Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
BIOGRAFÍA
DE LOS SANTOS
Semana
del 21 al 27 de JULIO 2014
XVI
Semana del Tiempo Ordinario
San
Lorenzo de Brindis
► Presbitero y doctor de la Iglesia ◄
Nació
en Brindis (Italia) el año 1559. Ingresó en la Orden de los Capuchinos y
estudió en Padua. Fue una persona superdotada a quien Dios concedió cualidades
intelectuales extraordinarias. Infatigable y elocuente predicador por varias
naciones de Europa, docto profesor de sus hermanos, escritor erudito, ocupó,
además, todos los cargos en su Orden, incluso el de Ministro general, y
desempeñó graves y delicadas misiones diplomáticas por Europa. De carácter
sencillo y humilde, cumplió fielmente todas las misiones que se le
encomendaron, como la defensa de la Iglesia ante los turcos que intentaban
dominar Europa y la reconciliación de príncipes enfrentados. En su vida de
piedad se distinguió por la fervorosa celebración de la misa y por su filial
devoción a la Virgen. Murió el 22 de julio de 1619 en Lisboa, adonde fue a
tratar con Felipe III de la paz en Nápoles. Por su conocimiento profundo de la
Palabra de Dios, del que dejó testimonio en sus escritos y en los púlpitos,
Juan XXIII le dio en 1959 el título de «Doctor Apostólico».
ORACIÓN
Oh
Dios, que para gloria de tu nombre y salvación de las almas otorgaste a san
Lorenzo de Brindis espíritu de consejo y fortaleza, concédenos llegar a
conocer, con ese mismo espíritu, las cosas que debemos realizar y la gracia de
llevarlas a la práctica después de conocerlas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Santa
María Magdalena
Es una de las santas mujeres que seguían
y atendían a Jesús y al grupo de los Doce, y a las que no siempre es fácil
distinguir e identificar. Según la tradición, había nacido en Magdala, junto al
lago de Tiberíades, y, abandonada su vida de pecado, había seguido a Cristo. El
Evangelio de san Juan nos dice que en el calvario, junto a la cruz de Jesús
estaba, con su Madre y otras mujeres, María Magdalena. También nos dicen los
evangelios que la mañana del domingo de Resurrección fue María al sepulcro y,
cuando lloraba al verlo vacío, se le apareció Jesús, quien le encargó que fuera
a anunciar a sus discípulos lo que había visto.
Oración
Señor, Dios nuestro, Cristo, tu
Unigénito, confió, antes que a nadie, a María Magdalena la misión de anunciar a
los suyos la alegría pascual; concédenos a nosotros, por la intercesión y el
ejemplo de aquella cuya fiesta celebramos, anunciar siempre a Cristo resucitado
y verle un día glorioso en el reino de los cielos. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
Santa
Brígida, religiosa
Co-Patrona de Europa
Nació en Suecia el año 1303. Desde la
infancia el Señor le concedió gracias especiales, con conocimiento
extraordinario de las realidades divinas y visiones. Siendo aún muy joven,
contrajo matrimonio y tuvo ocho hijos, entre ellos Santa Catalina de Suecia.
Ingresó en la Tercera Orden de San Francisco, y, aun viviendo en el mundo, a la
muerte de su marido abrazó una vida más religiosa y austera. Fundó después la
Orden de San Salvador. Trabajó incansablemente para que el Papa regresara de
Aviñón a Roma, donde ella pasó la última parte de su vida. Peregrinó por
penitencia y escribió numerosas obras, en las que expuso sus experiencias
místicas, las visiones y revelaciones que había recibido. Murió en Roma el 23
de julio de 1373. Juan Pablo II la nombró en 1999 co-patrona de Europa.
ORACIÓN
Oh Dios, que guiaste a
Santa Brígida por los diversos senderos de la vida y, mediante la contemplación
de la Pasión de tu Hijo, le enseñaste de un modo admirable la sabiduría de la
Cruz, concédenos que, siguiendo fielmente tu llamada, sepamos buscarte de todo
corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
JUEVES,
24
Santa
Cristina, virgen y mártir
en la Parroquia de Santa Cristina del Miñor-La Ramallosa
La maravillosa virgen y mártir de
Cristo, santa Cristina, nació en Tiro de Toscana, población que estaba junto al
lago de Bolsena.
El padre de la santa niña Cristina se
llamó Urbano; era de la ilustre familia de los Anicios, y gobernaba la ciudad
en calidad de prefecto, nombrado por los emperadores Diocleciano y Maximiano,
cuyos edictos contra les fieles de Cristo ejecutaba con gran diligencia y
bárbara crueldad.
