Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
JUNIO,
MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Una
reflexión para cada día del mes de junio.
Oración
introductoria de cada día
Corazón
amantísimo de Jesús digno de todo amor y de toda mi adoración; movido por el
deseo de reparar y de lavar las ofensas graves y numerosas hechas contra ti, y
para evitar que yo mismo me manche de la culpa ingrato, te ofrezco y te
consagro enteramente mi corazón, mis afectos, mi trabajo y todo mi ser.
Por
cuanto son pobres mis méritos, ¡oh Jesús!, te ofrezco mis oraciones, mis actos
de penitencia, de humildad, de obediencia y de las demás virtudes que
practicaré hoy y durante mi vida entera hasta el último suspiro.
Propongo
hacer todo por tu gloria, por tu amor y para consolar a tu Corazón. Te suplico
aceptes mi humilde ofrecimiento por las manos purísimas de tu Madre y Madre mía
María.
Dispón
de mí y de mis cosas,Señor, según el beneplácito de tu Corazón. Amén.
P.
León Dehón
Reflexiones del P. León Dehón
Día 6.
-LA AGONÍA DEL CORAZÓN DE JESÚS
También
Jesús llora. ¿Recordáis el Huerto de los Olivos? Allí, el Corazón de Jesús fue
expuesto al dolor, al miedo, a la tristeza. Aquí Jesús te renueva aquella
triste escena. Pide adoradores, tiene sed de almas, y está solo,
abandonado,olvidado. Solo en la noche. Solo en las largas jornadas. Siempre
solo. ¿Irá quizá alguno a hacerle compañía?
Jesús
vive en el sagrario y es abandonado por el hombre. Quiere ser su comida y sufre
el rechazo. Derrama por él su sangre y la derrama inútilmente.
En
vano el señor llama adoradores a su altar. En vano llama a las almas a la
comunión; pero los hombres se obstinan en vivir lejos de Él. Por eso, Él está
triste.
Día 7.-EL
PECADO MORTAL
Jesús
llora ante la muerte de su amigo Lázaro. ¿Sabes tú por qué Jesús ante el
cadáver de su amigo llora, vibra, reza?
Por
que era cadáver. He aquí tu imagen cuando te duermes en el pecado . No bastan
las invitaciones del ángel custodio, las oraciones de la madre, los consejos de
los amigos, las correcciones del confesor. Queremos un milagro de Jesús. Es
Jesús mismo quien debe llorar, gritar, rezar por ti, alzar su voz. ¿Y tú tan
fácilmente te abandonas al pecado?
Con
un pecado mortal pierdes todo, todo está perdido. Tú eres sensible a todos los
afectos más tiernos y delicados. ¿no sientes nada al ofender a Dios, al ponerlo
de nuevo en la cruz? Sobre tu frente está esculpida la imagen de Dios y tú la
manchas para echarla en el fango.
Día 8.-EL
ESCÁNDALO
El
corazón más dulce y más humilde de la tierra es el Corazón de Jesús. Pero este
corazón divino no puede quedar indiferente frente a la ruina de tantas almas y
es entonces cuando se conmueve y grita: ¡Ay, del mundo por los escándalos!
Jesús
trabaja por la salvación de las almas; el escándalo roba las almas a Jesús para
darles el demonio. Jesús muere en la cruz para redimir a los pecadores; el
escándalo hace estragos de la inocencia, destruye y arruina la obra de la
redención.
Dice
S. Agustín que el escandaloso sufrirá tantos infiernos como las almas que él ha
asesinado. Examínate bien. La Magdalena fue escandalosa, pero reparó y llegó a
ser santa. Haz tú lo mismo.
Día 9.
-EL PECADO VENIAL
En
el tribunal de Anás, Jesús recibe una bofetada de un siervo y en la humildad de
su Corazón exclama: El pecado venial deliberado es una bofetada a Jesús; no lo
pone en la cruz como el pecado mortal, pero es siempre un agravio, una
injusticia, una ofensa.
¿Qué
diríamos de un criado que obedeciese los mandatos del amo, pero despreciase sus
deseos y sus consejos? ¿Qué diríamos de un hijo que diese una bofetada a su
madre? Nosotros hacemos algo peor con Jesús cuando cometemos el pecado venial.
Día 10.-LA
MURMURACIÓN
Toma
la vida de Jesús y léela a fondo: no verás en Él una palabra de murmuración. El
Sagrado Corazón es siempre Él mismo: tiene una palabra dulce para los justos y
los pecadores, una palabra de ternura para sus traidores, una palabra de perdón
para los que le crucifican. Sobre todos extiende el manto benigno de la
caridad. Por eso odia tanto la murmuración y establece una regla especial:
"No juzguéis y no seréis juzgados", dice.
En
la medida con la que juzguéis a los otros, seréis juzgados. ¿Por qué ves la
mota en el ojo de tu hermano y no ves la viga en el tuyo?
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