MES DE ABRIL 2025,
V Semana de Cuaresma
SEMANA DEL 7 AL 13 DE ABRIL
Lunes, 7 de abril
San Juan
Bautista de la Salle
> Fundador de los Hermanos Lasalianos, o
Hermanos de las Escuelas cristianas <
Nació en Reims (Francia) el año 1651 de padres nobles, pero no ricos. Culminó sus estudios en la Sorbona de París, residiendo en San Sulpicio. Ordenado de sacerdote en 1678, renunció al canonicato para dedicarse a las clases sociales más pobres y en particular a la educación de los niños, dando así inicio a lo que llegarían a ser los Hermanos de las Escuelas Cristianas, por cuya existencia y desarrollo hubo de soportar innumerables dificultades. Comenzó por formar bien a los maestros. El método pedagógico innovador que adoptó, que incluía la pedagogía racional, eliminando elementos tradicionales ya inútiles, y el uso de la lengua materna en lugar del latín, le procuró de momento muchas contrariedades, aunque luego alcanzó gran difusión. Murió en Saint-Yon, cerca de Ruán, el 7 de abril de 1719.
ORACIÓN
Señor, tú que has elegido a san Juan Bautista de la Salle para educar a los jóvenes en la vida cristiana, suscita maestros en tu Iglesia que se entreguen con generosidad a la formación humana y cristiana de la juventud. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén
Martes, 8 de abril
Beato Julián de
San Agustín Martinet Gutiérrez
Nació en Medinaceli, provincia de Soria en España, hacia el año 1553, y murió en Alcalá de Henares (Madrid) el 8 de abril de 1606. Rechazado varias veces del noviciado en la provincia franciscana de Castilla, vio finalmente coronados sus esfuerzos viviendo en condición de hermano lego en varios conventos, como en La Salceda, donde tomó el hábito, en Ocaña y, sobre todo, en Santa María de Jesús, de Alcalá. Su santa simplicidad y su admirable virtud atraían poderosamente la atención de los doctos profesores y curiosos estudiantes complutenses. Lope de Vega, evocando tal vez sus recuerdos de estudiante, escribirá más tarde la comedia El saber por no saber y vida de San Julián de Alcalá de Henares, que viene a ser la historia de las santas candideces del bienaventurado lego, sabio para Dios y simple para el mundo. Son innumerables los milagros recogidos en su proceso y que contribuyeron a que el pueblo le diese el apelativo de «santo», con que le designa también Lope de Vega. Fue beatificado solemnemente por León XII el 23 de mayo de 1825.
ORACIÓN
Señor, tú que infundiste al beato Julián
de San Agustín, haz que nosotros, practicando las obras de caridad, merezcamos
encontrarnos un día entre los elegidos de tu reino. Por nuestro Señor
Jesucristo. Amén.
Miércoles, 9 de abril
Santa
Casilda de Toledo
En la vida de esta santa se mezclan a veces elementos legendarios e históricos. Nació en Toledo de un alto dignatario musulmán. En Toledo había prisioneros cristianos, y Casilda los trataba con misericordia y les llevaba víveres. Un día en que les llevaba comida en su delantal, la sorprendió su padre y, al querer averiguar lo que llevaba, encontró no alimentos sino rosas. Los presos cristianos le hablaban de su fe, pero ella no podía abrazarla. Hasta que cayó gravemente enferma y los médicos no conseguían curarla. Los mismos presos le hablaron de las aguas de San Vicente, cerca de Briviesca en Burgos, que tenían poder curativo. La joven musulmana, con permiso de su padre, acudió a bañarse en aquellas aguas y, efectivamente, alcanzó la salud. Decidió entonces quedarse en tierras cristianas, se preparó al bautismo y lo recibió, optó por la virginidad y abrazó la vida eremítica. Construyó allí cerca una ermita y un aposento adjunto en el que vivió muchos años entregada a la vida de piedad y oración, hasta que murió el 9 de abril de 1075.
