Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
SANTOS DEL 16 AL 22 ENERO 2017
II
SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
SANTOS DE LA SEMANA
LUNES, 16
San Fulgencio de Écija, obispo
La suya fue una familia de santos
hermanos españoles. San Fulgencio, conocido como obispo de Astigi (Écija), en
Andalucía, tuvo como hermanos a san Leandro, obispo de Sevilla (+ 600), al gran
Isidoro, obispo también de Sevilla (+ 636), doctor de la Iglesia, y a santa
Florentina (+610), abadesa benedictina. San Fulgencio nació en Cartagena, en
España, hacia la mitad del siglo VI, y tuvo como padres a Severiano y Tortora. Su
padre, inmediatamente después de la invasión bizantina de Cartagena huyó, hacia
el 554, a Sevilla, llevando consigo a su mujer y a sus hijos Leandro, Fulgencio
y Florentina, mientras que Isidoro nació en el exilio sevillano, entre el 560 y
el 70. Muertos los dos padres, quedó como cabeza de familia el mayor, Leandro,
que cuidó de la formación humana y literaria de Fulgencio y de Isidoro, apoyado
este último, puesto que era el más pequeño, por Florentina.
en el 610 era ya obispo de Astigi,
hacia sus 50 años, antes de lo cual debió haber sido también él, como Leandro,
monje benedictino, y probablemente abad. En el 610, con su firma, suscribe el
decreto del rey Gundemaro (610-614), que constituía la provincia de Toledo, recortando
su territorio del de Cartagena, bajo dominio bizantino en ese momento.
ORACIÓN
Dios todopoderoso, concédenos venerar
la memoria del obispo san Eulogio, y así como él sirvió a su pueblo con la
palabra y el ejemplo, también nosotros podamos experimentar la ayuda de su
intercesión. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
MARTES, 17
San Antonio
- abad
Este ilustre padre del monaquismo nació en Egipto, de padres
nobles y acomodados, alrededor del año 250. A la muerte prematura de éstos, quedó
al cuidado de una hermana menor y de la hacienda. Siguiendo la llamada de
Cristo en el Evangelio, buscó un buen acomodo para su hermana en un grupo de
vírgenes y repartió sus bienes entre los pobres, hecho lo cual se retiró a una
ermita de las afueras de su pueblo; quince años después marchó a las montañas y
finalmente se estableció en el desierto de la Tebaida. Llevó una vida
consagrada a la oración y la penitencia, y fue por mucho tiempo terriblemente
tentado por el espíritu maligno. La gente acudía a él en busca de consejo y
consuelo. Muchos se quedaban a vivir cerca de él, siguiendo su ejemplo. Tuvo
numerosos discípulos. Trabajó por el bien de la Iglesia, confortando la fe de
los cristianos durante la persecución de Diocleciano, y apoyando a San Atanasio
en su lucha contra el arrianismo. Murió el año 356.
ORACIÓN
Señor y Dios nuestro, que llamaste al desierto a san Antonio, abad, para
que te sirviera con una vida santa, concédenos, por su intercesión, que sepamos
negarnos a nosotros mismos para amarte a ti siempre sobre todas las cosas. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
MIÉRCOLES, 18
Santa Margarita de Humgría
Hija de Bela IV, rey de Hungría,
nació en Turoc (Dalmacia) el año 1242. Sus padres hicieron voto de consagrarla
a Dios si liberaba a su patria de los tártaros. Desde pequeña se educó en las
dominicas, en el monasterio de Santa María, fundado por su padre junto a Buda,
en el que hizo la profesión religiosa en 1254. Es una de las grandes místicas
medievales de Hungría. En la vida conventual, realizaba las tareas más
humildes, con gran espíritu de pobreza y mortificación. No tenía una gran
cultura, pero desde niña se hacía leer las Escrituras y se confiaba a la guía
espiritual de su confesor, el dominico P. Marcelo, que fue Provincial de Hungría.
Rezaba siempre las mismas oraciones y tenía una particular devoción a la Pasión
de Cristo y a la Eucaristía. Llegó a un alto grado de contemplación, acompañada
de visiones y otros dones de Dios. Murió el 18 de enero de 1270 en su convento.
ORACIÓN
Dios nuestro, que llamaste a tu
servidora santa Margarita para que te buscara sólo a ti, por su ejemplo e
intercesión, concédenos que, sirviéndote con un corazón puro y humilde,
lleguemos a tu eterna gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
JUEVES, 19
Beato Marcelo Spínola y Maestre, cardenal
Nació en San Fernando (Cádiz) el año
1835, hijo de los marqueses de Spínola. Estudió derecho y ejerció la abogacía;
su atención a los trabajadores le mereció el nombre de «abogado de los pobres».
Pero abandonó la profesión, entró en el seminario de Sevilla, y recibió la
ordenación sacerdotal en 1864. Ejerció diversos ministerios, siempre con gran
celo por la santificación de las almas y honda preocupación por los problemas
sociales. Fue nombrado sucesivamente obispo auxiliar de Sevilla y titular de
Coria, Málaga y Sevilla. En diciembre de 1905, san Pío X lo creó cardenal, pero
murió el 19 de enero de 1906. Fundó la congregación de las Esclavas
Concepcionistas del Divino Corazón de Jesús para la educación de las jóvenes.
