SEMANA DEL 24 AL 30 DE MAYO DEL 2021
Santoral de la semana
LUNES, 24
La Bienaventurada Virgen María
Sabemos por la revelación y el magisterio de la
Iglesia, que en Ella, la gracia divina se adelantó a la naturaleza viciada; que
ningún hálito impuro la contaminó jamás; que sola Ella, entre todas las hijas
de Adán, por un milagro de preservación redentora, fue preservada del universal
contagio del pecado original; que Dios pareció haber agotado los tesoros
inmensos de su omnipotencia, para embellecer y santificar su alma; y que la
fidelidad perfecta de la Virgen, correspondiendo con exacta cooperación a los
continuos llamamientos de la gracia, acumuló en sí méritos sobrenaturales sobre
toda otra humana medida e hizo de Ella la más bella, la más sublime y santa
entre todas las puras criaturas salidas de las manos del Creador.
"En la celebración de este círculo anual de
los misterios de Cristo, la santa Iglesia venera con especial amor a la
bienaventurada Madre de Dios, la Virgen María, unida con un vínculo indisoluble
a la obra salvadora de su Hijo; en ella mira y exalta el fruto excelente de la
redención y contempla con gozo, como en una imagen Purísima, aquello que ella
misma, toda entera, desea y espera ser" CIC 1172
A lo largo de esta catequesis hemos podido ver
cómo el culto especial a María nació espontáneamente de la fe y del amor filial
del pueblo de Dios y se ha convertido en un "elemento intrínseco del culto
cristiano" formando "parte integrante" del mismo. En María, la
Iglesia celebra el cumplimiento del misterio Pascual en su forma plena,
semejante a la del Señor resucitado, puesto que realizó en cuerpo y alma su
"paso" pascual de la muerte a la vida. De esta manera el culto
cristiano se ve enriquecido con la celebración total del triunfo, no sólo de Cristo
sino, que al celebrar a María celebramos nuestro propio triunfo dentro del
misterio pascual de Cristo. María, como en Pentecostés, vuelve a reunirse con
la Iglesia y en la Iglesia para pedir que el Espíritu Santo realice el misterio
de la transubstanciación, para acompañar en la peregrinación al pueblo de Dios,
para interceder y unirse a la misma oración de súplica, para volver a ofrecer
con todo su corazón a Cristo, como lo hizo ante la cruz, para mostrarle a cada
uno de los cristianos que el culto es la expresión más perfecta de adoración y
sostén de la verdadera fe. Por ello, el culto a María nos ayuda a entender más
el misterio interior de Dios, y a saber que contamos con una Madre amorosa que
vela incesantemente por nosotros, ya que como dice el Concilio, su participación
en el misterio de la salvación no ha terminado aun (LG 62), que continúa
acompañándonos y protegiéndonos hasta que se realice en cada uno de sus hijos
la victoria final sobre el mal y el pecado, y pueda tenerlos en su regazo en el
cielo por toda la eternidad.
ORACIÓN
Concédenos, Señor, a cuantos honramos la gloriosa memoria de la santísima
Virgen María, por su intercesión,
participar como ella de la plenitud de tu
gracia. Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén
MARTES,
25
San Gregorio VII
► Papa de 1073 a 1085 ◄
Antes se había llamado Hildebrando. Nació en
Toscana (Italia) hacia el año 1028. Se educó en Roma y perteneció al clero
romano. Abrazó la vida monástica en Cluny, de donde pasó a Roma, al monasterio
de San Pablo, del que fue abad y al que reformó con éxito. Fue legado y
colaborador de los papas en la obra de la reforma eclesiástica, que él mismo
hubo de proseguir con gran denuedo al subir a la cátedra de San Pedro en 1073;
la suya la conocemos con el nombre de «Reforma Gregoriana». Luchó contra la
simonía, el concubinato de los clérigos, las investiduras seculares, y propugnó
una vasta reforma eclesial, buscando la santidad y la libertad de la Iglesia.
Su principal adversario fue el emperador Enrique IV, al que excomulgó. Murió
desterrado en Salerno (Campania) el 25 de mayo de 1085, y antes de morir
declaró: «Porque amé la justicia y odié la iniquidad, muero en el destierro».
