viernes, 29 de octubre de 2021

SANTOS SEMANA DEL 1 AL 7 DE NOVIEMBRE 2021

Blog Católico de Javier Olivares-Baiona

SANTOS SEMANA  DEL  1  AL  7  DE  NOVIEMBRE  2021 

Semana  XXXI del Tiempo Ordinario 

SANTORAL DE LA SEMANA

 

Lunes, 1

Solemnidad de todos los Santos

La Solemnidad de todos los santos, que están con Cristo en la gloria. En el gozo único de esta festividad, la Iglesia Santa, todavía peregrina en la tierra, celebra la memoria de aquellos cuya compañía alegra los cielos, recibiendo así el estímulo de su ejemplo, la dicha de su patrocinio de la Divina Majestad y, un día, la corona del triunfo en la visión eterna de la divina Majestad (elog. del Martirologio Romano)

La Iglesia celebra esta solemnidad en honor de todos los santos, o sea, de todos los fieles que murieron en Cristo y con Él han sido ya glorificados en el cielo. Esta fiesta nos recuerda, pues, los méritos de todos los cristianos, de cualquier lengua, raza, condición y nación, que están ya en la casa del Padre, aunque no hayan sido canonizados ni beatificados; nos invita a pedirles su ayuda e intercesión ante el Señor; y nos estimula a seguir su ejemplo, múltiple y variado, en nuestra vida cristiana.

 

ORACIÓN

Dios todopoderoso y eterno, que nos has otorgado celebrar en una misma fiesta los méritos de todos los santos, concédenos, por esta multitud de intercesores, la deseada abundancia de tu misericordia y tu perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


Martes, 2

+ + + Conmemoración de todos los Fieles Difuntos + + +

La Iglesia, después de celebrar ayer la fiesta de todos sus hijos bienaventurados ya en el cielo, se interesa hoy ante el Señor en favor de las almas de todos cuantos nos precedieron en el signo de la fe y duermen en la esperanza de la resurrección, para que, purificados de toda mancha de pecado, puedan gozar de la felicidad eterna. Celebramos, pues, la victoria de Cristo, y de nosotros con Él, sobre la muerte. Y hacemos memoria de cuantos, habiendo compartido ya la muerte de Jesucristo, están llamados a compartir también con Él la gloria de la resurrección. El primer prefacio de difuntos nos enseña que «en Cristo brilla la esperanza de nuestra feliz resurrección; y así, aunque la certeza de morir nos entristece, nos consuela la promesa de la futura inmortalidad; porque la vida de los que creemos en el Señor, no termina, se transforma; y, al deshacerse nuestra morada terrenal, adquirimos una mansión eterna en el cielo». Mientras nosotros pedimos por los difuntos, ellos interceden por nosotros.

 

ORACIÓN

Oh Dios, gloria de los fieles y vida de los justos, nosotros los redimidos por la muerte y resurrección de tu Hijo, te pedimos que acojas con bondad a tus siervos difuntos, y pues creyeron en la resurrección futura, merezcan alcanzar los gozos de la eterna bienaventuranza. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. 

 

Miércoles, 3

San Martín de Porres

Nació en Lima (Perú) el año 1579, de un funcionario real español, Juan de Porres, y de una joven de origen africano, Ana Velázquez, que no se casaron: Martín era mulato e hijo ilegítimo, lo que le causó muchas dificultades. Fue educado cristianamente por su madre y aprendió de joven el oficio de barbero-cirujano. En 1603 fue admitido en la Orden de los dominicos como hermano converso, después de vivir ocho años en el convento como donado. Desde el principio se le confió el oficio de enfermero que ejerció, con gran competencia y mayor caridad, en favor de los frailes y de los numerosos pobres que acudían al convento; además instituyó varias obras caritativas. Supo conjugar la incesante actividad asistencial con el recogimiento de un contemplativo. Llevó una vida de mortificación y de humildad, y tuvo una gran devoción a la Eucaristía. Murió en Lima el 3 de noviembre de 1639.

