Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
10 Razones primordiales para
volver a ser católico
No importa por cuánto tiempo
hayas estado alejado de la Iglesia Católica, siempre puedes volver a casa.
Puedes comenzar yendo a Misa nuevamente (encuentra una parroquia) y hazte
miembro de una comunidad parroquial que está lista a recibirte con los brazos
abiertos. Dios te invita a que te decidas a profundizar tu fe como nunca lo
habías hecho anteriormente.
Tal vez sientas en tu interior un
extraño impulso que te hace reconsiderar a la Iglesia. Esa añoranza spiritual
que sientes es Dios que te está llamando. Dios nunca te obliga, solo te invita.
El deja la decisión de regresar a la Iglesia Católica en tus manos.
Existen muchas razones para
volver a la Iglesia Católica. A pesar de ser Cristo el principal motivo entre
otros muchos para volver a la iglesia, la experiencia personal de retorno es
única, dependiendo de lo que cada corazón oiga dentro de sí.
He aquí las diez razones (por
Lorene Hanley Duqin de Our Sunday Visitor: http://www.osv.com y editado por el
equipo de Católicos Regresen) que ha influenciado en la decisión de muchas
personas para regresar a la práctica de la religión Católica:
Número 10:
Porque queremos darle
sentido a nuestra vida.
En el barullo de la agitada vida
de hoy, de pronto muchos de nosotros nos damos cuenta de que nuestras vidas han
perdido el sentido o propósito. Empezamos a preguntarnos, ¿Qué sentido tiene mi
vida? ¿Por qué hago lo que hago? Existe una confusión generalizada en nuestra
cultura en cuanto a la moral y la verdad. La Iglesia Católica se brinda como un
faro de luz que da significado a nuestra existencia y nos dirige hacia la vida
eternal si perseveramos en ello.
Número 9:
Porque los recuerdos de
nuestra niñez vuelven a la memoria.
Algunas personas dicen que los
recuerdos de la niñez cuando se tenía una relación con Dios vuelven a aparecer
más tarde en la vida. Comenzamos a preguntarnos, “¿Es posible volver a capturar
la simplicidad de la fe? ¿En verdad puedo creer que Dios está cuidando de mí?
La secularización en nuestra sociedad desconecta a las personas de su propia
dimensión espiritual. La Iglesia Católica ofrece TANTO experiencias religiosas
COMO místicas que alimentan el corazón, la mente, el cuerpo y el alma ASÍ COMO
una variedad de activos ministerios laicos que se interconectan y se relacionan
con la sociedad actual haciendo de ésta una sociedad más santa en donde vivir.
Número 8:
Porque todos cometemos
errores.
Hay algunos entre nosotros que
nos sentimos abrumados por el peso de pecado que se ha venido acumulando en
nuestro interior. Queremos deshacernos de la culpabilidad de haber herido a
otros. Comenzamos a preguntarnos, ¿Dios me perdonará? ¿Hay alguna manera de que
pueda comenzar de nuevo? Le puedes decir a Dios que te arrepientes, pero es a
través del sacramento de la reconciliación que tendrás la certeza del perdón de
Dios. Además no solamente te reconciliarás con Dios sino también con todos los
otros miembros de la Iglesia, el Cuerpo de Cristo (CCC 1440) y se te otorgará
la gracia necesaria para emprender un comienzo totalmente nuevo.
Número 7: Porque necesitamos
perdonar a los demás.
Algunas veces guardamos rencores
y resentimientos hacia personas que nos han herido profundamente. Tal vez fue
un miembro de la familia o un amigo. Tal vez fue otra persona (una religiosa o
un sacerdote), o tal vez algo ocurrió en la iglesia. ¿Me perdonará Dios alguna
vez? Nuestra cultura moderna aprueba y fomenta la ira y la venganza. Pero el
odio y la amargura son como cánceres espirituales que devoran nuestro corazón.
La Iglesia Católica brinda la oportunidad de buscar la ayuda de Dios para
perdonar a otros, aún cuando la otra persona no pida disculpas o no merezca perdón.
La habilidad de perdonar es un regalo que ensancha el corazón de una persona
para recibir el amor y la paz de Dios.
Número 6: Porque queremos
sanación.
Hay algunos entre nosotros
cargando profundas heridas espirituales. Sentimos rabia contra Dios cuando
luchamos contra las cosas negativas que nos pasan –una enfermedad incurable,
una lesión que nos debilita, una relación rota, problemas mentales o
emocionales, un acto de violencia contra una persona inocente, un accidente
inexplicable, desastres naturales, la muerte de un ser querido o cualquier otra
desilusión. La Iglesia Católica no puede cambiar estas situaciones o explicar
porque ocurrieron. Pero hay gente en la Iglesia que puede ayudarte en el
proceso de sanación espiritual para que sigas adelante con tu vida.
