Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
SANTOS DEL 15 AL
21 DE SEPTIEMBRE 2014
SEMANA XXIV DEL
TIEMPO ORDINARIO
LUNES, 15
Nuestra
Señora, la Virgen
de los Dolores
Después de
la fiesta de la Exaltación
de la Cruz , la Iglesia ha venido
celebrando la participación de María en la pasión de su Hijo. En la actualidad,
lo que celebramos es sobre todo el dolor de María en sentido global al
compartir tan de cerca la suerte de Cristo. Tiempo hubo en que la mirada se
centraba principalmente en la compasión de María al pie de la cruz, la Dolorosa , la Piedad. Esta visión
se fue ampliando hasta abarcar los siete dolores de la Virgen o las siete espadas
clavadas en su corazón: la espada de dolor anunciada por el anciano Simeón, la
huida a Egipto, la pérdida y hallazgo del niño Jesús en el templo, el camino
del calvario, la crucifixión, el descendimiento de la cruz y la sepultura de
Cristo y soledad de su Madre. Refiriéndose a esta celebración, escribía Pablo
VI que es «ocasión propicia para revivir un momento decisivo de la historia de
la salvación y para venerar junto con el Hijo exaltado en la Cruz a la Madre que comparte su
dolor».
ORACIÓN
Señor,
tú has querido que la Madre
compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la cruz; haz que la Iglesia , asociándose con
María a la pasión de Cristo, merezca participar de su resurrección. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
MARTES,
16
Cornelio fue
elegido papa, por su humildad y su bondad, en marzo del año 251, al cesar la
persecución del emperador Decio y después de un largo periodo de sede vacante.
Adoptó una actitud indulgente en la praxis penitencial para acoger a los que habían apostatado en la persecución, y así, con gran espíritu de caridad,
recuperó a la plena comunión con la
Iglesia a muchos cristianos caídos en la apostasía. Se opuso
al rigorista Novaciano quien provocó un cisma, pero con la ayuda sobre todo de
Cipriano pudo imponer su autoridad. Fue desterrado por el emperador Galo, y
murió en Civitavecchia, puerto de Roma, en septiembre del año 253. Su cuerpo,
trasladado a Roma, fue sepultado en el cementerio de Calixto.
Cipriano nació en
Cartago hacia el año 210, de familia pagana. Convertido a la fe y ordenado de
sacerdote, fue elegido obispo de su ciudad el año 249. En tiempos muy difíciles
gobernó sabiamente su Iglesia con sus obras y sus escritos. En la persecución
de Valeriano, primero sufrió el destierro y después, tras su vuelta a Cartago,
fue decapitado el 14 de septiembre del año 258. Fue importante por sus
escritos, pero sobre todo como pastor, cuya influencia se dejó sentir no sólo
en el norte de África sino también en las Iglesias de España.
ORACIÓN
Oh
Dios, que has puesto al frente de tu pueblo como abnegados pastores y mártires
intrépidos a los santos Cipriano y Cornelio, concédenos, por su intercesión,
fortaleza de ánimo y de fe para trabajar con empeño por la unidad de tu
Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
MIÉRCOLES,
17
San
Roberto Belarmino
Obispo y
doctor de la Iglesia.
Nació el año 1542 en Montepulciano (Toscana, Italia), de
familia noble. Ingresó en la
Compañía de Jesús en 1560, estudió en el Colegio Romano y
luego en Padua y Lovaina, donde también fue profesor. Recibió la ordenación
sacerdotal en Gante el año 1570. Vuelto al Colegio Romano, enseñó teología,
mantuvo brillantes disputas en defensa de la fe católica y publicó obras
importantes. Fue provincial de los jesuitas, teólogo del Papa y colaborador de
varias Congregaciones romanas. Estuvo relacionado con los grandes personajes y
santos de su tiempo, y entre sus amigos y dirigidos espirituales están Luis
Gonzaga y Juan Berchmans. Elegido cardenal y nombrado obispo de Capua,
permaneció tres años en su diócesis como solícito pastor, hasta que regresó a
sus tareas en Roma, donde murió el 17 de septiembre de 1621, día de las llagas
de San Francisco, cuya memoria había conseguido que se celebrara en toda la Iglesia.
ORACIÓN
Señor,
tú que dotaste a san Roberto Belarmino de santidad y sabiduría admirable para
defender la fe de tu Iglesia, concede a tu pueblo, por su intercesión, la
gracia de vivir con la alegría de profesar plenamente la fe verdadera. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
JUEVES, 18
San
José de Copertino
Nació el año
1603 en Copertino, pueblo del sur de Italia, de familia pobre y honrada. Desde
joven mostró tener muy escasas las dotes intelectuales y las habilidades
manuales. Superando muchas dificultades ingresó en la Orden de los franciscanos
conventuales y sólo gracias a la fuerte ayuda de Dios llegó al presbiterado.