Fue un gran sacerdote para todos, en el confesonario y dirección espiritual, en
la diócesis y su seminario, en las iniciativas religiosas y sociales, en la
promoción de los pobres, por los que llegó a pedir limosna por las calles. Su
espiritualidad era afín a la de San Francisco en muchos aspectos.
ORACIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, progresar cada día en el conocimiento de la
divinidad de tu Hijo y proclamarla con firmeza, como lo hizo, con celo infatigable,
tu obispo beato Marcelo Spínola. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
VIERNES, 20
San Fabián -
Papa y mártir.
Siendo aún laico cristiano, fue elegido obispo de la Iglesia de
Roma el año 236, y recibió la corona del martirio el año 250, al comienzo de la
persecución de Decio, como atestigua su amigo san Cipriano. Promovió, consolidó
y desarrolló la vida de la Iglesia, dando un gran prestigio al Papado. Dividió
Roma en siete diaconías para una mejor asistencia a los pobres. Fue sepultado
en las catacumbas de Calixto.
Oración
Dios todopoderoso, glorificador de tus sacerdotes, concédenos por
intercesión de san Fabián, papa y mártir, progresar cada día en la comunión de
su misma fe y en el deseo de servirte cada vez con mayor generosidad. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
* * * EL
MISMO DÍA * * *
San Sebastián
Oriundo de Narbona, hijo de familia cristiana, creció y fue
educado en Milán. De joven siguió a su padre en la carrera militar. Marchó a
Roma, donde recrudecía la persecución por causa de la fe, para confortar a los
cristianos. Durante algún tiempo gozó de la amistad de los emperadores
Diocleciano y Maximiano, que le confiaron cargos de responsabilidad; pero, a
principios del siglo IV, descubrieron su condición de cristiano, a la que no
quiso renunciar, por lo que Maximiano lo condenó a morir asaetado en el campo,
atado a un árbol. Lo dieron por muerto, pero no lo estaba, y una matrona romana
lo recogió y curó. Volvió Sebastián a proclamar en público su fe en Cristo y a
rechazar el paganismo, por lo que Diocleciano lo condenó, hacia el año 304, a
ser azotado hasta la muerte. Su sepulcro, muy honrado desde antiguo, se
encuentra en las catacumbas de la vía Apia que llevan su nombre.
ORACIÓN
Te rogamos, Señor, nos concedas el espíritu de fortaleza para que,
alentados por el ejemplo glorioso de tu mártir san Sebastián, aprendamos a
someternos a ti antes que a los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
SÁBADO, 21
Santa Inés -
Virgen y mártir
A
comienzos del siglo IV, esta noble doncella romana, de doce o trece años de
edad, rubricó con su sangre el carisma de su virginidad. La tradición cristiana
la convirtió en arquetipo y símbolo de la virginidad hasta la inmolación. Se
enamoró de ella el hijo del prefecto de Roma y le ofreció el matrimonio, que
Inés rehusó. El padre del joven, enterado de que ella era cristiana, la sometió
a crueles tormentos y vejaciones para doblegar su voluntad, pero no lo
consiguió. Finalmente la virgen murió a golpe de espada. Sus padres la
enterraron junto a la vía Nomentana. El papa San Dámaso honró su sepulcro con
un poema, y muchos Padres de la Iglesia, a partir de san Ambrosio, le dedicaron
alabanzas.
ORACIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que
eliges a los débiles para confundir a los fuertes de este mundo, concédenos a
cuantos celebramos el triunfo de tu mártir santa Inés imitar la firmeza de su
fe. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
DOMINGO 22
III del
Tiempo Ordinario
► Jornada y colecta de la Infancia
Misionera ◄
San Vicente
Natural
de Huesca, hijo de una familia consular, estudió en Zaragoza, donde llegó a ser
diácono del obispo san Valero, que lo dedicó a la predicación. En la
persecución del emperador Diocleciano, el prefecto Daciano apresó a ambos y los
trasladó a Valencia. Aquí, para hacerles apostatar, los sometió a cruel
prisión, hambre, cadenas..., pero no consiguió su propósito. Entonces envió a
Valero al destierro y continuó atormentando al joven Vicente, que no cesó de
confesar su fe. La tradición narra las múltiples torturas que sufrió hasta
morir y el ensañamiento con que maltrataron su cadáver, lo que dio lugar a
intervenciones extraordinarias de Dios. Murió en Valencia el 22 de enero del
año 304, y de inmediato se extendió su culto por toda la Iglesia. Su basílica
sepulcral, extramuros de la ciudad, fue templo de un monasterio ilustre y hogar
de la fe cristiana durante la dominación musulmana. San Agustín y Prudencio
celebraron en sus escritos el martirio.
ORACIÓN
Dios todopoderoso y eterno, derrama sobre nosotros tu Espíritu, para que
nuestros corazones se abrasen en el amor intenso que ayudó a san Vicente a
superar los tormentos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Confeccionado por Franja y Állen-Perkins
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