Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
SANTOS DEL 23 AL 29 DE MARZO 2015
V SEMANA DEL TIEMPO DE CUARESMA
Santos de la semana
Santo Toribio de Mogrovejo
Nació en Mayorga, en las montañas de León (España), hacia 1538, de familia hidalga. Estudió derecho en Salamanca y, durante seis años estuvo trabajando como inquisidor en Granada con gran sentido de la moderación y la justicia. Fue nombrado obispo de Lima el año 1578, cuando aún no tenía órdenes sagradas. Recibida la consagración episcopal en Sevilla, marchó a América. Su diócesis era muy extensa, pues llegaba más allá de la frontera de Perú. Puso gran empeño en aplicar el Concilio de Trento en todos los terrenos de la pastoral e impulsó la evangelización de los indios. Lleno de celo apostólico, reunió numerosos sínodos y concilios que dictaron normas sabias y promovieron la formación del clero y la elevación moral del pueblo. Fue un infatigable misionero en tierras de los Incas y ardiente defensor de sus derechos. Defendió también con valentía los derechos de la Iglesia. Murió en Seña, durante una visita pastoral, el 23 de marzo de 1606, y su cuerpo fue trasladado a Lima.
ORACIÓN
Señor, tú que has querido acrecentar la Iglesia mediante los trabajos apostólicos y el celo por la verdad de tu obispo santo Toribio, concede al pueblo a ti consagrado crecer constantemente en fe y en santidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Beato
Diego José de Cádiz
Nació
en Cádiz (España) el 30 de marzo de 1743. De joven entró en la Orden Capuchina
y, terminados los estudios, recibió la ordenación sacerdotal en 1766. El
decenio siguiente lo dedicó a la predicación por toda Andalucía, y luego
extendió su campo de apostolado a toda España y Portugal. Fue un predicador
asombroso, incansable misionero popular, que reunía a multitudes de toda clase
y condición para escucharle. Sus dotes oratorias iban acompañadas de singulares
gracias del cielo, y su lenguaje era llano y directo. Combatió los peligros que
traía consigo la "Ilustración", lo que le ocasionó enemistades y
persecución. Fue hombre de oración y penitente, muy devoto de la Virgen, la
"Divina Pastora". Se le consideraba apóstol de la misericordia.
Escribió numerosas obras. Murió en Ronda (Málaga) el 24 de marzo de 1801.
Oración
Oh
Dios, que has concedido al beato Diego José la sabiduría de los santos, y le
has encomendado la salvación de su pueblo; concédenos, por su intercesión,
discernir lo que es bueno y justo, y anunciar a todos los hombres la riqueza
insondable que es Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.
Fiesta conjunta de Cristo y de la Virgen: la Encarnación del Hijo del eterno Padre en el seno de la Virgen por obra del Espíritu Santo. El Verbo se hace hijo de María y ésta se convierte en Madre de Dios. San Lucas refiere que el ángel Gabriel, enviado por Dios a la Virgen María, se le presentó en Nazaret y le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». Ella se conturbó, pero al ángel añadió: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir y a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús, que será llamado Hijo del Altísimo». María aclaró que no conocía varón, y el ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios». Entonces María dijo: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». San Juan cierra así la escena: «Y la Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros».
ORACIÓN
Señor, tú has querido que la Palabra se encarnase en el seno de la Virgen María; concédenos, en tu bondad, que cuantos confesamos a nuestro Redentor, como Dios y como hombre verdadero, lleguemos a hacernos semejantes a él en su naturaleza divina. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
San Braulio - obispo
Fue discípulo y amigo del gran sabio San Isidro de Sevilla, al cual le ayudó mucho en la corrección y edición de sus libros. Al morir su hermano Juan, que era obispo de Zaragoza, el clero y los fieles lo eligieron para que lo reemplazara. Como obispo se preocupó mucho por tratar de que el pueblo se instruyera más en la religión y por extirpar y acabar con los errores y herejías que se habían propagado, especialmente el arrianismo, una doctrina hereje que negaba que Jesucristo sea Dios verdadero.
Tan grande era la elocuencia de San Braulio y su capacidad para convencer a quienes le escuchaban sus sermones que la gente decía: "Parece que cuando está hablando, es el mismo Espíritu Santo el que le va diciendo lo que él tiene que decir".
Los obispos de España lo encargaron de las relaciones episcopales con el Papa de Roma.
En la catedral, y en el famosísimo santuario de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza, pasaba varias horas cada día rezando con especial fervor.
Aborrecía todo lo que fuera lujo y vanidad. Sus vestidos eran siempre pobres, y su comida como la de un obrero de clase baja.
Todas las limosnas que le llegaban las daba para ayudar a los pobres. Y se dedicaba con mucho esmero a enseñar a los ignorantes.
Las gentes decían que era difícil encontrar en el país uno que fuera más sabio que él. Y en sus cartas se nota que había leído muchos autores famosos. Había estudiado muy profundamente la S. Biblia. Y su estilo es elegante y lleno de bondad y de amabilidad. Se firmaba: "Braulio, siervo inútil de los santos de Dios".