ORACIÓN
Oh Dios, que en Santa Casilda de Toledo nos has dado un ejemplo de fe y de caridad, concédenos, por su intercesión, la gracia de seguir sus pasos y de imitar su amor a los más necesitados. Que su ejemplo nos inspire a ser generosos con los que sufren y a compartir con ellos los dones que nos has dado. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Jueves,10 de abril
Santa Magdalena
de Canosa
> Fundadora del Instituto Hijos e Hijas de la
Caridad <
Nació en Verona de una familia aristocrática en 1774. Muy niña quedó huérfana de padre y fue abandonada por la madre, que la confió a una institutriz y se casó de nuevo con un marqués. A los 17 años entró en el Carmelo de Trento y después en el de Cornegliano. Pero tuvo que salir para asumir la administración financiera de su casa principesca, aunque dominada siempre por el deseo de servir a los pobres. Acogió en su palacio a muchachas pobres. En Venecia entró en la Fraternidad Hospitalaria y se consagró a la educación de las niñas abandonadas, extendiendo además su caridad a todas las obras de misericordia. Generosamente entregada a la vida espiritual, tuvo experiencias místicas. Fundó un doble Instituto, Hijos e Hijas de la Caridad, para la educación de jóvenes. Murió en Verona el 10 de abril de 1835.
ORACIÓN
Espíritu
Santo, inefable amor del Padre y del Hijo, tú que obras milagros de gracias en
las almas, por la caridad ardiente que has infundido en el corazón de Santa Magdalena de Canossa, multiplica tus dones en nosotros y
concédenos lo que te pedimos.
Viernes,
11 de abril
Día de abstinencia
San Estanislao
de Cracovia
> Obispo <
Nació en Szczepanowski (Cracovia, Polonia) hacia el año 1030. Hizo sus estudios en París y fue ordenado sacerdote por el obispo de Cracovia, Lamberto, a quien sucedió el año 1071, después de haber ejercido el ministerio como canónigo y predicador. Fue un buen pastor al frente de su diócesis, ayudó a los pobres y oprimidos y cuidó la formación de sus clérigos, a los que visitaba todos los años. Defendió con entereza la libertad de la Iglesia, la civilización y las costumbres cristianas frente a las injusticias de su tiempo. El 11 de abril de 1097, mientras celebraba la eucaristía, fue asesinado por el rey Boleslao, a quien había increpado por su mala conducta. Fue canonizado en Asís el año 1523 por Inocencio IV.
ORACIÓN
Señor, tú has otorgado
a san Estanislao, tu obispo, la gracia de sucumbir en aras de tu gloria bajo la
espada de los perseguidores; concédenos, por su intercesión, perseverar con
firmeza en la fe, hasta la muerte. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Sábado, 12 de abril
Santa Teresa de Jesús de los Andes
Nació en Santiago de Chile el 13 de julio de 1900, en el seno de una familia acomodada y muy cristiana. Desde su niñez procuró comulgar diariamente y pasar largo rato en diálogo amistoso con Jesús, a la vez que vivía una intensa vida mariana. Profundamente afectiva, se creía incapaz de vivir separada de los suyos. Sin embargo, asumió generosa la prueba de estudiar en régimen de internado, como entrenamiento para la separación definitiva que consumaría el 7 de mayo de 1919, ingresando en las Carmelitas Descalzas de Los Andes. No alcanzó a vivir ni un año entero en el convento, pues murió de tifus el 12 de abril de 1920. Las religiosas aseguraban que había entrado ya santa. Cristo, ese loco de amor, me ha vuelto loca, decía ella. Alcanzó una envidiable madurez integrando en la más armoniosa síntesis lo divino y lo humano: oración, estudios, deberes hogareños... y deporte, al que era aficionadísima. Juan Pablo II la canonizó en 1993.
