Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
Toribio de Mogrovejo,
Santo Obispo, 23 de marzo
El Gran Santo de la
América del Descubrimiento
Llegó a
América-Perú-antes de cumplirse el primer centenario de la llegada de los
primeros misioneros, que acompañaron a los descubridores.
Un nuevo Apóstol de la Evangelización y organizador de parroquias y diócesis no solo en Perú, sino en todos los lugares de habla hispana, -toda la América del Sur-, que tenía una extensión de más de seis millones de kilómetros cuadrados Franja.
Autor: P. Ángel Amo |
Fuente: Catholic.net
Obispo de Lima
Martirologio Romano:
Santo Toribio de Mogrovejo, obispo de Lima, que siendo laico, de origen español
y licenciado en leyes, fue elegido para esta sede y se dirigió a América donde,
inflamado en celo apostólico, visitó a pie varias veces la extensa diócesis,
proveyó a la grey a él encomendada, fustigó en sínodos los abusos y los
escándalos en el clero, defendió con valentía la Iglesia, catequizó y convirtió
a los pueblos nativos, hasta que finalmente en Saña, del Perú, descansó en el
Señor (1606).
Etimológicamente:
Toribio = Aquella persona dinámica y ruidosa, es de origen griego.
Fecha de canonizacion:
10 de diciembre de 1726 por el Papa BenedIcto XIII.
En 1594, durante su
tercera "visita" diocesana, escribiéndole al rey de España Felipe II,
san Toribio Alfonso de Mogrovejo hacía un pequeño balance de su vida: 15.000
kilómetros recorridos y 60.000 confirmaciones administradas (Toribio no podía
saber que entre ellos había tres santos: Rosa de Lima, Francisco Solano y
Martín de Porres). La situación de América Latina sería muy distinta de la
actual si sus sucesores y todos los cristianos hubieran tenido el mismo impulso
y la misma coherencia de quien fue llamado "apóstol del Perú y nuevo
Ambrosio" y a quien Benedicto XIV comparó con San Carlos Borromeo.
Toribio nació en España
hacia el año 1538 de una noble familia; estudió en Valladolid, Salamanca y
Santiago de Compostela, en donde obtuvo la licencia en derecho. Fue nombrado
inquisidor en Granada. Gracias a la relación que cultivaba con Felipe II fue nombrado
por Gregorio XIII, arzobispo de Lima, con jurisdicción sobre las diócesis de
Cuzco, Cartagena, Popayán, Asunción, Caracas, Bogotá, Santiago, Concepción,
Córdoba, Trujillo y Arequipa: de norte a sur eran más de 5.000 kilómetros, y el
territorio tenia más de 6 millones de kilómetros cuadrados. Después de haber
sido consagrado obispo en agosto de 1580, partió inmediatamente para América, a
donde llegó en la primavera de 1581.
Durante 25 años vivió
exclusivamente al servicio del pueblo de Dios. Decía: "¡El tiempo es
nuestro único bien y tendremos que dar estricta cuenta de él!". Fue un
verdadero organizador de la Iglesia en América, cuya actividad abarcó también
diez sínodos diocesanos y tres provinciales.
También fundó el primer
seminario de América; intervino con energía contra los derechos particulares de
los religiosos, a quienes estimuló para que aceptaran las parroquias más
incómodas y pobres; casi duplicó el número de las "Doctrinas" o
parroquias, que pasaron de 150 a más de 250.
Al final de su vida,
Toribio recibió el viático en una capillita india, el 23 de marzo de 1606, un
Jueves santo, y ahí expiró.
Quien tenga la suerte de tener entre sus manos un facsímil del catecismo salido del Tercer Concilio Limense, aprenderá a llamar mejor evangelización que colonización a la principal obra de España en el continente recién descubierto.
Es bueno leer el artículo del enlace:
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