Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
Contemplar el
Evangelio de hoy
Evangelio de hoy
Master·evangeli.net
Día litúrgico:
Viernes XIX del tiempo ordinario
Texto del Evangelio
(Mt 19,3-12): En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos que, para
ponerle a prueba, le dijeron: «¿Puede uno repudiar a su mujer por un motivo
cualquiera?». Él respondió: «¿No habéis leído que el Creador, desde el
comienzo, los hizo varón y hembra, y que dijo: Por eso dejará el hombre a su
padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne? De
manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió no
lo separe el hombre».
Dícenle: «Pues ¿por
qué Moisés prescribió dar acta de divorcio y repudiarla?». Díceles: «Moisés,
teniendo en cuenta la dureza de vuestro corazón, os permitió repudiar a
vuestras mujeres; pero al principio no fue así. Ahora bien, os digo que quien
repudie a su mujer -no por fornicación- y se case con otra, comete adulterio».
Dícenle sus
discípulos: «Si tal es la condición del hombre respecto de su mujer, no trae
cuenta casarse». Pero Él les dijo: «No todos entienden este lenguaje, sino
aquellos a quienes se les ha concedido. Porque hay eunucos que nacieron así del
seno materno, y hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de
los Cielos. Quien pueda entender, que entienda».
«Pues bien, lo que
Dios unió no lo separe el hombre»
Fr. Roger J. LANDRY
(Hyannis,
Massachusetts, Estados Unidos)
Hoy, Jesús contesta
a las preguntas de sus contemporáneos acerca del verdadero significado del
matrimonio, subrayando la indisolubilidad del mismo.
Su respuesta, sin
embargo, también proporciona la base adecuada para que los cristianos podamos
responder a aquellos que intentan buscar la ampliación de la definición de
matrimonio para las parejas homosexuales.
Al hacer retroceder
el matrimonio al plan original de Dios, Jesús subraya cuatro aspectos
relevantes por los cuales sólo pueden ser unidos en matrimonio un hombre y una
mujer:
1) «El Creador,
desde el comienzo, los hizo varón y hembra» (Mt 19,4). Jesús nos enseña que, en
el plan divino, la masculinidad y la feminidad tienen un gran significado.
Ignorarlo, pues, es ignorar lo que somos.
2) «Por eso dejará
el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer» (Mt 19,5). El plan de
Dios no es que el hombre abandone a sus padres y se vaya con quien desee, sino
con una esposa.
3) «De manera que
ya no son dos, sino una sola carne» (Mt 19,6). Esta unión corporal va más allá
de la poco duradera unión física que ocurre en el acto conyugal. Se refiere a
la unión duradera que se presenta cuando un hombre y una mujer, a través de su
amor, conciben una nueva vida que es el matrimonio perdurable o unión de sus
cuerpos. Es obvio que un hombre con otro hombre, o una mujer con otra mujer, no
pueden considerarse un único cuerpo de esa forma.
4) «Pues lo que
Dios ha unido que no lo separe el hombre» (Mt 19,6). Dios mismo ha unido en
matrimonio al hombre y a la mujer, y siempre que intentemos separar lo que Él
ha unido, lo estaremos haciendo por nuestra cuenta y a expensas de la sociedad.
En su catequesis
sobre el Génesis, el Papa Juan Pablo II dijo: «En su respuesta a los fariseos,
Jesucristo plantea a sus interlocutores la visión total del hombre, sin la cual
no es posible ofrecer una respuesta adecuada a las preguntas relacionadas con
el matrimonio».
Cada uno de
nosotros está llamado a ser el “eco” de esta Palabra de Dios en nuestro
momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario