jueves, 14 de julio de 2016

SANTOS DEL 18 AL 24 DE JULIO 2016

Blog Católico de Javier Olivares-Baiona

SANTOS DEL 18 AL 24 DE JULIO 2016

XVI  Semana  del Tiempo Ordinario

SANTOS DE LA SEMANA

LUNES, 18



San Simón de Lipnica
Nació en Lipnica Murowana (Polonia) entre 1435 y 1440. Desde niño destacó por su devoción a la Virgen y su afición al estudio. En 1454 fue a estudiar a Cracovia. Atraído por el ejemplo y la predicación de san Juan de Capistrano, que acababa de fundar en la ciudad el convento de San Bernardino, ingresó en la Orden franciscana el año 1457, y, terminados los estudios, recibió la ordenación sacerdotal hacia 1460. Se dedicó a la predicación, con palabra llena de fe, de sabiduría y de ponderación, reflejo de su vida de oración y del estudio de la Escritura. Como sus maestros Bernardino y Juan, fue un propagador de la devoción al Nombre de Jesús. Peregrinó a Tierra Santa, con la ilusión de dar la vida por la fe. En 1482 la peste asoló Cracovia. Simón se entregó al cuidado de los apestados; él mismo resultó contagiado y murió el 18 de julio de 1482. Lo canonizó Benedicto XVI el año 2007.
ORACIÓN
Dios nuestro, que has puesto a los santos como ejemplo y ayuda para facilitar a los débiles el camino de la salvación, al celebrar la fiesta de san Simón Lipnica concédenos bondadosamente que, siguiendo sus pasos, caminemos hacia ti. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

MARTES, 19



Santa Aurea
De padre moro nobilísimo y de madre cristiana; al morir su padre entró, juntamente con su madre Artemia en el monasterio de Cuteclara. Los gobernantes árabes no podían soportar que Aurea Adolfo y Juan, de raza árabe no fueran musulmanes. Pronto Adolfo y Juan padecerían el martirio.
En su retiro Aurea podía vivir su ideal de una vida consagrada a Cristo. Pero aquel ocultamiento se vio interrumpido por la llegada de unos familiares musulmanes de Sevilla. El juez queriendo salvarla le presenta la conveniencia de prometer compaginar su religión con su raza árabe. Ante aquella buena intención Aurea queda sorprendida y responde con buenas palabras. Pero ya libre cae en la cuenta de su apostasía: y para reparar el escándalo profesa a gritos su fe cristiana.
El juez comunica el caso al califa mismo Mohamed: y éste manda se ejecute la sentencia capital el l9 de julio del año 856.
ORACION
Dios nuestro, que llamaste a tu servidora santa Aurea para que te buscara sólo a ti, por su ejemplo e intercesión, concédenos que, sirviéndote con un corazón puro y humilde, lleguemos a tu eterna gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

MIÉRCOLES, 20



San Apolinar de Rávena
Nació probablemente en Antioquía, en la actual Turquía, en la época de mayor auge del Imperio Romano, apenas después de la muerte de Jesús. Según la tradición, San Apolinar fue uno de los principales discípulos del Apóstol San Pedro. Cuando San Pedro se trasladó a Roma para fundar ahí la Iglesia, San Apolinar lo habría acompañado hasta la capital del Imperio. Durante el reinado del emperador Claudio, San Apolinar recibió la comisión de viajar al norte de Italia como embajador de la fe para empezar a evangelizar y a ganar adeptos para el cristianismo. San Apolinar se convirtió así en el primer obispo de Rávena, cargo que ejerció durante veinte años. Se le ha atribuido el poder de curar a los enfermos en el nombre de Cristo, y de haber realizado otros milagros. La relativa tranquilidad de su labor apostólica cambió con el ascenso al trono imperial de Vespasiano, en 69, quien cuenta con el dudoso honor de haber organizado las primeras persecuciones con lujo de crueldad contra los cristianos. Por su cargo y sus actividades en Rávena, San Apolinar fue perseguido inmediatamente. Algunas fuentes cuentan que fue capaz de escapar hacia Dalmacia, donde habría predicado el Evangelio y habría puesto fin milagrosamente a una hambruna. Sin embargo, al final San Apolinar fue apresado, torturado y martirizado.
Sobre su tumba, en Rávena, se edificó siglos más tarde la célebre Basílica de San Apollinare in Classe, de tres naves, consagrada en 549. Más tarde, en el siglo nueve, fue construida también ahí la iglesia de San Apollinare Nuovo.
San Apolinar de Rávena nos ofrece un ejemplo de la cruenta vida que tuvieron que padecer los santos fundadores del cristianismo.
ORACIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que elegiste al obispo san Apolinar como pastor de tu Iglesia, concédenos que arraigue en nuestros corazones lo que él nos enseñó inspirado por ti, y que interceda ante tu misericordia  aquel que nos diste como protector en la tierra. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