ORACIÓN

Señor, Dios nuestro, que has querido conducir a san Martín de Porres por el camino de la humildad a la gloria del cielo, concédenos la gracia de seguir sus ejemplos, para que merezcamos ser coronados con él en la gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


Jueves, 4

San Carlos Borromeo

Nació en Arona (Lombardía, Italia) el año 1538, en el seno de una familia noble y piadosa. Abrazó la vida eclesiástica de jovencito y, terminados los estudios en Pavía, su tío materno, el papa Pío IV, lo llamó a Roma y lo creó cardenal, haciéndolo Secretario de Estado. En la medida que le fue posible impulsó la culminación del Concilio de Trento y la puesta en práctica de sus decretos. Elegido arzobispo de Milán en 1565, fue un verdadero pastor de almas. Realizó una gran obra legislativa, organizativa, pastoral, litúrgica y devocional. Recorrió muchas veces la diócesis entera, convocó sínodos, decretó muchas disposiciones orientadas a la formación del clero y a la reforma de costumbres, para actuar así las ordenaciones pastorales del Concilio de Trento. Fundó seminarios y edificó hospitales y hospicios. Utilizó las riquezas de su familia en favor de los pobres. Murió en Milán el 3 de noviembre de 1584. 

 

ORACIÓN

Conserva, Señor, en tu pueblo el espíritu que infundiste en san Carlos Borromeo, para que tu Iglesia se renueve sin cesar y, transformada en imagen de Cristo, pueda presentar ante el mundo el verdadero rostro de tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.


Viernes, 5

* * *   primer viernes de mes   * * *

Santa Ángela de la Cruz

Nació en Sevilla el año 1846, en el seno de una familia numerosa y pobre, trabajadora y piadosa. Desde muy joven trabajó en un taller de zapatería, a la vez que se entregaba al servicio de los más pobres y marginados. Bajo la guía de un experto confesor, el P. Torres, intentó hacerse religiosa, hasta que comprendió que el Señor la llamaba a fundar una congregación, la Compañía de las Hermanas de la Cruz que, viviendo en gran austeridad, atendían a enfermos y menesterosos. Mujer de vida contemplativa y de una gran actividad, gozó de carismas extraordinarios. A pesar de no tener estudios, dejó escritos de gran profundidad. Fue terciaria franciscana y su vida y espiritualidad tienen rasgos franciscanos muy marcados. Juan Pablo II la canonizó el año 2003.

 

ORACIÓN

Oh Dios, que iluminaste a Santa Ángela virgen con la sabiduría de la cruz, para que reconociese a Cristo, tu Hijo, en los pobres y en los enfermos, y los sirviese como humilde esclava, concédenos que, imitando el ejemplo de su caridad, podamos llegar a ti, junto con nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


Sábado, 6

San Pedro Poveda Castroverde

Fundador de la Institución Teresiana

Nació en Linares (Jaén) el 3 de diciembre de 1874. Ya de niño sintió atracción por el sacerdocio. Ingresó en el seminario de Jaén y concluyó los estudios en el de Guadix, diócesis en la que recibió el presbiterado en 1897. Comenzó su ministerio en el Seminario y en la atención pastoral a los que vivían en las cuevas que rodeaban la población, creando una escuela para ellos. Nombrado canónigo de Covadonga se ocupó de la formación cristiana de los peregrinos y comenzó a escribir libros sobre educación y la relación entre la fe y la ciencia. A partir de 1911, con unas jóvenes colaboradoras, comenzó la fundación de Academias y Centros pedagógicos que darían inicio a la Institución Teresiana. Se trasladó a Jaén para consolidar la misma Institución que recibiría allí la aprobación diocesana y después, estando él ya en Madrid como capellán real, la aprobación pontificia. Sacerdote prudente y audaz, pacífico y abierto al diálogo, entregó su vida por causa de la fe en la madrugada del 28 de julio de 1936, identificándose: “Soy  sacerdote  de  Cristo”  ante quienes le conducirían al martirio. Fue beatificado el 10 de octubre de 1993. Canonizado por el Papa Juan Pablo II, el domingo 4 de mayo de 2003 (tercer domingo de Pascua), durante la V visita de Su Santidad a España. La misa de canonización se realizó en la Plaza Madrid de Colón.

