viernes, 30 de abril de 2021

SANTOS DEL 3 AL 9 DE DE MAYO DEL 2021

Blog Católico de Javier Olivares-Baiona

SANTOS DEL 3 AL 9 DE DE MAYO DEL 2021

V SEMANA DE PASCUA

Santoral de la semana 

LUNES, 3

Santos Felipe y Santiago, apóstoles

Felipe, natural de Betsaida, en Galilea, fue primero discípulo de Juan Bautista, y siguió a Jesús cuando éste le dijo «Sígueme», después de lo cual fue a decirle entusiasmado a Natanael: «Hemos encontrado a aquel de quien hablaban Moisés y los profetas, Jesús de Nazaret». Los evangelios lo mencionan en algunos pasajes y la tradición lo recuerda como evangelizador en Asia Menor. Santiago, apellidado «el Menor», pariente de la Virgen María y del Señor, hijo de Alfeo, fue obispo de la primera comunidad judeo-cristiana de Jerusalén; escribió la carta canónica que lleva su nombre; es el apóstol con quien Pablo convertido toma contacto, y a quien el Concilio de Jerusalén concede un papel importante en momentos cruciales del desarrollo de la evangelización. Recibió la palma del martirio en Jerusalén el año 62.

 

ORACIÓN

Señor, Dios nuestro, que nos alegras todos los años con la fiesta de los santos apóstoles Felipe y Santiago, concédenos, por su intercesión, participar en la muerte y resurrección de tu Hijo, para que merezcamos llegar a contemplar en el cielo el esplendor de tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

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El día 3 de mayo 

en otros tiempos se celebraban  

Las «Cruces de Mayo»

La Iglesia ha dedicado dos fechas a celebrar la santa Cruz: el 3 de mayo, intercambiando entre ellas los títulos y motivos. La del 3 de mayo, que permanece en la tradición popular aunque no tenga celebración litúrgica, recuerda también hechos históricos. En mayo del año 614, Cosroas, rey de los persas, saqueó Jerusalén y se llevó la Cruz a su país. Pero el emperador Heraclio derrotó a los persas, recuperó la Cruz y la entregó solemnemente al patriarca de Jerusalén el 3 de mayo del año 630. Esta recuperación llenó de entusiasmo a la Iglesia y particularmente a los latinos, que no tardaron en celebrar la fiesta de la santa Cruz en esta última fecha.

MARTES, 4

San Francisco de Paula

Eremita y Fundador

Francisco nació en Paula, región de Calabria (Italia) en el año 1416, y es uno de los  más  jóvenes  fundadores de órdenes religiosas que recuerda la historia.

A los trece años vistió el hábito franciscano, pero dos años más tarde desapareció. Después de algunos años lo descubrió  un  cazador  en  un  refugio  en  las ásperas montañas cerca de Cosenza.


La fama de su santidad y de sus milagros atrajo a un buen número de jóvenes deseosos de seguir su ejemplo, con los  cuales  fundó  la  Orden  de  los  Mínimos o Ermitaños

de san Francisco de Asís.


Fue canonizado por el Papa León X en 1519, a los doce años de su muerte, y aún hoy se le propone no sólo como modelo de penitencia, sino también -como dijo Pablo VI el 27 de mayo de 1977- como modelo de valentía para denunciar “las malversaciones de los poderosos”.

Una vez el pobre fraile, flaco y agotado por los ayunos, iba de Cosenza a Reggio Calabria y de aquí necesitaba pasar el estrecho de Mesma, pues se dirigía a Sicilia. Como ninguno de los barqueros quiso llevarlo, el santo extendió su manto y sobre él navegó por el mar hasta Mesina. El prodigio le ganó la reputación de taumaturgo y el título de patrono de los marineros. La vida de este austero santo, que vivió entre honores siquiera sin darse cuenta, está llena de milagros. Su fama superó los confines de Italia y llegó hasta Francia, a donde Luis XI quiso que  el  Papa lo  enviara para  que lo curara de una grave enfermedad.

El humilde fraile, avisado por un enviado pontificio, emprendió el viaje a Francia. Cuando llegó a París no le restituyó al rey la salud que pedía, pero sí le dio la del alma: lo reconcilió con Dios y lo convenció a aceptar su Santísima voluntad. Antes de morir, Luis XI lo nombró director espiritual del hijo y sucesor Carlos III.


ORACIÓN

Sol luminoso de caridad y verdadero Padre de los pobres San Francisco de Paula, como pobre y necesitado de salvación recurro a ti para que me alcanzes del Señor una fe viva, una esperanza firme, una caridad ardiente y una paciencia inalterable en las pruebas y contrariedades de la vida. Tú, que de un modo vivo y completo reflejaste la imagen de nuestro divino Redentor, ayúdeme a modelar mi vida según el ejemplo y enseñanzas de nuestro Señor y Salvador. Estas gracias espero confiadamente alcanzar por tu eficaz protección y la maternal intercesión de la Santísima Virgen María, en virtud de los méritos infinitos de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

 

MIÉRCOLES, 5

San Amador de Tucci

La provincia de Jaén cuenta con el primer santo mozárabe, San Amador nacido en Tucci (Martos), final de la primera etapa del Camino Mozárabe de Jaén.

