Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
SANTOS DEL 9
AL 15 DE MARZO 2015
III SEMANA DEL
TIEMPO DE CUARESMA
LUNES, 9
Santa
Francisca Romana
Nació en Roma el año 1384 de familia noble y rica.
Pronto se sintió atraída por la vida religiosa, pero no pudo rehuir la boda que
sus padres le prepararon. Se casó muy joven y tuvo tres hijos. Fue una esposa
amante y abnegada, que se adaptó y cuidó a su buen marido, y guardó las formas
que su estado le exigían, sin renunciar por ello a su vida de oración, austeridad
y penitencia. Encontró en su cuñada Vanozza una amiga y compañera ideal para la
vida virtuosa. Fue siempre generosa con todos, especialmente con los
indigentes. El año 1425 fundó la Congregación de Oblatas, bajo la Regla de San
Benito, que no necesariamente vivían enclaustradas. Muerto su esposo en 1435,
repartió sus bienes entre los pobres, se dedicó al cuidado de los enfermos, a
los que atendía en sus casas, en los hospitales de Roma, e incluso en su propio
domicilio, y desempeñó una admirable actividad con los necesitados, destacando,
sobre todo, por su humildad y paciencia. Murió el año 1440.
ORACIÓN
Oh Dios, que
nos diste en santa Francisca Romana un modelo singular de vida matrimonial y
monástica, concédenos vivir en tu servicio con tal perseverancia, que podamos
descubrirte y seguirte en todas las circunstancias de la vida. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
MARTES, 10
Santa María
Eugenia de Jesús Milleret
Nació en Metz
(Francia) el año 1817, en el seno de una familia acomodada, no creyente, a
pesar de lo cual, por motivos sociales, recibió el bautismo y la primera
comunión. Su madre la educó en la libertad y la responsabilidad. En 1830 su
padre quedó en la ruina, y el matrimonio se separó. Marchó ella a París con su
madre, que pronto falleció, dejándola sola con quince años. Siguió viviendo en
un ambiente mundano hasta que, a los diecinueve años, se convirtió a Dios a
raíz de las conferencias del P. Lacordaire en Notre-Dame. Tres años después, en
1839, fundó la congregación contemplativa y a la vez apostólica de las Religiosas
de la Asunción para la educación integral, humana y cristiana de la juventud
femenina. Murió en Auteuil (París) el 10 de marzo de 1898. La canonizó
Benedicto XVI el año 2007.
ORACIÓN
Señor y Dios
nuestro, te pedimos que santa María Eugenia de Jesús, virgen, tu fiel esposa,
encienda en nuestro corazón la llama de la caridad divina que ella suscitó en
otras vírgenes, para gloria perpetua de tu Iglesia. Por nuestro
Señor Jesucristo. Amén.
MIÉRCOLES, 11
San Marcos
Chong Ui-Bae y San Alejo u Se-Yong.
► Son dos
seglares y mártires coreanos ◄
Marcos nació en 1795 de familia noble.
Estudió magisterio, contrajo matrimonio y enviudó sin tener hijos. El martirio
de dos sacerdotes lo impresionó. Buscó información sobre el cristianismo, llegó
a la fe y se bautizó. Mereció la confianza de los misioneros, que lo encargaron
de la catequesis y de la atención a los pobres. Volvió a casarse y adoptó un
hijo. Cuando arreció la persecución, ayudó a muchos a escapar y esconderse,
pero él permaneció en su puesto, y fue arrestado. Tras negarse con firmeza a
apostatar, lo condenaron a muerte. San
Alejo era un joven rico de 19
años, inteligente y traductor. Oyó hablar del cristianismo y viajó para
encontrarse con el obispo san Simeón Berneux. Éste se lo encomendó a Marcos
para que lo instruyera en la fe, y en su momento se le administró el bautismo.
Dejó su familia y se fue a vivir con Marcos, a quien ayudó en la traducción de
libros religiosos. Cuando lo detuvieron, renegó de su fe, y lo dejaron libre.
Pero se arrepintió y buscó a san Simeón, que estaba en la cárcel. Se confesó y
recibió la absolución. Cuando supieron que había vuelto a la fe, lo arrestaron
de nuevo; esta vez, a pesar de las torturas, se mantuvo firme. Los dos tuvieron
que sufrir los insultos y burlas de familiares y vecinos, y fueron decapitados
en Sai-Nam-The (Corea) el 11 de marzo de 1866.
ORACIÓN
Dios
todopoderoso, que diste a los santos mártires San Marcos chong y San Alejo u
Se-Yong, la gracia de entregar su
vida por amor a tu Palabra y por el testimonio de Jesús; te pedimos que, por la
fuerza del Espíritu Santo, nos enseñes a permanecer fieles en la fe y fuertes
en la confesión de tu nombre. Por
Jesucristo nuestro Señor. Amen
JUEVES, 12
San Luis
Orione
Nació en
Pontecurone (Piamonte, Italia) el año 1872. Muy joven ingresó en el convento
franciscano de Voghera, que al año tuvo que dejar por motivos de salud. Fue
alumno de san Juan Bosco en Turín hasta que en 1889 entró en el seminario
diocesano de Tortona; se ordenó de sacerdote en 1895. A lo largo de su vida
fundó numerosos oratorios, colegios, instituciones, congregaciones, entre los
que cabe destacar la Pequeña Obra de la Divina Providencia, dedicada al
ejercicio de la caridad, y los Pequeños Cottolengos, para los que sufren y los
abandonados, surgidos en la periferia de las grandes ciudades. Su vida estuvo
marcada por un gran amor a Cristo y a la Virgen, a la Iglesia y al Papa, y
también al hombre, cuerpo y alma. Fue un gran apóstol, valiente e infatigable,
lleno de bondad y ternura, entregado en particular a la causa de los que
sufren, los marginados, las viudas y los huérfanos, y todos los pobres y
desamparados. Falleció en San Remo el 12 de marzo de 1940. Lo canonizó Juan
Pablo II el año 2004.
