que los libros devotos ayudaron a los santos al principio de sus conversiones, fueron su ayuda toda su vida, para conservar y aumentar cada día más su perfección.



El glorioso Santo Domingo cogía sus libros de devoción, los estrechabas efusivamente y exclamaba «Estos son los pechos que me dan leche».
¿Cómo podían los santos anacoretas pasarse tan largos años en el desierto, lejos de todo comercio humano, sino con la ayuda de la oración y la compañía de los libros espirituales? Para el gran siervo de Dios, Tomás de Kempis, no había mayor recreación que estar en un rincón de su celda con un libro que le hablara de Dios. Ya recordé en otro lugar las palabras del Venerable Vicente Caraffa "Que para él no había en el mundo vida más envidiable que esconderse en una gruta solitaria, con un pedazo de pan y un libro de devoción". San Felipe Neri dedicándose todos los ratos libres que tenía para leer libros espirituales, y sobre todo, vidas de santos.

Santa Teresa de Jesús, maestra, doctora de la Iglesia

¿Y cuales son los mejores libros para mí?
Pues os respondo, ante todo aquellos libros en que vuestra alma encuentra más pasto de devoción y que más fuerza tienen para unirse con Dios. Son preciosas para este fin, las obras de San Francisco de Sales, de Santa Teresa de Jesús, del P. Granada, del P. Rodríguez y del P. Nieremberg.
Escoged aquellas materias que conozcáis ser más provechosa para vuestra perfección. LEED CON PREFERENCIA VIDA DE SANTOS.

Santa Teresa y S. Juan de la Cruz, maestros de vida interior

¡Qué hermosa ayuda tenemos en las Vidas de los santos! Los libros ascéticos nos dan instrucciones sobre el modo de practicar las virtudes; pero en las vidas de los santos vemos como las han practicado muchos hombres de carne y hueso como nosotros. Aunque otra cosa hiciera su ejemplo, por lo menos nos hace humillarnos y confundir la frente con el polvo; viendo lo mucho que han hecho los santos, no tendremos más remedio que avergonzarnos de lo poco que hemos hecho y que hacemos nosotros por Dios.
* De San Francisco de Asís escribía San Buenaventura que «el recuerdo de los santos como un montón de carbones encendidos, le levantaban un incendio divino en el alma». Con el fin de sacar mayor provecho o fruto posible de la lectura, conviene, en primer lugar, encomendarse a Dios antes de empezar, pidiéndole que ilumine nuestra mente sobre aquello que vamos a leer. Ya dije antes que el Señor mismo se digna hablarnos por medio de los libros espirituales; de ahí la conveniencia de invocarle al comenzar: Hablar, Señor, que vuestro escucha, porque quiere obedeceros en todo lo que le indiquéis ser Voluntad Vuestra. (*Esto es en primer lugar).
En segundo lugar, hay que leer, no para adquirir ciencia o por curiosidad, sino con intención de progresar en el amor de Dios. Leer para adquirir ciencia no es lectura espiritual; es un estudio que nada dice al alma. Pero todavía es más grave leer por mera afición, como hacen algunos que se dan a devorar libros, sin otro fin de terminarlos pronto y dar pasto a su curiosidad. ¿Qué provecho pueden esperar de tales lecturas? Todo el tiempo cumpliendo en ellas es tiempo perdido. Bien advertía San Gregorio «Hay muchos que leen y se quedan en ayuna», como si nada hubieran leído, porque han leído por pura curiosidad, y de eso reprendió el santo al médico Teodoro, porque al leer las Sagradas Escrituras lo hacia tan atropelladamente, que no podía sacar ninguna utilidad.


