SEMANA DEL 2
AL 8 DE
MAYO 2022
SEMANA III DE PASCUA
SANTORAL DE LA SEMANA
Lunes,
2
San Atanasio
- Obispo y doctor de la Iglesia -
Nació en Alejandría de Egipto el año 295, de
padres cristianos. Fue colaborador y sucesor, el año 328, del obispo de
Alejandría san Alejandro, a quien había acompañado como diácono al Concilio de
Nicea. Durante los cuarenta y cinco años de su episcopado, defendió
valerosamente la recta fe católica proclamada en Nicea y, en particular, la
divinidad de Jesucristo contra los arrianos, lo que le acarreó incontables
sufrimientos, entre ellos, cinco destierros decretados por los emperadores.
Escribió excelentes obras apologéticas y expositivas de la fe; mención especial
merece su Vida de San Antonio, en la que narra la vida del santo Abad y
que luego sirvió de modelo a las hagiografías. Difundió incluso en Occidente el
ideal monástico. Murió en su sede de Alejandría el año 373.
ORACIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que hiciste de tu obispo san Atanasio un preclaro defensor de la divinidad de tu Hijo, concédenos, en tu bondad, que, fortalecidos con su doctrina y protección, te conozcamos y te amemos cada vez más plenamente. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Martes 3
Santos Felipe y Santiago Apóstoles
Felipe, natural de Betsaida, en Galilea, fue primero discípulo de Juan Bautista, y siguió a Jesús cuando éste le dijo «Sígueme», después de lo cual fue a decirle entusiasmado a Natanael: «Hemos encontrado a aquel de quien hablaban Moisés y los profetas, Jesús de Nazaret». Los evangelios lo mencionan en algunos pasajes y la tradición lo recuerda como evangelizador en Asia Menor.
Santiago,
apellidado «el Menor», pariente de la Virgen María y del Señor, hijo de Alfeo,
fue obispo de la primera comunidad judeo-cristiana de Jerusalén; escribió la
carta canónica que lleva su nombre; es el apóstol con quien Pablo convertido
toma contacto, y a quien el Concilio de Jerusalén concede un papel importante
en momentos cruciales del desarrollo de la evangelización. Recibió la palma del
martirio en Jerusalén el año 62.
ORACIÓN
Señor, Dios nuestro, que nos alegras todos los años con la fiesta de los santos apóstoles Felipe y Santiago, concédenos, por su intercesión, participar en la muerte y resurrección de tu Hijo, para que merezcamos llegar a contemplar en el cielo el esplendor de tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Las «Cruces de Mayo»
La
Iglesia ha dedicado dos fechas a celebrar la santa Cruz: el 3 de mayo y el 14
de septiembre, intercambiando entre ellas los títulos y motivos. En la segunda,
rememorando que el 14 de septiembre del año 320 santa Elena halló la Cruz en
Jerusalén, celebramos ahora «La exaltación de la santa Cruz». La
del 3 de mayo, que permanece en la tradición popular, aunque no tenga
celebración litúrgica, recuerda también hechos históricos. En mayo del año 614, Cosroas, rey de los persas, saqueó Jerusalén y se llevó la Cruz a
su país. Pero el emperador Heraclio derrotó a los persas, recuperó la Cruz y la
entregó solemnemente al patriarca de Jerusalén el 3 de mayo del año 630. Esta
recuperación llenó de entusiasmo a la Iglesia y particularmente a los latinos,
que no tardaron en celebrar la fiesta de la santa Cruz en esta última fecha.
Miércoles, 4
San José María Rubio y Peralta
Nació
en Dalías (Almería) en 1864, de familia numerosa y campesina. Estudió en los
seminarios de Almería, Granada y Madrid, donde fue ordenado de sacerdote en
1887. Ejerció diferentes ministerios en la diócesis madrileña, en la que pronto
adquirió fama de santidad. En 1906 entró en la Compañía de Jesús, que le
encomendó diversos apostolados en Granada, Sevilla y Manresa (Barcelona), hasta
su regreso en 1917 a Madrid, campo ya definitivo de su apostolado. Su actividad
apostólica fue extraordinaria: pasaba muchas horas en el confesonario atendiendo
a multitud de penitentes, predicó muchos ejercicios espirituales, en sus
sermones y en su porte irradiaba bondad, organizó y dirigió obras e
instituciones de vida cristiana, desarrolló una gran actividad social en
barrios pobres, gozó de dones místicos extraordinarios. Murió en Aranjuez
(Madrid) el 2 de mayo de 1929. Juan Pablo II lo canonizó el 4 de mayo del 2003,
y su memoria litúrgica se celebra el 4 de mayo.
ORACIÓN
Padre de las misericordias, que hiciste al
bienaventurado sacerdote José María Rubio ministro de la reconciliación y padre
de los pobres, concédenos que, llenos del mismo espíritu, socorramos a los
abandonados y manifestemos a todos tu caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Jueves, 5
San Ángel de Sicilia
- Carmelita, Presbítero y mártir -
fue un santo católico nacido en Palestina. Vivió en el Monte Carmelo en la Orden fundada por San Bartolo y viajó a Roma en compañía de otros carmelitas para obtener del Papa Honorio III la aprobación de la Regla del Carmen, gracia que se obtuvo el 30 de enero de 1226. Por los años 1220, llegó a Sicilia. Aquí desarrolló un ardoroso apostolado y en la ciudad de Licata (Sicilia, Italia) fue asesinado por "impíos infieles", en la primera mitad del siglo XIII.
La Iglesia católica y
la Orden del Carmelo en el pasado lo veneraron como mártir y pronto levantaron en Licata una iglesia en su honor y
colocaron su cuerpo sobre el altar. Su festividad es el 5 de mayo.
