Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
Autor:
Jorge Milia |
Fuente: Almudi/Osservatoreromano
No
‘balconear’ la vida
No dejen
que otros sean los protagonistas del cambio,
ustedes ( los jóvenes) son los que
construyen el futuro
No
‘balconear’ la vida
«Cuando
Papa Francisco dijo: “No dejen que otros sean los protagonistas (…), me sentí
joven yo también y pensé en lo bueno que era que esa juventud expectante lo
comprendiera y en treinta o cuarenta años recordara sus palabras y analizara
los resultados»
"Balconear",
en el lunfardo [1] argentino literalmente quiere decir "mirar desde el
balcón". Es una actitud puramente curiosa, sin participación, como un
espectador de los demás que no participa de lo que está viendo. Siempre tiene
un comentario crítico sobre lo que no le gusta o le parece mal, pero no se
mezcla con la gente.
En los
años de nuestra adolescencia y anteriores; en aquellos mismos que el joven
maestro Bergoglio era nuestro profesor, nuestro Colegio de la Inmaculada Concepción
de Santa Fe participaba, especialmente, en la procesión de Corpus Christi,
junto a otros colegios católicos y la feligresía en general. En esa procesión
que discurría por el centro de la ciudad en un largo recorrido, era típico ver
muchos balconeros.
En
algunas casas, alguna imagen y un par de velas centraban la atención sobre una
familia que se dedicaba a saludar a los procesionantes y hacer comentarios
entre ellos. En ciertas zonas, una o dos casas por cuadra mostraban a un grupo
curioso dedicado a la misma práctica. A mí me extrañaba un poco porque mis
abuelos maternos, los que aún vivían, aún veteranos y algo achacosos se
incluían entre los miembros de su parroquia y no consideraron nunca la idea de
balconear.
Hablando
con un cura del colegio me dio una definición sencilla: «Son viejas teñidas de
fe. La fe no se vive desde el balcón, sino caminando». Una frase que volvería a
mi memoria haciendo el Camino de Santiago en 2010 y que remite a una Iglesia en
marcha.
Cuando
dijo: «No dejen que otros sean los protagonistas del cambio, ustedes son los
que construyen el futuro», me sentí joven yo también y pensé en lo bueno que
era que esa juventud expectante lo comprendiera y en treinta o cuarenta años
recordara sus palabras y analizara los resultados. Luego sentí esa ternura y
admiración por el amigo al ver que “le saltaba el porteño [2] que lleva adentro”
cuando les insistió a los jóvenes con eso de: «No balconeen la vida, métanse en
ella, como hizo Jesús».
Para
Francisco −y es difícil que alguien no lo entienda− el cristiano es un
protagonista, no un espectador. En poco tiempo nos ha demostrado que desde el
único balcón que se puede participar es aquel de la logia, en que una tarde
lluviosa se asomó un Papa del fin del mundo y saludó a quienes lo esperaban con
un simple Buona sera se ganó el corazón del mundo pidiendo que recen por él...
Notas
[1] Jerga
típica de la ciudad de Buenos Aires, ampliamente utilizada en el tango.
[2]
Adjetivo que se refiere tanto a la ciudadanía como al discurso salpicado del
"lunfardo" típico de Buenos Aires.
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