JUEVES, 21



San Lorenzo de Brindis
Nació en Brindis (Italia) el año 1559. Ingresó en la Orden de los Capuchinos y estudió en Padua. Fue una persona superdotada a quien Dios concedió cualidades intelectuales extraordinarias. Infatigable y elocuente predicador por varias naciones de Europa, docto profesor de sus hermanos, escritor erudito, ocupó, además, todos los cargos en su Orden, incluso el de Ministro general, y desempeñó graves y delicadas misiones diplomáticas por Europa. De carácter sencillo y humilde, cumplió fielmente todas las misiones que se le encomendaron, como la defensa de la Iglesia ante los turcos que intentaban dominar Europa y la reconciliación de príncipes enfrentados. En su vida de piedad se distinguió por la fervorosa celebración de la misa y por su filial devoción a la Virgen. Murió el 22 de julio de 1619 en Lisboa, adonde fue a tratar con Felipe III de la paz en Nápoles. Por su conocimiento profundo de la Palabra de Dios, del que dejó testimonio en sus escritos y en los púlpitos, Juan XXIII le dio en 1959 el título de «Doctor Apostólico».
ORACIÓN
Oh Dios, que para gloria de tu nombre y salvación de las almas otorgaste a san Lorenzo de Brindis espíritu de consejo y fortaleza, concédenos llegar a conocer, con ese mismo espíritu, las cosas que debemos realizar y la gracia de llevarlas a la práctica después de conocerlas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


VIERNES, 22



Santa María Magdalena
Fiesta
Es una de las santas mujeres que seguían y atendían a Jesús y al grupo de los Doce, y a las que no siempre es fácil distinguir e identificar. Según la tradición, había nacido en Magdala, junto al lago de Tiberíades, y, abandonada su vida de pecado, había seguido a Cristo. El Evangelio de san Juan nos dice que en el calvario, junto a la cruz de Jesús estaba, con su Madre y otras mujeres, María Magdalena. También nos dicen los evangelios que la mañana del domingo de Resurrección fue María al sepulcro y, cuando lloraba al verlo vacío, se le apareció Jesús, quien le encargó que fuera a anunciar a sus discípulos lo que había visto.
ORACIÓN
Señor, Dios nuestro, Cristo, tu Unigénito, confió, antes que a nadie, a María Magdalena la misión de anunciar a los suyos la alegría pascual; concédenos a nosotros, por la intercesión y el ejemplo de aquella cuya fiesta celebramos, anunciar siempre a Cristo resucitado y verle un día glorioso en el reino de los cielos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

SÁBADO, 23



Santa Brígida - Patrona de Europa
Nació en Suecia el año 1303. Desde la infancia el Señor le concedió gracias especiales, con conocimiento extraordinario de las realidades divinas y visiones. Siendo aún muy joven, contrajo matrimonio y tuvo ocho hijos, entre ellos Santa Catalina de Suecia. Ingresó en la Tercera Orden de San Francisco, y, aun viviendo en el mundo, a la muerte de su marido abrazó una vida más religiosa y austera. Fundó después la Orden de San Salvador. Trabajó incansablemente para que el Papa regresara de Aviñón a Roma, donde ella pasó la última parte de su vida. Peregrinó por penitencia y escribió numerosas obras, en las que expuso sus experiencias místicas, las visiones y revelaciones que había recibido. Murió en Roma el 23 de julio de 1373. Juan Pablo II la nombró en 1999 copatrona de Europa.
ORACIÓN
Oh Dios, que guiaste a Santa Brígida por los diversos senderos de la vida y, mediante la contemplación de la Pasión de tu Hijo, le enseñaste de un modo admirable la sabiduría de la Cruz, concédenos que, siguiendo fielmente tu llamada, sepamos buscarte de todo corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

DOMINGO  24
XVII  del  Tiempo  Ordinario



Santa Cunegunda
Nació en Hungría el año 1224, hija del rey Bela IV, que entre sus parientes contaba con numerosos santos: San Esteban, Santa Ladislaa, Santa Isabel de Turingia, Santa Eduvigis de Silesia, Santa Inés de Praga y las hermanas de Cunegunda, Margarita y Yolanda. En 1239 contrajo matrimonio con Boleslao, príncipe de Cracovia, y, a la muerte de éste, se retiró al monasterio de clarisas que había fundado en Sacz (Polonia), en el que más tarde profesó la Regla de Santa Clara y en el que murió el 24 de julio de 1292. Desde su adolescencia se había sentido especialmente atraída por los ideales de san Francisco de Asís y santa Clara, por lo que primero se hizo terciaria franciscana y, cuando pudo, monja clarisa. Fue ejemplo de penitencia y oración, de servicio y entrega al bien de los ciudadanos y al progreso de su pueblo; promovió la paz entre los príncipes cristianos; se interesó por el desarrollo cultural de la nación; tuvo predilección por los enfermos y los pobres. La canonizó Juan Pablo II en 1999
ORACIÓN
Padre de bondad, que nos has dado en la beata Cunegunda un ejemplo de vida intachable y de desprendimiento en favor de los pobres, concédenos, por su intercesión y ejemplo, dedicar nuestra vida y nuestros bienes al servicio de los hombres en obras de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Confeccionado por Franja y Álen-Perkins