ORACIÓN
Señor,
concede a tu Iglesia el espíritu de fortaleza y la sed de justicia con que has
esclarecido al papa san Gregorio, y haz que, por su intercesión, sepa tu
Iglesia rechazar siempre el mal y ejercer con entera libertad su misión
salvadora en el mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
* * * El mismo día * * *
Santa María
Magdalena de Pazzi
Nació en Florencia (Italia) el año
1566. Educada en la piedad, desde joven tuvo profundas experiencias
espirituales y a los dieciocho años ingresó en el monasterio carmelitano de
Santa María de los Ángeles de su ciudad. Llevó una vida de oración y de
abnegación, orando constantemente por la renovación y fortalecimiento de la
Iglesia que en Italia hacía frente a la difusión de la cultura neopagana del
renacimiento y a la influencia de la reforma luterana. En el monasterio ejerció
los cargos de sacristana, maestra de las jóvenes y de las novicias, y
subpriora. Además, dirigió por el camino de la perfección a muchas de sus
hermanas de religión. Dios la enriqueció con múltiples dones, éxtasis y
revelaciones, de los que dejó constancia en sus escritos. Murió el 25 de mayo
de 1607, y fue canonizada en 1669 junto con san Pedro de Alcántara.
ORACIÓN
Señor Dios, tú, que amas la
virginidad, has enriquecido con dones celestiales a tu virgen santa María
Magdalena de Pazzi, cuyo corazón se abrasaba en tu amor; concede a cuantos celebramos
hoy su fiesta imitar los ejemplos de su caridad y su pureza. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
MIERCOLES, 26
San Felipe Neri
Nació en Florencia el año 1515 y pronto marchó a Roma. Estudió filosofía y teología y fue preceptor de los hijos de una familia acomodada. Crecía su vida interior y su dedicación al apostolado y a las obras de caridad. En 1548 fundó una cofradía asistencial. Impulsado por su director espiritual y superada su propia humildad, por fin se ordenó de sacerdote en 1551. Fundó la Congregación del Oratorio para sacerdotes seculares dedicados a la predicación y al confesionario. Se dedicó en especial al cuidado de los jóvenes y los niños, en los que, con su estilo de vida, su bondad, su alegría y demás virtudes no menos simpáticas que exigentes, ejerció una gran influencia. Fundó también una asociación para atender a los pobres. Su celebración de la misa era una singular experiencia mística, tenía una capacidad extraordinaria para el contacto humano y popular, promovió nuevas formas de catequesis, arte y cultura, difundía en torno a sí una alegría que brotaba de su unión con Dios y de su buen humor. Fue gran amigo de san Carlos Borromeo y del capuchino san Félix de Cantalicio. Murió en Roma el 26 de mayo de 1595.
ORACIÓN
Señor Dios, que no cesas de enaltecer a tus siervos con la gloria de la santidad, concédenos que el Espíritu Santo nos encienda con aquel mismo fuego con que abrasó el corazón de san Felipe Neri. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
JUEVES, 27
Nuestro Señor Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote
Jesús entrega su amistad y pide la nuestra. Ha
dejado de ser el Maestro para convertirse en amigo. Escuchad como dice:
Vosotros sois mis amigos... No os llamo siervos, os llamo amigos, porque todo
lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer…En aras de esa amistad, que
es entrañable, que es verdadera y ardorosa, desea atajar a los que aún pudieran
no hacerle caso. "No sois vosotros -les dice- los que me habéis elegido,
soy yo quien os he elegido".
Es un compañero deseoso de salvar, de alegrar y de llenar de amor, de gozo y de
paz a sus amigos. "Os he hablado para que
mi alegría esté en vosotros y vuestra alegría llegue a plenitud". El Maestro está con los brazos abiertos de la amistad tendidos
hacia nosotros. Y con la alegría como promesa y como ofrenda. Nunca se ha visto
un Dios igual. Camina ahora mismo y por cualquier calle. Por la acera de tu
casa, seguro. Y está diciendo que es amigo tuyo, que te quiere igual que a su
Padre y que desea llenarte de alegría. Lo va repitiendo al paso, según se
acerca a tu puerta
ORACIÓN
Oh Dios, que para gloria tuya y salvación del género humano constituiste a tu único Hijo Sumo y Eterno Sacerdote, concede a quienes Él eligió para ministros y dispensadores de sus misterios la gracia de ser fieles en el cumplimiento del ministerio recibido. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén
VIERNES, 28
Santa María Ana de Jesús de Paredes
► Patrona de Ecuador ◄
Nació en Quito (Ecuador) el año 1618, en el seno de una familia piadosa y acomodada. Huérfana desde la niñez, consagró a Dios su virginidad y, al no poder entrar en ningún monasterio, emprendió en su casa una vida ascética, dedicada a la oración, el ayuno y otros ejercicios piadosos. A la vez, se entregó con gozo y amor a la ayuda espiritual de sus compatriotas sin distinción de raza ni color: enseñaba el catecismo a los niños, visitaba a enfermos, socorría a pobres, consolaba a las personas atribuladas, atendía las necesidades de los indígenas pobres y de los negros, hubiera querido llevar la fe a los indios. Fue particularmente devota de la Pasión de Cristo. Formada en el espíritu ignaciano, ingresó luego en la Tercera Orden Franciscana. Además, fue lectora asidua de las obras de santa Teresa de Jesús. Murió en Quito el 26 de mayo de 1645. Es patrona del Ecuador.