Amador de Tucci nace sobre la década de los 30 del año 800 en Tucci, la actual Martos. Fue hijo de padres cristianos y se conoce que tuvo hermanos, aunque se desconoce quienes fueron. A pesar de que en el siglo IX Martos se encontraba bajo el dominio árabe, conservaban la religión cristiana, es decir, eran mozárabes. En Martos, supuestamente, Amador se crió en el barrio de la Cornacha y, según la tradición popular, vivió en la Calle Puerta del Sol.

Pasan los años y ya, un muy joven Amador abandona Martos rumbo a Córdoba donde estudiaría, ya que en Córdoba se recibía una mejor formación que la que podría recibir en aquellos tiempos en Martos. Córdoba, en esa época, que entonces era la cabecera del Imperio Árabe, y donde “florecían los estudios y las Letras Sagradas”. Era el lugar en el que se encontraba el Emirato de Córdoba, regido por los omeyas y gobernado por Abderramán II, cuarto emir omeya de Córdoba. El padre de Amador, viendo que era bueno para su hijo, también se fue con sus demás hijos a Córdoba. Según unos escritos de San Eulogio, San Amador era un joven muy aplicado a los estudios, no sólo en literatura, sino en valores tales como prudencia y honestidad, por lo que atraído por la vida casta y el servicio de las iglesias, estudió y fue ordenado sacerdote por su fe a Dios y a Jesucristo.

Sin embargo muchos cristianos creían que algo se debía hacer al respecto ante la pasividad de la Iglesia y el martirio era una forma de llamar la atención y servir de ejemplo al resto de los fieles. Al no repudiar formalmente tales actos, siguieron produciéndose martirios durante algunos años. Abderramán II murió en 852 y su sucesor fue Muhammad I, su hijo. Su gobierno fue sometido a constantes revueltas y movimientos separatistas de los muladíes y mozárabes continuando con los martirios, gran enemigo y perseguidor de cristianos, del que heredó su odio hacia la Iglesia Mozárabe, a la cual perseguía. Con tan sólo decir algo en el nombre de Cristo, eran ejecutados.

Continuaron las revueltas hasta que en el año 855 llegó el turno de Amador. Amador, “encendido en deseo de martirio y celo de la religión” nacido de su deseo en amor a Cristo, se puso en contacto con dos amigos suyos cordobeses: el más intimo, Luís, hermano de San Pablo Diácono y pariente de San Eulogio, y un monje cuyo nombre era Pedro. Los tres amigos impulsados por el amor a Cristo y con la fortaleza del Espíritu Santo, decidieron predicar el Evangelio, confesando públicamente el nombre de Jesucristo, negando de este modo toda credibilidad hacia Mahoma. Los prendieron, y se los llevaron con la orden de que fueran ejecutados a muerte con la mayor brevedad por blasfemia. Los tres jóvenes seguían firmes en sus ideas religiosas, hasta el momento en el que fueron ejecutados.

ORACION

San Amador, hoy es tu fiesta y nos presentamos a ti con nuestras necesidades, con nuestros gozos y con nuestras esperanzas. Venimos los niños y los jóvenes, los adultos y los ancianos, los hombres y las mujeres… Aquí estamos.  Después de tantos siglos el Evangelio que predicaste en nuestra tierra sigue resonando en nuestros oídos. Te pedimos nos empujes a dar un renovado testimonio del Evangelio de Jesucristo, anímanos y danos fortaleza para vivirlo en su Integridad.  Queremos ver a Cristo, porque reconocemos que Él es la Verdad, El Camino y La Vida para nosotros y para todos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén


JUEVES, 6

Santo Domingo Savio

Fue un joven discípulo de san Juan Bosco que, desde la infancia, gozó de un ánimo dulce y alegre, y recorrió expeditamente el camino de la perfección cristiana, llegando a la santidad cuando todavía era un adolescente. Nació en Riva de Chieri (Turín, Italia) el 2 de abril de 1842; su padre era herrero y su madre costurera. Fue un niño superdotado y desde pequeño hizo proyectos dignos de un cristiano maduro. Al hacer la primera comunión, se propuso "antes morir que pecar". A los doce años, su padre lo presentó a Don Bosco, que quedó prendado de sus cualidades naturales y espirituales. Bajo la guía del Santo, alcanzó una madurez humana y cristiana precoz. Sus grandes devociones fueron Jesús Sacramentado, la Inmaculada Concepción de María, el Papa. Tenía una salud frágil y era de natural vivo y sensible, y tuvo que superarse y afrontar no pocas dificultades. La enfermedad lo obligó a dejar el Oratorio de Turín y trasladarse Mondonio, donde murió el 9 de marzo de 1857.