El lugar del tribunal fué la escuela en
que la niña Cristina aprendió las primeras lecciones de nuestra santa fe,
porque asistiendo frecuentemente a los interrogatorios de los mártires,
entendió que eran dignos de desprecio los ídolos vanos, y que había un solo
Dios verdadero, y que sólo Dios podía dar a los cristianos aquella invencible
fortaleza con que triunfaban en los suplicios, y menospreciaban la vida
temporal por alcanzar la eterna.
Algunas señoras cristianas perfeccionaron
la instrucción de la niña, y fue bautizada secretamente. Diez años tenía no más
cuando deseosa del martirio tomó los ídolos de oro y de plata que su padre
tenía, los quebró e hizo pedazos y los repartió a los pobres. De lo cual tuvo
tan grande enojo su padre, que él mismo la mandó desnudar y azotar cruelmente
por sus criados; y no contento con esta crueldad la hizo otro día atormentar
con garfios de hierro, hasta arrancarle algunos pedazos de sus carnes, los
cuales tomó ella en la mano y los ofreció a su padre, diciendo: «Toma, cruel
tirano, y come también, si quieres, esa carne que engendraste.»
La mandó poner después en una rueda de
hierro algo levantada del suelo, y debajo encender carbones y echar en ellos
aceite; mas el Señor la defendió de este suplicio, y la sacó viva y sana de
entre las llamas. Otro día la mandó el padre atar un gran peso al cuello y
echar en el lago de Bolsena; pero los ángeles la libraron y sacaron a tierra
sin lesión alguna, con grande rabia y despecho de su bárbaro padre, el cual
imaginando nuevos suplicios, no pudo ejecutarlos, por haber sido hallado muerto
en la cama .
Le sucedió en el oficio de juez el no
menos cruel Dión, el cual mandó llevar a la santa niña, raída la cabeza, al
templo de Apolo; y el ídolo cayó en tierra hecho pedazos; quedó de esto tan
asombrado el prefecto, que cayó allí muerto, por cuyos prodigios se
convirtieron muchos gentiles a la fe de Cristo. A Dión sucedió otro juez
llamado Julián, no menos impío y feroz; porque mandó encender un horno, donde tuvo
a la santa niña por espacio de cinco días, y del cual salió ella alabando a
Dios, sin haber recibido lesión alguna. Le cortaron la lengua para que no
pudiese invocar a Jesucristo, y sin lengua hablaba y no cesaba de bendecir al
Señor. Finalmente fue atada a un madero y asaeteada y con este martirio envió
su alma al cielo.
Reflexión:
¡Con qué regocijo sería recibida de los
ángeles aquella alma purísima que revestida de la fortaleza de Dios había
salido con victoria de tres tiranos y de tan dura y larga pelea!
¡Qué trabajos podemos nosotros padecer
por amor de Cristo, que puedan compararse con los que pasó la santa niña
Cristina! ¡Verdaderamente es nada todo lo que hacemos por servir a Dios y ganar
el cielo!
Una niña de diez años como santa
Cristina nos cubrirá de vergüenza en el día del juicio, si no sólo servimos a
Dios con tan poca generosidad, sino que aun rehusamos aceptar con paciencia las
cruces que el Señor nos envía.