Número 5: Porque la Iglesia
Católica posee la totalidad de la verdad y la gracia.
Muchos de nosotros que nos
alejamos de la Iglesia Católica participamos por un tiempo en las bendiciones
del culto de diferentes denominaciones cristianas. Pero algunos regresan cuando
se dan cuenta que el Catolicismo posee la totalidad de la verdad y la gracia.
La Iglesia Católica no fue fundada por una sola persona que buscaba una reforma
o por movimiento histórico aislado. No está fragmentada por interpretaciones
individuales de las Escrituras. Existen miles de denominaciones cristianas,
pero solo una Iglesia Católica. Esta Iglesia ha venido siendo guiada por el
Espíritu Santo y protegida de error en cuestiones de fe y moral de generación
en generación por aproximadamente dos mil años, tal como lo prometió nuestro
Señor Jesucristo: (profetizado en Isaías 22:15-25) Mateo 16:13-20; Mateo
18:15-18 (en este verso la palabra es iglesia, no comunidad); 1 Tim 3:15.
Número 4: Porque queremos que
nuestra niñez tenga los fundamentos de la fe.
Algunos de nosotros regresamos a
la Iglesia Católica porque reconocemos que el criar niños en una cultura que
promueve “el hacer lo que quieras” daría resultados desastrosos. Los niños
necesitan experimentar la dimensión espiritual en sus vidas. Necesitan de un
sistema estructurado de creencias y una firme formación moral que vaya más allá
de la lógica humana y el razonamiento. Regresamos porque queremos que nuestros
niños puedan construir sus vidas sobre una base sólida.
Número 3: Porque queremos formar
parte de nuestra comunidad de la fe.
Muchos de nosotros buscamos
sentir que pertenecemos. Sin embargo, nuestra comunidad es más que solo gente
amistosa, sermones inspirados y actividades interesantes. Una comunidad
cristiana católica es un grupo de personas que se reúnen alrededor de la
persona de Jesucristo para adorar a Dios y vivir bajo la luz del Espíritu
Santo. Los católicos se reúnen en la Misa, los sacramentos y las actividades de
la parroquia para rezar, celebrar los gozos, lamentar las pérdidas, servir a
los demás, dar apoyo y recibir fortaleza para el diario vivir. Una parroquia
católica ofrece esto –y mucho más- a personas que reconocen la importancia de
caminar con otros hacia la unión con Dios.
Número 2: Porque queremos ayudar
otras personas.
Hay muchísimas oportunidades en
el mundo secular de ser voluntario. Lo que falta es la dimensión espiritual que
brinda este tipo de servicio dentro de la Iglesia Católica. Es más que una
actividad para “sentirse bien”. Es parte del “gran mandamiento” (Marcos 12:28)
de amar a Dios y al prójimo como uno mismo. Al tender la mano a los demás, los
voluntarios Católicos se hacen instrumentos del amor de Dios. La Iglesia
Católica brinda oportunidades de impactar la vida de las personas aquí y en el
resto del mundo.
Número 1: Porque tenemos hambre
de la Eucaristía.
[La Eucaristía es la razón más
importante por la que las personas regresan a la Iglesia]
Mucha gente regresa a la Iglesia
Católica porque sienten gran añoranza por la Eucaristía. Algunas veces ocurre
durante una boda, un funeral, un bautizo, una Primera Comunión o una
Confirmación. A veces ocurre cuando las personas se encuentran solas o
enfrentando dificultades en su vida. Las personas lo describen como un profundo
deseo de aplacar el hambre por el alimento espiritual que es el recibir el
Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Jesucristo. El hambre por la
Eucaristía origina el reconocimiento de la presencia de Cristo en los otros
sacramentos, lo cual hace que se acerquen aún más a la práctica de su fe. Es,
sin lugar a dudas, la razón primordial por la que las personas regresan a la
Iglesia Católica.
La mayoría de gente descubre que
regresar a la Iglesia no constituye un acontecimiento aislado sino que se trata
de un proceso que entraña un poquito de dolor y risa, algo de reflexión,
oración, discernimiento y muchísimo abandono. “Mi verdadero retorno a la
participación total en la parroquia tuvo lugar hace tres años, después de
sentir añoranza por primera vez,” una persona admitió.
Y, ¿qué recibimos a cambio? La
Iglesia Católica nos ofrece unión con Jesucristo:
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