Para sacar provecho de los libros espirituales hay que leerlos pausadamente y con reflexión: «Alimenta tu alma, -aconseja Cesáreo- con los libros divinos». Pues si el alimento ha de aprovechar no basta tragarlo, hay que someterlo a la masticación; he ahí la tercera condición para sacar abundantes frutos de la lectura espiritual: hay que masticar o considerar despacio lo que se lee, haciendo las oportunas aplicaciones del santo a sí mismo. Y cuando se llega a un pasaje que impresiona más, -indica San Efrén- que se vuelva a leer.
Además, cuando en la lectura se recibe alguna luz especial, por alguna máxima o algún acto de virtud allí referido y se siente que aquello asimila el corazón conviene cerrar el libro, levantar el espíritu a Dios y tomar alguna resolución, o hacer algún acto fervoroso o una suplica ardiente a Dios; «Que la lectura deje paso al oración», -apunta San Bernardo-. Será muy buena cosa retirarse entonces a orar, mientras se sienta la influencia de aquel vivo sentimiento que nos conmovió imitemos a la abeja, que no se posa en la segunda flor mientras no ha libado toda la sustancia de la primera: no importa que se pase así todo el tiempo destinado a la lectura, porque de ordinario, suele ser para mayor provecho del espíritu; bien puede suceder que la lectura de un versículo deje más fruto que si se hubiese leído una pagina entera.

Un libro que enderezó la vida de muchos despistados
y que a nadie dejó indiferente. 
Te lo recomiendo, porque no te fallará si lo lees sin prejuicios.
Franja
Conviene, antes de acabar la lectura, escoger de entre lo leído algún piadoso pensamiento para llevarlo consigo, como llevamos una flor al salir de un jardín donde nos hemos recreado unas horas con sus delicias.