Tras su ordenación sacerdotal se entregó de lleno al sagrado ministerio,
inflamado en celo de las almas. Adornado de carismas singulares, éxtasis y
levitaciones, por lo que es conocido como el «Santo de los vuelos», los
superiores tuvieron que cambiarlo con frecuencia de un convento a otro, huyendo
del fanatismo popular. Descolló por su obediencia, humildad, paciencia y
caridad para con los necesitados de Dios. Manifestó ardiente devoción a los
misterios de la vida de Cristo, en especial la Eucaristía , y a la Madre de Dios. Sus biógrafos
dicen que lograba transmitir su santa y franciscana alegría mediante el modo de
orar, enriquecido por atractivas composiciones musicales y versos populares que
entusiasmaban a sus oyentes, reavivando su devoción. Murió en Ósimo (Marcas) en
1663.
ORACIÓN
Dios
de misericordia, que con admirable sabiduría has querido que tu Hijo, al ser
levantado de la tierra, atrajera todas las cosas hacia él, concédenos, por
intercesión de san José de Copertino, tender a la perfección que nos has
propuesto en la persona de tu Hijo, y vernos libres de la malicia de este mundo.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
VIERNES,
19
SAN
JENARO
► Obispo y Mártir ◄
Fue obispo
de Benevento (Campania, Italia). A principios del siglo IV, hacia el año 305,
durante la persecución de Diocleciano, sufrió el martirio juntamente con otros
seis cristianos en Pozzuoli, cerca de Nápoles, donde se le tiene una especial
devoción. Tenemos pocos datos históricos de su vida. Según la tradición,
después de que sufriera en vano otros tormentos, fue decapitado en el estadio
de Pozzuoli, y su sangre, recogida en dos ampollas, fue trasladada a Nápoles
junto con el cuerpo del santo. El culto a san Jenaro se ha acentuado por el
fenómeno, atestiguado desde finales del siglo XIV, de esa sangre que se licua
normalmente cuatro veces al año en diversas fechas.
ORACIÓN
Tú
que nos concedes, Señor, venerar la memoria de tu mártir san Jenaro, otórganos
también la gracia de gozar de su compañía en el cielo. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
SÁBADO, 20
San Andrés Kim Taegon,
San Pablo Chong Hasang
y compañeros
Este día la Iglesia venera en una
misma celebración a los 103 Mártires de Corea que canonizó Juan Pablo II el 6
de mayo de 1984 en Seúl. Ellos testificaron valerosamente la fe cristiana en
aquel país y consagraron con su sangre preciosa las primicias de aquella
Iglesia, en distintos lugares y en diferentes fechas de 1839 a 1867. A principios del
siglo XVII, desde China, penetró en Corea la fe cristiana, introducida primero
por algunos laicos y después alimentada y reafirmada por la predicación y
celebración de los sacramentos por medio de los misioneros. En el siglo XIX se
sucedieron las persecuciones contra los cristianos y fueron miles los que
perdieron la vida por su fe. Entre los canonizados figuran 3 obispos, 8
sacerdotes y 92 laicos; había hombres y mujeres, casados o no, pobres y ricos,
ancianos, jóvenes y niños de diversas clases sociales; 10 eran franceses
(sacerdotes de las Misiones Extranjeras de París) y 93 coreanos. San Andrés Kim Taegon,
hijo de padre mártir, fue el primer sacerdote coreano, y murió decapitado el 16
de septiembre de 1846 en Seúl. San Pablo Chong
Hasang, seglar de
noble familia, abrazó la fe antes de la llegada de los misioneros, por obra de
un grupo laical. Su padre y su hermano mayor dieron la vida por la fe. Asumió
con entusiasmo la tarea de catequista e insistió ante la Santa Sede para que
enviara misioneros. Fue martirizado el 22 de septiembre de 1839.
ORACIÓN
Oh
Dios, creador y salvador de todos los hombres, que en Corea, de modo admirable,
llamaste a la fe católica a un pueblo de adopción y lo acrecentaste por la
gloriosa profesión de fe de los santos mártires Andrés, Pablo y sus compañeros,
concédenos, por su ejemplo e intercesión, perseverar también nosotros hasta la
muerte en el cumplimiento de tus mandatos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
DOMINGO,
21
XXV
del Tiempo Ordinario
SAN
MATEO
► Apóstol y Evangelista ◄
Nacido en
Cafarnaún, era de profesión publicano o recaudador de impuestos cuando Jesús lo
llamó. Escribió en arameo el primero de los evangelios, que relata así su
vocación. Vio Jesús a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los
impuestos, y le dijo: «Sígueme». Él se levantó y le siguió. Y estando en la
mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se
sentaron con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los
discípulos: «¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?».
Jesús lo oyó y dijo: «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los
enfermos. Que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores». Y a
partir de entonces el nombre de Mateo figura entre los Doce elegidos por el
Señor. En su evangelio proclama principalmente que Jesucristo, hijo de David,
hijo de Abrahán, llevó a plenitud el Antiguo Testamento. Por lo demás, poco
sabemos de su actividad apostólica y de las circunstancias de su martirio. Se dice
que predicó en el Oriente.
ORACIÓN
Oh
Dios, que en tu infinita misericordia te dignaste elegir a san Mateo para
convertirlo de publicano en apóstol, concédenos que, fortalecidos con su
ejemplo y su intercesión, podamos seguirte siempre y permanecer unidos a ti con
fidelidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Confeccionado por Franja y Állen-Perkins
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