 

 

ORACIÓN

Señor Dios nuestro, que has concedido a San Pedro Poveda, Fundador de la Institución Teresiana, la gracia de impulsar la acción evangelizadora de los cristianos, mediante la educación y la cultura, y de entregar la vida en martirio como sacerdote de Jesucristo: haz que sepamos, como él, participar fielmente en la misión de la Iglesia con el testimonio de nuestra vida cristiana y la entrega generosa al anuncio de tu Reino. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén

* * *   El  mismo  día   * * *

San Inocencio de la Inmaculada Canaora Arnau

Sacerdote Pasionista – Mártir de la Guerra Civil Española

Nació el 10 de marzo de 1887 en Santa Cecilia del Valle de Oro, cerca de la costa de la provincia de Lugo (Galicia). A la edad de 14 años decidió convertirse en Pasionista por lo que entró en el seminario de Peñafiel, cerca de Valladolid. Se convirtió en miembro de la congregación a la edad de 18 años en 1905, tomando el nombre de inocente de la Inmaculada Concepción. Luego estudió Filosofía, Teología y otras materias eclesiásticas en Deusto. En Mieres, no lejos de Turón, en 1910 se convirtió en subdiácono, luego diácono en 1912 y finalmente ordenado sacerdote en 1920. Como sacerdote predicaba y enseñaba en algunas escuelas. El 5 de octubre de 1934, un grupo de milicianos irrumpió en la Escuela de los hermanos de las Escuelas Cristianas En Turón, donde Inocencio enseñaba en ese momento y era confesor de los estudiantes, y capturaron a Inocencio junto con otros nueve Lasalianos. Luego fueron encarcelados en la llamada "Casa del pueblo" y condenados a muerte por el Comité Revolucionario porque tenían cierta influencia en el país, ya que todos enviaban a sus hijos a su escuela. El 9 de marzo fueron llevados al cementerio de la ciudad, desplegados frente a sus fosas y luego fusilados. San Inocencio y los nueve Salesianos fueron beatificados el 19 de abril de 1990 por el Papa Juan Pablo II, quien los canonizó el 21 de noviembre de 1999

ORACIÓN

Dios nuestro, que llamaste a san Inocencio de la Inmaculada Canoura Arnau y compañeros mártires, para que buscara tu Reino en este mundo por la práctica de la caridad perfecta, concédenos que, fortalecidos por su intercesión, avancemos por el camino del amor con espíritu gozoso. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

Domingo, 7

XXXII del Tiempo Ordinario

Día y Colecta de la Iglesia Diocesana

Santos Jacinto Castañeda y Vicente le Quang Liem

Mártires de Vietnam

Jacinto nació en Játiva (Valencia) el año 1743, y muy joven entró en la Orden de Predicadores. Pidió y obtuvo ser enviado a las misiones de Asia. Embarcó en Cádiz en 1761, descansó algún tiempo en México y llegó a las islas Filipinas en 1762; allí completó los estudios y recibió la ordenación sacerdotal. Predicó el Evangelio en China hasta que, apresado y expulsado, tuvo que regresar a Macao, de donde pasó, en 1770, a Vietnam. Le encomendaron la atención de unos 14.000 cristianos en unas sesenta iglesias; desarrollaba su apostolado sobre todo por la noche. Lo detuvieron cuando fue a atender a un enfermo. 

Vicente era vietnamita y nació en 1731; estudió con los dominicos españoles en Manila para prepararse al sacerdocio, y acabó ingresando en la Orden de Predicadores. Fue enviado a evangelizar a sus compatriotas. Cuando cumplía su misión, lo apresaron y en la cárcel se encontró con el P. Castañeda que había sido detenido antes. Después de sufrir diversos tormentos, fueron condenados a muerte y decapitados en Hanoi (Vietnam) el 7 de noviembre de 1773.

 

ORACIÓN

Dios todopoderoso, que confirmaste con el triunfo del martirio la vida consagrada de tus siervos Jacinto y Vicente; te rogamos que, por su intercesión, aumente nuestro compromiso de anunciar el Evangelio, y gocemos, con tus santos, de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

Confeccionado por Franja y Állen-Perkins

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