Confeccionado por Franja

lunes, 26 de agosto de 2013

SANTOS DE LA SEMANA DEL 26 DE AGOSTO AL 1 DE SEPTIEMBRE DE 2013

Blog Católico de Javier Olivares-Baiona

PEQUEÑAS BIOGRAFÍAS DE LOS SANTOS
DE LA
SEMANA DEL 26  DE AGOSTO AL  1  DE  SEPTIEMBRE  DE  2013
XXI  Semana  del  Tiempo Ordinario 
LUNES, 26
Santa Teresa de Jesús Jornet Ibars
Fundadora de la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, y Patrona de la Ancianidad. Nació en Aytona (Lérida, España) el año 1843 de familia labradora; era sobrina del beato Francisco Palau. Recibió una buena formación, estudió magisterio y lo ejerció en Argensola. Su tío la invitó a entrar en la congregación por él fundada, pero ella prefirió ingresar, en 1868, en las clarisas de Briviesca (Burgos); por falta de salud tuvo que dejar el noviciado y renunciar al magisterio. Colaboró en varias organizaciones de la Iglesia que atendían a los ancianos pobres, y en torno a ella se formó un grupo de jóvenes que con el tiempo se transformó en su Congregación, admirable por su dedicación a los ancianos desamparados. La obra empezó en Barbastro y la casa-madre está en Valencia. Tuvo que superar numerosas dificultades, pero consolidó su fundación, formó aspirantes y novicias, y las fundaciones se multiplican por España y América. Murió en Liria (Valencia) el 26 de agosto de 1897.
ORACIÓN
Oh Dios, que has guiado a la virgen santa Teresa a la perfecta caridad en el cuidado de los ancianos, concédenos, a ejemplo suyo, servir a Cristo en el prójimo, para ser testimonios de su amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
MARTES, 27
Santa Mónica
Nació en Tagaste, provincia romana al norte de África, el año 331, de familia cristiana. Educada con esmero, muy joven fue dada en matrimonio a un hombre llamado Patricio, pagano, que se convirtió y bautizó antes de morir; hombre bueno pero de carácter irascible, a quien supo amar, servir y soportar, y del que tuvo tres hijos, entre ellos san Agustín, por cuya conversión derramó muchas lágrimas y oró insistentemente a Dios. Fue un modelo de madre y de esposa; alimentó su fe con la oración y la enriqueció con sus virtudes. Educó a sus hijos en la fe, y según la costumbre de entonces los inscribió en el catecumenado pero no los bautizó. Agustín en su juventud se desvió religiosa y moralmente, lo que provocó las lágrimas y oración de la madre. Ésta lo siguió a Roma y después a Milán, donde Agustín se convirtió y recibió el bautismo de manos de san Ambrosio. Cuando volvían a África, Mónica murió en Ostia (Roma) el año 387, contenta y satisfecha de ver a su hijo convertido en siervo de Dios.
ORACIÓN :
 Oh Dios, consuelo de los que lloran, que acogiste piadosamente las lágrimas de santa Mónica impetrando la conversión de su hijo Agustín, concédenos, por intercesión de madre e hijo, la gracia de llorar nuestros pecados y alcanzar tu misericordia y tu perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
MIÉRCOLES, 28
San Agustín
Obispo y doctor de la Iglesia. Nació en Tagaste (en la actual Argelia) el año 354. Tuvo una juventud inquieta y desviada en cuanto a doctrina y costumbres. Estudió en Cartago y cayó en el maniqueísmo. Su madre, santa Mónica, no cesaba de llorar y orar por él. Marchó a Roma y de allí a Milán como profesor de retórica. Los sermones de san Ambrosio y las cartas de san Pablo lo llevaron a la fe cristiana; lo bautizó el año 387 el mismo san Ambrosio. Vuelto a su patria, llevó vida ascética con algunos amigos, consagrada a Dios y al estudio de las Escrituras. Elegido obispo de Hipona (en la actual Argelia), durante 34 años fue un modelo para su grey, a la que dio una sólida formación por medio de sus sermones y de sus numerosos escritos, que abarcan todos los ámbitos del saber de entonces, con los que ha contribuido en gran manera a una mayor profundización de la fe cristiana; al mismo tiempo luchó con profundidad y sabiduría contra dos grandes herejías, el donatismo y el pelagianismo. Fomentó la vida monástica. Murió el 28 de agosto del año 430.
ORACIÓN
Renueva, Señor, en tu Iglesia el espíritu que infundiste en tu obispo san Agustín, para que, penetrados de ese mismo espíritu, tengamos sed de ti, fuente de la sabiduría, y te busquemos como el único amor verdadero. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
JUEVES, 29
El Martirio de San Juan Bautista
Celebramos hoy el martirio, por degollación, de san Juan, el precursor del Señor, que le preparó el camino, lo anunció y señaló, lo bautizó, y luego fue mártir de la verdad y la justicia. Los evangelios nos dicen que Herodes Antipas encarceló a Juan en la fortaleza de Maqueronte porque lo acusaba de vivir con Herodías, mujer de su hermano Felipe. En la fiesta de su cumpleaños, le gustó tanto a Herodes el baile de Salomé, hija de Herodías, que prometió darle lo que le pidiera. La joven, instigada por su madre, pidió la cabeza del Bautista, y Herodes, aunque a disgusto, mandó que lo decapitaran en la cárcel y le entregaran la cabeza en una bandeja a la joven, la cual se la llevó a su madre. Sus discípulos recogieron el cadáver, lo enterraron y fueron a contárselo a Jesús. De esta suerte, el Precursor del Señor, como lámpara encendida y resplandeciente, tanto en la muerte como en la vida dio testimonio de la verdad.