ORACIÓN
Dios
nuestro, que has puesto a los santos como ejemplo y ayuda para facilitar a los
débiles el camino de la salvación, al celebrar la fiesta de san Luis de Orione,
concédenos bondadosamente que, siguiendo sus pasos, caminemos hacia ti. Por
nuestro Señor Jesucristo. Amén.
VIERNES, 13
► Día de abstinencia ◄
San Rodrigo
y San Salomón de Córdoba
Rodrigo era
sacerdote y tenía dos hermanos, uno cristiano y otro musulmán. En una pelea
entre los dos hermanos, Rodrigo intervino para poner paz, pero recibió un golpe
que lo dejó sin sentido. El hermano musulmán, dándolo por muerto, dijo que se
había hecho musulmán. Cuando Rodrigo se recuperó, vio lo peligrosa que iba a
ser su situación, por lo que se retiró a la serranía, donde vivió cinco años en
paz. Un día que fue a Córdoba, se topó con su hermano musulmán, el cual lo
acusó de haber vuelto al cristianismo. Ante el juez, Rodrigo se mantuvo firme
en su fe cristiana, por lo que fue encarcelado. En la prisión se encontró con Salomón,
un seglar que se había convertido de musulmán en cristiano, por lo que había
sido condenado a muerte. Ambos se apoyaban y confortaban mutuamente para
afrontar el martirio. Enterado el juez de esa fraternidad, mandó que los
separaran. Volvió a llamarlos a juicio y, al no conseguir que renegaran de
Cristo y se convirtieran al Islam, mandó ejecutarlos. Camino del lugar de la
ejecución, ambos mártires se dieron el ósculo de paz y se animaron a dar la
vida por Cristo; el juez intentó una vez más que apostataron, pero no lo
consiguió. Fueron decapitados en Córdoba (España) a orillas del río
Guadalquivir el 13 de marzo del año 857. San Eulogio de Córdoba es quien nos
narra este martirio en su Apologeticus.
ORACIÓN
Dios
todopoderoso, que diste a los santos mártires Rodrigo y Salomón la gracia de
entregar su vida por amor a tu Palabra y por el testimonio de Jesús; te pedimos
que, por la fuerza del Espíritu Santo, nos enseñes a permanecer fieles en la fe
y fuertes en la confesión de tu nombre. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
SÁBADO, 14
Santa
Matilde
Reina
Reina
Era
descendiente del famoso guerrero Widukind e hija del duque de Westfalia. Desde
niña fue educada por las monjas del convento de Erfurt y adquirió una gran
piedad y una fortísima inclinación hacia la caridad para con los pobres.
Muy jóven se
casó con Enrique, duque de Sajonia (Alemania). Su matrimonio fue
excepcionalmente feliz. Sus hijos fueron: Otón primero, emperador de Alemania;
Enrique, duque de Baviera; San Bruno, Arzobispo de Baviera; Gernerga, esposa de
un gobernante; y Eduvigis, madre del famoso rey francés, Hugo Capeto.
Su esposo
Enrique obtuvo resonantes triunfos en la lucha por defender su patria,
Alemania, de las invasiones de feroces extranjeros. Y él atribuía gran parte de
sus victorias a las oraciones de su santa esposa Matilde. Era extraordinariamente generosa en
repartir limosnas a los pobres.
Sus últimos
años los pasó Matilde dedicada a fundar conventos y a repartir limosnas a los
pobres.
Cuando
Matilde cumplió sus 70 años se dispuso a pasar a la eternidad y repartió entre
los más necesitados todo lo que tenía en sus habitaciones, y rodeada de sus
hijos y de sus nietos, murió santamente el 14 de marzo del año 968.
ORACIÓN
Dios
nuestro, que enseñaste a tu Iglesia a cumplir todos los mandamientos con el
amor a ti y al prójimo, concédenos que, practicando las obras de misericordia
como lo hizo santa Matilde merezcamos ser admitidos entre tus bienaventurados.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
DOMINGO, 15
IV
DEL TIEMPO DE CUARESMA
* *
* Domingo de Laetare * * *
Santa Luisa
de Marillac
ORACIÓN
Nació en París
el año 1591, hija natural de un noble de la familia Marillac. Cuando murió su
padre la sacaron del colegio de nobles y la confiaron a una "señorita
pobre". Quiso ser religiosa, pero la casaron en 1613 con un noble, del que
tuvo un hijo. Los encuentros con san Francisco de Sales, a partir de 1618, la
ayudaron a superar sus penas. Después, en 1624, inició una larga relación con
san Vicente de Paúl, que la convertiría en cofundadora de las
"Paúles". Al año siguiente, 1625, muerto el marido y habiendo entrado
el hijo en el seminario, acogió en su casa a las primeras jóvenes que querían
ponerse al servicio de los pobres. San Vicente le encomendó la animación de los
grupos de Damas de la Caridad, primer núcleo del nuevo instituto, y en 1633 el
Santo dejó en sus manos la dirección del que sería el Instituto de las Hijas de
la Caridad, a cuya formación se entregó la Santa por completo, dando ejemplo de
atención amorosa a los más pobres; llegó a abrir cuarenta casas por toda
Francia. Murió en París el año 1660.
Dios
nuestro, que llamaste a tu servidora santa María Luisa de Marillac, para que te
buscara sólo a ti, por su ejemplo e intercesión, concédenos que, sirviéndote
con un corazón puro y humilde, lleguemos a tu eterna gloria. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
Confeccionado por Franja y Állem-Perkins
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