ORACIÓN
Dios Misericordioso, alegría de los santos, que inflamaste el corazón juvenil de Teresa de Los Andes con el fuego del amor virginal a Cristo y a su Iglesia, y la hiciste testigo gozoso de la caridad aun en medio de los sufrimientos, concédenos, por intercesión, que, inundados por la dulzura de tu espíritu, proclamemos en el mundo, de palabra y de obra, el evangelio del amor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Domingo, 13 de abril
Domingo
de Ramos en la Pasión del Señor
En este día la
Iglesia nos recuerda la entrada de Cristo, el Señor, En Jerusalén para consumar
su Misterio Pascual. Por esta razón en todas las misas se hace memoria de la
entrada
Ha terminado la cuaresma, el tiempo de conversión interior y de penitencia, ha llegado el momento de conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Después de la entrada triunfal en Jerusalén, ahora nos toca asistir a la institución de la Eucaristía, orar junto al Señor en el Huerto de los Olivos y acompañarle por el doloroso camino que termina en la Cruz. Durante la semana santa, las narraciones de la pasión renuevan los acontecimientos de aquellos días; los hechos dolorosos podrían mover nuestros sentimientos y hacernos olvidar que lo más importante es buscar aumentar nuestra fe y devoción en el Hijo de Dios. La Liturgia dedica especial atención a esta semana, a la que también se le ha denominado “Semana Mayor” o “Semana Grande”, por la importancia que tiene para los cristianos el celebrar el misterio de la Redención de Cristo, quien por su infinita misericordia y amor al hombre, decide libremente tomar nuestro lugar y recibir el castigo merecido por nuestros pecados. Para esta celebración, la Iglesia invita a todos los fieles al recogimiento interior, haciendo un alto en las labores cotidianas para contemplar detenidamente el misterio pascual, no con una actitud pasiva, sino con el corazón dispuesto a volver a Dios, con el ánimo de lograr un verdadero dolor de nuestros pecados y un sincero propósito de enmienda para corresponder a todas las gracias obtenidas por Jesucristo. Para los cristianos la semana santa no es el recuerdo de un hecho histórico cualquiera, es la contemplación del amor de Dios que permite el sacrificio de su Hijo, el dolor de ver a Jesús crucificado, la esperanza de ver a Cristo que vuelve a la vida y el júbilo de su Resurrección. En los inicios de la cristiandad ya se acostumbraba la visita de los santos lugares. Ante la imposibilidad que tiene la mayoría de los fieles para hacer esta peregrinación, cobra mayor importancia la participación en la liturgia para aumentar la esperanza de salvación en Cristo resucitado. La Resurrección del Señor nos abre las puertas a la vida eterna, su triunfo sobre la muerte es la victoria definitiva sobre el pecado. Este hecho hace del domingo de Resurrección la celebración más importante de todo el año litúrgico. Aún con la asistencia a las celebraciones podemos quedarnos en lo anecdótico, sin nada que nos motive a ser más congruentes con nuestra fe. Esta unidad de vida requiere la imitación del maestro, buscar parecernos más a Él. Para nosotros no existen cosas extraordinarias, calumnias, disgustos, problemas familiares, dificultades económicas y todos los contratiempos que se nos presentan, servirán para identificarnos con el sufrimiento del Señor en la pasión, sin olvidar el perdón, la paciencia, la comprensión y la generosidad para con nuestros semejantes. La muerte de Cristo nos invita a morir también, no físicamente, sino a luchar por alejar de nuestra alma la sensualidad, el egoísmo, la soberbia, la avaricia... la muerte del pecado para estar debidamente dispuestos a la vida de la gracia. Resucitar en Cristo es volver de las tinieblas del pecado para vivir en la gracia divina. Ahí está el sacramento de la penitencia, el camino para revivir y reconciliarnos con Dios. Es la dignidad de hijos de Dios que Cristo alcanzó con la Resurrección. Así, mediante la contemplación del misterio pascual y el concretar propósitos para vivir como verdaderos cristianos, la pasión, muerte y resurrección adquieren un sentido nuevo, profundo y trascendente, que nos llevará en un futuro a gozar de la presencia de Cristo resucitado por toda la eternidad.
ORACIÓN
Dios todopoderoso y
eterno, tú quisiste que Nuestro Salvador se hiciese hombre y muriese en la
cruz, para mostrar al género humano el ejemplo de una vida sumisa a tu
voluntad; concédenos que las enseñanzas de su pasión nos sirvan de testimonio,
y que un día participemos en su gloriosa resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén
Confeccionado por Franja
y Állen-Perkins el amigo fiel
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