Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
Contemplar el Evangelio de hoy
Evangelio de hoy
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le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra.
Día litúrgico: La Epifanía del Señor
Texto del Evangelio (Mt 2,1-12): Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle». En oyéndolo, el rey Herodes se sobresaltó y con él toda Jerusalén. Convocó a todos los sumos sacerdotes y escribas del pueblo, y por ellos se estuvo informando del lugar donde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: «En Belén de Judea, porque así está escrito por medio del profeta: ‘Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres la menor entre los principales clanes de Judá; porque de ti saldrá un caudillo que apacentará a mi pueblo Israel’».
Entonces Herodes llamó aparte a los magos y por sus datos precisó el tiempo de la aparición de la estrella. Después, enviándolos a Belén, les dijo: «Id e indagad cuidadosamente sobre ese niño; y cuando le encontréis, comunicádmelo, para ir también yo a adorarle».
Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el Niño. Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa; vieron al Niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra. Y, avisados en sueños que no volvieran donde Herodes, se retiraron a su país por otro camino.
OTRO COMENTARIO DE...
SU NACIMIENTO PARA TODOS
Por Javier Leoz
¡Hagan sitio, pasajeros! ¡Hagan sitio! Esta coletilla, de uso
común en viajes en barco, autobús o en avión…sirve para centralizar la fiesta
de Epifanía: Los Reyes Magos nos invitan a eso: a hacer sitio a Dios porque,
Dios, es para todos. No pa0ra algunos. Peligrosos, siempre, los exclusivos (lo
que quieren todo para sí) y los excluyentes (los que no quieren compartir nada con
los demás)
Dios, con su Nacimiento y al recibir la visita de los Magos,
presenta sus credenciales: me esperan y quiero ir hasta los últimos confines
del mundo. Hoy, aunque nos parezca mentira, millones de hombres y de mujeres
siguen desconociendo que Cristo nació. Que Dios se hizo hombre.
1. ¡Fiesta de Epifanía! ¡Dios se manifiesta a todos los pueblos!
Levantémonos y sigamos adelante, atraídos por el resplandor de la estrella,
para ser allá donde estemos…destellos que irradien amor de Dios o que, por lo
menos, recuerden a más de uno que –Dios- se sigue saliendo al encuentro del
hombre.
¿Qué buscaban los magos? ¿A quién? ¿Por qué? Lo poseían todo:
reino, oro y plata, nobleza y riquezas, vasallos y castillos. Pero les faltaba
el supremo tesoro. De repente y ante tanta riqueza, Dios, se manifiesta
revestido de pobreza.
Buscaban porque, sus fortunas, no les satisfacía todas sus
ansias de felicidad.
Buscaban porque, aun siendo reyes, querían ser siervos de Aquel
que había sido anunciado, profetizado y –por un momento- silenciado por poderes
que querían anteponerse al mismo Señor.
2. ¿A quién buscamos nosotros? ¡Cuánto nos asustan las
dificultades! A los magos, lejos de acobardarles los inconvenientes, cruzaron
desiertos y montañas, dominios y traidores para llegarse hasta la gruta del
Verbo inocente.
No siempre percibieron la estrella (pistas nítidas de la
presencia de Dios), cuando la divisaban, se llenaban de inmensa alegría y,
cuando la perdían, lejos de olvidarla, no dejaban de hablar de ella, de cuándo
aparecería de nuevo.
No siempre nosotros tenemos las cosas claras. Pero ¿qué hacemos
cuando los “nuevos Herodes” nos invitan a desertar, a olvidar o sacrificar ese
Niño que –en el corazón- lo hemos sentido en tantos momentos sacramentales o
personales?
3.- Hoy, a una con los magos, Dios se nos abre, se nos
manifiesta. ¿Cómo van a ver muchos la luz si faltan “electricistas” de Dios en
las casas de los hombres? ¿Cómo van a buscar algunos de nuestros amigos y
familiares la estrella que conduce a Belén si nos ven pendientes de hados de
escenario que nos distraen de las estrellas que cruzan el inmenso espacio del
cielo?
Con los magos, tan distintos y tan unidos en un objetivo (buscar
a Dios) nos sentimos todos agraciados: ¡El Señor es para todos! No es para unos
pocos. Ya no existe un pueblo exclusivo. Todos estamos llamados a disfrutar de
la gran herencia divina
Vayamos, y como los magos, postrémonos ante la gran
manifestación de un Dios que ha nacido para todos los pueblos de la tierra. Javier Leoz
CONFECCIONADO POR FRANJA
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