Padre Francisco de Paula Morell, Flos
Sanctorum de la Familia Cristiana
ORACIÓN
Te rogamos, Señor, que
la bienaventurada Cristina, virgen y mártir, implore por nosotros vuestra
misericordia, ella que siempre os fue agradable por el mérito de su
castidad y por la valentía en confesar vuestro santo Nombre. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
El
mismo día
San Sarbelio (José) Makhluf
Nació en una aldea del Líbano el año
1828. Desde muy joven manifestó su inclinación al retiro y la oración. El año
1851 ingresó en la Orden de los Maronitas Libaneses y cambió el nombre de José
por el de Sarbelio. Recibió la ordenación sacerdotal en 1859. Pasó la mayor
parte de su vida religiosa en el monasterio de Annaya (Líbano). Con permiso de
los superiores, se retiró a una pequeña ermita situada en un desierto cercano
al monasterio, donde llevó una vida de gran austeridad, ayunando y orando todo
el tiempo. No obstante, seguía perteneciendo al monasterio, al que volvía en
las grandes fiestas. La vida litúrgica la celebraba en la ermita con otro
ermitaño. El 16 de diciembre de 1898, mientras celebraba la eucaristía y
precisamente en el momento de la elevación, sufrió una crisis de apoplejía, y murió
el día 24 de diciembre, víspera de la Navidad de aquel mismo año. [Su memoria
se celebra el 24 de julio]
ORACIÓN
Oh Dios que llamaste a san Sarbelio,
presbítero, al singular combate del desierto, y le enriqueciste de todo género
de piedad, te rogamos que, habiendo imitado la pasión del Señor, merezcamos
participar de su reino. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
VIERNES,
25
Santiago en el pórtico de la Gloria
Santiago en el pórtico de la Gloria
SOLEMNIDAD
DE SANTIAGO EL MAYOR, Apóstol
► Patrono de España ◄
Nació
en Betsaida; era hijo de Zebedeo y hermano del apóstol Juan. Jesús, pasando
junto al lago de Galilea, vio a los dos hermanos, que estaban repasando las
redes, y los llamó a su seguimiento. Junto con su hermano y Pedro, Santiago fue
uno de los tres discípulos más cercanos a Jesús, en la curación de la hija de
Jairo (Mc 5,37), en la Transfiguración (Mt 17,1), en Getsemaní. Por su carácter
pronto e impetuoso, el Señor le impuso a él y a su hermano el sobrenombre de
«hijos del trueno» (Mc 3,17). Fue decapitado por Herodes Agripa en Jerusalén el
año 44. Desde la antigüedad está muy difundida la persuasión de que Santiago
predicó el Evangelio en los confines de Occidente, o sea, en España, y de que
sus discípulos recogieron sus restos en Jerusalén y vinieron a enterrarlos en
lo que hoy es Compostela. Su sepulcro, a lo largo de la Edad Media y hasta
nuestros días, es meta de innumerables peregrinaciones de toda la Cristiandad.
ORACIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que
consagraste los primeros trabajos de los apóstoles con la sangre de Santiago,
haz que, por su martirio, sea fortalecida tu Iglesia y, por su patrocinio,
España (nuestro pueblo) se mantenga fiel a Cristo hasta el final de los
tiempos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
San
Joaquín y Santa Ana
► Padres de la Virgen María ◄
Una antigua tradición, que arranca del
siglo II, atribuye estos nombres a los padres de la Santísima Virgen María. Los
evangelios no nos hablan de ellos. Las noticias sobre los mismos nos han sido
transmitidas por los escritos apócrifos, en particular el Protoevangelio de
Santiago, del siglo II. Éste cuenta que Joaquín contrajo matrimonio a los
veinte años con Ana, perteneciente como él a la tribu de Judá y al linaje de
David. Procedentes de Galilea, se instalaron pronto en Jerusalén, cerca de la
piscina Probática, en la que Jesús curó a un paralítico. La actual iglesia de
Santa Ana recuerda esta tradición, aunque según otra, la casa de los abuelos de
Jesús estaría en Séforis (Galilea). Ser los padres de María es mucho.
ORACIÓN
Señor, Dios de nuestros padres, tú
concediste a san Joaquín y a santa Ana la gracia de traer a este mundo a la
Madre de tu Hijo; concédenos, por la plegaria de estos santos, la salvación que
has prometido a tu pueblo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
DOMINGO,
27
San
Pantaleón (o Pantalaimon)
Nació en la segunda mitad del siglo III
en Nicomedia de Bitinia (en la actual Turquía) en el seno de una familia rica y
pagana. Recibió una formación clásica y estudió medicina. La relación con un
amigo cristiano le llevó a abrazar la fe cristiana y a bautizarse. Trabajó como
médico, especialmente de los pobres, sin cobrar nada a cambio de su servicio.
El Señor lo acreditó con numerosos milagros. Las autoridades del imperio romano
lo persiguieron por haberse convertido al cristianismo y quisieron hacerlo
apostatar a base de amenazas y torturas, pero el mártir permaneció siempre
firme en su fe. Condenado a muerte, se ensañaron con su cuerpo antes de
decapitarlo en Nicomedia el 27 de julio de un año en torno al 305. Su culto se
difundió rápidamente por Oriente y Occidente. Es patrono de los médicos y es
conocido el hecho de la licuación de su sangre en Madrid.
ORACIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que diste a
san Pantaleón la gracia de luchar hasta la muerte por practicar la justicia;
concédenos, en virtud de sus ruegos, soportar por tu amor todas las
adversidades y caminar con valentía hacia ti, que eres la vida verdadera. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Confeccionado por Franja y Allen-Perkins
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