ORACIÓN
Dios, fuerza de los fieles y corona de los mártires por
cuya gracia San Ángel, carmelita, superó los tormentos del
martirio; por su intercesión, concédenos propicio que, imitándole fielmente, seamos
hasta la muerte testigos de su presencia y bondad. Por Jesucristo nuestro
Señor. Amén.
Viernes, 6
Santo
Domingo Savio
Fue un joven discípulo
de san Juan Bosco que, desde la infancia, gozó de un ánimo dulce y alegre, y
recorrió expeditamente el camino de la perfección cristiana, llegando a la
santidad cuando todavía era un adolescente. Nació en Riva de Chieri (Turín, Italia)
el 2 de abril de 1842; su padre era herrero y su madre costurera. Fue un niño
superdotado y desde pequeño hizo proyectos dignos de un cristiano maduro. Al
hacer la primera comunión, se propuso "antes morir que pecar". A los
doce años, su padre lo presentó a Don Bosco, que quedó prendado de sus
cualidades naturales y espirituales. Bajo la guía del Santo, alcanzó una
madurez humana y cristiana precoz. Sus grandes devociones fueron Jesús
Sacramentado, la Inmaculada Concepción de María, el Papa. Tenía una salud
frágil y era de natural vivo y sensible, y tuvo que superarse y afrontar no
pocas dificultades. La enfermedad lo obligó a dejar el Oratorio de Turín y
trasladarse Mondonio, donde murió el 9 de marzo de 1857.
ORACIÓN
Oh Dios, fuente de
todo bien, que en santo Domingo Savio ofreces a los adolescentes un ejemplo
admirable de caridad y de pureza: concédenos también a nosotros crecer como
hijos en la alegría y en el amor hasta la plena estatura de Cristo. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Sabado, 7
Santa Rosa Venerini
-
Fundadora de las Maestras Pías Venerini -
Nació en Viterbo (Italia) el año
1656, dotada de extraordinaria inteligencia y sensibilidad humana, y en su
hogar recibió una educación que le permitió desarrollar sus talentos de mente y
de corazón y formarse en sólidos principios cristianos. En 1676 ingresó en las
Dominicas, pero pronto tuvo que regresar a casa para cuidar a su madre que
había quedado viuda y estaba enferma. Fallecida su madre, comenzó a reunir en
su domicilio a muchachas y mujeres vecinas con las que rezaba y a las que
instruía. En 1685 fundó la primera escuela para una formación cristiana
integral de las jóvenes del pueblo. Superadas no pocas dificultades, las
escuelas se fueron multiplicando hasta llegar a Roma en 1706, donde el apoyo de
Clemente XI en 1716 consolidó la fundación. Murió en Roma el 7 de mayo de 1728.
Pío XII la beatificó el 4 de
mayo de 1952. Y Benedicto XVI la canonizó el 15 de octubre de 2006.
ORACIÓN
Dios nuestro, que llamaste a tu servidora santa Rosa Verini para que te buscara sólo a ti, por su ejemplo e intercesión, concédenos que, sirviéndote con un corazón puro y humilde, lleguemos a tu eterna gloria. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén
Domingo,
8
Cuarta semana de Pascua
- Jornada Mundial de oración por las vocaciones nativas
Nuestra Señor de Luján
- Patrona de Argentina
-
Hacia
el año 1630, un cierto portugués, de nombre Antonio Faría de Sá, hacendado de
Sumampa, jurisdicción de Córdoba del Tucumán, pidió a un amigo suyo, Juan
Andrea, marino, que le trajese del Brasil una imagen de la Concepción de María
Santísima con el propósito de venerarla en la Capilla que estaba fabricando en
su estancia. Juan Andrea cumplió el encargo y le trajo no una, sino dos
imágenes de Nuestra Señora, que llegaron al puerto de Buenos Aires. Una, según
el pedido, era de la Purísima Concepción; la otra, del título de la Madre de
Dios con el niño Jesús dormido entre los brazos. Desde luego entendieron los
arrieros tal disposición del Cielo de que la imagen de la Virgen encerrada en
tal cajón debía quedarse en aquel paraje y así siguieron con la otra a su
destino.
Ambas
imágenes fueron colocadas en dos cajoncillos y subidas a una carreta. Al llegar
a las orillas del Río Luján, en la estancia de Rosendo, los troperos se
detuvieron allí para pasar la noche. Al día siguiente, una clara mañana de
Mayo, queriendo proseguir el camino no pudieron mover la carreta. Admirados de
la novedad pasaron a individualizar la causa y declaró el conductor del convoy:
“Aquí vienen dos cajones con dos bultos de la Virgen, que traigo recomendados
para una capilla de Sumampa”. Cuando abrieron el cajón, hallaron una bella
imagen de Nuestra Señora de la Concepción, de media vara de alto y con las
manos juntas ante el pecho. Luego de venerar la Santa Imagen la llevaron en
procesión a la casa de Rosendo y sus dueños le levantaron un humilde altar. Fue
entonces cuando un joven negro llamado Manuel- dijo: “Sáquese de la carreta uno
de los cajones y observemos si camina”. Así se hizo, pero en vano. “Truéquense
los cajones”, replicó él mismo. Entonces ocurrió que al cambiar los cajones y
al tirar los bueyes la carreta se movió sin dificultad.
ORACIÓN
Señor y Dios nuestro, mira a tu pueblo que peregrina en Argentina, y por la intercesión de la santísima Virgen María, en su advocación de Nuestra Señora de Luján, concédele tu ayuda en la vida presente y la salvación eterna en el cielo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Confeccionado por Franja y Allen-Perkins