Los últimos años tuvo que sufrir mucho por la falta de la vista, algo que para él que era tan gran lector, era un verdadero martirio. Pero aprovechaba su ceguera para dedicarse a rezar y meditar.Tuvo como alumno a otro gran santo: San Eugenio, obispo.
Poco antes de morir le pareció escuchar aquellas palabras de Jesús: "Ven siervo bueno y fiel; has sido fiel en lo poco, te pondré sobre lo mucho. Entra en el gozo de tu Señor". Y respondió entusiasmado: "Voy pronto, Señor, ya estoy listo". Y murió santamente. Era el año 651, y sus restos se veneran debajo del altar mayor del Pilar.
ORACIÓN
Señor, luz de tu pueblo y pastor de los hombres, que, dentro de la Iglesia, has confiado al obispo san Braulio la misión de apacentar a tu pueblo con su predicación y de iluminarlo con su vida y su ejemplo, concédenos, por su intercesión, guardar íntegro el don de la fe que nos legó su palabra y seguir el camino que nos marcó su ejemplo. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
VIERNES, 27
SAN RUPERTO.
Era obispo de Worms (Alemania), pero tuvo que salir de allí porque se le pusieron en contra los arrianos y los paganos. Entonces el duque de Baviera, Teodo II, lo invitó a predicar en su territorio que entonces comprendía también una parte de Austria. Comenzó su apostolado en Ratisbona y lo siguió a lo largo del río Danubio. Reconstruyó una antigua ciudad romana arruinada que le dio el duque, llamada Juvavum, a la que puso el nombre de Salzburgo y de la que fue el primer obispo. Erigió un monasterio masculino, bajo el título de San Pedro, el más antiguo de Austria, con catedral y escuela anejas, del que fue abad a la vez que era obispo, y otro femenino. Buscó colaboradores adecuados, que hizo ir desde su tierra de origen, para la tarea evangelizadora y así pudo fundar iglesias y monasterios. Como abad-obispo hizo una labor que le mereció el título de apóstol de Baviera y de Austria. Murió en Salzburgo el año 718.
ORACIÓN
Dios todopoderoso, concédenos venerar la memoria del obispo san Ruperto, y así como él sirvió a su pueblo con la palabra y el ejemplo, también nosotros podamos experimentar la ayuda de su intercesión. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
San Esteban Harding,
► Abad y cofundador del Císter ◄
Nació en Meriot (Inglaterra) el año 1060, y de joven profesó la vida monástica en Sherbone. Abandonó su monasterio y se marchó a París a estudiar. Se arrepintió del mal paso dado, y acudió a Roma para pedir perdón. De regreso, se detuvo en el monasterio de Molesmes, cuyo abad era san Roberto. Éste, Alberico y Esteban fundaron el año 1098 el nuevo monasterio de Cîteaux (Borgoña), origen de los cistercienses. Su principio inspirador era la voluntad de restablecer la fiel obediencia a la Regla de San Benito en su integridad. Cuando en 1109 murió Alberico, Estaban le sucedió como abad, y fue él quien recibió a san Bernardo y quien lo envió, en 1115, a fundar la abadía de Claraval. Organizó la centralidad del gobierno monacal con la «Carta de la Caridad», para que no hubiera discordias entre los monjes y todos vivieran bajo el mismo dictado de la caridad, observando la misma Regla y según costumbres semejantes. En vida de Esteban fueron doce las fundaciones cistercienses. Murió en Cîteaux (Francia) el año 1134.
ORACIÓN
Dios nuestro, tú nos diste en san Esteban Harding, abad, un claro testimonio de perfección evangélica; concédenos, por su intercesión, que en medio de la inestabilidad de este mundo tengamos el corazón siempre puesto en las cosas celestiales. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Domingo de ramos en la Pasión del Señor
► Empieza la Semana Santa ◄
En la Semana Santa se celebran los misterios de salvación realizados por Cristo en los últimos días desde su entrada triunfal en la ciudad Jerusalén, para los católicos el Domingo de Ramos es el primer día de la Semana Santa.
La semana santa comienza con el Domingo de Ramos de la Pasión Señor, que une el triunfo de Cristo (aclamado como Mesías por los habitantes de Jerusalén y hoy en el rito de la procesión de las palmas por los católicos) y el anuncio de la pasión, con la proclamación de la narración litúrgica en la Misa.
Los ramos no son algo así como un talismán o un simple objeto bendito, sino el signo de la participación gozosa en el rito procesional, expresión de la fe de la Iglesia en Cristo, Mesías y Señor, que va hacia la muerte para la salvación de todos los hombres. Por eso, este domingo tiene un doble carácter, de gloria y de sufrimiento, que es lo propio del Misterio Pascual.
Los días que van hasta el Jueves Santo pertenecen al tiempo cuaresmal, pero están caracterizados por los últimos acontecimientos de la vida del Señor.
( Colecta de la misa del día )
Dios todopoderoso y eterno, tú mostraste a los hombres el ejemplo de humildad de nuestro Salvador, que se encarnó y murió en la cruz; concédenos recibir las enseñanzas de su Pasión, para poder participar un día de su gloriosa resurrección. Él que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos
Confeccionado por Franja y Állen-Perkins
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