El mismo Día 24 de julio



SANTA CRISTINA, VIRGEN Y MÁRTIR


EN SANTA CRISTINA DE LA RAMALLOSA-

DEL MIÑOR-BAIONA



IMAGEN DE SANTA CRISTINA, VIRGEN Y MÁRTIR



La maravillosa virgen y mártir de Cristo, santa Cristina, nació en Tiro de Toscana, población que estaba junto al lago de Volsena.

El padre de la santa niña Cristina se llamó Urbano; era de la ilustre familia de los Anicios, y gobernaba la ciudad en calidad de prefecto, nombrado por los emperadores Diocleciano y Maximiano, cuyos edictos contra les fieles de Cristo ejecutaba con gran diligencia y bárbara crueldad.

El lugar del tribunal fué la escuela en que la niña Cristina aprendió las primeras lecciones de nuestra santa fe, porque asistiendo frecuentemente a los interrogatorios de los mártires, entendió que eran dignos de desprecio los ídolos vanos, y que había un solo Dios verdadero, y que sólo Dios podía dar a los cristianos aquella invencible fortaleza con que triunfaban en los suplicios, y menospreciaban la vida temporal por alcanzar la eterna.

Algunas señoras cristianas perfeccionaron la instrucción de la niña, y fue bautizada secretamente. Diez años tenía no más cuando deseosa del martirio tomó los ídolos de oro y de plata que su padre tenía, los quebró e hizo pedazos y los repartió a los pobres. De lo cual tuvo tan grande enojo su padre, que él mismo la mandó desnudar y azotar cruelmente por sus criados; y no contento con esta crueldad la hizo otro día atormentar con garfios de hierro, hasta arrancarle algunos pedazos de sus carnes, los cuales tomó ella en la mano y los ofreció a su padre, diciendo: «Toma, cruel tirano, y come también, si quieres, esa carne que engendraste.»

Mandóla poner después en una rueda de hierro algo levantada del suelo, y debajo encender carbones y echar en ellos aceite; mas el Señor la defendió de este suplicio, y la sacó viva y sana de entre las llamas. Otro día la mandó el padre atar un gran peso al cuello y echar en el lago de Volsena; pero los ángeles la libraron y sacaron a tierra sin lesión alguna, con grande rabia y despecho de su bárbaro padre, el cual imaginando nuevos suplicios, no pudo ejecutarlos, por haber sido hallado muerto en la cama .

Sucedióle en el oficio de juez el no menos cruel Dión, el cual mandó llevar a la santa niña, raída la cabeza, al templo de Apolo; y el ídolo cayó en tierra hecho pedazos; quedó de esto tan asombrado el prefecto, que cayó allí muerto, por cuyos prodigios se convirtieron muchos gentiles a la fe de Cristo. A Dión sucedió otro juez llamado Julián, no menos impío y feroz; porque mandó encender un horno, donde tuvo a la santa niña por espacio de cinco días, y del cual salió ella alabando a Dios, sin haber recibido lesión alguna. Cortáronle la lengua para que no pudiese invocar a Jesucristo, y sin lengua hablaba y no cesaba de bendecir al Señor. Finalmente fue atada a un madero y asaeteada y con este martirio envió su alma al cielo.

Reflexión:
¡Con qué regocijo sería recibida de los ángeles aquella alma purísima que revestida de la fortaleza de Dios había salido con victoria de tres tiranos y de tan dura y larga pelea!

¡Qué trabajos podemos nosotros padecer por amor de Cristo, que puedan compararse con los que pasó la santa niña Cristina! ¡Verdaderamente es nada todo lo que hacemos por servir a Dios y ganar el cielo!

Una niña de diez años como santa Cristina nos cubrirá de vergüenza en el día del juicio, si no sólo servimos a Dios con tan poca generosidad, sino que aun rehusamos aceptar con paciencia las cruces que el Señor nos envía.

Padre Francisco de Paula Morell, Flos Sanctorum de la Familia Cristiana


Imágenes de Santa Cristina

del Miñor-de la Ramallosa-Sabarís



Iglesia parroquial de Santa Cristina


Iglesia parroquial de Santa Cristina


El Templo parroquial en la misa dominical


Santa Cristina, Patrona de los moteros del Valle Miñor


El puente medieval de la Ramallosa


 Interior de la Iglesia Parroquial


Vidrieras del Templo parroquial








Lateral de la Iglesia Parroquial de la Ramallosa
Santa Cristina

Procesión el 24 de julio


Confeccionado por Franja





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