Oración
Señor, Dios nuestro, tú has querido que san Juan Bautista fuese el precursor del nacimiento y de la muerte de tu Hijo; concédenos, por su intercesión, que, así como él murió mártir de la verdad y la justicia, luchemos nosotros valerosamente por la confesión de nuestra fe. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
VIERNES, 30
Santa Tecla de Iconio
Nació en Iconio (y muy probablemente falleció ahí también), la actual Konya, Turquía, en el primer siglo de nuestra era
Cuando en el año 48 San Pablo peregrinaba por la provincia romana de Asia, lo que en la actualidad es Turquía, llegó eventualmente a la ciudad de Iconium, donde se hospedó con su amigo Onesíforo.
Éste se había convertido al cristianismo, y abría las puertas de su casa para toda la comunidad en la nueva fe, en especial ahora, para las prédicas de San Pablo.
Enfrente vivía una joven de 18 años llamada Tecla, hija de una familia acaudalada y noble. Ella acudió a los sermones, y luego de escuchar las palabras de San Pablo su vida cambió para siempre.
Tecla estaba prometida en matrimonio a Tamiris, un joven rico de la localidad, pero de pronto ella había decidido seguir a San Pablo en su peregrinación. De modo que se enfrentó a Teoclia, su madre, y rompió el compromiso.
Tamiris, que era pendenciero e iracundo, descargó su furia denunciando a San Pablo ante las autoridades, y de inmediato fue capturado y encarcelado. Pero Santa Tecla vendió entonces sus pertenencias, o de algún modo consiguió dinero para sobornar a los carceleros y obtener la libertad de su maestro. Una leyenda relata que Santa Tecla acompañó a San Pablo en sus viajes de predicación. Eventualmente habrían llegado a Tarraco, la actual Tarragona, donde juntos habrían logrado la cristianización de mucha gente.
Otra versión cuenta que la propia Teoclia habría hecho lanzar a Santa Tecla al fuego, pero ella habría salido caminando sin que las llamas la quemaran.
Se refieren varios otros tormentos a los que se le sometió, de todos los cuales salió incólume, pues por ejemplo las serpientes ponzoñosas y los leones se volvían sumisos ante ella.
Según esta fuente, Santa Tecla habría predicado el cristianismo en Seleucia, la actual Silifke, retirándose posteriormente a la soledad de una cueva, a vivir en retiro y oración hasta su vejez.
Cuando nuevamente sus enemigos enviaron soldados para aprehenderla, la cueva colapsó y se vino abajo. Lo único que quedó al descubierto fue un brazo, mismo que fue recogido por sus seguidores y conservado en Armenia.
En el siglo XIV esta reliquia llegó a Tarragona, donde se le conserva en la catedral consagrada a su culto. Así, Santa Tecla se convirtió en la santa patrona de Tarragona.
ORACIÓN
Señor Dios, que cada año nos alegras en la fiesta de santa Tecla, concede a los que celebramos su memoria imitar también los ejemplos de su vida admirable. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
SÁBADO, 31
San Ramón Nonato
Nació en Portell, provincia de Lérida en España, el año 1200. Se le llama «Nonato» porque lo extrajeron del seno de su madre que acababa de morir. En 1224 ingresó en la Orden de la Merced (Mercedarios), siendo uno de los primeros compañeros de san Pedro Nolasco que la había fundado para la redención de cautivos y la formación religiosa y moral de los esclavos de los territorios ocupados por los árabes. Después de trabajar un tiempo en España, marchó a Argelia, donde se quedó como rehén y padeció mucho, a la vez que confortaba a sus compañeros de prisión. Vuelto a Cataluña y ya famoso, el papa Gregorio IX, en 1239, lo creó cardenal y lo llamó a Roma como consejero suyo. Emprendió el viaje, pero pronto lo asaltaron unas fiebres violentas que le causaron la muerte el 31 de agosto de 1240 en Cardona (Barcelona).
ORACIÓN
Dios nuestro, que otorgaste a san San Ramón Nonato la gracia de imitar a Cristo pobre y humilde, concédenos por sus ruegos que viviendo con fidelidad nuestra vocación, podamos alcanzar aquella perfección que tu Hijo nos propuso con su ejemplo. Que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
* * *   MES  DE  SEPTIEMBRE   * * * 
DOMINGO, 1
XXII DEL TIEMPO ORDINARIO
San Gil o Egidio Abad
Fue un cenobita del siglo VI originario de Atenas.
Vivió algún tiempo cerca de Marsella donde existe una población que lleva su nombre retirándose después a un bosque próximo al Ródano que hoy se llama bosque de San Gil. Allí se alimentaba con la leche de una cierva que, perseguida en la caza por el rey Childeberto, descubrió el retiro del solitario. El rey le hizo ordenar sacerdote y le edificó un convento del que llegó a ser abad.
Se le considera uno de los santos auxiliadores y se le honra el 1 de septiembre.
ORACIÓN
Dios nuestro, que llamaste a san San Gil,  para que buscara tu Reino en este mundo por la práctica de la caridad perfecta, concédenos que, fortalecidos por su intercesión, avancemos por el camino del amor con espíritu gozoso. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
Confeccionado por Franja y Állen-Perkins

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