martes, 25 de marzo de 2014

¡Qué bien se está contigo, Señor!

Blog Católico de Javier Olivares-Baiona

AÑO   EUCARISTICO


Introducción

Una de las grandes lagunas de nuestras comunidades, parroquias, grupos, etc., es la pereza o el desafío que supone el estar a solas con Dios. Es difícil encontrar unos espacios de silencio para que, la vida interior de cada uno, se alimente, se acreciente o se consolide con el encuentro personal con Cristo. El futuro de nuestra evangelización, de la iglesia, de la vida cristiana....depende mucho de la experiencia de Dios que, el creyente, pueda tener a través de la oración.

¿Por qué las iglesias sólo se llenan en las celebraciones?
¿Por qué no ofrecer el templo como una escuela de meditación?
¿Por qué tantos sagrarios sin adoradores?
¿Por qué no hay más silencios en nuestra liturgia?
¿Por qué no hay lugar para la contemplación?

Acostumbrados a celebrar todo en comunidad, rezar en comunidad, cantar en comunidad, expresarlo todo en comunidad....corremos el peligro de descuidar aquella otra vertiente de la fe personal y contrastada a solas con Dios.
El Año Eucarístico puede constituir una oportunidad para incentivar dentro de nuestras parroquias, colegios, grupos, etc., espacios para el silencio, dinámicas para la oración personal  o la contemplación.


¡Cómo no amar a Jesús, que siendo riqueza inestimable que nada necesita, se ha humillado a mendigar mi amor!
Ayer dediqué tan sólo una hora de mi tiempo a acompañar a Jesús Sacramentado en mi parroquia. Una hora en toda una semana para dejarme llenar por Él. Me supo a muy poco.
Estar con Jesús a solas, sentir que se sienta junto a ti en el mismo banco, dejar apartados todos los problemas y preocupaciones, vaciarte de pensamientos y abandonarte en manos de Jesús para que Él llene tu corazón con lo que Él quiera, es una experiencia maravillosa. No, maravillosa no, me quedo corta. Es la experiencia que todo cristiano debería ansiar.

Dejo en mi intimidad lo que ayer experimenté, lo que Jesús me sugirió, los compromisos que asumí, los agradecimientos que expresé, las personas por las que pedí, pero copio aquí la oración que hicimos todos juntos al final, porque me inspiró mucho y me hizo pensar que todos deberíamos conocer que el Dios al que alabamos nos espera incansable en el Sagrario a que vayamos a visitarle, y cuando por fin lo hacemos pensamos que cómo no hemos ido antes. Es verdad que Jesús está en todas partes, es verdad que con Jesús se puede hablar en cada lugar, en cada momento, pero también es verdad que la soledad del Sagrario estremece y extrae de ti lo que nunca hubieras pensado. 
Es del Padre carmelita J. Caraud:



¡Qué bien se está contigo, Señor!

¡Qué bien se está contigo SEÑOR junto al SAGRARIO!
Qué bien se está contigo, ¿por qué no vendré mas?
Hace ya muchos años que vengo aquí a diario
y aquí te encuentro siempre -AMOR Y SOLITARIO-
Solo, pobre, escondido, pensando en mi quizás!.....

TÚ no me dices nada ni yo te digo nada;
si TÚ lo sabes todo ¿que voy a decirte?
Sabes todas mis penas, todas mis alegrías,
sabes que vengo a verte con las manos vacías
y que no tengo nada que te pueda servir.
Siempre que vengo a verte, siempre te encuentro solo
¿Será SEÑOR que nadie sabe que estás aquí?

No sé, pero sé, en cambio, que aunque nadie viniera,
aunque nadie te amara ni te lo agradeciera,
aquí estarías siempre esperándome a mi.....
¿Por qué no vendré más? ¡Que ciego estoy, que ciego!
Si sé por experiencia que cuando a TI me llego
siempre vuelvo cambiado, siempre salgo mejor.

¿A donde voy Dios mío, cuando a mi Dios no vengo?
¡Si TÚ me esperas siempre! Si a TI siempre te tengo
si jamás me has cerrado las puertas de tu AMOR.

Por otros se recorren a pie largos caminos,
acuden de muy lejos cansados peregrinos
o pagan grandes sumas que no han de recobrar.
Por Ti, nadie pregunta, de TI nadie hace caso,
si alguna vez te visitan es solo así de paso;
aquí eres TÚ quien jamás paga si alguno quiere entrar.


¿Por qué no vendré mas si sé que aquí, a TU lado,
puedo encontrar, Dios mío, lo que tanto he buscado
mi luz, mi fortaleza, mi paz mi único bien?
¡Si jamás he sufrido, si jamás he llorado SEÑOR
sin que conmigo llorases TÚ también!

¿Por qué no vendré más, JESUS?
¡si TÚ lo estás deseando, ! si yo lo necesito!
Si sé que no soy nada cuando no vengo aquí...
Si aquí me enseñarás la ciencia de los santos
como aquí la buscaron y la aprendieron tantos,
que fueron tus amigos y gozan ya de TI...

¿Por qué no vendré más, si sé yo
que TÚ eres el modelo único y necesario
que nada se hace duro mirándote a TI aquí....?
El SAGRARIO es la celda donde estás encerrado...
¡Qué pobre, qué obediente, qué manso, qué callado,
qué solo, qué escondido... nadie se fija en TI!

¿Por qué no vendré más ? ¡Oh! Bondad infinita!
riqueza inestimable que nada necesita,
y que te has humillado a mendigar mi amor
Ábreme ya esa puerta, -sea esa ya mi vida-
olvidado de todos, de todos escondida,
¡Que bien se está contigo, que bien se está SEÑOR !
Amén

    P. Carmelita - (J.Caraud)


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