Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
Contemplar el Evangelio de hoy
Día litúrgico: Jueves XXXII del tiempo ordinario
«El Reino de Dios ya está entre vosotros»
Santoral 10 de Noviembre:
San León Magno, papa y doctor de la
Iglesia
Texto del Evangelio (Lc 17,20-25): En aquel tiempo, los fariseos
preguntaron a Jesús cuándo llegaría el Reino de Dios. Él les respondió: «El
Reino de Dios viene sin dejarse sentir. Y no dirán: ‘Vedlo aquí o allá’, porque
el Reino de Dios ya está entre vosotros».
Dijo a sus discípulos: «Días vendrán en
que desearéis ver uno solo de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis. Y
os dirán: ‘Vedlo aquí, vedlo allá’. No vayáis, ni corráis detrás. Porque, como
relámpago fulgurante que brilla de un extremo a otro del cielo, así será el
Hijo del hombre en su día. Pero, antes, le es preciso padecer mucho y ser
reprobado por esta generación».
Comentario: Fray Josep Mª MASSANA i Mola OFM (Barcelona, España)
«El Reino de Dios ya
está entre vosotros»
Hoy, los fariseos preguntan a Jesús una cosa que ha interesado
siempre con una mezcla de interés, curiosidad, miedo...: ¿Cuándo vendrá el
Reino de Dios? ¿Cuándo será el día definitivo, el fin del mundo, el retorno de
Cristo para juzgar a los vivos y a los difuntos en el juicio final?
Jesús dijo que eso es imprevisible. Lo único que sabemos es que
vendrá súbitamente, sin avisar: será «como relámpago fulgurante» (Lc 17,24), un
acontecimiento repentino y, a la vez, lleno de luz y de gloria. En cuanto a las
circunstancias, la segunda llegada de Jesús permanece en el misterio. Pero
Jesús nos da una pista auténtica y segura: desde ahora, «el Reino de Dios ya
está entre vosotros» (Lc 17,21). O bien: «dentro de vosotros».
El gran suceso del último día será un hecho universal, pero
ocurre también en el pequeño microcosmos de cada corazón. Es ahí donde se ha de
ir a buscar el Reino. Es en nuestro interior donde está el Cielo, donde hemos
de encontrar a Jesús.
Este Reino, que comenzará imprevisiblemente “fuera”, puede
comenzar ya ahora “dentro” de nosotros. El último día se configura ahora ya en
el interior de cada uno. Si queremos entrar en el Reino el día final, hemos de
hacer entrar ahora el Reino dentro de nosotros. Si queremos que Jesús en aquel
momento definitivo sea nuestro juez misericordioso, hagamos que Él ahora sea
nuestro amigo y huésped interior.
San Bernardo, en un sermón de Adviento, habla de tres venidas de
Jesús. La primera venida, cuando se hizo hombre; la última, cuando vendrá como
juez. Hay una venida intermedia, que es la que tiene lugar ahora en el corazón
de cada uno. Es ahí donde se hacen presentes, a nivel personal y de
experiencia, la primera y la última venida. La sentencia que pronunciará Jesús
el día del Juicio, será la que ahora resuene en nuestro corazón. Aquello que
todavía no ha llegado, es ya ahora una realidad.
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