ORACIÓN
Señor, Dios de misericordia, que hiciste florecer,
junto con la virtud de la pureza, la austeridad de la penitencia, como lirio
entre espinas, en santa María Ana de Jesús, que vivió en medio de un mundo
corrompido, concédenos, por su intercesión, vernos libres de los vicios de
nuestro tiempo y tender a la perfección cristiana. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
SABADO, 29
Pablo VI
► Papa de 1963-1978 ◄
Ordenado
sacerdote en 1920, estudió diplomacia en Roma, entrando a formar parte de la
secretaría de Estado vaticana en 1923, tras un breve paso por la nunciatura de
Varsovia. Como consiliario eclesiástico de la Federación Universitaria tomó
parte en los conflictos de esta organización con el régimen de Mussolini.
Durante
la Segunda Guerra Mundial llevó a cabo una importante labor al
frente de la comisión pontificia de asistencia. Su tarea pastoral y sus
tendencias renovadoras lo alejaron de la curia vaticana, siendo nombrado
arzobispo de Milán en 1954. Fue el primer cardenal nombrado por el papa Juan XXIII, con quien colaboró estrechamente en la
organización del Concilio Vaticano II. A la muerte del pontífice le sucedió
como tal y dio continuidad a la renovación emprendida en la Iglesia.
En 1965
pronunció un importante discurso ante la Asamblea General de la ONU, hechos que
constituyeron los primeros hitos de una serie de viajes pastorales en el marco
de una amplia política ecuménica y de acercamiento a los problemas del mundo.
Al final de su pontificado, no obstante, dio muestras de ceder a las presiones
de los sectores más conservadores. En este sentido fueron tomadas sus
encíclicas Sacerdotalis coelibatus y Humanae vitae, que aparecieron como un
retroceso frente a otras como Ecclesiam suam y Populorum progressio. Su inmediato sucesor
fue Juan Pablo I, fallecido un mes después de su elección
(1978), tras lo cual se inició el pontificado del carismático Juan Pablo II (1978-2005).
ORACIÓN
«Oh Dios, fuente de la vida, que en tu siervo, el Papa san Pablo VI, has revelado el misterio de la paz y la felicidad, haz que, iluminados por su ejemplo, reconozcamos en tu Hijo Jesucristo al único Redentor del hombre. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
DOMINGO, 30
DOMINGO DE LA SANTÍSIMA
TRINIDAD
Este
domingo celebramos la Solemnidad de la Santísima Trinidad. El misterio de la
Santísima Trinidad es el central de la fe y de la vida cristiana. Se trata del
misterio de Dios en Sí mismo.
Los
Apóstoles, después de la Resurrección, comprendieron que el único Dios era
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Creemos
en un sólo Dios en tres Personas distintas. Dios Hijo, por quien son todas las
cosas, es enviado por Dios Padre, es nuestro Salvador. Dios Espíritu Santo, en
quien son todas las cosas, es el enviado por el Padre y por el Hijo, es nuestro
Santificador.
La
Santísima Trinidad es el misterio de un sólo Dios en tres personas. El hombre
debe inclinarse con respeto ante ese misterio sublime y creerlo sin procurar
profundizarlo, porque se halla por encima de la luz de su razón.
La
Santísima Trinidad es el misterio fundamental de nuestra religión. En su nombre
hemos sido bautizados. La señal de la cruz nos la recuerda, y el sacerdote, en
el altar, la invoca para terminar todas sus oraciones. En su nombre somos
absueltos en el tribunal de la penitencia, y en su nombre, se renueva todos los
días, en nuestros altares, el sacrificio del Calvario.
La Santísima Trinidad es, además, prenda de nuestra felicidad eterna: Dios mismo será nuestra recompensa si hemos guardado su ley.
ORACIÓN
Os
adoro, Dios tres veces santo, Padre, que nos habéis creado, Hijo que nos habéis
redimido con vuestra sangre, Espíritu Santo, que nos santificáis con las
gracias que nos concedéis todos los días. Haced que guarde en mi alma vuestra
semejanza o imagen, a fin de que, un día, me reconozcáis y reine con vos en la
eternidad. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén
Confeccionado por Franja y Állen-Perkins
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