 Oración

Oh Dios, fuente de todo bien, que en santo Domingo Savio ofreces a los adolescentes un ejemplo admirable de caridad y de pureza: concédenos también a nosotros crecer como hijos en la alegría y en el amor hasta la plena estatura de Cristo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


VIERNES, 7

Santa Rosa Verini

Fundadora de las Maestras Pías Venerini

Nació en Viterbo (Italia) el año 1656, dotada de extraordinaria inteligencia y sensibilidad humana, y en su hogar recibió una educación que le permitió desarrollar sus talentos de mente y de corazón y formarse en sólidos principios cristianos. En 1676 ingresó en las Dominicas, pero pronto tuvo que regresar a casa para cuidar a su madre que había quedado viuda y estaba enferma. Fallecida su madre, comenzó a reunir en su domicilio a muchachas y mujeres vecinas con las que rezaba y a las que instruía. En 1685 fundó la primera escuela para una formación cristiana integral de las jóvenes del pueblo. Superadas no pocas dificultades, las escuelas se fueron multiplicando hasta llegar a Roma en 1706, donde el apoyo de Clemente XI en 1716 consolidó la fundación. Murió en Roma el 7 de mayo de 1728. Benedicto XVI la canonizó el año 2006.

 

ORACIÓN

Señor, tú que has suscitado providencialmente en la Iglesia al papa san Pío, para proteger la fe y dignificar el culto, concédenos, por su intercesión, participar con fe viva y con amor fecundo en tus santos misterios. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

SÁBADO, 8

Amado Ronconi

Nació en Saludecio (Rímini, Italia) en 1226; era el segundo hijo de Felice, de la casa de los Ronconi, y de su esposa Santa. Muy pronto se quedó huérfano de padre y madre y pasó su juventud con la familia de su hermano. Desde joven, Amado decidió vivir según el Evangelio en la genuina espiritualidad franciscana. Frecuentó un pequeño cenobio fundado por san Francisco, situado en el Monte Formosino, entre Castello di Montegridolfo y Mondaino. Francisco de Asís se convirtió en el inspirador de su vida penitente y caritativa y, para seguirlo más de cerca, optó por formar parte de la Tercera Orden Franciscana.

Vivió con su hermana Clara en la casa de Monte Orciaro que su hermano mayor, Girolamo, les había concedido como parte de la herencia paterna. La casa, situada en el camino que desde Rímini, pasando por Urbino, llevaba a Roma, fue transformada en albergue para los numerosos peregrinos que pedían hospitalidad. Amado los acogía y los atendía. Trabajó en el campo de dónde sacaba lo necesario para sostener el albergue y atender a los pobres. Todavía hoy, esta institución, convertida en residencia de ancianos, continúa cumpliendo el espíritu de caridad del hermano Amado para con los pobres y peregrinos. Amado realizó también largas peregrinaciones: fue a Roma y cuatro veces a Santiago de Compostela.

El 10 de enero de 1292, el hermano Amado se despojó de todas sus pertenencias, y se las entregó a los monjes de san Benito para que continuaran su obra. Murió en su celda el 8 de mayo de 1292. Fue beatificado por Pío VI el 17 de marzo de 1776 y canonizado por el papa Francisco el 23 de noviembre de 2014.

 

ORACION

Dios nuestro, tú nos diste en san Amado Ronconi, un claro testimonio de perfección evangélica; concédenos, por su intercesión, que en medio de la inestabilidad de este mundo tengamos el corazón siempre puesto en las cosas celestiales. Por nuestro Señor Jesucristo, Amén


DOMINGO, 9

* * *   VI semana de Pascua   * * *

San Pacomio

Nació en Esna (Alto Egipto), hacia el año 287, de padres campesinos. A los 20 años se enroló en el ejército imperial. Cuando aún era pagano, estando preso en Tebas, se sintió impresionado por la caridad de unos cristianos para con los soldados detenidos, a los que llevaban ayuda por la noche, aprovechando la oscuridad. Este gesto de unos desconocidos lo llevó a hacerse cristiano. Una vez libre y liberado del ejército, se hizo catecúmeno, recibió el bautismo y se insertó en una comunidad cristiana campesina. Guiado por el anacoreta Palamón, que estaba al frente de una colonia de anacoretas, optó por la vida monacal. Siete años después, se estableció en Tabennisi y empezó a vivir como anacoreta por su cuenta, pero pronto se le agregaron compañeros, con los que empezó la vida en común. Comprobó que tal estilo de vida requería, además de la castidad perfecta, una sincera obediencia y una plena pobreza. Así nació la vida cenobítica, que pronto alcanzó gran prestigio. Tuvo que abrir numerosos cenobios, para los que escribió una Regla que se hizo famosa. Murió en la Tebaida de Egipto el año 347 ó 348.

 

ORACIÓN

Dios nuestro, que llamaste a tu servidor san Pacomio para vivir en el seguimiento de Cristo, concédenos, por su intercesión, que apartándonos de todo egoísmo podamos unirnos a ti de todo corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Confeccionado por Franja y Állen-Perkins 


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